Logan A pesar de que las cosas entre Cecilia y yo funcionaban mejor, ella se encontraba muy estresada por todo lo que le restaba hacer en el resort. Trate de ayudarla muchas veces pero prefería hacer sus cosas por su cuenta, ella era muy independiente y me encantaba como se hacía cargo de las cosas por su cuenta. Nunca pensé que podía enamorarme de esta forma pero estoy hasta las manitas por ella y por el amor de mi hija, Ivana me ha demostrado que ha dejado todo atrás y que ya formo parte de su vida. A veces nos quedamos en casa de mis padres, otras en mi departamento y otras en el departamento de Ivana para que no sintiera que le estaba imponiendo un lugar para vivir. — ¿Cuándo piensas comprar una casa para ustedes Logan? —No lo sé madre, Cecilia está muy estresada y no quiero darles motivos para que se estrese más de lo que ya está. —Pero no es para que se estrese, es para que tengan un lugar donde vivir y dejen de estar de un lado para otro. —Precisamente por eso, si lo hago
Tres años después de que nos casamos, Cecilia estaba embarazada de gemelos, nuestra hija mayor Ivana tenía ya 9 años, lo que nos inquietaba un poco su reacción.Hemos aprendido a superar todos los obstáculos y a encontrar la felicidad en nuestras vidas, tanto en el amor como en el trabajo. Juntos hemos construido una red de apoyo con la familia, incluyendo a Víctor, Laura, Clear y a su madre. Sin ellos no estaríamos a donde estamos hoy en día.Ivana es una niña radiante que siempre ha estado para apoyar a su madre, estaba muy emocionada por el hecho de que sus padres le dieran la noticia sobre el nuevo bebé, amaba a su familia y esta era una forma de que todo marchaba muy bien.Actualmente, Cecilia está embarazada y experimenta muchos antojos raros que la hacen reír a ella misma, sobre todo por la hora en que estos ocurrían. No solo se está volviendo loca ella misma, sino a todos los que la rodeamos, sobre todo cuando empieza con sus quejas que no le cumplimos sus necesidades.Adriana
— ¿Se puede saber qué hace una niña en esta oficina? Es que acaso no le pagamos lo suficiente señorita para que la lleve a una guardería lejos de aquí.En esta vida existen las personas con suerte y las que no, me gustaría decir que pertenezco a las primeras pero no llego a clasificar ni siquiera en las segundas. Es como si Diosito me dijera todos los días “SIGUE PARTICIPANDO” o “SUERTE PARA LA PROXIMA”.— ¡Lo siento señor! Hoy mi…—No me importa quién sea usted ni que sea suyo, este es un Resort para personas de 21 años en adelante ¿Acaso no sabe lo que eso significa o tengo que explicárselo con bolitas y palitos?Me lleva la que me trajo, este tipo ya me cae mal por su arrogancia, y eso que ni siquiera e volteado a verlo, espero tener la paciencia necesaria para soportarlo antes de que le suelte una de las mías.— ¿Está usted sorda señorita?1... 2… 3…— ¿Qué no piensa decirme nada?4… 5… 20… 25…—Por lo menos deme la cara y no sea una grosera al darme la espalda. Por si no lo tiene
LoganTengo muchos años en el extranjero, y estoy por regresar al país de mi madre para hacerme cargo de todas las empresas de la familia que por años mi padre ha mantenido en alto. Mi padre dice que ya es tiempo de que tome el control de todo en especial de un Resort en Cancún.Para ser sincero no sé qué tenga de especial ese lugar que no hay día que no me lo mencione, el piensa que no me doy cuenta de sus constantes insinuaciones.Ya me estoy cansando con sus amenazas y los chantajes de mi madre Uno «porque no regreso y la otra porque no la hago abuela todavía»Ninguno de los dos logra entender que ya tengo mi vida hecha en Italia, en donde estoy a punto de comprometerme con una flamante chica de buena familia y no pienso cambiar mis planes.No creo en el amor ni nada de eso que tanto adoran las mujeres mexicanas, solo basta con ver como mi madre se pone cuando mira sus novelas por las noches y como mi padre termina pagando los platos rotos por un personaje de la televisión que nunc
CeciliaHoy mi pequeña cumple cinco años y yo estaba encerrada en la oficina del hotel donde trabajaba como loca, en unos días llegaría la nueva comitiva que se hará cargo de las remodelaciones que se tiene programadas, además de que por fin conoceremos al hijo del dueño del resort.Para mi mala suerte la chica que le tocaba cubrir la guardia por la tarde en el puesto de recepción no se presentaría a laborar, y no encontraba quien cubriera su turno; todos estaban ocupados.Cuando eso sucedía y si estaba libre me encargada personalmente de ocupar sus puestos «a nadie le cae mal unos pesitos de más, mucho menos cuando vives prácticamente al día como era mi caso» no me daba pena hacer ninguna de las funciones que se pudieran presentar en el resort, mientras hubiera trabajo yo me encontraba feliz y agradecida.Lo único que lamentaba era que justamente hoy no estaría con ella, para celebrarla como se merecía o por lo menos comprarle un pastel de chocolate para que compartiéramos en el depa
Cecilia— ¿Ya viste la que nos espera? —cuestione con el ánimo por los suelos, mientras miraba a los jóvenes que seguían bajando su equipaje de las camionetas transportadoras.—Si querida. Lograste comer algo o tengo que jalarte las orejas como siempre Cecilia.—Quisiera darte una respuesta positiva, pero no me alcanzo el tiempo. Me entretuve con los cambios que tendremos a partir de la próxima semana. Con la llegada del hijo del señor Juan, siento que mi vida se está reduciendo a nada.—Entonces ve al comedor y consíguete algo antes de que empecemos, no quiero que te me desmayes en medio de la jornada; porque soy capaz y te dejo ahí tirada hasta que terminemos.— Gracias, no esperaba menos de ti. Como siempre tan atento y divino con todos.—Te estoy aprendiendo bien jefecita.No cabe duda que solo me llenaba de amigos locos, aquí tenía un claro ejemplo de ello. Estaba por tomarle la palabra para irme a comer algo ligero, pero mis planes se vieron arruinados por una hermosa clienta qu
CeciliaHabía pasado una semana de muchas presiones en el trabajo, y las que estaban por llegar. Tantos cambios nos tenían los nervios de punta a todo el equipo; pude apreciar la cara de tristeza del señor Juan cuando empezamos con la reunión y su hijo no más no se dignó en aparecer por ahí.Por lo que me conto después es un empresario importante en Italia y tuvo unas complicaciones que no le permitieron llegar a tiempo, se integraría con nosotros en unos días más.Mientras teníamos que hacernos cargo de la parte que le correspondía al señorito irresponsable.— ¿Lista para irnos Cecilia?—Más que lista, ya quiero llegar a mi casa para ver a mi pequeño retoño. Siento que la he dejado muy descuidada estos días; agradezco a mi vecina que se ocupa de llevarla y traerla a la escuela.—Complicado tú caso amiga, me imagino que mañana la dejaras con ella todo el día.— ¿Mañana? Pues normal, ira a sus clases y a la salida se quedara en su casa mientras llego.—Cecilia, ¿Sabes en que día vives?
CeciliaSi les dije que detesto al hijo de mi jefe, y eso que todavía no tengo el disgusto de conocerlo. El único día que tengo para descansar a él se le ocurre llegar como Pedro por su casa cambiando todo el esquema en el que hemos venido trabajando durante estas semanas.Afortunadamente los chicos no se dejaron amedrentar con sus palabras y llamaron al señor Juan Gotti, era el único que podía poner el orden en estos momentos. Yo estaba muy agotada y mis ánimos andaban por los suelos después de la conversación que tuve con la señora Anastasia respecto al padre de mi hija.Apague el celular para que dejaran de molestarme un poco, necesitaba por lo menos un día para mí y mi pequeña que estaba pasando un mal momento. Mañana en cuanto llegará le explicaría al señor Gotti lo que estaba pasando; es una persona muy comprensiva y cuando toco el tema de mi hija se le ilumina la mirada.Habla con Ivana como si fuera su abuelo y juntos son un caso perdido, tengo que intervenir para que pare de