Logan
El lunes llego tan pronto que no tuve tiempo de salir del hotel para ir a visitar a mi madre, todo esto de los cambios me estaba llevando al extremo. La dichosa encargada del proyecto tuvo la terrible osadía de apagar el celular para que no la molestáramos en su día de descanso.
Sin duda alguna esperaba con ansias tenerla enfrente para correrla a como se merecía, nadie me ignoraba de esa forma. Por menos de eso muchas empresas en Italia fracasaron en media hora, me había ganado la reputación de ser el malo de la historia que me daba igual si era cierto o no todo lo que se decía.
Cerca de las ocho de la mañana ya me encontraba listo para hacer de las mías una vez más. Lo primero que haré será ir a la oficina de mi padre para pedirle que llame a su flamante empleada, de esta manera no se negara a llegar con el jefe a como le había dicho a la recepcionista ayer.
Después la enfrentaría con todo para que aceptara que su plan establecido no era el adecuado para el proyecto, que justamente iniciábamos hoy y que ella deliberadamente estaba poniendo en riesgo por su incompetencia.
Salí de mi cuarto con una leve sonrisa en los labios, ya me saboreaba la victoria total, camine como si fuera el amo de todo México.
«Yo que tú no cantaba victoria antes de tiempo»
«Dejaré pasar de nuevo tus comentarios mal intencionados, nada de lo que digas cambiara mi buen humor»
En el elevador me encontré con un grupo de chicas que no dejaba de mirarme, tal vez porque estaba de buenas les regale una pequeña sonrisa que las hizo sonrojarse. Mi vestimenta contrastaba por mucho a la de ellas, sus prendas aduras penas lograba cubrirles, si mi madre las viera diría que los traje de baño se les encogieron en la lavadora.
Me invitaron a que las acompañara a la alberca, sin embargo tuve que declinar la oferta porque el deber me llamaba. Después de todo esta semana no sería tan mala a como había imaginado, necesita a Víctor para no sentirme tan solito cuando fuera al encuentro por la tarde.
Las personas que estaban trabajando me veía con cara de pocos amigos, ayer después de que supe que la tal Cecilia no vendría me desquite con alguno de ellos por cubrir a alguien tan irresponsable. Al principio no sabían de qué estaba hablando, pero al ver sobre mis manos la carpeta sus caras cambiaban de color como el arcoíris.
—Procurare no ir a desayunar contigo, no quiero que le pongan nada malo a mi comida y me regresen a Italia en un ataúd.
— Solo son caprichos por lo que se le viene a su jefa, ignóralos.
— ¡Espera! Estoy escuchando bien. Que te tiene de buen humor y tan de mañana.
—Sígueme y veras.
Continuamos a la oficina de mi padre que sorpresivamente tampoco estaba y su secretaria no quería indicarme a donde se encontraba. Lo esperamos por más de dos horas hasta que mi buen humor se había ido por la borda, de seguro esa tipa se estaba encargando de ponerlo en mi contra.
— ¿Dónde queda la oficina de Cecilia?
— ¿Disculpe?
—Acaso no escuchas bien, deberías ir al doctor a que te revisen das una mala imagen a la oficina de mi padre. Te recomiendo que valores tú lealtad señorita antes de que tome las riendas de este resort.
Espero que con eso le quede claro de qué lado debe estar. Entrecerró los ojos con una molestia clara pero supo contener su malestar con una sonrisa para después indicarme donde quedaba la oficina.
Esto lo debí hacer desde que baje por ese elevador, pero ahora me va escuchar al igual que mi padre que se deja engatusar tan fácilmente.
Unas voces me hicieron pensar que me había equivocado de lugar, sin embargo sobre su puerta se leía su nombre claramente así que apresure mi paso para terminar con esta situación. Si mi oído no me fallaba lo que estaba escuchando era una voz de una pequeña, ¿Qué carajos hacia una niña en este resort para adultos? A menos que…
No… no… no, esto no puede estar pasando. Me niego a creer que mi padre y ella… abrí la puerta con toda la fuerza del mundo para enfrentarla.
— ¿Se puede saber qué hace una niña en esta oficina? Es que acaso no le pagamos lo suficiente señorita para que la lleve a una guardería lejos de aquí.
— ¡Lo siento señor! Hoy mi…
La trate como si fuera una desconocida, si quería jugar sucio yo era el rey en todo eso. Aduras penas abrió la boca para decirme algo, pero no la deje terminar.
—No me importa quién sea usted ni que sea suyo, este es un Resort para personas de 21 años en adelante ¿Acaso no sabe lo que eso significa o tengo que explicárselo con bolitas y palitos?
Su respuesta nunca llego, lo que me hizo enojar más de lo que ya estaba.
— ¿Está usted sorda señorita?
— ¿Qué no piensa decirme nada?
—Por lo menos deme la cara y no sea una grosera al darme la espalda. Por si no lo tiene claro soy su nuevo Jefe no me haga que la corra en este instante.
Perfecto, le di la oportunidad de enmendar su error; mientras ella seguía inmersa en su mundo agachada con esa pequeña que no podía visualizar. Logre escuchar que le susurraba algo nada entendible para mis oídos mientras yo seguía parado en la puerta de esa oficina, sin ser tomado en cuenta ni siquiera por un segundo.
— Me queda claro que no entiendes por las buenas, entonces será por las malas. ¡Seguridad! ¡Seguridad! Tengo a una ladrona en una de las oficinas por favor vengan a sacarla para ver si así puede respon…
—Deje de ser tan estúpido y pare de gritar que parece una “loca”, ni mi suegra grita de esa manera; está asustando a mi niña.
— ¡Insolente!
—Retachito, además usted podrá ser el nuevo jefe pero le garantizo que esas no son las formas de tratar al personal que trabajamos para usted T-A-R-A-D-O. Como usted mismo lo dijo, está en una oficina, que dicho sea de paso resulto ser la mía, y en ningún momento escuche que tocara la puerto o pidiera permiso para entrar. Eso me deja ver la falta de educación que tanto me está presumiendo señor.
Escuchar que me replicara de esa manera me dejo anonadado, las personas que trabajaban para mí nunca se habían atrevido a tanto y esta chica me trataba como si de un usurero se tratara «y te dijo “loca” manito “loca”, eso quiere decir que te vio la cara de… »
Me repuse lo más que pude para sacarla con mis propias manos, iba a dar unos pasos hacia donde se encontraba cuando la vi que me miraba de manera absorbente; lo que aprovecharía para sacar ventaja de la situación.
—Ya termino de mirarme o tengo que esperar a que finalice para que responda a mis preguntas señorita, o mejor aún debo pasarle una charolita para su baba.
—Quisiera pedirle lo último, pero es tan arrogante que todo lo que tiene de bueno y sabroso, lo elimina con lo tarado que esta. Por lo que veo no se puede tener todo en la vida, usted es un claro ejemplo.
— ¿Qué dijiste?
— ¡Oh! Ya veo, tengo que explicárselo con bolitas y palitos para que me entienda.
—Lárguese de mi hotel, queda usted despedida en este momento.
—Me encantaría decirle que acepto su propuesta, pero la única persona que me puede correr es el señor Juan Gotti y ese no es usted. Si me disculpa debo continuar con mi trabajo, asegúrese de cerrar bien la puerta cuando salga; por eso de las visitas incomodas.
Esto era el colmo de los colmos, esta mujer me estaba echando de mi propio resort sin que le temblara la voz ni un segundo.
Odiaba que se comportara como la dueña del lugar, le había dicho que estaba ante el dueño y lejos de preocuparse se comportó como… como… mejor no quiero pensar nada, eso lo tenía que hablar con mi padre una vez que sepas donde se ha metido en este día.
Logan Salí hecho una fiera de esa oficina para buscar a mi padre y poner las cosas en claro, esa mujer de seguro era su amante y se estaba comportando como la dueña de todo el resort; hasta aquí llegaría su juego. Nadie iba ensuciar el apellido Gotti. Afortunadamente no tuve que caminar mucho para dar con él, pero tuve que abandonar la idea al ver la cara de mi madre a su lado. No quería arruinar el perfecto matrimonio hasta no estar seguro de la situación. —Tengo el hijo más malagradecido del mundo, en lugar de ir a ver a su madre se interna en este resort para no verme como si le debiera algo. —Hola madre, que gusto verte. He tenido mucho trabajo es por eso que no he ido a visitarte. — ¿Trabajo? Si desde que llegaste lo único que has hecho es cuestionarme hijo, sobre algo que ni siquiera te he puesto atención. — ¡Padre! ¿Cómo te atreves a decirme eso? He estado trabajando en el proyecto que tú perfecta gerente ha dejado tirado este fin de semana, te recuerdo que ayer se dio el
CeciliaNecesito salir corriendo de este lugar, ¿Cómo es que Víctor está aquí? Esas no son las mejores noticias que puedan darme por ahora, sobre todo porque mi adorado retoño está conmigo en la oficina.Ven cuando les digo que Diosito se ensaña conmigo, está bien que le de las batallas más fuertes a sus mejores guerreras pero esto ya es too much, casi me ahogo cuando lo vi parado frente a mi tan reluciente como hace años.— ¿Pasa algo mami? Te noto muy preocupada.—Nada cariño, solo me altere un poquito con los gritos del señor que vino. Dame unos minutitos y te aseguro que se me pasara pequeña.—Ok, espero que sea por eso y no por la hermosa voz de ese señor. Como dice mi tío Manuel “voz moja bragas” que…— ¡IVANA! Cuantas veces tengo que decirte que no repitas todas los cosas que dice tú tío Manuel, no eres un lorito que va por la calle hablando nada más sin sentido.Santa Virgen de la Macarena, uno corre y la otra acelera; voy ajustar cuentas con Manuel para que deje de enseñarle
Cecilia Me quede anonadada por no decir con cara de pendeja «Conste que lo dijiste tú solita, yo esta vez no abrí la boca», ese hombre me estaba diciendo que se llamaba Víctor Mancini y que ayer era un enigma para él. No… no… no, me niego a creer esto, mire para todos lados como si buscara para ver donde estaban las cámaras ocultas de la trasmisión en vivo de la broma. De seguro era una broma que me había preparado el desgraciado ese tan luego salió de mi oficina, juro por Dios que lo mato, lo mato; está muy equivocado si piensa que puede venir después de muchos años a jugarme bromitas de ese tipo, la chiquilla tonta que se entregó a él por amor está enterrada mil metros bajo tierra y no pienso revivirla porque yo misma la amarro y la tiro al mar para que se lo coman los tiburones. Su cara me decía que estaba disfrutando el momento, ver mi cara que de seguro era todo un poema por culpa de sus palabras que me calaron en lo más profundo. — ¡Tú no eres Víctor Mancini! — ¿Qué dices?
Logan Mi padre era una persona muy tranquila que mantenía sus negocios al día y en las mejores manos de sus empleados más fieles, por eso me llamo mucho la atención cuando encontré un proyecto totalmente sin pies ni cabeza; tal vez por eso me insistía mucho que regresara a México para apoyar. Pero ahora estábamos en sus oficinas encerrados para aclarar el asunto de su gerente preferida, por no decir de su protegida y mi madre estaba de acuerdo en ello. —Sigo esperando que me digas ¿De dónde sacaste todas esas cosas que dices? —No te quieras hacer el santo conmigo padre, que no voy a perdonarte lo que le estás haciendo a mi madre, sobre todo que trates de engañarla de esa forma. —Voy a tirarte ya mismo todos esos dientes al grado de que vas usar placas para poder comer. Si alguien te hizo enojar entonces ve y desquítate con esa persona, que manía la tuya de hacerlo con las personas que no tenemos vela en ese entierro. —Entonces me vas explicar porque él proyecto que se inicia hoy
LoganYo no podía tener entre mis filas a una persona como ella, algo me indicaba que a esa chica era mejor tenerla lejos de mí, además todavía faltaba que mis padres me aclararan el hecho de que la protegían a capa y espada.—No sé qué tenga que ver mi amigo en todo esto, estamos hablando de esa chica que los está manipulando y ustedes me salen con otra cosa.—Todo, él tiene que ver todo con esto al igual que tú engendro del demonio.—Soy tú hijo, ¿Cómo puedes hablar de esa forma?—Pues no lo parece, eres más un… un… que coraje. Mejor habla con él Juan, antes de que termine de olvidar que es mi hijo y lo arrastre por todo el resort hasta donde esta e…— ¡Verónica!El grito de mi padre me hizo alarmarme, nunca le había gritado a mi madre de esa forma. Eso quiere decir que los problemas eran más grandes de lo que pensé pero seguía sin comprender que teníamos que ver todos.—Voy hacerles unas preguntas, quiero que me respondan con la verdad jóvenes, no olviden que nada se me escapa y es
Logan Si mis padres sabían de mis andanzas de hace años, eso quiere decir que la mendiga vieja esa llamada Cecilia, les fue con el chisme solo para ganarse algo de dinero fácil.Más que nunca la odio, quisiera tenerla frente a mí para hacerle ver lo miserable que es al mendigar por dinero con los hombres, y tratar de ganar el afecto de los demás del mismo modo.Cuánta razón tenía su amiga aquella tarde que la enfrento, de nada le servía su carita de niña buena si todo lo que le interesaba de mi era mi dinero.—Ustedes saben lo que pa…—Sí, sabes todo lo que paso hace años hijo. Pero debes de empezar por explicarle a tú amigo ¿Que tiene que ver su nombre en todo esto?—Lo mismo iba a preguntar yo, porque no estoy entendiendo nada. Ustedes hablan en clave para que no me entere de las cosas, quien quita y me quieran vender con una chica mientras este dormido en mi cuarto esta noche.Ahora como le explicaba que use su nombre para presentarme con una chica y poder conquistarla. Como le di
LoganLa tensión se podía sentir en el aire, cada uno apegado a lo que consideraba conveniente. Esta vez no me temblara la mano para dejarle claro que no me interesa en absoluto, y que tampoco voy a permitir que arruine mi matrimonio a costa de sus mentiras.Afortunadamente el teléfono de la oficina de mi padre sonó, haciendo que mi padre se distrajera un poco. Por lo que pude escuchar era alguien solicitando un permiso el cual negó alegando que tendrían una reunión dentro de poco.Al terminar se acercó a mi madre susurrándole algo en el oído que no logre escuchar, lo que le dijo debió ser una buena noticia de lo contrario mi madre no cambiara su cara de mal genio por un dulce, tierna y gentil que pone cuando está feliz.— ¿Tendrás una reunión papá?Fue lo primero que se me ocurrió cuestionar, de esta forma daríamos por terminada esta sofocante platica que manteníamos.—Eso es algo que no te incumbe hijo. Lo que debería de importarte es como nos vas explicar que Víctor Mancini nos hiz
LoganMientras que mis queridos padres me aclaraban las situaciones que se había presentado desde mi partida, mi conciencia fue cayendo como en un abismo de emociones que no tenían control.A la vez quería saber sobre Cecilia y su hija, y al mismo tiempo sentía un odio que me detenía a preguntar sobre ellas.« ¿Qué más pruebas necesitas cerebro de chorlito? »« ¿Quién me asegura que esa niña es mía? Todo puede ser parte de una broma de ella»«De verdad que ya no sé cómo ayudarte»« ¿Por qué dices eso?»«Deja de pelear conmigo y pon atención a lo que te están diciendo, cerebro de mosquito agonizante»— ¿Te encuentras bien Logan?—Si madre, solo que la información que me están brindando me está sobrepasando y por mucho.—Lamento decirte que todavía vamos empezando hijo, así que acomódate mejor en la silla no te vayas a caer.— ¿Todavía hay más tía? Espera tantito déjame respirar un poco porque después de saber cómo ha llevado mi nombre al fango, se me está alborotando la migraña.—Esper