El silencio se instala en el salón y tanto Renzo como esperamos que alguno formule alguna palabra.Gianna titubea.Decido tomar la batuta.—Estoy consciente de que mi presencia les incomoda, dado los últimos acontecimientos —ambos me miran en silencio. —No voy a justificar el porqué hice lo que hice. Sin embargo, debo decir que, la Sam a la que le abrieron las puertas de su casa, siempre fue sincera en su trato.—Renzo nos contó sobre tu hermana—espeta Gianna.—Leila quedo en silla de ruedas luego del accidente, la operación que podría hacerla caminar es muy costosa, a eso le sumo sus episodios de depresión que tiene luego del accidente. Lo que me obligo a recluirla en una casa de reposo por recomendación médica. Ahí, le proporcionan el debido cuidado.—Entendemos que aceptaste la descabellada idea de mi hijo, por ella.Asiento. —También sé que he sido muy dura contigo. Solo que… Me sentí herida por el engaño.—Entiendo.—Soy consciente de lo desagradable que hemos sido. Por eso, qu
Ambas son positivas.Jodidamente, perfecto.Siento como me mareo y las náuseas vienen a mí al ver el resultado.—No es cierto —susurro, y siento que voy a vomitar al ver las dos pruebas.—Esto está mal —señalo y me rio.Una risa nerviosa.¡Joder!—No puedo estar embaraza, Bianca. ¡Tengo un maldito Diu! —exclamo en un susurro, mi voz es casi histérica y estoy respirando con dificultad.—Entonces, debe ser un error —abre sus ojos pálidos.Toma una de las pruebas.—Esta dice que estoy de entre cinco y seis semanas ¡Joder! —Toma la segunda prueba.Esa dice, de dos a tres semanas.Me muerdo los labios.Si ese resultado es real. No sé qué voy a hacer. Renzo y yo no hemos hablado del futuro. Estamos construyendo una relación, y un bebé, en este momento, no creo que lo haga saltar de alegría.—Sam.Niego y las lágrimas me asaltan.—Que se supone que voy a hacer con un bebé —susurro. —Renzo y yo nos conocemos, ¿Qué? Hace cinco minutos —resoplo.Me limpio la mejilla.—Sé que estas asustadas —se
Las piernas me tiemblan y siento que traspiro.¡Joder!Entro al consultorio y una mujer de mediana edad me espera.—Buenos días —dice en perfecto inglés para que le entienda.Lo cual, es genial dada la situación en la que tengo muchas preguntas en ser el caso de que se reafirme mi estado.—Muchas gracias por recibirme, doctora...—Lombardo —espeta —Marisa Lombardo— me estrecha la mano. —Bien, toma asiento y veamos que tenemos hoy.Mira la planilla que llene cuando llegue, antes de mirarme.—A ver. Dice que te has realizado una prueba y ha dado positivo.—Así es. Pero es imposible, ya que tengo un Diu —digo con seguridad.Una que no siento en realidad.Se reclina en su silla y me hace una serie de preguntas. Las cuales respondo. Cuando hemos terminado con las preliminares, me mira atenta.—El dispositivo intrauterino tiene una efectividad del noventa y nueve por ciento de efectividad. Así que, ve por esa puerta y cámbiate, por favor—. Espeta —En un momento estoy contigo.Actuando en mo
POV RENZO.Durante toda mi vida me he jactado de ser una persona que ve las cosas desde una perspectiva más completa.Cada uno de mis pasos están estudios de manera meticulosa y la palabra imprevisto no está en esto.Sin embargo, todo lo que tiene que ver con Samantha es diferente. Ella ha llegado a mi vida para demostrarme que no todo en la vida tiene porque estar perfecto para que algo esté bien.No. Ella me ha enseñado a que no está mal equivocarse. Si no poder resarcir los errores. También que los imprevistos es una palabra que no podría deshacer de mi vocabulario.Como ahora. Que, me mira con lágrimas rodando por sus mejillas mientras me anuncia que está embarazada.La noticia queda suspendida en el aire, mientras puedo ver el shock, miedo y desconcierto en el rostro de esta.Me aclaro la garganta.—¿Estás completamente segura de lo que dices? —pregunto.Se limpia la una de sus mejillas con el dorso de su mano y asiente.—Me han hecho un eco esta mañana, y me lo han confirmado—.
—¿Segura que no quieres que te acompañe?Ruedo los ojos cuando escucho por enésima vez la pregunta de Renzo.—Estaré bien con Bianca. Solo iremos por el vestido para esta noche.Está de pie, en medio del salón del departamento y me mira con escepticismo. El collarín se fue hace unos días y sus dolencias están casi olvidadas.Esta noche se va a llevar a cabo la cena de aniversario de los padres de Renzo. Y, no tenía nada para la ocasión. Así que, Bianca se ofreció a ayudarme. Además, iríamos por algo más.—No tardo —tuerce el gesto —Lo prometo —niego ante su rostro.—Vas con Bianca por un vestido —replica —Sabes que me estás mintiendo —niega.—Esta vez ya sabemos dónde buscar —asevero.Me acerco y dejo un beso en sus labios.—Solo, no hagas mucho—. Continuo cuando me rodea con su brazo.—Voy a terminar algunas cosas pendientes, que Fernando me envió anoche. Los dejaré listo para irnos a la villa.—Bien —digo no muy convencida. Pero, sé que necesita distraerse.—Voy a pasar por el regal
El camino a la villa es tranquilo mientras Renzo y yo vamos en la parte trasera de un coche.Era obvio que, Renzo no iba a conducir. Gianna fue amable en enviarnos a su conductor. Sobre mi regazo tengo caja de tamaño mediano que arme junto a Renzo Después de llegar de mi viaje al centro.Él, no entendía muy bien de que iba el asunto. Pero, al entender mi idea, le gusto y me ayudo, es un detalle sencillo, pero muy significativo.—¿Crees que se pondrán feliz por el regalo? —pregunto.Él, me mira con una bonita sonrisa antes de inclinarse un poco y dejar un rápido beso en mis labios.—Lo estarán. Relájate y disfruta de esta noche.Asiento.—Por cierto. Me gusta tu elección de vestido.Es un vestido dorado, ajustado por encima de mis rodillas, escote cuadrado. El cabello lo había recogido en una coleta alta resaltando mis facciones con el maquillaje.Estaba nerviosa y ansiosa. En un principio había pensado en que deberíamos guardar el secreto del bebé por más tiempo. Pero, luego de hablar
La familia ha recibido la noticia muy bien. Todos están felices por nosotros.La única que no se acercó a felicitarnos fue Antonella.Pero, ella no es importante.Después de que diéramos por finalizada la noche. Subo a la habitación que compartí hace un par de meses con Renzo mientras fingíamos ser un matrimonio.De hecho, Bianca y Darío también se quedarán en la antigua habitación de esta.La puerta se abre y Renzo entra a la habitación con nuestro equipaje para pasar la noche.Desde que Gianna toco el tema de matrimonio puedo ver que está algo aprensivo.—Deja de pensar tanto en el tema —espeto acercándome y sacándolo de su americana. —Cuando te conocí, lo hice porque no querías casarte.—Sam.—No hablemos de eso hoy —susurro pegada a sus labios. —Quiero que esta noche no pensemos en otra cosa que no sea nosotros y las ganas que tengo de que me llevas a la cama.Me rodea y descansa ambas manos abiertas en mi trasero y me besa.El beso comienza suave, pero poco a poco el mismo sube d
Como lo supuse. Brandon se queda sorprendido ante la noticia del bebé.El hombre no sabe si reír o llorar por la situación.Sin embargo, aunque es un huraño de primera, me consiente como una chiquilla para sorpresa de Renzo, que se queja diciendo que dejo ser la prioridad para el viejo. Pero, siempre lo dice con una sonrisa satisfecha.Por otra parte, Renzo se ocupa del trabajo mientras yo hago lo propio con el mío. También concreto la visita rápida donde le explico lo sucedido y le muestro lo que me han recetado y el eco.Ella me da una cita para el próximo mes, y así hacer una nueva revisión completa.Hoy, había decidido ir a ver a mi hermana a la clínica de reposo antes de visitar la fundación y cumplir con uno de los turnos.Como es costumbre, la encuentro en su habitación. Ha estado algo restringida Después de su intento de suicidio.Y, aunque está bien. Su salud es frágil.—Hola, Leila —digo en modo de saludo.Ella desvía su mirada y me ve.Me mira en silencio y por un momento c