«Donde estás Angelina, donde estás, te necesito, tú puedes ayudarme, no debería estar pensando en ti, pero te necesito, te necesito ángel»pensé mientras me bebía otro trago.Volví a sentarme en el piano, sin ella en mis pensamientos no logré obtener nada más que melodías que me hicieron sentir inconforme con mis habilidades.Debía descansar, salí de esa habitación y saludé a Ingrid, hablé un poco con ella sobre el clima, preguntó si necesitaba algo y dije que no.—Me retiro entonces señor…—Perfecto, que tenga linda noche, Ingrid.—Gracias, señor, y me alegro de tenerlo de vuelta.—¿Tenerme de vuelta, a qué se refiere Ingrid?—Lo veo diferente, más feliz, hacía meses que no sonreía y mucho menos hablaba con nosotros los empleados más allá de lo laboral, además escuché sus melodías y son perfectas a diferencia de las anteriores, no son tristes.—No exagere Ingrid, vaya a descansar…Por supuesto que debía estar feliz, tenía planes para recuperar a la mujer que amaba y mi fe puesta en el
—No, no hablarás en serio, mira, le pedí a uno de los hombres hacerse pasar por un cliente, la tiene en el estudio, ¿Isaac puedes ir a verificar que se trate de ella?—Si, si hablo en serio y lo sabes, iré de inmediato, ¿le indicaste a ese tipo que no la tocara?—No te pongas celoso, nadie tocará a tu rame… A tu Angelina, claro, además de la decena de hombres que debe atender a diario.—No digas idioteces, Arturo, cuentas con menos 100 coronas, gracias, iré ahora mismo al estudio, y por cierto, no debiste mencionarle nada a mi madre, no vuelvas a mencionar nada, ni a ella ni a nadie, mis planes deben salir perfectos y ya les he dicho que salgo con alguien.—Estás loco, muy loco mi amigo, pero eres el jefe, como ordenes, solo ten presente que tu madre no es tonta.Dejé la llamada, me puse algo cómodo y como si no pudiera esperar una hora prudente, entré a la habitación de mi hermano por las llaves de su auto.—¿A dónde vas Isaac? —preguntó somnoliento—. ¿Vas a ver de nuevo a la mujer m
Íbamos camino a casa y decidí pedirle a Edson que se desviará el trayecto para buscar a Angelina en aquellas calles por una última vez.—¿Trajo usted el uniforme extra que le pedí? —pregunté.Edson asintió y me pasó el uniforme, me cambié pareciendo así un chofer, habíamos ido aquellas calles y revisamos y no encontramos Angelina, volvimos al auto y en el trayecto observé un bar, le pedí a Edson detenerse en ese lugar, necesitaba un trago y no quería hacerlo en la soledad de mi casa.—Señor, pero no es un lugar seguro para usted…—No le pregunté si es o no seguro, le ordené detenerse Edson, usted me acompañará y nada de esto a Arturo o a mi familia.—Como ordené señor…Habíamos entrado al lugar y después de un par de minutos allí, me aburrí y pretendía marcharme, me tropecé con alguien mientras intentaba salir.—Lo siento, señorita —dije y me agaché a recoger su cartera.—Hola, señor, ¿me está usted siguiendo?Esbocé una amplia sonrisa al reconocer su voz, al ver a la mujer frente a m
—No vuelvas a decirlo —dije en voz alta—. Lo siento, es un tema que me molesta, bien, seré sincero contigo Ángel, quiero que finjas ser mi nueva conquista porque quiero recuperar a Mía.Me miró sorprendida, hizo un gesto de sorpresa bastante extraño.—Mi nombre es Angelina y si puede ordenar que detengan el auto se lo agradezco —dijo con evidente molestia.Ordené a Edson detenerse y salir del auto, ella insistió en que la dejara salir, me negué argumentando que le pagaría lo que fuera necesario.—Piénsalo bien Ángel, yo me haré cargo de todo, tú solo debes estar a mi lado, aparecer a mi lado y fingirte enamorada, no es gran cosa, además te librarás de tus clientes locos, te pagaré muy bien, lo prometo.—Mi nombre es Angelina, y su propuesta no me interesa, señor.—¿Por qué no? Ángel, ni siquiera sabes cuanto estoy dispuesto a pagarte.—Tiene razón, soy una tonta, no sé por qué pensé que era especial, no veo por qué no pueda aceptar, será solo un cliente más, después de todo no tengo q
—No digas tonterías, amo a Mía, mi único Objetivo es recuperarla, ¿Arturo lo entiendes ahora? Ángel es tan hermosa, tan única y diferente que Mía se sentirá celosa de inmediato.—No será la única que estará celosa.—¿Qué quieres decir, Arturo?—Nada, amigo, me iré, estaré pendiente a conocer al Ángel en mejores atuendos, me pondré en contacto con el zalamero de Harry, hará arder las redes, le pediré difundir un rumor de tu nueva conquista.—Me parece buena idea —dije y se despidió con una risa burlona mientras echaba ojos al interior.Negué con la cabeza, bebí agua de la botella y miré también al interior, suspiré e ingresé.—Hola Ingrid, ¿sabe usted dónde está la señorita Angelina?—La señorita está en la cocina, señor.Agradecí y me dirigí a la cocina.—Hola Ángel, ¿Qué haces ahí?—Lo siento, señor, la señorita no me permitió prepararle el desayuno.—Está bien, si ella lo prefirió de ese modo está bien, Anita.—¿Tú no desayunas? —preguntó y me alegró que me tuteara.—No, no suelo de
Además, era el lugar favorito de Mía, la manera en que la asesora nos miraba me daba la impresión de que la noticia llegaría a oídos de Mía antes de lo que imaginaba.—Señor, disculpe… Señor, no nos queda en la talla que indicó —interrumpió la asesora.—Lo siento, era necesario —susurré en sus labios.Sus ojos cerrados me tentaron a besarla de nuevo y no me detuve ignorando la presencia de la asesora.—Creo que ya no es necesario, señor. Usaré este vestido, ¿a dónde iremos ahora?—¿Tienes planes? —cuestioné con la intención de hacerla parte de mi rutina esa tarde.—No, no tengo planes, por suerte no tengo clases este mes, y no tenía ningún cliente para hoy.—Y no los tendrás por mucho tiempo. Es decir, no mientras trabajes para mí.—No tienes que decirlo Isaac.—Ángel, quiero que tengas claro que tu vida cambiará mucho y me disculpo por eso, este medio no es muy sano, pero valdrá la pena, te pagaré muy bien y yo, yo podre recuperarla.—Ah, sí, no te preocupes, no tengo problemas, no m
—Lo sé, no tienes que explicarlo Isaac, esto es una locura, pero de algún modo debe ser lindo que alguien luche por ti, aunque no sea la manera correcta.—¿Tienes un mejor plan que sugerirme Ángel?—Hablar con ella, ser honesto al respecto, expresar tus sentimientos, o tal vez aceptar que no funcionó y fijar tu interés en alguien más.Me molestó lo que sugirió, ya lo había intentado todo; sin embargo, nos quedamos mirando sin decir nada.—Ya he intentado más de lo que crees, amo a Mía, esta es la manera correcta, Ángel, solo necesito que se dé cuenta de sus sentimientos, esto despertará sus celos y sabrá que aún me ama, nos daremos una oportunidad, tú obtendrás el dinero y yo, yo a la mujer que amo.—De acuerdo, yo estoy lista, Isaac, me dijiste que solo Arturo sabe la verdad, supongo debo fingir delante del resto, ¿estás seguro de que no hay más excepciones?—No, no las hay, debemos fingir estar enamorados, para esto las demostraciones de cariño, contacto físico y trato especial, ser
—No digas idioteces, Isaac no engaño a mi esposa, es solo que… Tengo algunos gustos, Nedin no se atreve y tengo que buscar estos servicios, ¿pero tú? ¿Isaac que te traes con esa mujer?—Me gusta, tenemos una relación, la conocí por un fan, tuvimos química y bien, estamos viendo que surge, antes de que digas algo, no me importa que sea una acompañante fetichista.—Creo que alguien sí le va a importar —dijo y me señaló con sus ojos.Caminé con prisa al ver a mi madre parada frente a Ángel.—Hola madre, ¿Cómo estás? Ella es Angelina, ¿ya se han presentado?—Con que esta es la mujer —dijo y empezó a Analizarla de arriba abajo con su mirada.—Si madre, ella es Angelina, mi hermoso Ángel —dije y la besé.Estaba tensa, nerviosa, sujeté su mano y se resguardó en mi brazo.—Hola señora, es un gusto conocerla.—Me gustaría decir lo mismo, pero te mentiría, hijo, debiste avisar que venías y que sumarias a una invitada más, no lo sabía e invité a Mía, viene con su prometido.—¿Qué hiciste que, ma