Hola queridas lectoras, recuerden que la historia de Aysel esta en la app, AYSEL, COMO LA LUNA. por si quieren leerla.
Nuriel sentía la desesperación de Kalila como propia y como no hacerlo si era su compañera la que estaba petrificada por el miedo que la recorría. Fue por ello que sin pensarlo dejo salir su poder, casi al completo, como una extensión del mismo sol, abrió sus alas mientras se dejaba ver en el cielo azul, el fuego broto de él, más que haciendo retroceder a la niebla purpura que había en el prado, parecía que la consumía, como si esa niebla fuera algun tipo de gas, entonces, sus ojos siempre agudos, divisaron a los tres descendientes de la luna, los cuales simplemente se materializaron en mitad del prado, dejando en claro que pronto serian consumidos por su gran poder, algo que lo aturdió, de tal forma que solo pudo ver con horror sus figuras, a sabiendas que cuando ellos perecieran, su destino también lo haría, pero nada podía hacer, el fuego ya había sido liberado, pero entonces, un milagro se materializó, una gran pared de agua que pronto se convirtió en hielo, se interpuso en el cami
El nerviosismo en el rostro de Ikigaí era claro, más aun cuando luego de ingresar en su hogar este fue cubierto por un abola de fuego, creada por Nuriel, una medida de fuerza que no pasaba desapercibida para nadie.— ¿Qué es lo que está sucediendo? — el nerviosismo de Kalila era claro, y Ukara fue a su lado, abrazándola desde la cintura, mientras Ikigaí y Nuriel, se encaraban en silencio en mitad de la sala.— ¿Qué es lo que sabes quimera? — indago molesto Declan y el peli azul, que ahora ya no era pequeño, dejo salir un bufido.— Es lo que trato de entender, por lo que será mejor que me cuenten que fue lo que sucedió.— Eso es fácil. — soltó el vampiro. — Luego de que te fueras, una niebla espesa de color purpura se esparció por todo el lugar, algo que no nos dimos cuenta hasta luego de que saliera, ya que Tahiel olía a cazador, esa cosa purpura me llevo a nuestro bosque. — informo viendo a Kalila. — Pero no en este tiempo, sino mucho antes de que nuestro pueblo se estableciera, cuan
El dolor de la cazadora comenzó a quemar el pecho de los hombres, en especial el de Tahiel, su lobo se retorcía dentro de su ser, y un gimoteo lastimero se filtraba por sus labios.— No digas eso Kiriko, tú no tienes por qué sentirte de esa forma. — la voz de Declan la hizo elevar su cabeza, mientras que Tahiel acariciaba su espalda buscando trasmitirle tranquilidad.— Estoy cansada de repetir lo mismo, siempre será así, solo los rostros cambian a lo largo de las reencarnaciones. — la cazadora no mentía, podía ser Kazumi, podía tener otros padres y podía ir tras un amor, pero el resultado sería siempre el mismo. — Mi padre me ordenara acabar a quien amo, yo terminare pereciendo, y todos acabaran odiándome…— No. — el rugido de Tahiel inquieto a Declan, quien, por primera vez, se atrevió a tomar con delicadeza a Kiriko entre sus manos, casi de forma inconsciente, la llevo al refugio de sus brazos, porque la cazadora se veía tan frágil, tan resignada, que algo le decía que era capaz de
Las carcajadas de Nuriel interrumpieron el relato.— No sé con qué seres pudiste encontrarte, pero estoy seguro de que no fueron demonios, es imposible. — dijo el fénix aun sonriendo de forma burlesca.— Puede que tengas razón, pero ellos se presentaron de esa forma, Fegor, es el joven que estaba en esa estancia o establo donde Asher torturaba a los de nuestra especie y, luego en el bosque se le unió una tal Belbú, ella era una mujer joven y se presentó como su hermana, aunque eran diferentes, como quien comparase a Ukara y a mí. — concluyo Tahiel, pues Ukara era peliblanco, de tez tan blanca como un copo de nieve, mientras el lobo era moreno, de cabello castaño y un poco largo, entonces la sonrisa de Nuriel se desvaneció.— Eso es… imposible. — murmuro con rostro preocupado y fue cuando llevo sus ojos a Ukara. — ¿Tú también te encontraste con ellos?— No. — respondió el brujo. — Si bien al igual que Tahiel era un hombre y una mujer los que se presentaron ante mí, y me reclamaron el e
Kalila no perdió tiempo y apenas la puerta se cerró tras Ikigaí, la joven se marchó a su cuarto, estaba agotada, pero más que eso, su cabeza martillaba.— Quizás y nuestro padre puede unirse a nuestra madre y a esos tres seres. — el comentario de Kiriko resonando solo en su mente la hizo detener a mitad de su cuarto.— ¿Estas loca? — pregunto casi incrédula, si no fuera porque comenzaba a sentir las emociones de Kiriko, sin quererlo o desearlo, se estaban fusionando.— No, pero escuchaste a Tahiel, Asher si ama a Chloe…— No, detente, no crees falsos escenarios en tu mente, lo que Asher hizo…— ¿Qué? ¿Qué hizo de malo? ¿casarse con Chloe? ¿embarazarla? Dime Humana, ¿Qué hizo de malo Asher, ahora que sabes que no fue él quien la golpeo hasta casi matarla? — la cazadora no lo podía evitar, pudiese ser que no viviera con Asher, que casi no lo conociera, pero era su padre y ante sus ojos era su dios.— Le mintió Kiriko, Asher la engaño, le oculto lo que era y a lo que se dedicaba, nuestro
Kalila caminaba de la mano de su madre, Chloe, conocida como la luna única, ya que era la primer luna que tenía tres compañeros destinados, Vito un vampiro, Dante un brujo y Kek el Alpha, los tres eran primos y descendientes de la luna cambiante Aysel, por lo que eran los lideres del pueblo, uno de los tantos que existía oculto aun a los ojos de los humanos, aunque en sus tierras si había humanos, como Chloe y otros que tenían a sus compañeros destinados allí.— Mami, ¿Por qué no tengo colmillos? — pregunto la niña al tiempo que ingresaban en su hogar, la gran casa del Alpha.— Porque no eres un vampiro.— Mi cabello es negro, eso quiere decir que no soy bruja. — dedujo la pequeña que sabía que todo aquel que tuviera su cabello blanco era un brujo.— Así es. — respondió su madre comprendiendo a lo que venía las preguntas de la niña que estaba a punto de comenzar el kínder. — Ven tomemos un poco de té. — le pidió, pero solo para ganar tiempo, debía ser honesta con la pequeña, no quería
Los días pasaron, al igual que los meses, Kalila creció aprendiendo a no enojarse, mucho menos a pelear sin importar que le dijeran los pequeños del pueblo, y es que aun con 5 años había ocasiones que su olor a pimienta, aroma típico de los cazadores, despertaba el lado salvaje de los habitantes, pero Kalila era solo una niña, ansiosa de tener amigos, en especial un vampiro de 8 años, llamado Declan, la niña lo había visto un par de veces en el pueblo, le gustaba su cabello rubio y sus ojos azules brillantes, se podría decir que la pequeña humana sentía un pequeño enamoramiento por el niño vampiro.Fue una tarde que Chloe la llevo al parque, donde vio a Declan con sus dos amigos, Tahiel un niño lobo un año menor que Declan y Ukara, un brujo de su misma edad, los tres a pesar de ser niños eran hábiles, Tahiel ya se podía transformar en lobo, y era muy grande cuando eso sucedía, no parecía un cachorro, mientras Ukara manejaba el aire, creaba remolinos que Declan esquivaba con gran facil
El cazador tenía todo organizado, había encontrado un hechizo con el cual bloquear las premoniciones de Kek, y lo uso sin pensarlo, dejo al lobo bajo un conjuro que no le permitiría ver el futuro de su hija, ni a corto o largo plazo, podían atacar el pueblo cuando ellos quisieran, sin embargo, esas cuatro palabras de su hija, lo desarmaron por completo, Kalila había dado en el punto débil del cazador, ella misma y su amor, Asher hizo retroceder a su gente y la niña vio con asombro cuantas personas había a su alrededor escondidos entre los árboles, si ella no hubiera encontrado a su padre ese día… muchos hubieran muerto.— ¡Kalila! — Vito fue el primero en llegar a su lado y tomarla en sus brazos, seguido del lobo de Kek, quien había derribado dos árboles en su camino, mientras Dante, se materializaba a su lado gracias a un rayo, su elemento, aun preguntándose, ¿Por qué no había podido retroceder el tiempo? si nadie había sido reclamado, ese era otro poder del brujo a quien lo conocían