Kalila no comprendía lo que esa alucinación o transportación significaba, pero sin lugar a duda era algo importante, que debía hablar con Ikigaí, o eso pensaba, después de todo, fue él quien la rescato la primera vez que estuvo en un sitio como ese. Pero grande fue su sorpresa cuando al abrir los ojos no se encontró solo con Ukara a su lado, en su cuarto también estaba Tahiel y Declan, este último estaba sentado a su lado, tomando su mano en lo que rápidamente Kalila comprendió que le estaba tomando el pulso, si, nada mejor que un vampiro para ello.— ¿Qué? ¿Qué hacen aquí? — pregunto con voz temblorosa a causa de la vergüenza, mientras cubría aún más su pecho, comprobando que alguien, que esperaba fuera Ukara, la había cubierto con una sábana.— ¿Qué hacemos aquí? — pregunto con molestia Tahiel y un poco de incredulidad.— ¿Qué te hizo este idiota? — consulto Declan con los ojos rojos y fijos en ella, pero Kalila estaba segura de que el vampiro queria golpear a Ukara.— No tengo porq
Kalila trataba de recordar algun rostro, algo que le indicara que todo lo que había visto solo era un recuerdo fugaz de su reciente muerte, pero algo dentro de ella le decía que no era el caso.— ¿En verdad, solo te sentaras a beber café luego de follar con Ukara? — la voz molesta de Declan la saco de sus cavilaciones.— ¿Disculpa? — la pregunta de Kalila, salió incluso antes que Ukara dejara salir su enfado. — ¿Quién te crees que eres para reclamar algo? — podía simular ser valiente, pero la verdad era que todos olían su vergüenza y eso tranquilizo a Declan.— No te estoy reclamando. — se obligó a decir el vampiro, porque veía los ojos celestes de Kalila y la respiración se le escapaba, era hermosa, con ojos celestes, con ojos cafés, malditamente toda ella era hermosa. — Solo temía que Kiriko te obligara a … — ¿follar con Ukara? En verdad diría eso, cuando bien sabía que la cazadora y el lobo habían estado juntos y sin embargo guardo silencio, ¿Qué era lo que lo enfadaba? Lo sabía, D
Kalila dejo de prestar atención a su entorno en el momento que Kiriko le mostro donde y que había estado haciendo, las imágenes que se mostraban en su mente la sorprendieron, pero más que eso, lo que más llamo su atención fue el conocimiento que poseía aquella vieja alma que había vivido mucho más que una vida, se podria decir que Kalila tenía un gran conocimiento gracias a Kiriko y solo ahora que aceptaba ese lado suyo, este se mostraba ante ella.— Odio cuando hacen eso. — la voz de Declan y su frustración la hizo regresar a la ahora, pequeña sala y es que cuando todos estaban allí, sí que se veía pequeña, aunque era una gran cabaña.— No es algo que podamos controlar. — refuto Tahiel. — Tu no sabes lo que es existir con alguien dentro de tu cabeza hablando o mostrando algo, es… desesperante, creo que así se deben sentir los humanos que enloquecen. — solo entonces Kalila comprendió que la frustración del vampiro se debía a su desconexión momentánea del entorno en el que se encontrab
Kalila:Tenía toda su atención, y eso me gustaba, sus ojos sobre mí y el brillo con el que me veían, la atención a cada una de mis palabras, nos hacen sentir importantes, no solo a mí, Kiriko también compartía mi euforia.— ¿El lugar donde Ikigaí te encontró? — la voz profunda de Gabriel eriza mi piel, es una reacción involuntaria de mi cuerpo a su presencia, tan cálido, tan pasional, Nuriel suda seducción, y yo me humedezco los labios sin poder evitarlo, tratando de controlar el deseo que me recorre.— Por los dioses. — el murmullo de Ikigaí provoca que muerda mi lengua, sé que siente mi deseo, al igual que todos aquí, eso debería preocuparme, ¿Qué pensaran de mí? Aunque según Kiriko, eso no debería perturbarme, ya que ellos estan tan excitados como yo, lo sé por las durezas que se notan entre sus piernas.— Sí, eso, los dioses, yo los vi. — llamo la atención a lo que es realmente importante.— Ceo que todos podemos ver a los dioses Lila. — Ukara y su inocencia tan parecida a la mía,
Kiriko:No mentiré, no tengo porque hacerlo, odio que me traten como niña pequeña, por más que Nuriel me lleve milenios de ventaja.— Fénix. — es lo primero que sale de mi boca, cuando Kalila me cede el control y por supuesto que Nuriel me mira, al igual que los demás.— Cazadora. — dice para que prosiga, y aunque últimamente he tomado el nombre de cazadora como insulto, sé que este fénix solo está regresando mi forma de llamarlo, ¿será nuestro juego? Espero que sí.— A no ser que estemos follando y yo brincando sobre ti, no me gusta que me tomen como niña que no sabe sentarse sola. — sus ojos centellan, el calor de su cuerpo incrementa tanto que hasta me siento un poco sofocada.— ¿Es una invitación? — consulta el muy coqueto, aunque la dureza que pincha mi trasero me deja en claro que me habla muy en serio.—Podria…— ¿No tenía salgo importante que decirnos? — el gruñido de mi lobo me hace sonreír.— Sí, cierto… — giró a ver a Tahiel y puedo jurar que de la forma en la que me ve, sa
El fénix arremetía contra Kiriko, quien se desarmaba en gemidos, era la primera vez en todas sus vidas que la niebla era mujer, y estaba más que feliz con ese hecho, sus rodillas abiertas y su trasero empinado, mientras sus manos trataban de mantenerla firme sobre el mullido colchón, claro que la mano de Nuriel que enrollada en su cabello y, tiraba de este cual riendas sujetarían a una potra salvaje ayudaba a su equilibrio, y la otra mano del fénix apretaba con fuerza su cadera, tratando de mantener a su destino firme para embestirla con fuerza.— Dioses, ¡Nuriel! — gimió la joven sin poder contener el cuarto orgasmo que la pasión de su amado había provocado, y solo entonces el fénix se vacío en su interior.— Mi fuego eterno. — dijo a modo de rezo, y ese fue el límite de Declan, quien no se molestó en abrir la puerta de la recamara, simplemente la arrancó, para escapar de aquel lugar. — Creo que tu castigo fue demasiado para el niño. — dijo con diversión el fénix, mientras llevaba la
El joven Zhao vio en silencio a Asher, meditando cada palabra que le diría, pues tenía dos opciones, decir la verdad y enfrentarse a una muerte segura, o mentir y ganar tiempo, apostando hasta su último aliento a un mejor porvenir, ¿y cuál era este? Fácil, Zhao queria ser dueño del oriente o al menos de la mitad de este, sentía que era la única manera que tenia de formar una familia, pues la vida de Asher como mafioso, en el tiempo en el que vivió en el occidente era una leyenda en sus tierras, el gran cazador, líder de todos, no solo podía manejar al arma llamada la niebla o el regalo de la niebla, también tenía el suficiente dinero como para controlar al humano común y corriente, sabia por más joven que fuera, que le esperaría un camino largo y muchas veces amargo, en el camino mafioso, pero para Zhao era mucho mejor que ser cazador, porque si formaba una familia en esas condiciones, sus hijos y los hijos de estos, estaban condenados a ser cazadores, vivir en medio del bosque, ser s
Ming observaba a la distancia como Asher hablaba, con el que hasta solo un día atrás fue su mejor amigo, pero ya no vería sobre su hombro, ya no más, estaba harto de Zhao, el hombre perfecto, siempre pensando que era mejor que él.Ming era tan estúpido, que jamás aprecio la amistad autentica que Zhao le ofreció, algo desinteresado, pero este hombre estaba sediento de poder y en el fondo la envidia de la vida que su amigo llevaba lo enveneno. Cuando vio que Zhao había podido conseguir el favor de los demonios, no lo soporto, siempre un paso delante siempre obtenía lo mejor, y lo peor de todo, siempre queriendo darle consejos, como si los necesitara, fue por eso por lo que le exigió a Zhao que le ordenara a los demonios que también lo favorecieran a él, pero el idiota le dijo que no podía hacer eso, ¡mentiroso! Grito en su mente incluso al recordarlo, porque una vez que haces el sacrificio, bien puedes pedir favorecer a otro, pero para Ming, Zhao era egoísta, entonces, tuvo que ensuciar