«Hope Thompson»
—¿Dígame, pequeña damisela, valió la pena contarle al mundo la verdad cuando su vida ahora es la que está en peligro? —la fría navaja que está pegada a mi cuello me hiela la piel, como bien solía decir mi jefe a veces, jugar con fuego suele ser muy peligroso, pero no tenía opciones, el mundo no sé daba cuenta de las hazañas que este político de m****a cometía.—Supongo que sí, ahora eres el criminal más buscado del mundo, y todos saben que tú eres quien me ha secuestrado. —me toma del cuello y presiona con fuerza para ahorcarme.—¿Y si le damos otro mensaje al mundo? ¿Uno que indique que nadie debe buscar lo que no se le ha perdido, porque luego terminará como tú?, todos comprenderían el mensaje y tu trabajo habrá sido perdido. La sociedad es fácil de manipular, y con un vídeo dónde acabo con tu vida frente a una cámara será suficiente para que no vuelvan a meter sus narices en los negocios que no les competen. Por tu culpa mi carrera y mi negocio se vino abajo, ahora yo haré que tu carrera y tu m*****a vida se pudran en el infierno. Ustedes, los periodistas, dan más dolores de cabeza que la misma autoridad. —me da una fuerte abofeteada a tal nivel de quebrar mi labio.—Si va a matarme, hazlo ahora, pedazo de m****a. —¡Ay, cristo, ayúdame a controlar la lengua y evitar que me mate antes de que la ayuda llegué, si mi padre me consigue muerta me va a revivir solo para ser él quien me asesine por no haberlo escuchado!—Pronto, antes… ¿Qué parte de tu cuerpo quieres perder primero? ¿Una uña, el dedo, la mano o el brazo?. Siempre acepto sugerencias de mi víctima.—¿Qué tal si comienzas por quitarte el cerebro y conseguir uno más inteligente?—Me parece que lo primero que deseas perder es la lengua. —a mí también me parece lo mismo que piensa él. Si no me callo es lo que perderé en realidad.—Deberías de ser menos rencoroso conmigo. Es mi trabajo como periodista decir la verdad al mundo, no me juzgues por eso. Además, es de muy mala educación hacerle daño a una mujer. —«¡No me jodas, Hope, no es el puto momento de dártela de chistosa frente a un asesino serial!»—Estás colmando mi paciente, estúpida mujer.—No… me llames estúpida, bastardo. —¡Ay, no! ¡¿Por qué será que este idiota no cierra la boca?!, me está haciendo decir cosas que me llevarán a mi pronta muerte.—Te consideras muy valiente y chistosa, pero en realidad eres solo una mujer aterrada de morir sin poder tan siquiera defenderse. Y lo más triste es que millones de personas verán como le corto la garganta a su querida periodista que tanto luchó por querer hacerlos libres del mal.—Te voy a dar una sugerencia, mátame ahora antes de que sea muy tarde.—¿Crees que Tú papi te va a venir a salvar?, no, de seguro tu papá debe estar tranquilo en su mansión pensando en que lo mejor que pudo pasar en su día, es que su hija desapareciera por completo, así no seguiría dándole dolor de cabeza —ha tocado un tema muy delicado para mí, y juro que si no estuviera atada ya le fuera abierto un hueco a su rostro de un gran puñetazo—. Te ha dolido.—No vas a durar mucho tiempo libre.—Sí, es muy posible, pero al menos tendré la satisfacción de saber que estás muerta y que no volverás a meterte en los asuntos de nadie. Todos los que son, como yo, me alabarán, me recordarán por haber asesinado a la periodista Hope Thompson, la m*****a mujer que siempre nos deja en evidencia. —en la habitación entraron varios más con cámaras en manos listos para grabar mi asesinato, pero no voy a darles el gusto de morir frente a una cámara.—Qué imbécil, dime algo, ¿eres de esos que mami y papi toda su vida han despreciado por ser un estorbo?, sí, eres de esos, maltratado por su papá, odiado por su mamá, el hermano mayor al que nadie quiere por ser un estúpido insoportable… —su puño se clava en mi mejilla, grito por el dolor y luego escupo la sangre—. Nuevamente, vas a decepcionar a tu familia, mi muerte va a hacer que los decepciones —me apunta con su arma, y cuando pretende dispararme se escucha alboroto afuera. Todos salen a ver qué sucede, disparos y gritos es lo único que se escucha, siento un poco de alegría porque al fin han venido por mí a rescatarme—. ¿Asustado?, veamos qué harás ahora, idiota, afuera hay un ejército que viene en mi rescate y tú no podrás hacer nada, estás perdido. —voltea a verme listo para acabar con mi vida, pero como la suerte siempre está de mi lado, o al menos un poco, le disparan antes haciéndolo caer de rodillas ante mí. Mi raptor se mantiene mirándome a los ojos, y sin esperármelo me termina disparando.—Perra. —el hombre que vino en mi rescate, tira al suelo al sujeto y le dispara en la cabeza, voltea a verme a mí y luego mi herida.—¿Tú solo has venido a rescatarme?. Dios, voy a morir. —suelta las sogas y me levanta entre sus brazos para salir de aquel apestoso lugar—. Tengo frío, no soporto el dolor.—comento en estado de debilidad.Me quejo, cierro y abro mis ojos, en todo el camino a la salida, no he visto a nadie más, no puedo creer que mi padre enviara a un solo hombre en mi rescate.—Por favor, dígale a mi madre que la amo. —me sienta en el asiento delantero y sus ojos se centran en los míos que ya casi están por apagarse para siempre.—Solo fue un rasguño, ni siquiera te penetró la bala. Con una sutura todo quedará bien, el trauma es por la sangre. —miro la herida y efectivamente no fue nada grave, por suerte me rozó apenas, aunque eso no quita el hecho de sentir que estoy a punto de morir. ¡Señor, salva mi vida!—Es mucha sangre. —digo casi que desmayada.—Limpiaré la herida. —cierro mis ojos y dejo que él se encargue de salvarme de una trágica muerte.—¿Sabe?, por un momento creí que en realidad iba a morir, lo peor de todo es que una parte de mí lo añoró —abro mis ojos y él me mira con determinación, supongo que pensará que hablo muchas idioteces y que estoy bastante loca—. ¿Usted no siente que a veces lo mejor es no existir? ¿Irse lejos de este mundo y ya?«Hope, claro que tú estás loca»—Cuando oí su voz, por un momento me hizo sentir familiarizada, pero luego me dije que eso es imposible, porque no puede ser él. —ya estoy delirando, y el pobre sujeto se está dando cuenta de eso. Qué vergüenza, la reconocida periodista ha perdido la cabeza por solo ver un poco de sangre.En cuanto él termina de suturar mi herida, me tiende una camisa limpia, que luego con su ayuda me cambio la vieja por la nueva, el pobre evitó a toda costa hacer contacto con mi piel demostrando respeto.—¿Me lleva a mi casa? —le pregunto a ver si dice algo, su silencio me perturba un poco.—Como gustes, Thompson. —suspiro.—Thompson, así solía llamarme mi ex novio cuando estaba molesto. Dios, podría decir que sonaste como él. —cierra la puerta del auto y él sube al lado del piloto para conducir y llevarme de vuelta a mi cómodo hogar.Pasadas las horas de camino, le pedí que me llevará a mi apartamento, él no estuvo de acuerdo, pero terminó aceptando mi petición, de igual manera ya me encontraba mejor. Con su grata ayuda llegamos a mi apartamento, me dejó sobre mi cómoda cama y me quitó mis tacones, yo lo que hago es observarlo, es caballeroso y atento, su cuidado me comienza a gustar por alguna razón, hace mucho que en realidad ningún hombre se preocupa tanto por darme comodidad como este extraño sujeto.«Ni se te ocurra intentar seducir a ese hombre, Hope»—¿Quién lo envió? —ignora mi pregunta, lo cual me indica que este hombre no fue enviado por mi papá—. Ay, no puede ser, ¿no me diga que Usted también me va a raptar como el anterior? ¿Están jugando a ver quién me mata primero?. —caigo tendida en la cama.—No me interesa desperdiciar mis balas en usted. —guao, creo que no es tan caballeroso después de todo.—¿Al menos podré mirar su rostro? —no sé quién es, sigue con su rostro cubierto, lo único que veo de él son sus oscuros ojos, que por cierto, sigo insistiendo y me resultan familiar.—¿Para qué desea hacerlo?—Sería interesante escribir una historia sobre el hombre que salvó mi vida. —me sobresalto cuando sube sobre mí. Mi corazón late acelerado al igual que el de él, y lo sé porque lo puedo sentir con mucha claridad.—¿Sabes que sería interesante, Hope?, escribir una historia que sucedió hace trece años, de un joven que fue juzgado por su novia por el hecho de él defenderla de un abusador que tocó donde no debía, pero que eso a ella no le importó y solo soltó veneno cuando él estuvo detrás de las rejas creyendo, que al salir estaría con ella, cosa que no fue así. Aquella joven le rompió el corazón, lo hizo sentir, como en realidad él era, un miserable, un bastardo que nunca debió abandonar su ratonera por una niña rica y prestigiosa. El joven confió en la chica equivocada, consideró que ella podía ser la salvadora de su vida y de ese monstruo que siempre lo acompañaba. Nunca debió confiar en ella, y cada día que lo recuerda, se repite lo mismo. —quedo paralizada por la historia que cuenta, no cabe dudas de que esa historia es mía, de mi vida pasada.De inmediato el nudo se forma en mi garganta, y con lentitud, quito aquella mascara, al mirar su rostro adulto, todo en mí se desvanece. Es mi amor prohibido, mi Benjamín Castiglione.«Hope Thompson»—¡Gracias a Dios que estás bien y los rescatistas llegaron a tiempo para salvar tu fastidioso trasero!. —miro el área donde me encuentro y no es mi casa, estoy en una habitación de alguna clínica. Miro mi herida y detallo la sutura que Benjamín me hizo, de verdad que no comprendo nada de lo que está sucediendo justo ahora que he despertado. Juro con mi vida que Ben me rescató y me llevó a mi apartamento, no sé cómo es que vine a parar aquí. Esto es muy extraño. —Luna, no me lo vas a creer. Benjamín… Ben me salvó la vida. —mi compañera de trabajo, a quien le he contado mi historia, me mira intrigante, pero luego de unos segundos se ríe con escándalo. —Hope, ¿me estás tomando el pelo?, Benjamín, no te rescató, lo hizo un equipo especializado en rescate. Ellos te salvaron de tu raptor y te trajeron aquí anoche mismo para que fueras atendida, llegaste inconsciente. —niego, sé muy bien que lo que viví ayer fue real. —No, Luna, Ben me sacó de allí, suturó mi herida y me l
«Hope Thompson»He asistido a una fiesta de gala dónde está presente un empresario de gran interés por mi parte, no voy a parar hasta descubrir quién es la cabecilla de la banda que mantiene el tráfico de drogas en el país, sé que esto puede ser muy peligro, pero así es mi trabajo y yo quiero ayudar a sacar del medio a estas personas que cada día llenan las calles de drogas y aumentan el número de jóvenes que las adquieren. Las personas no comprenderían por qué me motiva tanto dejar al descubierto en frente la sociedad a estas clases de basuras, y no me importa si cada día son más, haré lo que pueda para poco a poco ir arruinando su negocio. Bebo una copa de champán mientras observo al grupo de empresarios conversar y presumir sobre sus grandes millones, nunca he podido ser parte de este mundo, por más que mi padre ha intentado obligarme ciento de veces, prefiero estar haciendo algo más útil para ayudar a los jóvenes que caen en los vicios de las drogas y evitar que terminen en unos
«Hope Thompson»Benjamín me ha traído a su hogar para ofrecerme una taza de té como recompensa por lo de esta noche, algo que no creo que pueda olvidar en mi vida. ¿Qué lo hizo ser así? ¿Por qué tomar la justicia en sus manos cuando puede informar a las autoridades de lo que sucede? Esto no está nada bien, podrían descubrirlo y Ben estaría en serios problemas, lo que hace está fuera de la ley, y por más que su intención sea buena, eso las autoridades no lo van a aceptar. —Sé que debes preguntarte qué me llevo a esto, y bueno… perdí a un buen amigo que cayó en malos pasos por juntarse con gente como esa, su familia denunció la muerte de su hijo y ellos no hicieron nada, me cansé de ver cómo muchos esperan que las autoridades hagan justicia a sus fallecidos y nunca es sucede, así que una noche decidí que no podía quedarme de brazos cruzados y… opté por hacer esto, ser yo mismo quien los matara, aparte... estoy buscando al responsable de la muerte de mis padres.—y me dice así tan fácil
«Hope Thompson»—Me ha llegado el rumor sobre el regreso de Benjamín. —le entrego a mi padre una taza de café, mi amiga ya se fue y ahora estamos él y yo solos en mi apartamento para conversar el tema que a mi padre siempre lo ha irritado, Benjamín Castiglione.—Escuché lo mismo, no esperaba que lo hiciera, en fin, es su vida y eso no tiene por qué interesarnos. —hago mi mayor esfuerzo para no demostrarle que su regreso si me importa.—¿No te ha buscado, Hope? —me pregunta calmado, mi padre odia con su vida a Ben, no sé que pudo de malo haber hecho Benji para que lo odie tanto.—No, fuiste muy claro con él, ¿recuerdas?, y yo igual. Si has venido aquí a pedirme mantenerme al margen de él, está bien, igual no tengo ningún interés en acercarme. —Todo lo que hago es por tu bien, hija. Siempre he pensado que ese muchacho no traerá nada bueno para ti. Es un… Bastardo.—Papá, A veces hablas como si en realidad Benjamín significara mucho para mí.—¿Y no es así?, estaré viejo, Hope, pe
«Benjamín Castiglione»Desde la distancia puedo observar a Hope bailar con su amiga en medio la fiesta al cual han asistido este par de locas. No sé en qué cabeza, puede entrar la idea de salir a disfrutar cuando personas peligrosas aún andan detrás de ella esperando el momento para lastimarla, por el hecho de ella hacer su trabajo, Hope aún parece no comprender lo grave que ha sido haber dejado a ese hombre al descubierto.Hoy tenía una cena importante con la familia de mi futura esposa y no podía faltar, pero saber que Hope iba a salir de fiesta activo, mi lado protector y no iba a poder estar en una cena, tranquilo, cuando la testaruda de Thompson saldría a la calle a correr peligro, es como si le encantará ser raptada. Ella nunca a sólido aprender de sus lecciones.Por suerte esta noche sus adorados acosadores no tienen ganas de querer torturarla, todo aparentemente luce tranquilo en medio la fiesta, aunque no bajo la guardia ni me confío de la tranquilidad que brinda el ambien
«Hope Thompson»Benjamín me ha traído de vuelta a mi apartamento luego de haber pasado dos noches con él mientras recuperaba mis energías por haber tomado mucho, admito que fue agradable el cómo él se preocupó por mí y me preparo deliciosas comidas para hacerme sentir mejor del malestar que me estaba matando, he olvidado las docenas de veces que me tocó salir corriendo al baño a vomitar, pero luego todo cambió cuando me dio de probar su deliciosa sopa de pollo que me devolvió las ganas de vivir.—Bien, hemos llegado, ¿no ibas a pretender quedarte a vivir en mi casa, verdad? —volteo a verlo con incredulidad.—No, tampoco es que fue algo muy encantador estar contigo. «Eres tan mentirosa, Hope»—Por supuesto, lo que más disfrutaste fue de mi sopa, debería cobrar por mi servicio. —¿Serías tan miserable de cobrarme?—¿Por qué no?, fue de mi comida lo que comiste. —achico mis ojos y él se mantiene muy serio, pareciera que fuera en realidad lo de cobrarme.—¿Es en serio, Benjamín? —
Me ha mantenido preocupado el no saber de Hope en lo que va de semana, he ido a su apartamento y no está, también he llamado al periódico al que trabaja para ver si ha asistido y me han dicho que no, me resultó curioso que dijeran que ha estado indispuesta cuando la dejé aquel día frente al edificio donde vive en perfectas condiciones.Sé muy bien que algo sucedió, y que en este asunto, su padre Lorenzo, sus manos ha metido. Quiere mantenerla alejada de mí como sea.Lo que me parece curioso, es que no ha escrito o llamado para pedirme que no la busque, sería lo más correcto en tal caso de que él la obligará, o quizás estoy alucinando y ella solo está huyendo de mí por cuenta propia, algo que también podría ser eso. Debería ni siquiera pensar en eso cuando tengo que centrarme en otras cosas, como por ejemplo el hecho de que he estado evadiendo a Elizabeth. Ella en cualquier momento podría darse cuenta de que algo no está bien en mí, y eso sería un enorme problema para mí. Ni siquiera
«Hope Thompson»—¡Ben, Benjamín, no vayas allá, por favor! —me cruzo en su camino al conocer sus intenciones—. Si vas allá, él hará una llamada, y eso será suficiente para se lleven muy lejos a nuestra hija. Te pido favor discreción, Benji. —me toma con fuerza de mis brazos olvidando lo mucho que me duelen y me tambalea molesto.—¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! —me quejo por el dolor y le suplico que se detenga y no siga.—Benjamín, necesito que me escuches. No quería decirte para evitar esto mismo, sabía que en cuanto supieras la verdad querrías ir a buscar a mi padre, y eso ocasionará que se lleve a la niña lejos, muy lejos donde no podamos encontrarla. Está con una familia que la adoptó al nacer, ellos saben que soy su madre. Mi papá no quiso que yo la criara ni mucho menos que la presentará como mi hija por llevar tu sangre, nadie sabe de su existencia, nadie sabe que yo di a luz a una hermosa bebé. Él se ocupó de tenerme encerrada durante mi embarazo, y cuando di a luz lo h