Inicio / Romántica / Justiciero por mi amor / Capítulo 1 «Trece años después»
Capítulo 1 «Trece años después»

«Hope Thompson»

—¿Dígame, pequeña damisela, valió la pena contarle al mundo la verdad cuando su vida ahora es la que está en peligro? —la fría navaja que está pegada a mi cuello me hiela la piel, como bien solía decir mi jefe a veces, jugar con fuego suele ser muy peligroso, pero no tenía opciones, el mundo no sé daba cuenta de las hazañas que este político de m****a cometía.

—Supongo que sí, ahora eres el criminal más buscado del mundo, y todos saben que tú eres quien me ha secuestrado. —me toma del cuello y presiona con fuerza para ahorcarme.

—¿Y si le damos otro mensaje al mundo? ¿Uno que indique que nadie debe buscar lo que no se le ha perdido, porque luego terminará como tú?, todos comprenderían el mensaje y tu trabajo habrá sido perdido. La sociedad es fácil de manipular, y con un vídeo dónde acabo con tu vida frente a una cámara será suficiente para que no vuelvan a meter sus narices en los negocios que no les competen. Por tu culpa mi carrera y mi negocio se vino abajo, ahora yo haré que tu carrera y tu m*****a vida se pudran en el infierno. Ustedes, los periodistas, dan más dolores de cabeza que la misma autoridad. —me da una fuerte abofeteada a tal nivel de quebrar mi labio.

—Si va a matarme, hazlo ahora, pedazo de m****a. —¡Ay, cristo, ayúdame a controlar la lengua y evitar que me mate antes de que la ayuda llegué, si mi padre me consigue muerta me va a revivir solo para ser él quien me asesine por no haberlo escuchado!

—Pronto, antes… ¿Qué parte de tu cuerpo quieres perder primero? ¿Una uña, el dedo, la mano o el brazo?. Siempre acepto sugerencias de mi víctima.

—¿Qué tal si comienzas por quitarte el cerebro y conseguir uno más inteligente?

—Me parece que lo primero que deseas perder es la lengua. —a mí también me parece lo mismo que piensa él. Si no me callo es lo que perderé en realidad.

—Deberías de ser menos rencoroso conmigo. Es mi trabajo como periodista decir la verdad al mundo, no me juzgues por eso. Además, es de muy mala educación hacerle daño a una mujer. —«¡No me jodas, Hope, no es el puto momento de dártela de chistosa frente a un asesino serial!»

—Estás colmando mi paciente, estúpida mujer.

—No… me llames estúpida, bastardo. —¡Ay, no! ¡¿Por qué será que este idiota no cierra la boca?!, me está haciendo decir cosas que me llevarán a mi pronta muerte.

—Te consideras muy valiente y chistosa, pero en realidad eres solo una mujer aterrada de morir sin poder tan siquiera defenderse. Y lo más triste es que millones de personas verán como le corto la garganta a su querida periodista que tanto luchó por querer hacerlos libres del mal.

—Te voy a dar una sugerencia, mátame ahora antes de que sea muy tarde.

—¿Crees que Tú papi te va a venir a salvar?, no, de seguro tu papá debe estar tranquilo en su mansión pensando en que lo mejor que pudo pasar en su día, es que su hija desapareciera por completo, así no seguiría dándole dolor de cabeza —ha tocado un tema muy delicado para mí, y juro que si no estuviera atada ya le fuera abierto un hueco a su rostro de un gran puñetazo—. Te ha dolido.

—No vas a durar mucho tiempo libre.

—Sí, es muy posible, pero al menos tendré la satisfacción de saber que estás muerta y que no volverás a meterte en los asuntos de nadie. Todos los que son, como yo, me alabarán, me recordarán por haber asesinado a la periodista Hope Thompson, la m*****a mujer que siempre nos deja en evidencia. —en la habitación entraron varios más con cámaras en manos listos para grabar mi asesinato, pero no voy a darles el gusto de morir frente a una cámara.

—Qué imbécil, dime algo, ¿eres de esos que mami y papi toda su vida han despreciado por ser un estorbo?, sí, eres de esos, maltratado por su papá, odiado por su mamá, el hermano mayor al que nadie quiere por ser un estúpido insoportable… —su puño se clava en mi mejilla, grito por el dolor y luego escupo la sangre—. Nuevamente, vas a decepcionar a tu familia, mi muerte va a hacer que los decepciones —me apunta con su arma, y cuando pretende dispararme se escucha alboroto afuera. Todos salen a ver qué sucede, disparos y gritos es lo único que se escucha, siento un poco de alegría porque al fin han venido por mí a rescatarme—. ¿Asustado?, veamos qué harás ahora, idiota, afuera hay un ejército que viene en mi rescate y tú no podrás hacer nada, estás perdido. —voltea a verme listo para acabar con mi vida, pero como la suerte siempre está de mi lado, o al menos un poco, le disparan antes haciéndolo caer de rodillas ante mí. Mi raptor se mantiene mirándome a los ojos, y sin esperármelo me termina disparando.

—Perra. —el hombre que vino en mi rescate, tira al suelo al sujeto y le dispara en la cabeza, voltea a verme a mí y luego mi herida.

—¿Tú solo has venido a rescatarme?. Dios, voy a morir. —suelta las sogas y me levanta entre sus brazos para salir de aquel apestoso lugar—. Tengo frío, no soporto el dolor.—comento en estado de debilidad.

Me quejo, cierro y abro mis ojos, en todo el camino a la salida, no he visto a nadie más, no puedo creer que mi padre enviara a un solo hombre en mi rescate.

—Por favor, dígale a mi madre que la amo. —me sienta en el asiento delantero y sus ojos se centran en los míos que ya casi están por apagarse para siempre.

—Solo fue un rasguño, ni siquiera te penetró la bala. Con una sutura todo quedará bien, el trauma es por la sangre. —miro la herida y efectivamente no fue nada grave, por suerte me rozó apenas, aunque eso no quita el hecho de sentir que estoy a punto de morir. ¡Señor, salva mi vida!

—Es mucha sangre. —digo casi que desmayada.

—Limpiaré la herida. —cierro mis ojos y dejo que él se encargue de salvarme de una trágica muerte.

—¿Sabe?, por un momento creí que en realidad iba a morir, lo peor de todo es que una parte de mí lo añoró —abro mis ojos y él me mira con determinación, supongo que pensará que hablo muchas idioteces y que estoy bastante loca—. ¿Usted no siente que a veces lo mejor es no existir? ¿Irse lejos de este mundo y ya?

«Hope, claro que tú estás loca»

—Cuando oí su voz, por un momento me hizo sentir familiarizada, pero luego me dije que eso es imposible, porque no puede ser él. —ya estoy delirando, y el pobre sujeto se está dando cuenta de eso. Qué vergüenza, la reconocida periodista ha perdido la cabeza por solo ver un poco de sangre.

En cuanto él termina de suturar mi herida, me tiende una camisa limpia, que luego con su ayuda me cambio la vieja por la nueva, el pobre evitó a toda costa hacer contacto con mi piel demostrando respeto.

—¿Me lleva a mi casa? —le pregunto a ver si dice algo, su silencio me perturba un poco.

—Como gustes, Thompson. —suspiro.

—Thompson, así solía llamarme mi ex novio cuando estaba molesto. Dios, podría decir que sonaste como él. —cierra la puerta del auto y él sube al lado del piloto para conducir y llevarme de vuelta a mi cómodo hogar.

Pasadas las horas de camino, le pedí que me llevará a mi apartamento, él no estuvo de acuerdo, pero terminó aceptando mi petición, de igual manera ya me encontraba mejor. Con su grata ayuda llegamos a mi apartamento, me dejó sobre mi cómoda cama y me quitó mis tacones, yo lo que hago es observarlo, es caballeroso y atento, su cuidado me comienza a gustar por alguna razón, hace mucho que en realidad ningún hombre se preocupa tanto por darme comodidad como este extraño sujeto.

«Ni se te ocurra intentar seducir a ese hombre, Hope»

—¿Quién lo envió? —ignora mi pregunta, lo cual me indica que este hombre no fue enviado por mi papá—. Ay, no puede ser, ¿no me diga que Usted también me va a raptar como el anterior? ¿Están jugando a ver quién me mata primero?. —caigo tendida en la cama.

—No me interesa desperdiciar mis balas en usted. —guao, creo que no es tan caballeroso después de todo.

—¿Al menos podré mirar su rostro? —no sé quién es, sigue con su rostro cubierto, lo único que veo de él son sus oscuros ojos, que por cierto, sigo insistiendo y me resultan familiar.

—¿Para qué desea hacerlo?

—Sería interesante escribir una historia sobre el hombre que salvó mi vida. —me sobresalto cuando sube sobre mí. Mi corazón late acelerado al igual que el de él, y lo sé porque lo puedo sentir con mucha claridad.

—¿Sabes que sería interesante, Hope?, escribir una historia que sucedió hace trece años, de un joven que fue juzgado por su novia por el hecho de él defenderla de un abusador que tocó donde no debía, pero que eso a ella no le importó y solo soltó veneno cuando él estuvo detrás de las rejas creyendo, que al salir estaría con ella, cosa que no fue así. Aquella joven le rompió el corazón, lo hizo sentir, como en realidad él era, un miserable, un bastardo que nunca debió abandonar su ratonera por una niña rica y prestigiosa. El joven confió en la chica equivocada, consideró que ella podía ser la salvadora de su vida y de ese monstruo que siempre lo acompañaba. Nunca debió confiar en ella, y cada día que lo recuerda, se repite lo mismo. —quedo paralizada por la historia que cuenta, no cabe dudas de que esa historia es mía, de mi vida pasada.

De inmediato el nudo se forma en mi garganta, y con lentitud, quito aquella mascara, al mirar su rostro adulto, todo en mí se desvanece. Es mi amor prohibido, mi Benjamín Castiglione.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo