Hope Thompson»—¡Vaya, señorita Thompson, hasta que decide regresar al trabajo! —mi jefe expresa al verme. He faltado mucho y debo seguir con mi vida como lo era antes de que Ben apareciera, es mi trabajo y no puedo apartarlo de mi vida cuando es lo que me da de comer. —Te prometo que no seguiré faltando, en serio. He vuelto para continuar con mi historia.—Esa es mi chica, es la razón por la cual no te despido. —me deja una carpeta en mi escritorio—. En tu ausencia me ha llegado alguna información de un senador, tiene enlaces con el último político que dejaste en evidencia.—Eso es perfecto, reconozco a este sujeto, pensaba investigar más sobre él, pero por cosas del destino me ocurrió de todo y no seguí con el caso. —Bueno, ahora que has vuelto tienes la oportunidad de hacerlo, algo más, las autoridades te quieren lejos de esto, si es así es porque saben algo o puede que lo estén protegiendo, y tú debes averiguarlo. —Por supuesto, cuenta conmigo.—Y Hope, ten mucho cuidado
«Hope Thompson»Suelto mi bolso sobre el sofá y me dejó caer también ahí mismo, agotada del cansancio, aun cuando Benjamín ordenó retirarme de mi historia original, me centró en otras que me hicieron pasar el día entero en la calle haciendo preguntas para mi investigación.Ya de haber pasado unos minutos descansando, decido ir a la cocina y me sirvo una copa de vino tinto, bebo un sorbo y cierro mis ojos mientras disfruto del delicioso sabor que me ofrece el licor, hoy fue un día bastante largo, lleno de sorpresas, rabia, trabajo y preocupación, es obvio que mi padre se va a enterar de esta noticia y en cualquier momento vendrá aquí a pedirme que renuncie. Quizás hasta ya sabe de la noticia, él y el antiguo dueño se conocen perfectamente y de seguro ya le dijo a mi padre que Benjamín es el nuevo dueño.A veces pienso que Benjamín lo subestima, sabe cuan cruel es mi padre y sobre quién caerá toda la responsabilidad. Benjamín también me tiene bastante preocupada, haberle dicho que
Benjamín Castiglione”Mi mano derecha se mantiene pegada al ventanal de mi habitación mientras miro la amplia ciudad iluminada, bebo un trago de whisky y bajo la mirada al suelo pensando dónde puede estar Hope que no responde a mis mensajes y mis llamadas. Se suponía que esta noche iríamos a cenar y ella ante la hora que es no aparece para al menos decirme que no iremos. Lo único que deseo saber es que todo está bien, que ella lo está.Fue bastante estúpido adquirir el periódico sabiendo que esto desafiaría a su padre y lo haría enojar, fue un acto de aprietos y de desesperación por mantenerla a ella alejada del inmenso peligro que la puede rodear. No medí las repercusiones que esto le puede traer a mi encantadora Hope. Intento una vez más con llamar, como era de esperarse la llamada no me es respondida por su parte. Confieso que estoy nervioso y tengo miedo, miedo de que su padre esté ahora castigándola por algo que ella no buscó. Debo admitir una cosa, y es que definitivamente
«Hope Thompson»—Lamento lo que estás viviendo. —el susurro de mi madre me hace voltear mi rostro hacia ella. Llevo una semana viviendo de nuevo en casa de mi padre y eso me tiene infeliz y desanimada, aparte de tener que siempre en las tardes tomar el té con Lorenzo me llena de repudio y odio hacia ese hombre. —No creo que lo lamentes tanto. Siempre has dejado que él haga con nosotras lo que le plazca. —digo al instante de volver mi vista a dónde estaba anteriormente, hacia la ventana de mi habitación.—No eres la única que le tiene miedo, al menos tú pudiste librarte de él por un tiempo, yo tuve que quedarme aquí a escuchar sus quejas y sus críticas por tu decisión. Soy tan cobarde como tú, hija. Y así como tú haces lo que él te pide por tu hija, yo también hago lo que me pide por ti y tu bienestar. Somos sus prisioneras y eso nadie lo podrá cambiar. —Vuelvo a voltear, a verla, está cabizbaja y solloza. —Nunca me he explicado como es que terminaste casada con un hombre así. —
«Benjamín Castiglione »—¿Dime qué no me vas a ir a la boda, Benjamín?, amigo, no hagas esa locura, es una tortura y el que te invitaran es para provocarte. Escúchame hermano, no lo hagas, si vas, Hope también sufrirá. —Arnold me suplica que no asista a la boda de Hope, el problema es que no tengo opciones, tengo que asistir para mantener seguro a Lorenzo de que no haré nada, aparte yendo a esa boda es don doy inicio a mi plan.—No voy a hacer nada estúpido, además, puede que exista la posibilidad de ver a mi hija también ahí. ¿Lo entiendes?, quiero ver el rostro de felicidad de Hope al ver a nuestra hija. —termino de ajustar mi traje. Había deseado con que los días se fueran rápido y llegará este momento. —¿En serio piensas que la niña esté ahí?—No lo sé, puede que no, o puede que sí. Es más probable que no, no es tan fácil decirle a un niño que debe asistir a la boda de su madre cuando no la visto nunca. Mi hija tiene una familia, y no reconoce a nadie más como sus padres. A m
—Tienes que ayudarlo, papá, no puedes dejar que Benjamín se quede encerrado. —mi padre me contempla con decepción y arrogancia.—Lo último que haría en esta vida sería ayudar a ese delincuente, a ese rebelde miserable. —me causa tanto dolor el cómo se refiere a él.—Por favor, te lo suplico papá, ayúdalo, hazlo por mí. —Por ti puedo hacer cualquier cosa, pero liberarlo de lo que le corresponde por animal, jamás. Para mí es mucho mejor si se queda encerrado por el resto de su vida en una prisión, debes comprender que ese muchacho no es más que una desgracia en tu vida. ¿Qué tenías en la cabeza el día en que tomaste la decisión de formar un noviazgo con él?. Siempre has tenido que ser diferente y sentir lástima por los de la clase baja. No voy a ayudarlo, lo que voy es hacer que se pudra en prisión. —me sostengo del saco de mi padre y lo observo a los ojos mientras lloro de desesperación, no puedo dejar que mi Benjamín sea encerrado cuando mi familia puede ayudarlo.—Si lo ayudas…
«Hope Thompson»—¿Dígame, pequeña damisela, valió la pena contarle al mundo la verdad cuando su vida ahora es la que está en peligro? —la fría navaja que está pegada a mi cuello me hiela la piel, como bien solía decir mi jefe a veces, jugar con fuego suele ser muy peligroso, pero no tenía opciones, el mundo no sé daba cuenta de las hazañas que este político de mierda cometía. —Supongo que sí, ahora eres el criminal más buscado del mundo, y todos saben que tú eres quien me ha secuestrado. —me toma del cuello y presiona con fuerza para ahorcarme.—¿Y si le damos otro mensaje al mundo? ¿Uno que indique que nadie debe buscar lo que no se le ha perdido, porque luego terminará como tú?, todos comprenderían el mensaje y tu trabajo habrá sido perdido. La sociedad es fácil de manipular, y con un vídeo dónde acabo con tu vida frente a una cámara será suficiente para que no vuelvan a meter sus narices en los negocios que no les competen. Por tu culpa mi carrera y mi negocio se vino abajo, ahor
«Hope Thompson»—¡Gracias a Dios que estás bien y los rescatistas llegaron a tiempo para salvar tu fastidioso trasero!. —miro el área donde me encuentro y no es mi casa, estoy en una habitación de alguna clínica. Miro mi herida y detallo la sutura que Benjamín me hizo, de verdad que no comprendo nada de lo que está sucediendo justo ahora que he despertado. Juro con mi vida que Ben me rescató y me llevó a mi apartamento, no sé cómo es que vine a parar aquí. Esto es muy extraño. —Luna, no me lo vas a creer. Benjamín… Ben me salvó la vida. —mi compañera de trabajo, a quien le he contado mi historia, me mira intrigante, pero luego de unos segundos se ríe con escándalo. —Hope, ¿me estás tomando el pelo?, Benjamín, no te rescató, lo hizo un equipo especializado en rescate. Ellos te salvaron de tu raptor y te trajeron aquí anoche mismo para que fueras atendida, llegaste inconsciente. —niego, sé muy bien que lo que viví ayer fue real. —No, Luna, Ben me sacó de allí, suturó mi herida y me l