«Hope Thompson»
—¡Gracias a Dios que estás bien y los rescatistas llegaron a tiempo para salvar tu fastidioso trasero!. —miro el área donde me encuentro y no es mi casa, estoy en una habitación de alguna clínica. Miro mi herida y detallo la sutura que Benjamín me hizo, de verdad que no comprendo nada de lo que está sucediendo justo ahora que he despertado. Juro con mi vida que Ben me rescató y me llevó a mi apartamento, no sé cómo es que vine a parar aquí. Esto es muy extraño.—Luna, no me lo vas a creer. Benjamín… Ben me salvó la vida. —mi compañera de trabajo, a quien le he contado mi historia, me mira intrigante, pero luego de unos segundos se ríe con escándalo.—Hope, ¿me estás tomando el pelo?, Benjamín, no te rescató, lo hizo un equipo especializado en rescate. Ellos te salvaron de tu raptor y te trajeron aquí anoche mismo para que fueras atendida, llegaste inconsciente. —niego, sé muy bien que lo que viví ayer fue real.—No, Luna, Ben me sacó de allí, suturó mi herida y me llevó a mi apartamento. Era él, Luna, sé que era él quien me salvó la vida.—Amiga, es posible que aún estés en shock, y que por eso puede que hayas alucinado con Benjamín, sigues sintiéndote culpable y añoras verlo de nuevo para pedirle perdón. Pero te juro, Ben nunca estuvo allí. Tu papá no lo contrataría a él para salvarte, eso sería ilógico cuando tú misma has dicho que lo odia. —Daría lo que fuera para comprender este desastre.—Sigo insistiendo, era Benjamín. —mi amiga se ríe de mí.—Bueno, mejor cambiemos de tema. Todos estábamos muy preocupados por ti, incluso nuestro jefe estaba que moría de pánico por tu desaparición, movió cielo y tierra para encontrarte, tanto… que habló con el dueño del periódico para que hiciera llamadas y así tenerte de vuelta. En mi caso estaba que salía yo misma a buscarte y tráete de regreso conmigo.—Seguro, te preocupaba quien iba a llevarte pastelillos a tu oficina si yo moría.—¡Exacto!, no todo el mundo hace ese bello gesto, amiga. —cochino interés.—¿Mi papá está afuera?—No, ni siquiera ha venido a verte. —no fue él quien mandó a rescatarme, sé que no fue mi padre. No sé si esto me alegre o me decepcione.—Bien, ya quiero irme a casa, no tengo nada grave, solo está herida y fue superficial. Pásame mi ropa, por favor.—No, aún debes estar en observación, tienes la mitad del rostro golpeado y deben asegurarse que no sufriste daños mayores internos, pero a mí parecer como que sí. —me levanto de la cama.—No estoy alucinando, Luna, fue él quien salvó mi vida, incluso… me dijo que debería escribir una historia de como lo abandoné. —mi amiga continúa sin creerme, pero eso a mí me importa poco. Yo voy a descubrir la verdad y lo buscaré, por algún motivo Benjamín me salvó la vida.…He regresado a mi trabajo después de dos semanas de recuperación y de tortura por no poder salir de casa.Mis compañeros de trabajo me dieron la bienvenida y han llenado la oficina de obsequios, al igual que muchas personas fuera del periódico, tales como empresarios, fanáticos de mis historias y algunos que otros políticos por mi descubrimiento, también debo decir que alguno de estos regalos vienen con doble sentido para interpretar, y puede que quien los envié no está contento con mi trabajo, he quitado del medio a una fuente muy importante para los traficantes de este país.Es una vergüenza que yo haga un mejor trabajo que la misma agencia de inteligencia.En cuanto a Benjamín no he encontrado nada de él, sigue siendo un extraño para esta ciudad, quizás mi amiga tenga razón y él fue solo un producto de mi imaginación para hacer de ese momento incómodo un momento agradable y divertido. Tengo que entender que Benjamín no volverá y jamás él y yo podremos vernos, quizás hasta es un hombre casado y con hijos, en algún país donde lleve una buena vida.Nadie podría comprender mis sentimientos, y por más que fue una relación de cuando éramos apenas adolescentes, para mí lo es todo, mi corazón sigue latiendo igual por él, sigo sintiendo lo mismo por el mismo chico que hoy en día es todo un adulto. A veces me pregunto que hubiera sido de nuestras vidas si nunca lo fuera dejado. Pienso que seríamos felices, como lo habíamos planeado.—Has recibido muchos obsequios. —dice mi jefe parado desde la puerta.—Sí, después de lo que pase, me da miedo abrirlos.—Te sugiero que lo abras en tu casa, así no todos morimos contigo cuando explotes. —me rio de su comentario.—Vaya, no me quieres tanto como imaginé.—Así es mi forma de querer. Hope, como has regresado, te tengo un trabajo, sabes que los empresarios de esta ciudad son el centro de atención ahora de los civiles, en especial de las chicas. Hace un mes llegó al país el CEO de la agencia publicitaría, El mundo de la farándula, y he logrado conseguirte una entrevista con él. Todos queremos conocer sobre él y como hizo para que su negocio creciera tan rápido en pocos años, se ha convertido en la número uno del país dejando a la competencia muy atrás, sería interesante saber cómo logró tanto éxito, y quiero que tú seas la que se encargue de darnos a todos esa noticia.—¿Nadie sabe quién es?—No, pero… lo curioso de esto es que él mismo nos contactó para la entrevista.—Supongo que mantener el anonimato ya le aburrió y ahora quiere salir de la cueva.—Eso parece, y lo mejor de todo, es que solicitó ser entrevistado por ti, de lo contrario no hablará con nadie más. —bueno, no me resulta extraño que me elija a mí. Muchos suelen hacer lo mismo, buscarme para ser quien me ocupe de revelar sus secretos más oscuros.—¿Y cuándo será el encuentro?—Ahora mismo.—Este hombre sí que quiere salir en las noticias muy pronto.—Abajo te espera un vehículo, ha venido por ti él mismo. —abro mis ojos, asombrada.—¿No te parece muy raro? Después de lo que viví comprendí que no puedo confiar en nadie. Aunque haré una excepción.—¿Fue así como te raptaron, verdad?—Sí, se suponía que iba a hacer una entrevista, pero cuando entré en el vehículo me tope con la realidad.—Hope, entonces no vayas, no sabemos en realidad lo que quiera de ti.—Vamos, no creo que sea nada malo. Por ahora las aguas están calmadas.—Prefiero que tú vayas en tu vehículo y que él te espere en un área pública.—Hay personas que no les gusta hablar de su vida en público, y ese hombre parece ser que es así. Vamos a darle el voto de confianza.—Te arriesgas demasiado.—De eso se trata la vida y este trabajo, de arriesgarse. —agarro mi bolso y salgo de mi oficina para bajar al estacionamiento donde esperan por mí.Admito que tengo miedo, siempre he considerado este trabajo peligroso y extremo, no todo el mundo se siente a gusto con los periodistas que buscamos de decir la verdad a otros. Para los políticos y criminales somos un estorbo.Estando en el estacionamiento dos hombres corpulentos me guían al auto donde subiré, mis pasos son firmes, pero a la vez inseguros. Debo tomar la palabra de mi jefe y conseguir un arma para mi protección.—Señorita Thompson. —me saludan al momento que abren la puerta del vehículo, subo y frente a mí, a mano derecha, se encuentra sentado un hombre al cual no puedo ver su rostro por la oscuridad, aquel no se inmuta en saludar ni tampoco en presentarse, por lo que soy quien toma la iniciativa.—Señor, gusto en conocerlo, Hope Thompson. —le tiendo mi mano y él la sostiene, cuando su rostro se acerca a mi mano, puedo comprender de quién se trata.—No aprendes tu lección, Hope —dice para luego posar un beso en mi mano. Benjamín Castiglione—. Supongo que no esperabas que aquel empresario fuera yo.—¡Eres tú! —expreso con emoción, esto me confirma que no estoy loca.—No quiero que te involucres en lo que no debes, Hope, tu curiosidad hizo que por poco te matarán. Te voy a sugerir que mantengas tu nariz, alejada de este tema y que no vuelvas a escribir ningún artículo sobre el tráfico de drogas y a quienes involucra. La razón por la que estás aquí es para advertirte que no vuelvas a meter en líos. —quedo en completo silencio, no sabría qué opinar con referencia a su sutil sugerencia, o porque razón él me pide estas cosas. No lo veo desde hace más de diez años y cuando es así solo es para pedirme que no me meta en problemas. ¡Guao, al parecer no le dio tanto gusto verme!—Vete a la mierd@, Benjamín, tú no vas a decirme que hacer, estuviste desaparecido por años y ahora vuelves para imponerme sobre mi trabajo. ¿Quién te crees que eres para mandar sobre mí? —ladea sus labios y eso me llena más de rabia.—El hombre que una vez sacudió tu mundo y que aún considero y siguen siendo así. —abro mi boca y Luego la cierro.—Ja, te equivocas, Castiglione, porque mi mundo ya no lo sacudes tú. —¡Ay, Hope!, ¿a quién intentas mentir?—¿Segura de eso, Thompson? —pregunta cerca de mis labios.—Sí. —odio cuando me mira así, con sensualidad.—Si tú lo dices, princesa.—No me llames princesa, no he olvidado que te fuiste por trece años.—Yo no fui, tú dejaste que tu padre me alejara de ti, pero que importa eso, ¿verdad?, ya quedó en el pasado. Ahora lo que importa es que tú no te metas en dónde no debes, he estado trabajando en este caso por muchos años, Hope, y por tu sacar información arruinaste un trabajo importante. Mantente al margen de esta gente, no estoy jugando.—¿Qué eres?—Ya vete, no quiero escuchar que estás en problemas.—No, me debes una explicación.—No te debo nada, Hope. Ahora sal de mi vehículo y vuelve arriba. —hago puños mis manos.—No has cambiado nada, eres igual de irritante, de egocéntrico.—Gracias por los halagos, eso me recuerda que así fue como te conquiste, preciosa. —le lanzo mi bolso cuyo vuelvo a tomar en mis manos para volvérselo a lanzar.—Bajen a esta loca de vehículo. —me bajan en realidad, cierran la puerta y se marchan.¡Desgraciado de Benjamín, voy a descubrir a que se dedica, no me creo eso de que es un empresario!«Hope Thompson»He asistido a una fiesta de gala dónde está presente un empresario de gran interés por mi parte, no voy a parar hasta descubrir quién es la cabecilla de la banda que mantiene el tráfico de drogas en el país, sé que esto puede ser muy peligro, pero así es mi trabajo y yo quiero ayudar a sacar del medio a estas personas que cada día llenan las calles de drogas y aumentan el número de jóvenes que las adquieren. Las personas no comprenderían por qué me motiva tanto dejar al descubierto en frente la sociedad a estas clases de basuras, y no me importa si cada día son más, haré lo que pueda para poco a poco ir arruinando su negocio. Bebo una copa de champán mientras observo al grupo de empresarios conversar y presumir sobre sus grandes millones, nunca he podido ser parte de este mundo, por más que mi padre ha intentado obligarme ciento de veces, prefiero estar haciendo algo más útil para ayudar a los jóvenes que caen en los vicios de las drogas y evitar que terminen en unos
«Hope Thompson»Benjamín me ha traído a su hogar para ofrecerme una taza de té como recompensa por lo de esta noche, algo que no creo que pueda olvidar en mi vida. ¿Qué lo hizo ser así? ¿Por qué tomar la justicia en sus manos cuando puede informar a las autoridades de lo que sucede? Esto no está nada bien, podrían descubrirlo y Ben estaría en serios problemas, lo que hace está fuera de la ley, y por más que su intención sea buena, eso las autoridades no lo van a aceptar. —Sé que debes preguntarte qué me llevo a esto, y bueno… perdí a un buen amigo que cayó en malos pasos por juntarse con gente como esa, su familia denunció la muerte de su hijo y ellos no hicieron nada, me cansé de ver cómo muchos esperan que las autoridades hagan justicia a sus fallecidos y nunca es sucede, así que una noche decidí que no podía quedarme de brazos cruzados y… opté por hacer esto, ser yo mismo quien los matara, aparte... estoy buscando al responsable de la muerte de mis padres.—y me dice así tan fácil
«Hope Thompson»—Me ha llegado el rumor sobre el regreso de Benjamín. —le entrego a mi padre una taza de café, mi amiga ya se fue y ahora estamos él y yo solos en mi apartamento para conversar el tema que a mi padre siempre lo ha irritado, Benjamín Castiglione.—Escuché lo mismo, no esperaba que lo hiciera, en fin, es su vida y eso no tiene por qué interesarnos. —hago mi mayor esfuerzo para no demostrarle que su regreso si me importa.—¿No te ha buscado, Hope? —me pregunta calmado, mi padre odia con su vida a Ben, no sé que pudo de malo haber hecho Benji para que lo odie tanto.—No, fuiste muy claro con él, ¿recuerdas?, y yo igual. Si has venido aquí a pedirme mantenerme al margen de él, está bien, igual no tengo ningún interés en acercarme. —Todo lo que hago es por tu bien, hija. Siempre he pensado que ese muchacho no traerá nada bueno para ti. Es un… Bastardo.—Papá, A veces hablas como si en realidad Benjamín significara mucho para mí.—¿Y no es así?, estaré viejo, Hope, pe
«Benjamín Castiglione»Desde la distancia puedo observar a Hope bailar con su amiga en medio la fiesta al cual han asistido este par de locas. No sé en qué cabeza, puede entrar la idea de salir a disfrutar cuando personas peligrosas aún andan detrás de ella esperando el momento para lastimarla, por el hecho de ella hacer su trabajo, Hope aún parece no comprender lo grave que ha sido haber dejado a ese hombre al descubierto.Hoy tenía una cena importante con la familia de mi futura esposa y no podía faltar, pero saber que Hope iba a salir de fiesta activo, mi lado protector y no iba a poder estar en una cena, tranquilo, cuando la testaruda de Thompson saldría a la calle a correr peligro, es como si le encantará ser raptada. Ella nunca a sólido aprender de sus lecciones.Por suerte esta noche sus adorados acosadores no tienen ganas de querer torturarla, todo aparentemente luce tranquilo en medio la fiesta, aunque no bajo la guardia ni me confío de la tranquilidad que brinda el ambien
«Hope Thompson»Benjamín me ha traído de vuelta a mi apartamento luego de haber pasado dos noches con él mientras recuperaba mis energías por haber tomado mucho, admito que fue agradable el cómo él se preocupó por mí y me preparo deliciosas comidas para hacerme sentir mejor del malestar que me estaba matando, he olvidado las docenas de veces que me tocó salir corriendo al baño a vomitar, pero luego todo cambió cuando me dio de probar su deliciosa sopa de pollo que me devolvió las ganas de vivir.—Bien, hemos llegado, ¿no ibas a pretender quedarte a vivir en mi casa, verdad? —volteo a verlo con incredulidad.—No, tampoco es que fue algo muy encantador estar contigo. «Eres tan mentirosa, Hope»—Por supuesto, lo que más disfrutaste fue de mi sopa, debería cobrar por mi servicio. —¿Serías tan miserable de cobrarme?—¿Por qué no?, fue de mi comida lo que comiste. —achico mis ojos y él se mantiene muy serio, pareciera que fuera en realidad lo de cobrarme.—¿Es en serio, Benjamín? —
Me ha mantenido preocupado el no saber de Hope en lo que va de semana, he ido a su apartamento y no está, también he llamado al periódico al que trabaja para ver si ha asistido y me han dicho que no, me resultó curioso que dijeran que ha estado indispuesta cuando la dejé aquel día frente al edificio donde vive en perfectas condiciones.Sé muy bien que algo sucedió, y que en este asunto, su padre Lorenzo, sus manos ha metido. Quiere mantenerla alejada de mí como sea.Lo que me parece curioso, es que no ha escrito o llamado para pedirme que no la busque, sería lo más correcto en tal caso de que él la obligará, o quizás estoy alucinando y ella solo está huyendo de mí por cuenta propia, algo que también podría ser eso. Debería ni siquiera pensar en eso cuando tengo que centrarme en otras cosas, como por ejemplo el hecho de que he estado evadiendo a Elizabeth. Ella en cualquier momento podría darse cuenta de que algo no está bien en mí, y eso sería un enorme problema para mí. Ni siquiera
«Hope Thompson»—¡Ben, Benjamín, no vayas allá, por favor! —me cruzo en su camino al conocer sus intenciones—. Si vas allá, él hará una llamada, y eso será suficiente para se lleven muy lejos a nuestra hija. Te pido favor discreción, Benji. —me toma con fuerza de mis brazos olvidando lo mucho que me duelen y me tambalea molesto.—¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! —me quejo por el dolor y le suplico que se detenga y no siga.—Benjamín, necesito que me escuches. No quería decirte para evitar esto mismo, sabía que en cuanto supieras la verdad querrías ir a buscar a mi padre, y eso ocasionará que se lleve a la niña lejos, muy lejos donde no podamos encontrarla. Está con una familia que la adoptó al nacer, ellos saben que soy su madre. Mi papá no quiso que yo la criara ni mucho menos que la presentará como mi hija por llevar tu sangre, nadie sabe de su existencia, nadie sabe que yo di a luz a una hermosa bebé. Él se ocupó de tenerme encerrada durante mi embarazo, y cuando di a luz lo h
«Hope Thompson»Estaciono mi auto una vez que llego a la mansión de mi padre, venir aquí no es algo que hago con constancia, pero hoy me llamó y me pidió que lo visitara para conversar sobre un tema de interés. Respiro profundo tratando de encontrar un poco de tranquilidad y de no demostrar lo nerviosa que me encuentro en este instante, temo que mi padre se diera cuenta de que Benjamín y yo nos miramos en secreto desde hace un mes, que fue cuando mi Ben conoció la verdad sobre nuestra hija. Es inevitable para mí no sentir miedo de un hombre que me ha demostrado su ira en varias ocasiones, y estar ahora de pies en la puerta de esta mansión me hace preocupar.Luego de unos segundos, abro la amplia puerta y paso, camino hacia el jardín, que es el lugar donde me espera para conversar de eso que dice él y es de mi interés.Estando ahí, él se da la vuelta y me sonríe, tiende su mano en dirección a una silla donde deberé tomar asiento, saludo a mi padre antes y después me siento con mi