«Hope Thompson»
Benjamín me ha traído a su hogar para ofrecerme una taza de té como recompensa por lo de esta noche, algo que no creo que pueda olvidar en mi vida. ¿Qué lo hizo ser así? ¿Por qué tomar la justicia en sus manos cuando puede informar a las autoridades de lo que sucede?Esto no está nada bien, podrían descubrirlo y Ben estaría en serios problemas, lo que hace está fuera de la ley, y por más que su intención sea buena, eso las autoridades no lo van a aceptar.—Sé que debes preguntarte qué me llevo a esto, y bueno… perdí a un buen amigo que cayó en malos pasos por juntarse con gente como esa, su familia denunció la muerte de su hijo y ellos no hicieron nada, me cansé de ver cómo muchos esperan que las autoridades hagan justicia a sus fallecidos y nunca es sucede, así que una noche decidí que no podía quedarme de brazos cruzados y… opté por hacer esto, ser yo mismo quien los matara, aparte... estoy buscando al responsable de la muerte de mis padres.—y me dice así tan fácil, como si hablara de matar a una mosca.—Benjamín, esto no está bien, no haces justicia, solo te vengas. La justicia debe ser llevada por la ley, en cambio la venganza es tomada por un persona, como tú caso.—Lo sé, pero la policía no hace nada. ¿Desde qué diste la noticia, que han hecho?, nada, Hope, todos siguen libres ensuciando las calles y reclutando jóvenes para perderlos en ese mundo. Justicia, venganza, para es todo lo mismo, hago justicia a mi manera, a mi antojo.—Podrían descubrirte.—Lo sé, pero soy cuidadoso.—¿Entonces si eres el director de las Industrias Cooper?—Sí, tenía que encontrar un trabajo honesto que me diera suficiente dinero para adquirir mis armas. Así que... Cooper y yo fundamos esa compañía, decidimos que su apellido sería el único que todos conocerían, para así yo mantener mi anonimato y no ser detectado por tu padre.—Dios, en estos días te veo con un traje exclusivo para tus luchas nocturnas.—Descuida, no será así. Me gusta vestir con traje gala y usar una máscara.—Ni el señor murciélago había llegado tan lejos como tú. ¿No ves muchas películas de superhéroes? —se ríe de mí.—He salvado tu vida dos veces, Hope.—Dijiste que siempre salvarías mi vida. —le recuerdo.—Así es. —nos quedamos observando por unos minutos. En mi caso me pierdo en su mirada, quedo allí atrapada sin ganas de querer escapar nunca más. ¿Será que Benjamín y yo podremos tener una oportunidad?, aunque lo dudo, en cuanto mi padre sepa que Ben está en el país, enloquecerá y querrá mantenerme alejada de él como siempre. Nuestro amor es algo así como… prohibido.Los dos rompemos nuestras miradas y volteamos en dirección al la puerta de su apartamento, allí está de pies una hermosa mujer quien en sus manos tiene un pequeño obsequio, Benjamín se levanta del suelo y camina en dirección a ella para darle un beso en los labios, aquello fue bastante injusto, él sabe que aún tengo sentimientos por él y sin importarle la besa. Esto debe ser suficiente para darme cuenta de que él por mí no siente nada, excepto un cariño por alguna vez haber sido parte de su vida.«¿Qué esperabas, Hope?, Fueron trece años que estuvieron separados, era obvio que Benjamín ya tuviera una pareja, quizás hasta tenga hijos y aún no me quiera decir. Fuiste muy lejos con tu ilusión de niña tonta. »Me levanto del sueño y dejo mi taza de té sobre una mesa para ir por mi bolso, no pienso quedarme aquí ni un minuto más, para mí es humillante ver cómo él ha podido encontrar el amor y yo solo sigo aferrada a un amor muerto.—Hope, ven, quiero presentarte a alguien —y ahí vamos, al momento dónde todos tenemos que fingir que no pasa nada—. Hope, te presento a mi prometida Elizabeth. —hasta lindo nombre tiene, bueno, entiendo a Benjamín, la mujer es hermosa, elegante, de nombre bonito, y quizás con unos padres que no lo odien ni lo quieran ver lejos de ella, es comprensible que este enamorado, los míos nunca lo quisieron y yo… no hice nada para quedarme con él aun cuando nos negaron las oportunidades.«Fuiste muy tonta, Hope.»—El gusto es mío. —la mujer me sonríe con ternura, al parecer no sabe quién soy o lo que fui en la vida de su prometido.—Hope es una vieja amiga de la universidad. —termina de Benjamín arruinarlo.—Nunca me hablaste de ella. —Oh, parece que nunca representé nada en realidad en la vida de Ben, y yo creyendo que alguna vez lo fui todo para él. Ilusión estúpida la que tenía.—Bueno, yo debo marcharme a mi casa. Fue una noche difícil para mí. Gracias Ben por tus consejos, me han ayudado mucho. Elizabeth fue un gran honor conocerte, tienes a un buen hombre a tu lado. Me da gusto que Benjamín al fin conociera a una buena mujer, y lo mejor, que se comprometiera. Felicidades a los dos.«¡Hope, eso fue lo más falso que has podido decir en tu vida, mejor diles la verdad y que les deseas el mal!»Dios me va a castigar por esto, señor, perdóname, solo fue un acto de celos, nada más eso. Será mejor irme de aquí antes de que cause problemas.—Te acompaño abajo. —me niego a que Benjamín me acompañe, si lo hace caeremos en discusión por algo que no debería interesarme.—No, tranquilo, me aprendí el camino. Les deseo una linda noche a los dos. No vemos luego, Ben. —salgo del apartamento apresurada, entro en el ascensor y una vez allí libero el aire que tenía retenido.Eso… fue algo doloroso, obvio, lo puedo tolerar, pero en cierta parte me crea molestia, tanto que grito histérica dentro del ascensor y comienzo a armar berrinches allí de celos, cuando me controlo, aliso mi vestido y salgo al momento de las puertas abrirse como si nada hubiera sucedido.Debo admitir que soy una loca, y que en algún momento yo misma iré al manicomio a qué me internen de por vida. No puedo estar teniendo estos arranques tan repentinos y por cosas que no deberían tener importancia en mi vida.A partir de este preciso momento, Benjamín Castiglione queda expulsado de mi vida para siempre, punto.…La mañana siguiente no quise ir a trabajar, en cuanto llegue a casa no hice más que beberme una botella de vino completa yo sola y llorar por Ben, sé que dije que iba a expulsarlo de mi vida, pero eso me llevará un poco de tiempo, no es tan fácil como cuando uno se lo plantea.Mi amiga Luna ha venido a verme porque le preocupaba mi ausencia de hoy en el trabajo, creyó que estaba enferma o que algo muy malo me había sucedido. Con todo lo que pasó de mi secuestro, ella ahora anda preocupada por mí.—¿Entonces si era verdad lo que dijiste, y que Ben es un justiciero?—Aja.—¿Pero qué demonios?—También me pregunté lo mismo. —mis ánimos dan asco.—¿Y está comprometido?—Sí, Luna, está comprometido.—¿Con una mujer?—¡Obvio, Luna, obvio que es una mujer! —alzo la voz.—Me parece que estás muy alterada.—Ay, Luna, ¿en serio te parece que estoy alterada?—Sí —ruedo la mirada—. Oye, Hope has estado durante años viviendo en paz, que eso no te afecte por nada del mundo. Solo estás… algo confundida por su regreso, pero verás que muy pronto pasará y ya ni te acordaras de él. Tú también deberías rehacer tu vida con alguien más. —sí, debería hacerlo, pero por alguna razón no puedo.—Algún día cuando dejen de cruzarse idiotas en mi camino.—Howard no es un idiota.—No, es un tonto.—Es guapo.—Pero tonto.—Benjamín también es tonto.—Pero es mi tonto.—¿Qué vas a hacer?—Olvidar al tonto, como debí hacerlo antes. Ay, pero no hablemos de Ben, no de su vida. Planeo no continuar con la investigación, debo darme un tiempo y evitar no ponerme en peligro, estas personas son muy peligrosas y, por lo tanto, debo hacerles creer que lo he dejado, cuando pase un tiempo lo retomo de nuevo.—Todo lindo hasta que dijiste que lo retomaras luego.—Aún quedan muchas personas por quedar al descubierto.—Hope, debes entrar en razón, esto es muy peligroso.—Lo sé. No puedo demostrarles que tengo miedo, aun cuando así sea.—Esta no es tu pelea, déjaselo a las autoridades.—¿Y qué han hecho las autoridades?, en parte Benjamín tiene razón, ellos no hacen nada. —termino mi taza de té.—Y aun cuando te esfuerces esto nunca acabará, siempre habrá más. Y en algún momento te quitarán del medio. —voy a la cocina a prepararme algo de comer, lo más práctico, un sándwich.—Voy a tomarme un tiempo, en ese tiempo decidiré qué hacer.—Espero decidas escucharme. —la verdad está muy preocupada por mí, así es la amistad.—¿Y como está mi jefe por mi ausencia de hoy?—Histérico, cualquiera que lo ve cree que saltará del edificio.—Mañana asistiré y lo recompensaré con un chocolate.—Te sugiero como amiga que le lleves varios, está muy histérico.—Gracias por el majestuoso dato. No quiero que me despedirá aún.—No lo hará, eres su mejor periodista. Oye, ahora que lo pienso, ¿y si creas un artículo sobre el justiciero?—¿Estás como loca?, no expondría a Ben a algo como eso. Sería un blanco fácil para las autoridades e incluso los malos. Lo odio en este momento, pero no como para entregarlo a todos.—Tienes razón, lástima que este tipo de temas tengamos que mantenerlos en secreto. Me siento rara cuando digo justiciero.—Igual yo, es como si hablara de una película.—¿En serio Ben asesinó a esas personas?—Luna, por favor, no vayas a hacer mención de esto. No quiero meter en problemas a Benjamín. Te confío este secreto porque eres mi mejor amiga.—Soy una tumba, y eso lo sabes muy bien.—Gracias por siempre estar conmigo, te amo mucho, amiga.—Y yo a ti. Ahora, ¿qué harás para borrar de tu rostro esa expresión que dice “mátenme”?, tu papá debe estar por llegar y si te ve así le darás a entender que has conversado con Benjamín—¡Dios!, había olvidado que mi padre viene en camino. Ya debe saber sobre el regreso de Benjamín, y si es así, esto será un enorme problema para mí.—Hope eres una mujer adulta e independiente. ¿Por qué siempre haces lo que él quiere cuando tú no quieres? ¿Con qué te chantajea tu papá? —mi amiga hace preguntas que no puedo responder, hay cosas que es mejor no decirlas.—Es mi papá, Luna, es por eso que siempre hago lo que me pide. Aparte le prometí nunca volver a ver a Benjamín, es la razón por la cual es está libre, también existen reglas que debo respetar, y si rompo tan siquiera alguna, no sé que desataría en mi papá. Créeme, ver a ese hombre enojado no es nada bonito. —y prefiero mantenerlo calmado, mi padre hoy en día se ha vuelto más posesivo y controlador, y si no pude detenerlo antes cuando tuve la oportunidad, ya no puedo hacerlo ahora que le he dado poder sobre mí.«Hope Thompson»—Me ha llegado el rumor sobre el regreso de Benjamín. —le entrego a mi padre una taza de café, mi amiga ya se fue y ahora estamos él y yo solos en mi apartamento para conversar el tema que a mi padre siempre lo ha irritado, Benjamín Castiglione.—Escuché lo mismo, no esperaba que lo hiciera, en fin, es su vida y eso no tiene por qué interesarnos. —hago mi mayor esfuerzo para no demostrarle que su regreso si me importa.—¿No te ha buscado, Hope? —me pregunta calmado, mi padre odia con su vida a Ben, no sé que pudo de malo haber hecho Benji para que lo odie tanto.—No, fuiste muy claro con él, ¿recuerdas?, y yo igual. Si has venido aquí a pedirme mantenerme al margen de él, está bien, igual no tengo ningún interés en acercarme. —Todo lo que hago es por tu bien, hija. Siempre he pensado que ese muchacho no traerá nada bueno para ti. Es un… Bastardo.—Papá, A veces hablas como si en realidad Benjamín significara mucho para mí.—¿Y no es así?, estaré viejo, Hope, pe
«Benjamín Castiglione»Desde la distancia puedo observar a Hope bailar con su amiga en medio la fiesta al cual han asistido este par de locas. No sé en qué cabeza, puede entrar la idea de salir a disfrutar cuando personas peligrosas aún andan detrás de ella esperando el momento para lastimarla, por el hecho de ella hacer su trabajo, Hope aún parece no comprender lo grave que ha sido haber dejado a ese hombre al descubierto.Hoy tenía una cena importante con la familia de mi futura esposa y no podía faltar, pero saber que Hope iba a salir de fiesta activo, mi lado protector y no iba a poder estar en una cena, tranquilo, cuando la testaruda de Thompson saldría a la calle a correr peligro, es como si le encantará ser raptada. Ella nunca a sólido aprender de sus lecciones.Por suerte esta noche sus adorados acosadores no tienen ganas de querer torturarla, todo aparentemente luce tranquilo en medio la fiesta, aunque no bajo la guardia ni me confío de la tranquilidad que brinda el ambien
«Hope Thompson»Benjamín me ha traído de vuelta a mi apartamento luego de haber pasado dos noches con él mientras recuperaba mis energías por haber tomado mucho, admito que fue agradable el cómo él se preocupó por mí y me preparo deliciosas comidas para hacerme sentir mejor del malestar que me estaba matando, he olvidado las docenas de veces que me tocó salir corriendo al baño a vomitar, pero luego todo cambió cuando me dio de probar su deliciosa sopa de pollo que me devolvió las ganas de vivir.—Bien, hemos llegado, ¿no ibas a pretender quedarte a vivir en mi casa, verdad? —volteo a verlo con incredulidad.—No, tampoco es que fue algo muy encantador estar contigo. «Eres tan mentirosa, Hope»—Por supuesto, lo que más disfrutaste fue de mi sopa, debería cobrar por mi servicio. —¿Serías tan miserable de cobrarme?—¿Por qué no?, fue de mi comida lo que comiste. —achico mis ojos y él se mantiene muy serio, pareciera que fuera en realidad lo de cobrarme.—¿Es en serio, Benjamín? —
Me ha mantenido preocupado el no saber de Hope en lo que va de semana, he ido a su apartamento y no está, también he llamado al periódico al que trabaja para ver si ha asistido y me han dicho que no, me resultó curioso que dijeran que ha estado indispuesta cuando la dejé aquel día frente al edificio donde vive en perfectas condiciones.Sé muy bien que algo sucedió, y que en este asunto, su padre Lorenzo, sus manos ha metido. Quiere mantenerla alejada de mí como sea.Lo que me parece curioso, es que no ha escrito o llamado para pedirme que no la busque, sería lo más correcto en tal caso de que él la obligará, o quizás estoy alucinando y ella solo está huyendo de mí por cuenta propia, algo que también podría ser eso. Debería ni siquiera pensar en eso cuando tengo que centrarme en otras cosas, como por ejemplo el hecho de que he estado evadiendo a Elizabeth. Ella en cualquier momento podría darse cuenta de que algo no está bien en mí, y eso sería un enorme problema para mí. Ni siquiera
«Hope Thompson»—¡Ben, Benjamín, no vayas allá, por favor! —me cruzo en su camino al conocer sus intenciones—. Si vas allá, él hará una llamada, y eso será suficiente para se lleven muy lejos a nuestra hija. Te pido favor discreción, Benji. —me toma con fuerza de mis brazos olvidando lo mucho que me duelen y me tambalea molesto.—¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! —me quejo por el dolor y le suplico que se detenga y no siga.—Benjamín, necesito que me escuches. No quería decirte para evitar esto mismo, sabía que en cuanto supieras la verdad querrías ir a buscar a mi padre, y eso ocasionará que se lleve a la niña lejos, muy lejos donde no podamos encontrarla. Está con una familia que la adoptó al nacer, ellos saben que soy su madre. Mi papá no quiso que yo la criara ni mucho menos que la presentará como mi hija por llevar tu sangre, nadie sabe de su existencia, nadie sabe que yo di a luz a una hermosa bebé. Él se ocupó de tenerme encerrada durante mi embarazo, y cuando di a luz lo h
«Hope Thompson»Estaciono mi auto una vez que llego a la mansión de mi padre, venir aquí no es algo que hago con constancia, pero hoy me llamó y me pidió que lo visitara para conversar sobre un tema de interés. Respiro profundo tratando de encontrar un poco de tranquilidad y de no demostrar lo nerviosa que me encuentro en este instante, temo que mi padre se diera cuenta de que Benjamín y yo nos miramos en secreto desde hace un mes, que fue cuando mi Ben conoció la verdad sobre nuestra hija. Es inevitable para mí no sentir miedo de un hombre que me ha demostrado su ira en varias ocasiones, y estar ahora de pies en la puerta de esta mansión me hace preocupar.Luego de unos segundos, abro la amplia puerta y paso, camino hacia el jardín, que es el lugar donde me espera para conversar de eso que dice él y es de mi interés.Estando ahí, él se da la vuelta y me sonríe, tiende su mano en dirección a una silla donde deberé tomar asiento, saludo a mi padre antes y después me siento con mi
«Benjamín Castiglione»—Benjamín Castiglione —abandono mi asiento solo para caminar en su dirección y estar cara a cara con el padre de Hope, quien ha venido a verme para seguro llenarme de amenazas—. Después de todo los rumores, si son cierto, has regresado sabiendo que no podías.—Los dos sabemos que un día volvería, no siempre me ibas a tener alejado de mi hogar.—¿La mugre?, digo, es que es ahí donde perteneces. —Ahora estamos iguales, señor. —Enarca su ceja y comienza a reírse.—Jamás estaremos iguales, porque aun cuando seas el CEO de esta compañía, nunca perderás el olor a pobreza y cloacas. No te sientas tan especial por tener muchos ceros en tu cuenta bancaria, de seguro eso será por poco tiempo. El que pertenece a la basura y sale de su mundo, siempre vuelve allí arrastrado por la brisa. —este hombre no tiene límites para ofender, humillar y discriminar a las personas, se considera un dios que por supuesto no es, si al menos entendiera, que es solo un hombre, un simple
«Hope Thompson» Desde donde me encuentro, puedo contemplar con amor y deseo a mi Benjamín dormir en bóxer. Ese guapo hombre me pone a delirar entre pensamientos perversos y a la vez tiernos, cada momento que estoy a su lado no puedo tener control de mi corazón ni mucho menos de mis instintos carnales que me abruman en silencio. Él es tan… sexi, su grande y tonificado cuerpo me crean imágenes perfectas de mí acariciándolo y pasando mi lengua por toda su endurecida piel. Imagino incluso estar arrodillada frente a él, succionando aquel amiguito que ahora está erecto, y así tener desde mi posición mejor visibilidad a su cuerpo, subir mis manos y acariciarlo llena de fascinación. Este Ben convertido en hombre sí que deja mucho que desear, te llena la imaginación de perversidades y hace que tu cuerpo siempre se mantenga erizado. Me acerco con cautela y deslizo mis dedos por su duro abdomen, al hacer contacto con su piel siento como mi cuerpo se sacude ante esa corriente eléctrica que len