Inicio / Romántica / Justiciero por mi amor / Capítulo 04 «Comprometido»
Capítulo 04 «Comprometido»

«Hope Thompson»

Benjamín me ha traído a su hogar para ofrecerme una taza de té como recompensa por lo de esta noche, algo que no creo que pueda olvidar en mi vida. ¿Qué lo hizo ser así? ¿Por qué tomar la justicia en sus manos cuando puede informar a las autoridades de lo que sucede?

Esto no está nada bien, podrían descubrirlo y Ben estaría en serios problemas, lo que hace está fuera de la ley, y por más que su intención sea buena, eso las autoridades no lo van a aceptar.

—Sé que debes preguntarte qué me llevo a esto, y bueno… perdí a un buen amigo que cayó en malos pasos por juntarse con gente como esa, su familia denunció la muerte de su hijo y ellos no hicieron nada, me cansé de ver cómo muchos esperan que las autoridades hagan justicia a sus fallecidos y nunca es sucede, así que una noche decidí que no podía quedarme de brazos cruzados y… opté por hacer esto, ser yo mismo quien los matara, aparte... estoy buscando al responsable de la muerte de mis padres.—y me dice así tan fácil, como si hablara de matar a una mosca.

—Benjamín, esto no está bien, no haces justicia, solo te vengas. La justicia debe ser llevada por la ley, en cambio la venganza es tomada por un persona, como tú caso.

—Lo sé, pero la policía no hace nada. ¿Desde qué diste la noticia, que han hecho?, nada, Hope, todos siguen libres ensuciando las calles y reclutando jóvenes para perderlos en ese mundo. Justicia, venganza, para es todo lo mismo, hago justicia a mi manera, a mi antojo.

—Podrían descubrirte.

—Lo sé, pero soy cuidadoso.

—¿Entonces si eres el director de las Industrias Cooper?

—Sí, tenía que encontrar un trabajo honesto que me diera suficiente dinero para adquirir mis armas. Así que... Cooper y yo fundamos esa compañía, decidimos que su apellido sería el único que todos conocerían, para así yo mantener mi anonimato y no ser detectado por tu padre.

—Dios, en estos días te veo con un traje exclusivo para tus luchas nocturnas.

—Descuida, no será así. Me gusta vestir con traje gala y usar una máscara.

—Ni el señor murciélago había llegado tan lejos como tú. ¿No ves muchas películas de superhéroes? —se ríe de mí.

—He salvado tu vida dos veces, Hope.

—Dijiste que siempre salvarías mi vida. —le recuerdo.

—Así es. —nos quedamos observando por unos minutos. En mi caso me pierdo en su mirada, quedo allí atrapada sin ganas de querer escapar nunca más. ¿Será que Benjamín y yo podremos tener una oportunidad?, aunque lo dudo, en cuanto mi padre sepa que Ben está en el país, enloquecerá y querrá mantenerme alejada de él como siempre. Nuestro amor es algo así como… prohibido.

Los dos rompemos nuestras miradas y volteamos en dirección al la puerta de su apartamento, allí está de pies una hermosa mujer quien en sus manos tiene un pequeño obsequio, Benjamín se levanta del suelo y camina en dirección a ella para darle un beso en los labios, aquello fue bastante injusto, él sabe que aún tengo sentimientos por él y sin importarle la besa. Esto debe ser suficiente para darme cuenta de que él por mí no siente nada, excepto un cariño por alguna vez haber sido parte de su vida.

«¿Qué esperabas, Hope?, Fueron trece años que estuvieron separados, era obvio que Benjamín ya tuviera una pareja, quizás hasta tenga hijos y aún no me quiera decir. Fuiste muy lejos con tu ilusión de niña tonta. »

Me levanto del sueño y dejo mi taza de té sobre una mesa para ir por mi bolso, no pienso quedarme aquí ni un minuto más, para mí es humillante ver cómo él ha podido encontrar el amor y yo solo sigo aferrada a un amor muerto.

—Hope, ven, quiero presentarte a alguien —y ahí vamos, al momento dónde todos tenemos que fingir que no pasa nada—. Hope, te presento a mi prometida Elizabeth. —hasta lindo nombre tiene, bueno, entiendo a Benjamín, la mujer es hermosa, elegante, de nombre bonito, y quizás con unos padres que no lo odien ni lo quieran ver lejos de ella, es comprensible que este enamorado, los míos nunca lo quisieron y yo… no hice nada para quedarme con él aun cuando nos negaron las oportunidades.

«Fuiste muy tonta, Hope.»

—El gusto es mío. —la mujer me sonríe con ternura, al parecer no sabe quién soy o lo que fui en la vida de su prometido.

—Hope es una vieja amiga de la universidad. —termina de Benjamín arruinarlo.

—Nunca me hablaste de ella. —Oh, parece que nunca representé nada en realidad en la vida de Ben, y yo creyendo que alguna vez lo fui todo para él. Ilusión estúpida la que tenía.

—Bueno, yo debo marcharme a mi casa. Fue una noche difícil para mí. Gracias Ben por tus consejos, me han ayudado mucho. Elizabeth fue un gran honor conocerte, tienes a un buen hombre a tu lado. Me da gusto que Benjamín al fin conociera a una buena mujer, y lo mejor, que se comprometiera. Felicidades a los dos.

«¡Hope, eso fue lo más falso que has podido decir en tu vida, mejor diles la verdad y que les deseas el mal!»

Dios me va a castigar por esto, señor, perdóname, solo fue un acto de celos, nada más eso. Será mejor irme de aquí antes de que cause problemas.

—Te acompaño abajo. —me niego a que Benjamín me acompañe, si lo hace caeremos en discusión por algo que no debería interesarme.

—No, tranquilo, me aprendí el camino. Les deseo una linda noche a los dos. No vemos luego, Ben. —salgo del apartamento apresurada, entro en el ascensor y una vez allí libero el aire que tenía retenido.

Eso… fue algo doloroso, obvio, lo puedo tolerar, pero en cierta parte me crea molestia, tanto que grito histérica dentro del ascensor y comienzo a armar berrinches allí de celos, cuando me controlo, aliso mi vestido y salgo al momento de las puertas abrirse como si nada hubiera sucedido.

Debo admitir que soy una loca, y que en algún momento yo misma iré al manicomio a qué me internen de por vida. No puedo estar teniendo estos arranques tan repentinos y por cosas que no deberían tener importancia en mi vida.

A partir de este preciso momento, Benjamín Castiglione queda expulsado de mi vida para siempre, punto.

La mañana siguiente no quise ir a trabajar, en cuanto llegue a casa no hice más que beberme una botella de vino completa yo sola y llorar por Ben, sé que dije que iba a expulsarlo de mi vida, pero eso me llevará un poco de tiempo, no es tan fácil como cuando uno se lo plantea.

Mi amiga Luna ha venido a verme porque le preocupaba mi ausencia de hoy en el trabajo, creyó que estaba enferma o que algo muy malo me había sucedido. Con todo lo que pasó de mi secuestro, ella ahora anda preocupada por mí.

—¿Entonces si era verdad lo que dijiste, y que Ben es un justiciero?

—Aja.

—¿Pero qué demonios?

—También me pregunté lo mismo. —mis ánimos dan asco.

—¿Y está comprometido?

—Sí, Luna, está comprometido.

—¿Con una mujer?

—¡Obvio, Luna, obvio que es una mujer! —alzo la voz.

—Me parece que estás muy alterada.

—Ay, Luna, ¿en serio te parece que estoy alterada?

—Sí —ruedo la mirada—. Oye, Hope has estado durante años viviendo en paz, que eso no te afecte por nada del mundo. Solo estás… algo confundida por su regreso, pero verás que muy pronto pasará y ya ni te acordaras de él. Tú también deberías rehacer tu vida con alguien más. —sí, debería hacerlo, pero por alguna razón no puedo.

—Algún día cuando dejen de cruzarse idiotas en mi camino.

—Howard no es un idiota.

—No, es un tonto.

—Es guapo.

—Pero tonto.

—Benjamín también es tonto.

—Pero es mi tonto.

—¿Qué vas a hacer?

—Olvidar al tonto, como debí hacerlo antes. Ay, pero no hablemos de Ben, no de su vida. Planeo no continuar con la investigación, debo darme un tiempo y evitar no ponerme en peligro, estas personas son muy peligrosas y, por lo tanto, debo hacerles creer que lo he dejado, cuando pase un tiempo lo retomo de nuevo.

—Todo lindo hasta que dijiste que lo retomaras luego.

—Aún quedan muchas personas por quedar al descubierto.

—Hope, debes entrar en razón, esto es muy peligroso.

—Lo sé. No puedo demostrarles que tengo miedo, aun cuando así sea.

—Esta no es tu pelea, déjaselo a las autoridades.

—¿Y qué han hecho las autoridades?, en parte Benjamín tiene razón, ellos no hacen nada. —termino mi taza de té.

—Y aun cuando te esfuerces esto nunca acabará, siempre habrá más. Y en algún momento te quitarán del medio. —voy a la cocina a prepararme algo de comer, lo más práctico, un sándwich.

—Voy a tomarme un tiempo, en ese tiempo decidiré qué hacer.

—Espero decidas escucharme. —la verdad está muy preocupada por mí, así es la amistad.

—¿Y como está mi jefe por mi ausencia de hoy?

—Histérico, cualquiera que lo ve cree que saltará del edificio.

—Mañana asistiré y lo recompensaré con un chocolate.

—Te sugiero como amiga que le lleves varios, está muy histérico.

—Gracias por el majestuoso dato. No quiero que me despedirá aún.

—No lo hará, eres su mejor periodista. Oye, ahora que lo pienso, ¿y si creas un artículo sobre el justiciero?

—¿Estás como loca?, no expondría a Ben a algo como eso. Sería un blanco fácil para las autoridades e incluso los malos. Lo odio en este momento, pero no como para entregarlo a todos.

—Tienes razón, lástima que este tipo de temas tengamos que mantenerlos en secreto. Me siento rara cuando digo justiciero.

—Igual yo, es como si hablara de una película.

—¿En serio Ben asesinó a esas personas?

—Luna, por favor, no vayas a hacer mención de esto. No quiero meter en problemas a Benjamín. Te confío este secreto porque eres mi mejor amiga.

—Soy una tumba, y eso lo sabes muy bien.

—Gracias por siempre estar conmigo, te amo mucho, amiga.

—Y yo a ti. Ahora, ¿qué harás para borrar de tu rostro esa expresión que dice “mátenme”?, tu papá debe estar por llegar y si te ve así le darás a entender que has conversado con Benjamín

—¡Dios!, había olvidado que mi padre viene en camino. Ya debe saber sobre el regreso de Benjamín, y si es así, esto será un enorme problema para mí.

—Hope eres una mujer adulta e independiente. ¿Por qué siempre haces lo que él quiere cuando tú no quieres? ¿Con qué te chantajea tu papá? —mi amiga hace preguntas que no puedo responder, hay cosas que es mejor no decirlas.

—Es mi papá, Luna, es por eso que siempre hago lo que me pide. Aparte le prometí nunca volver a ver a Benjamín, es la razón por la cual es está libre, también existen reglas que debo respetar, y si rompo tan siquiera alguna, no sé que desataría en mi papá. Créeme, ver a ese hombre enojado no es nada bonito. —y prefiero mantenerlo calmado, mi padre hoy en día se ha vuelto más posesivo y controlador, y si no pude detenerlo antes cuando tuve la oportunidad, ya no puedo hacerlo ahora que le he dado poder sobre mí.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo