«Hope Thompson»
He asistido a una fiesta de gala dónde está presente un empresario de gran interés por mi parte, no voy a parar hasta descubrir quién es la cabecilla de la banda que mantiene el tráfico de drogas en el país, sé que esto puede ser muy peligro, pero así es mi trabajo y yo quiero ayudar a sacar del medio a estas personas que cada día llenan las calles de drogas y aumentan el número de jóvenes que las adquieren.Las personas no comprenderían por qué me motiva tanto dejar al descubierto en frente la sociedad a estas clases de basuras, y no me importa si cada día son más, haré lo que pueda para poco a poco ir arruinando su negocio.Bebo una copa de champán mientras observo al grupo de empresarios conversar y presumir sobre sus grandes millones, nunca he podido ser parte de este mundo, por más que mi padre ha intentado obligarme ciento de veces, prefiero estar haciendo algo más útil para ayudar a los jóvenes que caen en los vicios de las drogas y evitar que terminen en unos años con sus vidas acabas por un vicio como ese.Mi objetivo de esta noche, se mantiene frente a mí conversando con otro de su club, cuando voy en su dirección, un hombre corpulento se cruza en mi camino rodeando mi cintura para evitar mi acercamiento al sujeto con quién pretendía conversar.—¿Qué crees que vas a hacer? ¿No escuchaste nada de lo que dije?. Eres tan intensa, Hope. —miro con molestia a Benjamín.—Quítate del medio, estoy haciendo mi trabajo y no puedes impedírmelo, Castiglione. —me toma del brazo y me saca de la multitud para conversar en secreto.—Y yo, el mío, no puedo permitir que vuelvas a arruinar mi trabajo, Hope. De qué forma debo hacerte entender que esto no es un puto juego. Estás metiéndote con personas malas, tu misma lo viste esa noche cuando por poco te matan, de no ser por mí estuvieras muerta.—Disculpa, pero no hiciste tu trabajo del todo bien, te recuerdo que salí herida.—Hope… no me hagas perder la paciencia, mujer. En serio necesito que vuelvas a tu casa y me dejes hacer mi trabajo. —le doy un empujón.—¡Eres un idiota, Benjamín, no te has tomado tan siquiera la molestia de preguntar cómo me encuentro o como he estado en todos estos años de tu ausencia, lo único que haces es exigirme que me haga a un lado de mi trabajo como si fueras mi jefe o mi papá! —estallo, es todo un tonto.—Intento mantenerte a salvo, y no necesito preguntar cómo te ha ido cuando eso lo sé. Siempre te he mantenido vigilada, Hope. —sonríe burlón.—Idiota, no tienes ningún derecho a mantenerme vigilada.—Ni tú tenías ningún derecho de haberme alejado de tu lado.—Ya supéralo, Castiglione, lo único que intenté en ese momento fue protegerte de que estuvieras en prisión. Lo que hice lo hice por amor, obvio cuando sentía amor ti. —él sostiene mi mentón y acerca su rostro al mío como si fuera a besarme, cierro mis ojos esperando que ocurra y lo único que escucho es su risa burlona.—No voy a besarte, Hope, si eso es lo que crees o quieres. —malnacido Benjamín, definitivamente no ha cambiado nada.—Vete al infierno. Hazte a un lado, tengo que seguir con mi trabajo.—Si continúas insistiendo, voy a cargarte sobre mi hombro y encerrarte en mi vehículo hasta que termine mi trabajo de esta noche. —lo señalo.—¿Y cuál es tu trabajo de esta noche?—Acostarme con la esposa del empresario y así sacarle información mientras le doy placer. Soy bueno dando placer y sacando información. —mi rostro arde de ira.—Oh, vaya, me alegro tu forma de obtener información, quizás yo debería de implementar la misma estrategia y ver si consigo lo que quiero. —Benjamín enarca su ceja.—Adelante, es todo tuyo, me harías el favor de mantenerlo distraído mientras duermo con su esposa. —¿Cómo pude enamorarme de este hombre?—No sé que pude ver en ti cuando éramos jóvenes. Ahora que lo pienso mejor fue una buena idea el que nos alejáramos.—No seas mentirosa, sigues sufriendo por no tenerme a tu lado.—Oh, mira como sufro, estoy hasta llorando porque no estás conmigo. —se me queda observando muy serio, supongo que lo he hecho molestar.—Eres orgullosa. —Ben no aparta ni un segundo su mirada de la mía, y eso es muy inquietante para mí y también desafiante.—¿Cómo se verá desnudo ahora que es todo un hombre? —cubro mi boca ante aquel pensamiento en voz alta.—Si quieres vamos a una habitación y te muestro. —mi rostro arde de tanta vergüenza, no puedo aceptar que dijera ese pensamiento en voz alta. ¿Qué pensará Benjamín de mí ahora?. Aquello fue algo pervertido de mi parte.Esto sucede cuando aún continuo, tragada por él, es casi imposible que pueda seguir sintiendo lo mismo por un hombre que no veía desde hace muchos años, supongo que el siempre vivir arrepentida de lo que hice me ha mantenido aferrada a él.Ahora en su regreso todo es peor, porque está tan guapo y divino, provoca pegarle un mordisco, es una lástima que no pueda mirarlo porque está tan pendiente de mi mirada que podría darse cuenta, me gustaría saber si continúa conservando aquel enorme trasero, apuesto a que así debe ser.Por su traje, puedo deducir que ese cuerpo debe ser todo un rico melocotón, señor, que no daría ahora por verlo en realidad desnudo, pagaría lo fuera para tocarlo y al menos, probarlo. Seamos honestos, hablamos de Benjamín Castiglione, mi ex novio, no habría porque sentir vergüenza de lo que deseo con él, menos cuando aún sigo derretida por este idiota rebelde.—Si continúas mirándome de esa forma tan pervertida voy a tener que salir corriendo, o de lo contrario vas a terminar desnudándome y no sé qué puedas hacerme luego, señorita Thompson. —parpadeo mientras proceso su comentario, hasta que caigo en cuenta de que definitivamente lo estoy viendo como a un bombón.—¿Sabes qué?, mejor me voy a mi casa, no has hecho más que causarme molestias. —lo hago a un lado y caminó apresurada para irme de la fiesta, con Benjamín presente, no podré trabajar porque él me lo impedirá.Una vez que estoy por salir, siento como me dan un jalón de brazo y sacan del camino, no sé a donde rayos, me dirigen ahora, pero sea a donde sea, no es para nada bueno.Este es el momento dónde ansío la presencia de Benjamín, el hombre que me lleva casi que arrastrada no tiene rostro de ser amigable, y podría decir que si me van a secuestrar de nuevo, este sujeto si me va a torturar sin tanto hablar como el anterior. Parece un perro rabioso al que le han quitado su hueso y quiere ahora venganza por ello.Salimos del edificio por la parte de atrás, me meten en una camioneta y cubren mi rostro, atan mis manos y mis pies para que no huya en tal caso de que así decida hacerlo, admito que estoy muy aterrada porque no sé a donde me lleven, aquí nadie ha dicho ni una palabra de porque me han secuestrado, ahora que estoy pasando por esto debería reconsiderar la idea de tener más cuidado y mantenerme por un tiempo al margen de esta gente si quiero conservar mi vida. Sería una pena morir ahora que Ben está de regreso.«¿Y por qué razón menciono a Benjamín?»Después de varios minutos de camino, la camioneta es estacionada en alguna parte, me bajan de ella como si fuera un animal al tal punto de hacerme caer al suelo, cuando intento ponerme de pies, escucho disparos por todos lados y gritos entre ellos mismos diciendo que está aquí. ¿Quién está aquí?, no tengo idea, lo cierto es que quién esté aquí, los mantiene muy aterrados a ellos, incluso a mí.De un momento a otro, no hay más ruidos excepto el de unos pasos, mi corazón late de prisa porque de seguro estoy muerta, grito al momento de que me levantan del brazo y me quitan la bolsa que cubría mi cabeza, al ver la misma máscara que me salvó aquella noche me doy cuenta de quién es el que está detrás de ella.—Benjamín. —se la quita para dejarme verlo, miro a mi alrededor y solo me encuentro con todos muertos.—Gracias tu ayuda. —junto a mi entrecejo por no comprender, hasta que segundos después caigo.—¡Desgraciado, me usaste como carnada! —doy golpes en su pecho como loca y llorando del pánico porque mi vida estuvo en riesgo. Benjamín sostiene mis manos y me pega de la camioneta para inmovilizarme y evitar que siga golpeando—. ¿Qué eres, Ben? ¿Quién rayos eres? —pega su frente a la mía y suspira.—Soy solo un hombre, Hope, un empresario de día, y un justiciero por las noches que procura eliminar el mal que en algún momento me arrebató todo. Una vez dijiste que no tenía control sobre mí, y he encontrado la forma de hacer que esa ira interna, solo tenga poder de mí por las noches cuándo debo limpiar la basura, esta gente es la basura. —mi corazón late de forma acelera, por un momento esperaba que me dijera que era un agente encubierto, ¿Pero un justiciero? ¿De dónde mierdas sacó eso?«Hope Thompson»Benjamín me ha traído a su hogar para ofrecerme una taza de té como recompensa por lo de esta noche, algo que no creo que pueda olvidar en mi vida. ¿Qué lo hizo ser así? ¿Por qué tomar la justicia en sus manos cuando puede informar a las autoridades de lo que sucede? Esto no está nada bien, podrían descubrirlo y Ben estaría en serios problemas, lo que hace está fuera de la ley, y por más que su intención sea buena, eso las autoridades no lo van a aceptar. —Sé que debes preguntarte qué me llevo a esto, y bueno… perdí a un buen amigo que cayó en malos pasos por juntarse con gente como esa, su familia denunció la muerte de su hijo y ellos no hicieron nada, me cansé de ver cómo muchos esperan que las autoridades hagan justicia a sus fallecidos y nunca es sucede, así que una noche decidí que no podía quedarme de brazos cruzados y… opté por hacer esto, ser yo mismo quien los matara, aparte... estoy buscando al responsable de la muerte de mis padres.—y me dice así tan fácil
«Hope Thompson»—Me ha llegado el rumor sobre el regreso de Benjamín. —le entrego a mi padre una taza de café, mi amiga ya se fue y ahora estamos él y yo solos en mi apartamento para conversar el tema que a mi padre siempre lo ha irritado, Benjamín Castiglione.—Escuché lo mismo, no esperaba que lo hiciera, en fin, es su vida y eso no tiene por qué interesarnos. —hago mi mayor esfuerzo para no demostrarle que su regreso si me importa.—¿No te ha buscado, Hope? —me pregunta calmado, mi padre odia con su vida a Ben, no sé que pudo de malo haber hecho Benji para que lo odie tanto.—No, fuiste muy claro con él, ¿recuerdas?, y yo igual. Si has venido aquí a pedirme mantenerme al margen de él, está bien, igual no tengo ningún interés en acercarme. —Todo lo que hago es por tu bien, hija. Siempre he pensado que ese muchacho no traerá nada bueno para ti. Es un… Bastardo.—Papá, A veces hablas como si en realidad Benjamín significara mucho para mí.—¿Y no es así?, estaré viejo, Hope, pe
«Benjamín Castiglione»Desde la distancia puedo observar a Hope bailar con su amiga en medio la fiesta al cual han asistido este par de locas. No sé en qué cabeza, puede entrar la idea de salir a disfrutar cuando personas peligrosas aún andan detrás de ella esperando el momento para lastimarla, por el hecho de ella hacer su trabajo, Hope aún parece no comprender lo grave que ha sido haber dejado a ese hombre al descubierto.Hoy tenía una cena importante con la familia de mi futura esposa y no podía faltar, pero saber que Hope iba a salir de fiesta activo, mi lado protector y no iba a poder estar en una cena, tranquilo, cuando la testaruda de Thompson saldría a la calle a correr peligro, es como si le encantará ser raptada. Ella nunca a sólido aprender de sus lecciones.Por suerte esta noche sus adorados acosadores no tienen ganas de querer torturarla, todo aparentemente luce tranquilo en medio la fiesta, aunque no bajo la guardia ni me confío de la tranquilidad que brinda el ambien
«Hope Thompson»Benjamín me ha traído de vuelta a mi apartamento luego de haber pasado dos noches con él mientras recuperaba mis energías por haber tomado mucho, admito que fue agradable el cómo él se preocupó por mí y me preparo deliciosas comidas para hacerme sentir mejor del malestar que me estaba matando, he olvidado las docenas de veces que me tocó salir corriendo al baño a vomitar, pero luego todo cambió cuando me dio de probar su deliciosa sopa de pollo que me devolvió las ganas de vivir.—Bien, hemos llegado, ¿no ibas a pretender quedarte a vivir en mi casa, verdad? —volteo a verlo con incredulidad.—No, tampoco es que fue algo muy encantador estar contigo. «Eres tan mentirosa, Hope»—Por supuesto, lo que más disfrutaste fue de mi sopa, debería cobrar por mi servicio. —¿Serías tan miserable de cobrarme?—¿Por qué no?, fue de mi comida lo que comiste. —achico mis ojos y él se mantiene muy serio, pareciera que fuera en realidad lo de cobrarme.—¿Es en serio, Benjamín? —
Me ha mantenido preocupado el no saber de Hope en lo que va de semana, he ido a su apartamento y no está, también he llamado al periódico al que trabaja para ver si ha asistido y me han dicho que no, me resultó curioso que dijeran que ha estado indispuesta cuando la dejé aquel día frente al edificio donde vive en perfectas condiciones.Sé muy bien que algo sucedió, y que en este asunto, su padre Lorenzo, sus manos ha metido. Quiere mantenerla alejada de mí como sea.Lo que me parece curioso, es que no ha escrito o llamado para pedirme que no la busque, sería lo más correcto en tal caso de que él la obligará, o quizás estoy alucinando y ella solo está huyendo de mí por cuenta propia, algo que también podría ser eso. Debería ni siquiera pensar en eso cuando tengo que centrarme en otras cosas, como por ejemplo el hecho de que he estado evadiendo a Elizabeth. Ella en cualquier momento podría darse cuenta de que algo no está bien en mí, y eso sería un enorme problema para mí. Ni siquiera
«Hope Thompson»—¡Ben, Benjamín, no vayas allá, por favor! —me cruzo en su camino al conocer sus intenciones—. Si vas allá, él hará una llamada, y eso será suficiente para se lleven muy lejos a nuestra hija. Te pido favor discreción, Benji. —me toma con fuerza de mis brazos olvidando lo mucho que me duelen y me tambalea molesto.—¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! —me quejo por el dolor y le suplico que se detenga y no siga.—Benjamín, necesito que me escuches. No quería decirte para evitar esto mismo, sabía que en cuanto supieras la verdad querrías ir a buscar a mi padre, y eso ocasionará que se lleve a la niña lejos, muy lejos donde no podamos encontrarla. Está con una familia que la adoptó al nacer, ellos saben que soy su madre. Mi papá no quiso que yo la criara ni mucho menos que la presentará como mi hija por llevar tu sangre, nadie sabe de su existencia, nadie sabe que yo di a luz a una hermosa bebé. Él se ocupó de tenerme encerrada durante mi embarazo, y cuando di a luz lo h
«Hope Thompson»Estaciono mi auto una vez que llego a la mansión de mi padre, venir aquí no es algo que hago con constancia, pero hoy me llamó y me pidió que lo visitara para conversar sobre un tema de interés. Respiro profundo tratando de encontrar un poco de tranquilidad y de no demostrar lo nerviosa que me encuentro en este instante, temo que mi padre se diera cuenta de que Benjamín y yo nos miramos en secreto desde hace un mes, que fue cuando mi Ben conoció la verdad sobre nuestra hija. Es inevitable para mí no sentir miedo de un hombre que me ha demostrado su ira en varias ocasiones, y estar ahora de pies en la puerta de esta mansión me hace preocupar.Luego de unos segundos, abro la amplia puerta y paso, camino hacia el jardín, que es el lugar donde me espera para conversar de eso que dice él y es de mi interés.Estando ahí, él se da la vuelta y me sonríe, tiende su mano en dirección a una silla donde deberé tomar asiento, saludo a mi padre antes y después me siento con mi
«Benjamín Castiglione»—Benjamín Castiglione —abandono mi asiento solo para caminar en su dirección y estar cara a cara con el padre de Hope, quien ha venido a verme para seguro llenarme de amenazas—. Después de todo los rumores, si son cierto, has regresado sabiendo que no podías.—Los dos sabemos que un día volvería, no siempre me ibas a tener alejado de mi hogar.—¿La mugre?, digo, es que es ahí donde perteneces. —Ahora estamos iguales, señor. —Enarca su ceja y comienza a reírse.—Jamás estaremos iguales, porque aun cuando seas el CEO de esta compañía, nunca perderás el olor a pobreza y cloacas. No te sientas tan especial por tener muchos ceros en tu cuenta bancaria, de seguro eso será por poco tiempo. El que pertenece a la basura y sale de su mundo, siempre vuelve allí arrastrado por la brisa. —este hombre no tiene límites para ofender, humillar y discriminar a las personas, se considera un dios que por supuesto no es, si al menos entendiera, que es solo un hombre, un simple