AlbertoMiro a ese hombre, las cosas nunca salen de otro modo a como yo lo quiero. —Entonces señor Navas, cerramos el trato. —Estrechamos nuestras manos después de la gran firma.—Por supuesto mi querido socio, mi hija Monserrat se casará con usted en un mes, como lo estipula el contrato. —Río pues jamás pensé que sería tan fácil obtener la mano de Monserrat y lo que más me llena de gusto es que ella está de acuerdo o al menos eso dijo su padre, sé que Pablo hace todo esto por tener control total sobre las empresas, lo que no sabe es que después que logré casarme con Monserrat le tengo una pequeña sorpresa, ahora será mejor arreglar todo para mí boda con ella, así que terminamos el brindis y me despido de mi socio y próximamente suegro, salgo de la oficina con una sonrisa de oreja a oreja y al salir me encuentro con mi futura esposa quien al verme rueda los ojos como siempre.—Buenos días señorita Navas, usted como siempre hermosa —recalcó pues me encanta verla como se pone cuando la
MonserratLlegó hasta la oficina de mi papá, me pidió que viniera acá lo más rápido posible, nunca lo había escuchado tan afanado a que viniera.—¡No papá!, no lo pienso hacer —dije recalcando, mientras hablo con mi papá en su despacho. Muevo mis manos indignada.—Si no haces lo que te pido te juro que de mí no vas a volver a conseguir ni un solo peso. —No entiendo porque mi padre quiere obligarme a casarme, con un hombre al que no conozco y que además es mucho mayor, si lo sé tiene 36 años, pero no es justo, solo por hacer que su imperio crezca más.—Ya te lo dije, no se cual es tu empeño de casarme con el asqueroso de Alberto Cáceres. Alberto es el socio de mi padre, llevan años haciendo negocios; hace unos días Alberto Cáceres, vino a pedirle mi mano a mi padre y él muy gustoso de la vida aceptó. La verdad, él es atractivo ante la vista de todas las mujeres por acá, no obstante, para mí no es más que un hombre sin gracia, que quiere forzar lo que no se puede. Ahora entiendo la s
MonserratMe levanto a las 5:00 de la mañana como todos los días, voy y hago mi rutina de ejercicios aproximadamente una hora, después subo a mi habitación y me doy un fuerte baño con agua fría para tonificar mis músculos, salgo del baño y seco mi cuerpo, aplico mis cremas hidratantes, me pongo una blusa de mangas color blanco y un pantalón negro, escojo unos zapatos de tacón y tomó mi bolso y mi laptop, bajo y tomó desayuno que me prepara Lilia todas las mañanas, como siempre desayuno todo y levanto mi plato, siempre he sido de buen comer no soy de las mujeres que dejan de comer por una simple figura, subo y cepillo mis dientes y paso a la habitación de Mónica para darle un beso como todas las mañanas.—Despierta perezosa, se te va a ser tarde para la universidad —le digo llevándola de besos.—Solo dame 10 minutos más —dice aún somnolienta.—Princesa, ya es hora dale. —Le retiró todas sus cobijas para que se levantara a darse un baño.—Si no te levantas te voy a dar un castigo just
MonserratSon las últimas palabras que escuche de mi padre pues se entró llevándose consigo a Mónica que lo único que hizo fue llorar y gritar hasta desgastar su garganta, mira como un guardaespaldas de mi papá toma mi auto tirando al suelo todas mis pertenencias, recojo lo poco que no logró arrebatarme papá y tomó la pequeña maleta que Lilia logró sacar para mí, caminó sin rumbo alguno totalmente mojada pues ha empezado a caer un fuerte aguacero dejando todo lo que llevaba puesto mojado, miro en mi cartera y veo que tengo las tarjetas de crédito, camino hasta ver un cajero dónde poder retirar algo de dinero, pues tengo mi cuenta aparte de la empresa.Llegó hasta un centro comercial y me dirijo hasta el cajero para sacar algo de dinero, introduzco la tarjeta y gracias a dios mi papá todavía no ha bloqueado mi cuenta personal, introduzco mi clave y sacó la mayor cantidad de dinero posible hasta cuándo mis transacciones quedan bloqueadas pero con lo que logré sacar será suficiente como
MonserratEstoy en el centro de la ciudad donde se encuentra la mayoría de empresas sé que no dudará mucho tiempo en conseguir trabajo, mi mirada se centra en una empresa grande de exportaciones, camino hasta estar al frente del imponente edificio, e ingreso adentro todo es lujoso los pisos son de mármol y sus paredes son blancas dándole un toque de sofisticación al lugar, al fondo del lugar se encuentran tres jóvenes que por cierto son muy hermosas, camino moviendo mis caderas de lado a lado como si se tratara de una reina—Buenos días señoritas, disculpé vengo por el anuncio —señaló la hoja donde que descargue horas antes—Si claro siga hasta al fondo y sube hasta el piso treinta allí les hacen la entrevista, —sonrió al escuchar esas palabras puse sé que ese puesto es mío—Gracias es usted muy gentil —digo al esbelta rubia que me atendió recibo mi gafete y como me dijo la rubia hago camino por el pasillo hasta el fondo donde se encuentran los ascensores oprimo el botón que me lleva
Alberto CáceresDías antesHace dos días que la vi y estaba más hermosa que la última vez que la vi, sé que no me ama, pero yo la voy a doblegar.—¿Entonces Santiago, dime no confías en mis capacidades como para enamorar a Monserrat Navas? —le digo a mi amigo y socio.—Claro que confío en tus capacidades, lo que no creo es que llegues a nada con la amargada de Navas, pues nunca se le ha conocido un novio y mucho menos pretendientes.—Pero, ¿por qué hablas así de ella si ni siquiera la conoces? —Me río por las ocurrencias de mi amigo.—Lo sé, pero es lo que la gente murmura, —niego con la cabeza—Sabías que no puede dejarte llevar por lo que dice la gente, si en verdad no lo tratas —responde—Bueno ya que veo que estás en modo defensa, apuesto un millón de dólares que ni siquiera llegas a primera base con Monserrat Navas. —Vaya esto va enserio hasta que sacó su chequera.—Acepto, pero un millón no es muy poco, mejor que sean cinco —digo serio, pues sé que a Santiago le encanta apostar
Mónica.Voy llegando a la casa muy exhausta de tanto estudiar, tocó la puerta tres veces para que sepan que llegue y me abran la puerta necesito descansar, viene Lilia, y me abre la puerta, ella siempre es muy especial se preocupa mucho por Monserrat y yo.—Niña Mónica siga, le preparo algo de cenar—, me sonríe de una manera muy tierna.—No te preocupes no tengo hambre, quiero descansar han sido días muy difíciles y no puedo dejar de pensar en mi hermana me preocupa mucho—, Agachó mi mirada y de mis ojos caen lágrimas incontrolables.Voy subiendo las escaleras, quiero ver a mi papá, pero extraño tanto a mi hermana a veces siento odio y repugnancia por mi papá por todo lo que le ha hecho a Monserrat, voy caminando por el pasillo hasta llegar a la habitación de Monserrat ver sus cosas me hacen sentir impotencia y frustración por no ayudarla, ella merece que le pase lo mejor del mundo es una muy buena persona, no merece estar viviendo lo que le está tocando vivir por culpa de mi p
Monserrat.Acaba de amanecer, estoy rendida, no dormí nada, no soporto más esto… Tengo que solucionar algo, me levanto rápidamente aunque muy adolorida no tuve ni un poco de comodidad, me arreglo con lo que aún conservo y tomo mis cosas, bueno las pocas que tengo, salgo a la calle y voy caminando muy deprimida por todo lo que he tenido que pasar por culpa de mi papá me es muy difícil no sentir rabia hacia él, no puedo creer que su ambición sea tan grande para que no le importa sacrificarme a mí que soy su hija, lo único que me tranquiliza es que mi papá no le haría daño a Mónica, eso es algo que me da seguridad, no me importa voy a demostrarle que sí puedo sin su ayuda. Sigo caminando alguien debe necesitar una persona para trabajar, hay una agencia de viajes voy a preguntar, por mi experiencia dirán que sí.—Buenos días señor, vengo a preguntar si hay alguna vacante para un empleo, lo que sea no importa, quiero y necesito el trabajo. —Lo miró a los ojos.—No hay nada para usted n