Inicio / Romántica / Jaula liberada / CAPITULO 1: ¿Zara, que hace?
Jaula liberada
Jaula liberada
Por: Lisbeth Lazaro
CAPITULO 1: ¿Zara, que hace?

Las personas para poder convivir en armonía, ya sea en el trabajo, familia o pareja; ocultamos algo que nos avergüenza o nos da miedo que otros se enteren. La otra parte de nosotros, que se esconde y a veces lo dejamos en libertad. Algunos dirán que esto no es cierto, pero todos tenemos una parte de nosotros que no queremos mostrar. Pero qué pasa si nunca hemos descubierto o nunca lo hemos liberado nuestro ser, ¿Qué podría pasar?...

- Hoy quiero darle una sorpresa a mi enamorado por su cumpleaños, estoy muy emocionada a pesar de que no lo quiero mostrar, le voy a comprar su bebida favorita e ir departamento - pensé.

Tienda de Starbucks a las 6 pm

- Señorita, me da un capuchino de chocolate con leche de almendra, también un Ice Americano y dos brownies de chocolate.

-¿A qué nombre?

- El capuchino con el nombre Zara y el otro Max

- Zara, qué bonito nombre- susurro un hombre.

- Creo que escuche mi nombre o me lo habré imaginado- pensé.

Le entregan su pedido, cuando va salir, se tropieza con alguien, sin verlo le dice- Lo siento mucho, ¿estás bien?-

- Estoy bien, no te preocupes...no fue nada, parece que tienes prisa, es mejor que vayas.

Zara se despide sin mirarlo y se retira del lugar.

- Espero verte otra vez- susurró él.

Una hora después...

Mientras Zara caminaba hacia al departamento, recordaba que era la primera vez que se enamoraba, parecía incierto, nunca antes había pasado, su vida amorosa era cero, sus compañeros de la universidad lo molestaba con un chico llamado Darlyn, pero a ella ni le interesaba y nunca lo avía visto; los demás tenía un concepto de ella que es una chica inocente, fría y madura; en parte era verdad, pero inocente no era tan cierto, lo que no sabía es que ella le gustaba leer o ver series +18 (erótico), pasaba horas en eso y gracias a eso, su pensamiento también era más atrevida, aunque por fuera no lo expresa. Cuando Max le pidió ser enamorada, ella no sabía qué responderle, era lo más cercano a sus estándares; entonces le pidió una semana para pensarlo, cuando pasó ese tiempo, ella aceptó.

En el departamento...

Zara llega al departamento, mete la llave, noto que no tiene seguro, -¡así que él está dentro!-pensó, abre la puerta y grita -Maxxxx... ¿Dónde estás?- , pero él no le contesta, se escucha una voz femenina -¡mmm..ah, ah, ahhh!-, al escuchar ese sonido, ella trataba de convencerse de que no era cierto lo que pensaba, cuanto más se acercaba a la habitación, el sonido era más fuerte -¡ah, ah, ahhh, siiii!--tap,tap,tappaso seco..., se paró justo detrás de la puerta, no pudo abrirlo, su cuerpo se congeló.

- ¡mmm..ah, ah, más profundo , asiii! - gemidos femeninos.

- ¡arf, arf!,¡gr, gr!, ¡mmm!- gemidos masculinos.

Cada vez que escuchaba, le daba más cólera y miedo de sí misma, quería restregarle en su cara su relación, tenía ganas de llorar, quiere entrar, pero no quiere que ellos la vean así, -Zara, esto no es tu culpa, cálmate, cálmate- se susurraba para sí misma, tenía que calmarse, pero no podía más, así que... ¡PLAN...! - portazo.

Max a mirar a Zara, salta de la cama diciendo...

- ¡ZARA..., te lo puedo explicar! - se viste con rapidez y le jala del brazo, mirando a los ojos, él hablaba  pero en ese momento ella no podía escuchar nada y no podía articular ninguna palabra.

- Tú eres la noviecita de Max, lo siento que te hayas enterado de esta forma-con una sonrisa sarcástica.

- ¡TÚ, CÁLLATE!-levantó la voz Max.

- Eres Zara, verdad, no te importaría salir y dejarnos solos, como verás tenemos que disfrutar...-voz burlona.

En ese momento algo en ella queria salir desesperadamente, como si tuviera una jaula en lo mas profundo de de ella, que encerraba su verdadero ser esta encerrado y que ahora esta golpeando con fuerza, pero algo lo detiene.

- Miralo, esta asustado, el miedo lo esta consumiendo y tú eres la única que tiene el control, ¿qué vas hacer?- una voz seductora acechaba en los pensamientos de ella. Toda tristeza y la rabia que sentía en ese momento, se van desvaneciendo, dejándole con un mal sabor en la boca, sus ojos parecía que en cualquier momento podría traspasar el alma.

- TÚ, sal de aquí..., una PERRA no deben estar en MI DEPARTAMENTO- señalando a la mujer con una voz seca y autoritariaera mentira de que era su departamento, solo quería que esa mujer se fuera y lo dijo sin pensarlo. La mujer sintió un escalofrío que recorría en todo su cuerpo, llenándose de rabia.

- ¡A QUIÉN CREES QUE LE ESTAS DICIENDO PERRA! - 

Zara se dirige a ella, su mano se está a punto de golpearla, ella automáticamente cierra los ojos, cuando se pone al frente a ella.

- Te dije que salgas- con voz autoritaria y fría, la mujer aparta la mirada y decide retirarse rápidamente, dejando sola a Zara y a Max.

- Zara, discúlpame, sé que esto estuvo mal, por favor déjame explicarte, yo...en verdad me gusta...- mirando a los ojos de ella.

Zara se dirige a él y lo avienta con fuerza a la cama diciendo - Dices eso, cuando lo estabas disfrutando mucho, te escuche ... cada maldito sonido que salía de tu boca-, ella se acerca su pie en su miembro de Max, con una aura inquebrantable.

-Crees que debo creerte..., cuando empezamos a salir, fui muy clara al decirte que...cuando ya no sientas nada por mí, era mejor que lo dijeras y no traicionarme, pero que hiciste...- mirándolo a los ojos.

Su pie frota su miembro de él y agarrando su cabello hacia atrás levemente, él a ver su atrevimiento le dice sorprendido con voz agitada -Zara, que hace... espera, tú... Ah... Ah... No eres así-

Algo en ella se encendía cada vez que escuchaba su voz de Max suplicando, quería escuchar más de esa voz, por rato olvidaba lo que había pasado, él nunca la había visto a ella de esa forma, era todo lo contrario, pero cada vez que ella lo tocaba y lo miraba se sentía más excitado. Zara apartó su pie y se acercó a sus labios, dejando unos pocos centímetros, ellos podían sentir su respiración caliente.

Max..., qué debo hacer - susurrando.

Mirando a los ojos, él respondió susurrando - por favor perdóname- sus manos recorría por las piernas de ella; sus labios de él se acercaban a los labios de ella, pero ella se aparta bruscamente de él y camina hacia la salida del departamento.

Él se quedó impactado por lo que acaba de pasar, se sienta en la cama, se soba el rostro diciendo -Ainss..malditasea, si no fuera por esa perra de Sandra, nada hubiera ocurrido.., Zaraa ashh..., ¡vas a volver!- con los ojos cerrados.

Max en toda la noche no podía dejar de pensar en Zara, en sus ojos, en su voz, en cada toque, con solo recordarla encendía su ser, quería tenerla cerca de él, quería hacerla suya; era la primera vez que eran tan atrevida, su relación solo tenía cuatro meses aun así quería tenerla entre sus manos, pero no lo hizo, porque quería ir despacio, quería que ella se sintiera cómoda con él...ya que es su primera pareja. Ahora podría perderla a la mujer que quiere y todo porque no se pudo negar a estar con Sandra.

Una hora después...

Aunque él quiso ir detrás ella, sabía que sería peor, aún que él está preocupado porque no sabía dónde se había ido y si ella está bien, decidió llamar a su mejor amigo Daniel, el hermano de Zara.

........................ Llamada .......................

- Halo - voz del hermano

- Hola, Daniel, soy Max, quería saber si Zara llegó a casa- con una voz neutra.

A otro lado de la conversación, Daniel pensó que algo había pasado, notaba irregurar de su voz , a pesar que trataba de ocultarlo.

- Sí, ella está en casa, acaba de entrar a su cuarto..., no sé qué pasó entre ustedes, pero si me entero de que lastimaste a mi hermana, simplemente aléjate de ella o te verás conmigo, eres mi amigo, pero ella es lo que más aprecio...-corta la llamada.

- ¡Espera Daniel!, no..., ahora que hago- se soba la cara.

.....................Fin de la llamada................

En el cuarto de Zara

Zara al llegar a su casa, rápidamente va su cuarto y cierra la puerta con seguro, se va al baño y se mira sin poder creer que había hecho, se lava la cara, tratando de enfriar su rostro que está caliente, estaba avergonzada, al mirarse al espejo recordaba la escena de Max encima de esa mujer, unas lágrimas surgieron y no podía detenerlos.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo