Capítulo treinta y seis: Un grito eterno*Narra Warren Grant* Mi padre sostiene mi cuerpo encorvado mientras grito de dolor por lo que ven mis ojos. No puedo creer que tenga que vivir este dolor inmenso.La familia de mi esposa llega no menos silenciosa que yo y es Bruce Collins quien toma a Christa por el cuello y la alza hasta que parece que la va asfixiar mientras me dejo ir en llanto sobre mi padre.Todos nos rompemos por igual.Hay gritos, reclamos...llanto y dolor, mucho dolor por todos lados y entonces Antón se lanza al mar. Mi hermano es como una bestia que no le teme a nada y aunque tenga los defectos que tenga, siempre ha sido mi apoyo. El ancla que lanzo a tierra para mantenerme firme y esta vez no es distinto. Mi madre le grita, consuela a su vez a mi suegra y entonces Brianna va tras su marido.Mientras Bruce intenta no asesinar a la mujer que ha causado todo esto, nuestros hermanos nadan hasta lo que arde en llamas en medio del mar.—Llama a la guardia costera y los bo
Capítulo treinta y siete: Sobrevivirán*Narra Warren Grant* Todo el trayecto en ambulancia es terrorífico. Ella no despierta, los paramédicos anuncian que está en coma profundo probablemente por la ayuda a su condición, de una anestesia innecesaria.—Tendremos que corroborar todo cuando se hagan estudios en el hospital pero es lo más probable —me informa el medico.La van conectando a un montón de maquinas y ventiladores artificiales que dan la sensación de que va a morir. Pero yo sé que no. Ella no moriría. No lo hará. Puedo dudar de mucho y hacerlo de todo pero nunca de la capacidad de supervivencia de mi mujer.Efectivamente llegamos al hospital y la ingresan en cuidados especiales pata gestantes mientras yo me reservo una habitación al lado de la suya. No sacaré un pie de aquí hasta que ella no lo haga conmigo.Dejo a mi hermano encargado de la situación del cuerpo de Jake y de avisarle a su familia, así como enviar aviso a la hija de Henry que era su amante. También entre él y
Capítulo treinta y ocho: Vivir eres tú *Narra Warren Grant*Me dejo caer por los azulejos del quirófano hasta que el suelo soporto el peso de mi dolor, la derrota... la pena.Todo se vuelve triste, lúgubre a mi alrededor y entonces florece otra vez.Me siento como una naturaleza muerta, marchito pero vivo. Volviendo a sonreír.Brooke despierta, los médicos siguen trabajando en ella mientras la veo perdida entre tantas caras que no conoce y entre todas ellas me busca, o los busca.—Traigan los bebés —alguien grita.No sé como lo hago pero entonces lo entiendo: ella ha despertado al oír a su hijo llorar. Ese último intento por la vida se lo debe a él, a nuestro bebé que la esperó para traerla de vuelta.Me acerco como levitando, como si no hubiese nadie en mi camino que me impidiera encontrarla. Siento que lucho contra dragones por verla otra vez. Por reflejarme en esos ojos que tanto amo y ser un testigo en primera fila de todo el amor que queda en ella guardado para sus hijos.No ent
Epílogo: Candidatos al amor*Narra Brooke Collins de Grant*(Doce años más tarde) —Buenos días, primera dama —sonrío y me muevo bajo su cuerpo.—Buenos días, señor presidente —me doy la vuelta rodando bajo su fornida y adorada para mí, figura y soy suya en ese gesto.Se acomoda entre mis piernas, mis manos suben a su cuello, mi boca a la suya y cuando me quiero dar cuenta estamos gimiendo en un tórrido beso que por muchos años que pasen, nunca dejamos de darnos al amanecer.Seguimos siendo como aquella pareja de enamorados furtivos que se escondía para amarse, que luchó contra el odio de dos familias por salvar su amor y que luego de mucho, logró salir adelante detrás de un trasfondo vengativo y turbio que terminó en el fracaso de estúpidas amenazas que lo único qué, paradójicamente consiguieron fue unirnos como familia. El fin de todo lo malo vino de algo muy malo que repercutió en un final feliz. Asunto increíble pero cierto.—Te deseo —arrastra las palabras en mi oído. Se le caen
Prólogo: Juego de Ricos*Narra Maia Miller*Amar en las sombras no es nada fácil. Ser la otra, el secreto, la mentira, la traición y la definición de todo lo que está mal... Es algo que acaba por consumir la más grande historia de amor.Me llamo Maia Miller, soy la jefa de prensa y amante del hombre que está ahora mismo en el estrado del palacio de gobierno, recitando el discurso de envestidura que yo escribí para él, sin imaginar que hay mucho más que un ascenso a la presidencia esperándole esta noche.Mi esposo y su mujer están allá arriba, a su lado, recibiendo la gloria de una campaña que me ha costado sangre, sudor y lágrimas. Mientras acaricio mi vientre con ternura, me duele saber todo lo que él va a perderse de nosotros cuando sea el máximo dirigente del país. Bruce recita para las cámaras y hace círculos con uno de sus dedos sobre la sortija que le regalé, mientras yo me muerdo los labios para no llorar.Me mira, le sonrío sin alegría y él vuelve a su fachada de hombre perfe
Capítulo uno: Todo ha terminado~Seis meses antes~*Narra Maia Miller*Siento el calor en mi entrepierna mientras los labios que ya conozco de memoria besan mi boca. El latido incesante de mi corazón me corta la respiración. Sus dedos me torturan sin piedad, yo gimo sin control. Sé que está mal, que no es correcto, pero... lo quiero. Lo he querido desde el día en que lo conocí. —Mírame, Maia —ordena con voz ronca—. Déjame ver esos ojos de hechicera. —¡Bruce! —jadeo con desesperación. El éxtasis llega con la velocidad y el ímpetu de un rayo. Sin embargo, él no me da tregua y me posee con su virilidad, llevándome hasta el recóndito más oscuro del abismo. Una, dos, tres... pierdo la cuenta de sus feroces embestidas, así como de las veces que grito su nombre. —Quédate a mi lado —le veo tan vulnerable como nunca antes—. Se mía para siempre. Quiero serlo, es lo que siempre he querido, pero... —No voy a ser el sucio secreto del Senador Collins —declaro con pesar. —Será temporal, yo
Capítulo dos: El reencuentro*Narra Bruce Collins* "¡Candidato favorito a la presidencia de los Estados Unidos de América!"Observo el titular del "Washigton Post" mientras bebo mi descafeinado sin azúcar y todavía no me creo lo que me ha costado llegar aquí. Incluso pienso en todo aquello a lo que he renunciado para ser presidente del país más importante del mundo; pero estoy a punto de lograrlo. Ya no queda nada.Aspiro a convertirme en el hombre más poderoso de todo el planeta, así como el más asediado. Me siento orgulloso de mí mismo, sintiendo únicamente cierta pena porque no tenga con quien compartir mi triunfo... Mi padre ya no está y mi madre es como si tampoco lo hiciera, puesto que nunca ha superado su muerte.No tengo hijos y soy el tipo más jóven de la historia en aspirar a presidir América. Y como si el destino se estuviera riendo de mí en este justo instante, la puerta de mi despacho se abre. Mi señora esposa entra con su habitual línea recta incrustada en esos labio
Capítulo dos: Recuerdos*Narra Maia Miller*Pensé que estaba preparada para este momento. En verdad me sentí lista para enfrentarme a él nuevamente, para tolerar su cercanía sin que cree estragos en mí... pero he fracasado de manera estrepitosa. Me sudan las manos. El miocardio late tan fuerte dentro de mi pecho que casi puedo pensar que me está dando un infarto. Podría jurar que siento el bombear de la sangre en mis venas y todas mis arterias se ponen de acuerdo para latir descontroladas frente a él, el mismo hombre que no puedo olvidar y al que hace exactamente un año y dos meses, tuve enterrado profundo dentro de mí mientras ambos jadeábamos en la boca del otro. —¡¿Bruce, estás bien? —su esposa le reclama y él parece no poder apartar sus ojos de los míos. La mano de Gerald que permanece en mi espalda, avanza un poco hasta mi franja dorsal y presiona allí, en un intento por motivarme para que rompa el clima extraño que se ha creado a raíz de mi presentación. Yo no creí que me re