POV LIAMCorría para tratar de alcanzar a Dalia, cuando vi que estaba por subirse a un taxi aceleré para evitarlo.No había manera en el mundo en que dejara que se fuera de esa forma.—Tú no iras a ningún lado —expresé, cerrando la puerta y agarrándola—. Nos vamos a casa y lo arreglaremos allá.—¡Yo no iré a ningún lado contigo! ¡suéltame! —empezaba a gritar, llamando la atención de las personas alrededor.—Basta Dalila, estás haciendo una escena y no quiero que mañana estemos en primera plana —eso hizo que se detuviera, dejándose llevar hasta donde tenía parqueado mi automóvil—. Sube.Bufó y así lo hizo, cerrando de un portazo la puerta.Ok, jamás había tenido que tratar con Dalila altamente celosa y peligrosa. Era algo nuevo para mí y no tenía ni puta idea de que hacer. Yo lo había buscado, así que tenía que enfrentarlo.—Quiero aclarar que no conozco a esa mujer, jamás en mi vida la he visto y —me cortó de inmediato.—Detente, no quiero saber nada sobre esa mujer que evidentemente
Me detuve un momento e inhalé hondo, tenía que estar consciente de que estaba sucediendo, que esto era real y no un puñetero sueño en el que terminaría despertándome tarde o temprano, era tan malditamente real que dolía…y mucho. —¿Por…qué te de-detienes? —preguntó. Ambos estábamos desnudos, en mi habitación y simplemente tuve que detenerme antes de penetrarla, tenía que asegurarme que estaría bien y que no sufriría un paro cardiaco o peor, que terminara viniéndome apenas intentara entrar. Eran muchas cosas las que pasaban por mi mente justo en este momento. —¿Estas segura? —fue inevitable no preguntar, aunque recordara algunas cosas, no recordaba todo un cien por ciento y eso me daba nervios—. No quiero hacer nada que no quieras, nunca te obligaría. —Liam —agarró mi rostro entre sus pequeñas y suaves manos—. Quiero hacerlo, lo deseo, lo anhelo…no hay nada que quiera mas en este momento, que…esto. Una sonrisa se abrió paso por mi rostro al escucharla, cuando la veía, cuando veía s
—No puedo creer que solo nos falte un año para terminar con la carrera, es emocionante. Escuchaba hablar a Gabriella mientras veía las casas pasar. Hoy habíamos terminado con el último parcial que teníamos y estábamos muy seguras de que habíamos pasado y con ello, habíamos entrado a nuestro último año de medicina, que sería el famoso internado. —Lo sé, es emocionante —susurré. Sentí un golpe en mi brazo e inmediatamente volteé a mirarla. —¿Qué pasa, Alessia? —preguntó preocupada—. Sé que estás emocionada, pero hay algo que te preocupa evidentemente. Inhalé hondo y suspiré. —Es mi padre, creo que está en problemas o lo estará…hace unos días lo escuché pidiendo tiempo para un pago —fruncí mi ceño y negué exasperada—. He querido saber, pero sabes que es muy cerrado. —Si necesitas algún préstamo o lo que sea, mis padres pueden ayudar, ¿está bien?Asentí de inmediato, la familia de Gabriella era millonaria, todo lo contrario a la mía, habíamos tenido en algún tiempo los mismos lujos
Empecé a abrir lentamente mis ojos y llevé mis manos por instinto a mi cabeza, me estaba doliendo y casi no recordaba lo que había sucedid…¡Esperen! Me levanté abruptamente, sorprendiéndome con lo que mis ojos veían. ¿En dónde estaba?, ¿qué había sucedido? Mis recuerdos estaban llegando y lo último que pasó es que… había estado apunto de ser golpeada, pero él… él me había salvado. ¿Quién era ese hombre?, ¿él me había traído aquí? —preguntaba mentalmente, empezando a sentir terror por mi vida. La puerta del hermoso cuarto en el que me encontraba se abrió y salté de la cama para intentar agarrar lo primero que encontrara, tenía que defenderme, pero no fue necesario, el hombre que me había salvado anteriormente estaba ahí. Un alivió me recorrió al ver que era él y no aquel hombre que quería venderme.—Tú —susurré—. Gracias por ayudarme. No respondió, solo terminó de entrar y cerró la puerta, todo esto con su mirada fija en mí, me resultaba demasiado intimidante, muy diferente a l
POV VALENTINO MARCHETTI—Creo que yo debería asistir a las próximas reuniones, ser tu reemplazo —comentó de repente Enzo, mi mejor amigo. ¿De qué carajo estaba hablando?Detuve mi lectura de los documentos de la nueva propiedad que estaba por adquirir y pregunté. —¿Por qué? —fruncí mi ceño—. No lo entiendo. —Bueno, te casaras en dos días, ¿la luna de miel? —canturreó con su estúpida sonrisa, si seguía haciéndolo se la quitaria de un golpe. . —¿Qué luna de miel?, ¿de qué hablas, Enzo? —si para él esto era algo divertido, a mi no me hacía ni una puta gracia—. Sabes perfectamente en los términos en los que me casaré. Aún más importante, Alessia no me provoca absolutamente nada y seguro soy la persona que más odia en su vida, la única acción que habrá en esos días, es ella queriendo matarme cuando duerma. Empezó a reír sin parar y solo bufe. —Te lo aseguró —dije burlonamente. No tenía mucha paciencia y Alessia hacía que la poca que tenía, se esfumara por completo, tenía que control
Miré el anillo en mi dedo por lo que parecieron horas y es que, no lograba aceptar la cruda realidad, acababa de casarme e iba en un automóvil junto con quien ahora era mi esposo, camino a un lugar totalmente desconocido para mi, pues este no era el camino a su casa, ni ese simple hecho de no saber a dónde me dirigía llenó mis pensamientos, solo podía pensar en una sola cosa y era … Me había casado —pensé, mientras lo veía de reojo. No sabía nada de él, solo su nombre y me daba temor, le había dado el sí a una persona que no conocía para nada, solo podía esperar que tuviera consideración conmigo. La ceremonia no había durado tanto, al menos para nosotros, pues se excusó en que tenía un regalo que darme y era algo privado, pero claro que no tenía nada que dar, solamente no le apetecía seguir fingiendo una falsa felicidad y lo entendía, pues yo empezaba a llegar a mi límite de tolerancia. Aunque había aclarado que era algo privado, no habíamos podido deshacernos de los reporteros, p
POV VALENTINO MARCHETTI—Pensé que era una broma cuando me llamaste —comentó Enzo en cuanto me vio. Le había llamado en el camino para encontrarnos en mi discoteca, no estaría nadie más que nosotros y los barmans, necesitaba hablar con alguien y Enzo era la mejor opción, me conocía y siempre me diría la verdad, por muy cruda que fuera. El casarme con Alessia, era un tema que me tenía agotado, enojado, yo tampoco había querido que las cosas fueran de esta manera, el tener que casarme por el poder, era algo que jamás había pensado que tendría que hacer, pero aquí estaba, recién casado. —Necesito despejarme y varios tragos junto con mi mejor amigo me ayudarán —respondí sinceramente, encogiéndome de hombros. —Siempre, hermano —asentí y me senté a su lado.Pedí una botella de whisky y procedí a llenar los vasos. Cuando bebí el primer trago, el líquido quemó mi garganta lentamente, segundos después empezaba a relajarme y era justo lo que necesitaba en estos momentos. —¿Cómo está la non
POV VALENTINO MARCHETTI—Creo que ya es hora de irme —anuncié después de beber el último trago del día. Ya llevábamos más de tres horas aquí, aunque el hablar de mi ex y el maldito de Stefano, había dañado mi mal humor, había disfrutado de la velada al lado de Enzo, hace mucho que no tenía un rato libre donde simplemente bebía un par de copas con mi amigo y hablar de la vida, estos pequeños momentos son especiales debido a que no ocurren mucho, pero ya era momento de volver, no quería que Alessia estuviera tanto tiempo sola, tal vez necesitaba algo o…¿Qué mierda acababa de pensar? Me importaba un carajo si llegara a necesitar algo, tenía que estar agradecida con lo que le había dado y es que era mucho, había gastado demasiado para que su estadía por un año en mi casa sea placentera y la sintiera como un hogar… claro, un hogar temporal. —Está bien, vete, yo me quedaré un rato más —asentí y me despedí. En el camino a casa fue inevitable no pensar todo lo que había acontecido última