POV VALENTINO MARCHETTI
—Pensé que era una broma cuando me llamaste —comentó Enzo en cuanto me vio.
Le había llamado en el camino para encontrarnos en mi discoteca, no estaría nadie más que nosotros y los barmans, necesitaba hablar con alguien y Enzo era la mejor opción, me conocía y siempre me diría la verdad, por muy cruda que fuera.
El casarme con Alessia, era un tema que me tenía agotado, enojado, yo tampoco había querido que las cosas fueran de esta manera, el tener que casarme por el poder, era algo que jamás había pensado que tendría que hacer, pero aquí estaba, recién casado.
—Necesito despejarme y varios tragos junto con mi mejor amigo me ayudarán —respondí sinceramente, encogiéndome de hombros.
—Siempre, hermano —asentí y me senté a su lado.
Pedí una botella de whisky y procedí a llenar los vasos. Cuando bebí el primer trago, el líquido quemó mi garganta lentamente, segundos después empezaba a relajarme y era justo lo que necesitaba en estos momentos.
—¿Cómo está la nonna de Alessia? —preguntó minutos después.
En el camino había tenido una conversación con el médico que estaba llevando su caso, era el mejor del país y le había dado una suma muy generosa para que estuviera disponible las veinticuatro horas, de los siete días de la semana, por si había una complicación, pero claro, eso jamás lo diría en voz alta.
—Ya empezó su tratamiento, por ahora se encuentra estable y espero que siga así —respondí, viendo el vaso en mis manos—. Si ella muere, Alessia quedaría destruida.
No entendía la razón, pero no quería que pasara por lo mismo que yo hace unos años atrás, con la muerte de mi nonno (abuelo).
—Es la única persona que tiene, claro que lo hará. Espero que mejore pronto —sirvió otro trago—. Por cierto —me miró unos segundos confundido y preguntó—. ¿Dónde está, Alessia?, ¿en donde la dejaste?
—En nuestro nuevo hogar, quería darle espacio y que terminara por asimilar que nos casamos, así quedó allá, sola en su nueva casa.
—¿Sola? ¿la dejaste sola? —me miraba como si aquello era algo loco.
—Sí, ¿hay algún problema? —quise saber, viéndolo minuciosamente.
—Pues, ¿y si se va?, ¿si escapa? —negué rápidamente, ella no haría algo como eso—. ¿Por qué estás tan seguro?, ya dejó dicho que quería su libertad.
Y todavía la seguía queriendo, pero era muy inteligente como para escaparse.
—No hará nada que ponga en peligro la vida de su abuela, por eso lo sé —respondí simple.
La verdad es que Alessia era como un libro abierto para mí, era muy transparente o simplemente podía leerla muy fácil.
Enzo empezó a reír de repente, mientras negaba sonriente. No entendía qué había dicho o que estaba sucediendo.
—¿Qué m****a te pasa? —inquirí, empezando a encabronarme, algo me decía que yo era la razón de su estúpida risa.
—Te gusta Valentino, y será cuestión de tiempo para que te enamores de ella —soltó seriamente, no quedaba nada de diversión en él.
Ahora era yo el que reía amargamente.
¿Como se le ocurría decir algo tan idiota como eso?, ¿gustarme?, ¿llegaré a enamorarme?
Sí, claro —pensé sarcástico.
—A veces dices cosas muy estúpidas, Enzo —dije, dándole unas palmadas en la espalda—. ¿Acaso no recuerdas lo que pasó la última vez?
Suspiró pesadamente y asintió.
—Claro, si desde eso mi mejor amigo cambió por completo, pero tienes que entender que no puedes cerrarte al amor por haber tenido una pésima experiencia anteriormente, no todas las mujeres son iguales y creeme, Alessia es totalmente diferente a tu ex novia Lorenza. Sabes que es así.
Aunque no le di mucha importancia a sus palabras, esas palabras se quedarían por mucho tiempo en mi mente … meditando en ellas.
—No me interesa averiguarlo, todas las mujeres son iguales —nos serví otra ronda y rápidamente deje que ese líquido me quemara, ya me sentía completamente relajado—. Me enamoré, me enamoré como nunca, era un maldito estupido enamorado que no veía más allá, le creía, confiaba en ella, le confié mi vida, le propuse matrimonio y que hizo ella —apreté mi mano en un puño y golpeé la mesa—. Me traicionó y no con cualquiera, claro que no, con mi enemigo, ¿sabes lo estupido que fui, cómo dejé que me viera la cara y como quedé delante de papá? —chasqueé mi lengua—. De solo recordarlo me dan ganas de golpear a alguien. Juré que no me volvería a enamorar y lo cumpliré, el amor te vuelve débil y jamas lo seré de nuevo, no dejaré que nadie vuelva a traicionarme.
No respondió de inmediato, pero sabía que tenía más por decir, así que cuando terminó la bebida de su vaso, habló.
—Alessia es diferente Valentino y tienes que tenerlo presente…siempre, ella no es como la interesada de tu ex, jamás será como Lorenza, entre más rápido lo entiendas, mucho mejor.
—Y aunque fuera cierto lo que dices, no siento nada por Alessia, solo me case con ella para tener el control completo de la mafia Italiana, por nada más y tu lo sabes.
—Hablando del control, ¿ya por fin te lo cedieron? —el tono de preocupación en su voz me hizo saber que estaba pasando algo de lo que aún no estaba enterado.
—Sí, papá no jugaba con su advertencia y aun después de muerto cumplió con su palabra, estás hablando ahora con el jefe de la mafia Italiana —sonreí con orgullo.
—Esto amerita otro trago —asentí—. Brindo para que encuentres la felicidad, para que la mafia italiana crezca y se convierta en la mafia europea, sé que lo lograras amigo, siempre estaré ahí para ayudarte.
—Salud —brindamos y esperé pacientemente por más de media hora a que hablara, pero al ver que no lo hacía, me adelanté—. Sé que esta pasando algo, ahora sueltalo Enzo, entre mas rapido lo digas, mejor.
—Tengo noticias de Lorenza —la ira me inundó rápidamente, algún día tendría que vengarme de ella, solo tendría que ser paciente, la vida se encargará de ponerla en bandeja de plata.
—Cuéntame —pedí.
—Se casó con tu enemigo, Stefano y juntos están intentando quedarse con el poder de Francia y tienen métodos muy desleales y bastante duros, es la única manera de poder derrotarte a ti, hay rumores que están tratando de poner a los suburbios en tu contra.
—Eso sería un suicidio para ellos, saben de que lado tienen que estar, pero se los recordaré —en ese momento entendí todo, entendí que el unico enamorado habia sido yo en esa relación—. Esa fue la razón por la que me traicionó, ¿sabes? y recién puedo encajar el rompecabezas —comenté de repente—. el poder, en el pasado le interesaba mi estatus, mi dinero y seguro cuando se enteró que Stefano podría tener más poder que yo, eligió traicionarme. Acabaré con ellos.
POV VALENTINO MARCHETTI—Creo que ya es hora de irme —anuncié después de beber el último trago del día. Ya llevábamos más de tres horas aquí, aunque el hablar de mi ex y el maldito de Stefano, había dañado mi mal humor, había disfrutado de la velada al lado de Enzo, hace mucho que no tenía un rato libre donde simplemente bebía un par de copas con mi amigo y hablar de la vida, estos pequeños momentos son especiales debido a que no ocurren mucho, pero ya era momento de volver, no quería que Alessia estuviera tanto tiempo sola, tal vez necesitaba algo o…¿Qué mierda acababa de pensar? Me importaba un carajo si llegara a necesitar algo, tenía que estar agradecida con lo que le había dado y es que era mucho, había gastado demasiado para que su estadía por un año en mi casa sea placentera y la sintiera como un hogar… claro, un hogar temporal. —Está bien, vete, yo me quedaré un rato más —asentí y me despedí. En el camino a casa fue inevitable no pensar todo lo que había acontecido última
POV VALENTINO MARCHETTIEn cuanto el despertador sonó, mis ojos se abrieron y me levanté por inercia como todas las mañanas, tenía mucho trabajo últimamente, manejar mis empresas y el bajo mundo no era algo fácil, había aprendido desde años atrás a distribuir mi tiempo lo mejor posible y ser muy disciplinado, por esa razón cada mañana a las cuatro de la madrugada, estaba levantándome para entrenar en mi gimnasio personal que siempre tenía en mis casa. .Entrené por una hora y a las cinco ya estaba de nuevo en mi habitación, bañándome y alistándome para ir a las empresas, cuando estuve listo, bajé para preparar rápidamente un café e irme, pero en cuanto llegué a la cocina un rico aroma a tocino frito, me golpeó y mi estómago rugió del hambre.Nunca desayunaba en casa, la verdad es que no me gustaba hacerlo solo y es lo que tocaba.No entendía quién podría ser, pues las señoras de la cocina llegaban a las seis, cuando vi Alessia saliendo de la alacena apurada, me sorprendí realmente, er
POV ALESSIA FERRARADías después. Estaba tarareando una canción, cuando sentí como unos brazos me rodearon por completa mi pequeña cintura, en otro momento había gritado del susto, pero antes de que él me rodeara con sus brazos, su rico perfume había inundado todo el lugar, era imposible no darme cuenta de que estaba aquí, que rico perfume se cargaba Valentino, cada vez me gustaba aun mas, era un olor exquisito, había estado deseando que me abrazara y fundirme con su aroma y al parecer hoy Dios me había cumplido el deseo. Jamás habíamos tenido este tiempo de acercamiento y si me lo preguntaran una semana atrás, diría que era imposible, pero hoy… después de conocerlo aun mas, no se me hacía tan loco, pero no dejaba de sorprenderme increíblemente.—Buenos días —susurró en mi oído demasiado lento, su voz era tan pecaminosa que había erizado aquella zona en un tiempo récord.No entendía la razón que tenía por este acercamiento, pero tampoco era algo que me disgustaba, me había dado cuen
POV ALESSIA FERRARAHoras despuésHabíamos dejado en casa a Gabriella y durante todo el camino, Valentino no se había dirigido a mí en ningún momento, sabía que estaba esperando a que llegaramos a casa y por primera vez, desee que este tiempo en automóvil con él se volviera eterno, no quería discutir y volver a retroceder, pero era evidentemente lo que estaba por acontecer, lo haríamos y nuevamente habría esa distancia entre los dos.Cuando llegamos a casa, rápidamente me dirigí hacia las escaleras para ir a mi habitación, tratando de evadir la situación, pero me detuvo.—¿A dónde crees que vas, Alessia? —cuestionó, el tono de su voz aunque no era tan frío, se notaba el enojo y el distanciamiento que interpuesto nuevamente entre los dos, él ya había retrocedido varios pasos—. ¿No crees que me debes una explicación?Era claro que no saldría fácilmente de esta situación.—Me imagino que Franco te ha dado todos los detalles del porqué estaba en ese club nocturno, no sé que debería de exp
Ya había terminado con mi maquillaje y le hice caso a Valentino, me maquillé muy natural, la verdad es que me veía muy linda de esta manera y me gustaba, así que no todo fue por él.Sí claro —dijo sarcásticamente mi subconsciente. Estaba terminando con mi cabello, cuando volvió a entrar al cuarto, aún tenía duda de lo que preguntaría, pero antes debía de asegurarle que algo como lo que pasó con mi amiga, no volvería a ocurrir.—Tengo algo que decirte —anuncié, viéndolo a través del espejo.Ya estaba vestido con un traje negro que le quedaba espectacular y muy sexy.¿Existía algo que no le quedará bien? —Dime —fruncí mi ceño cuando lo vi batallando con la corbata y me levanté para ayudarlo—. No es necesario —dijo avergonzado.—Claro que lo es, así que déjame —sugerí sonriendo. Este asintió y empecé a acomodarla, mientras supe que tenía que hablar ya o nunca—. Lamento causarte problemas, enserio lo siento mucho y te prometo que algo como eso no volverá a suceder, seré más cuidadosa co
[...]Empezaba a disgustarme un poco al ver que Valentino estaba tardando, habían pasado más de veinte minutos desde que se fue con la excusa que había un socio y tenían que arreglar unas cosas.¡Estábamos en una boda y aun así pensaba en el trabajo!¿Acaso no podía dejarlo para después? Estaba muy aburrida de estar sentada comiendo bocadillos, mientras esperaba a que él regresara.Me levanté dispuesta a recorrer nuevamente el lugar y así tal vez corría con suerte de verlo, cuando de repente llegó una mujer a mi lado.—Hola, buenas noches… debes de ser Alessia Marchetti —extendió su mano, dude si en aceptarla pero no quise ser descortés, así que apreté su mano rápidamente.—Buenas noches, sí, pero me temo que no la conozco, ¿usted es…?—Lo siento —se excusó un poco apenada, notaba yo—. Que modales los mios, solo que estaba muy emocionada de verla y poder charlar sin su esposo a su lado —fruncí mi ceño, no entendiendo la. ¿Por qué no querría que Valentino estuviera aquí?—. Soy Ana Lom
POV VALENTINOAl día siguienteDesperté por unos toques en la puerta, abrí los ojos que sentía muy pesados, aparte me sentía muy débil y la cabeza empezaba a dolerme.—Pase —ordené con voz ronca, mientras me sentaba y apoyaba en el respaldar.—Lamento despertarlo, signori —era mi ama de llaves—. Quería saber cómo se encontraba o si necesitaba algo, pues la señora estuvo hasta muy tarde tratando de bajar su fiebre y hace poco se fue a dormir. No quería incomodarla y por eso estoy aquí por si se le ofrece cualquier cosa. —Espera, espera ¿Qué? —fue lo único que salió de mis labios al saber que Alessia estuvo cuidándome… y toda la noche— ¿Alessía estuvo cuidándome toda la noche?Mi corazón empezó a latir rápidamente y un nudo se creó en mi estomago.Mierda, era inevitable no sentirme de esa manera si ella hacía todas estas cosas por mi.—Sí signori, gracias al cielo es médica.Estaba aturdido al saber algo como esto, pero… estaba muy feliz, ¿por qué? claramente no lo confesaría en voz al
POV VALENTINO Había estado viendo el teléfono y pensando si Alessia lo había dicho porque se encontraba con alguien a su lado o porque le había nacido, aunque odiara la opción uno, sonaba más convincente. ¿En qué mundo ella se despediría con un “besos”?, era un estupido al pensar en esa opción, demasiado y me enfadaba, pero lo hacía porque quería que eso sucediera. Yo lo quería. Cada vez estaba peor y me temía que llegara un punto en que no podría arreglarlo. Me levanté de mi escritorio y salí de la oficina, ya era el único que quedaba. Mis secretarias habían estado trabajando arduamente, por lo que había permitido que todos los de mi piso, quienes se reducían a dos personas aparte de mi, salieran temprano. Era un buen jefe —pensé—. Les iba a subir el salario, lo duplicaria. Mi celular empezó a vibrar por la llegada de nuevos mensajes, no le di importancia, eso solo significaba que no es algo importante, vería de qué se trataba más tarde. En el camino al estacionamiento pensé