CAPÍTULO 5

POV VALENTINO MARCHETTI

—Pensé que era una broma cuando me llamaste —comentó Enzo en cuanto me vio. 

Le había llamado en el camino para encontrarnos en mi discoteca, no estaría nadie más que nosotros y los barmans, necesitaba hablar con alguien y Enzo era la mejor opción, me conocía y siempre me diría la verdad, por muy cruda que fuera. 

El casarme con Alessia, era un tema que me tenía agotado, enojado, yo tampoco había querido que las cosas fueran de esta manera, el tener que casarme por el poder, era algo que jamás había pensado que tendría que hacer, pero aquí estaba, recién casado. 

—Necesito despejarme y varios tragos junto con mi mejor amigo me ayudarán —respondí sinceramente, encogiéndome de hombros. 

—Siempre, hermano —asentí y me senté a su lado.

Pedí una botella de whisky y procedí a llenar los vasos. Cuando bebí el primer trago, el líquido quemó mi garganta lentamente, segundos después empezaba a relajarme y era justo lo que necesitaba en estos momentos. 

—¿Cómo está la nonna de Alessia? —preguntó minutos después. 

En el camino había tenido una conversación con el médico que estaba llevando su caso, era el mejor del país y le había dado una suma muy generosa para que estuviera disponible las veinticuatro horas, de los siete días de la semana, por si había una complicación, pero claro, eso jamás lo diría en voz alta. 

—Ya empezó su tratamiento, por ahora se encuentra estable y espero que siga así —respondí, viendo el vaso en mis manos—. Si ella muere, Alessia quedaría destruida. 

No entendía la razón, pero no quería que pasara por lo mismo que yo hace unos años atrás, con la muerte de mi nonno (abuelo)

—Es la única persona que tiene, claro que lo hará. Espero que mejore pronto —sirvió otro trago—. Por cierto —me miró unos segundos confundido y preguntó—. ¿Dónde está, Alessia?, ¿en donde la dejaste? 

—En nuestro nuevo hogar, quería darle espacio y que terminara por asimilar que nos casamos, así quedó allá, sola en su nueva casa. 

—¿Sola? ¿la dejaste sola? —me miraba como si aquello era algo loco. 

—Sí, ¿hay algún problema? —quise saber, viéndolo minuciosamente. 

—Pues, ¿y si se va?, ¿si escapa? —negué rápidamente, ella no haría algo como eso—. ¿Por qué estás tan seguro?, ya dejó dicho que quería su libertad. 

Y todavía la seguía queriendo, pero era muy inteligente como para escaparse. 

—No hará nada que ponga en peligro la vida de su abuela, por eso lo sé —respondí simple. 

La verdad es que Alessia era como un libro abierto para mí, era muy transparente o simplemente podía leerla muy fácil.  

Enzo empezó a reír de repente, mientras negaba sonriente. No entendía qué había dicho o que estaba sucediendo. 

—¿Qué m****a te pasa? —inquirí, empezando a encabronarme, algo me decía que yo era la razón de su estúpida risa.

—Te gusta Valentino, y será cuestión de tiempo para que te enamores de ella —soltó seriamente, no quedaba nada de diversión en él. 

Ahora era yo el que reía amargamente. 

¿Como se le ocurría decir algo tan idiota como eso?, ¿gustarme?, ¿llegaré a enamorarme?

Sí, claro —pensé sarcástico. 

—A veces dices cosas muy estúpidas, Enzo —dije, dándole unas palmadas en la espalda—. ¿Acaso no recuerdas lo que pasó la última vez?

Suspiró pesadamente y asintió. 

—Claro, si desde eso mi mejor amigo cambió por completo, pero tienes que entender que no puedes cerrarte al amor por haber tenido una pésima experiencia anteriormente, no todas las mujeres son iguales y creeme, Alessia es totalmente diferente a tu ex novia Lorenza. Sabes que es así.

Aunque no le di mucha importancia a sus palabras, esas palabras se quedarían por mucho tiempo en mi mente … meditando en ellas. 

—No me interesa averiguarlo, todas las mujeres son iguales —nos serví otra ronda y rápidamente deje que ese líquido me quemara, ya me sentía completamente relajado—. Me enamoré, me enamoré como nunca, era un maldito estupido enamorado que no veía más allá, le creía, confiaba en ella, le confié mi vida, le propuse matrimonio y que hizo ella —apreté mi mano en un puño y golpeé la mesa—. Me traicionó y no con cualquiera, claro que no, con mi enemigo, ¿sabes lo estupido que fui, cómo dejé que me viera la cara y como quedé delante de papá? —chasqueé mi lengua—. De solo recordarlo me dan ganas de golpear a alguien. Juré que no me volvería a enamorar y lo cumpliré, el amor te vuelve débil y jamas lo seré de nuevo, no dejaré que nadie vuelva a traicionarme.

No respondió de inmediato, pero sabía que tenía más por decir, así que cuando terminó la bebida de su vaso, habló.  

—Alessia es diferente Valentino y tienes que tenerlo presente…siempre, ella no es como la interesada de tu ex, jamás será como Lorenza, entre más rápido lo entiendas, mucho mejor. 

—Y aunque fuera cierto lo que dices, no siento nada por Alessia, solo me case con ella para tener el control completo de la mafia Italiana, por nada más y tu lo sabes. 

—Hablando del control, ¿ya por fin te lo cedieron? —el tono de preocupación en su voz me hizo saber que estaba pasando algo de lo que aún no estaba enterado. 

—Sí, papá no jugaba con su advertencia y aun después de muerto cumplió con su palabra, estás hablando ahora con el jefe de la mafia Italiana —sonreí con orgullo. 

—Esto amerita otro trago —asentí—. Brindo para que encuentres la felicidad, para que la mafia italiana crezca y se convierta en la mafia europea, sé que lo lograras amigo, siempre estaré ahí para ayudarte. 

—Salud —brindamos y esperé pacientemente por más de media hora a que hablara, pero al ver que no lo hacía, me adelanté—. Sé que esta pasando algo, ahora sueltalo Enzo, entre mas rapido lo digas, mejor. 

—Tengo noticias de Lorenza —la ira me inundó rápidamente, algún día tendría que vengarme de ella, solo tendría que ser paciente, la vida se encargará de ponerla en bandeja de plata.

—Cuéntame —pedí. 

—Se casó con tu enemigo, Stefano y juntos están intentando quedarse con el poder de Francia y tienen métodos muy desleales y bastante duros, es la única manera de poder derrotarte a ti, hay rumores que están tratando de poner a los suburbios en tu contra. 

—Eso sería un suicidio para ellos, saben de que lado tienen que estar, pero se los recordaré —en ese momento entendí todo, entendí que el unico enamorado habia sido yo en esa relación—. Esa fue la razón por la que me traicionó, ¿sabes? y recién puedo encajar el rompecabezas —comenté de repente—. el poder, en el pasado le interesaba mi estatus, mi dinero y seguro cuando se enteró que Stefano podría tener más poder que yo, eligió traicionarme. Acabaré con ellos.

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