Bienvenido Bebé
Siento como si mi cuerpo se desgarrara en cientos de pedazos cada diez minutos. Aprieto los dientes aguantando el dolor que amenaza con hacerme desfallecer. No sabía que tener un bebé sería una experiencia horrible.
—Ya no lo soporto, Nathan —lloro, apretando la mano de mi esposo, quien me observa turbado, tan asustado como yo.
—Tranquila, ángel —susurra pero esa palabra justo ahora no la reconozco.
Me pongo de pie porque recostada es
Nathan Da Un Gran Paso— ¿Sientes eso, Nathan? —Pregunta la doctora mientras me punza las piernas con una aguja, niego con la cabeza y ella sonríe—. Esperemos que eso pronto cambie. Has dado el primer y más importante paso: aceptar ayuda.Ruedo los ojos y miro a mi Madelaine, ella es la más feliz de los dos. Tiene muchas expectativas con la operación y aunque no quiera destruir sus esperanzas, las posibilidades de que recu
Señor Y Señora Pierce, Luna De MielNathanSiete meses más tarde...Le pido a Monty que suba las valijas al portaequipajes del auto y también que revise que todo esté bien. Quiero que todo salga perfecto y no puedo permitirme ningún error. Me acerco a mi madre quien tiene a Massie en brazos y me observa con una sonrisa.— ¿Qué te hace tan feliz? —Inquiero.—Tú, cariño. Estás tan vital, lleno de vida. Es maravilloso verte así. Madelaine te ha hecho muy bien y soy muy feliz por
Era una noche de sábado. Una pareja iba en su auto de regreso a casa. Ella lo molestaba porque estaba muy serio tras una pelea con sus hermanos. Le picaba las mejillas y se burlaba de su ceño fruncido.El hombre iba concentrado en el camino a pesar de que su novia lo distraía, la escuchaba jactarse de su buen humor mientras que él andaba todo enfurruñado. Aún así la amaba y se preocupaba por su bienestar, cosa que significaba que él continuara pendiente a la carretera. Así que tomó su mano para detenerla, por un segundo la miró y ese segundo resultó bastante costoso.Un camión se apareció de la nada, por el lado izquierdo del vehículo y los embistió, haciendo que el auto rodara por toda la intersección y se estrellara contra
MadelaineObservo a mi madre en su cama. Descansa luego de una agotadora sesión de quimioterapia. Su piel está demacrada, pálida, tan transparente que casi puedo ver sus venas. Siento que la estoy perdiendo, que cada día que pasa está más cerca de la muerte. El cáncer la está consumiendo poco a poco, absorbe cada resquicio de su vida, destruye su belleza.Ya no recuerdo por cuenta propia como era su rostro antes de esto. Tengo que recurrir a fotografías para revivir la imagen en mi memoria. Cómo justo ahora, veo en mi teléfono su piel ligeramente bronceada, sus ojos color avellana vivaces y su pelo marrón brillante, ese que hoy en día ya no existe.Un nudo se forma en mi garganta y una lágrima escapa de mi ojo derecho. M
NathanEra de noche, estaba oscuro y el olor a gasolina y sangre era nauseabundo. No sentía el cuerpo, era como si flotara. Estaba de cabeza y no podía abrir bien los ojos, los sentía pesados y el mareo era incesante. Miré a mi alrededor, había humo, luces, sombras de personas. Las voces amortiguadas, trataba de aferrarme a ese sonido, pero entonces la vi. Mi querida Eleanor, golpeada, inconsciente, llena de sangre. Muerta.Intenté llorarla, pero solo sentía como la oscuridad me arrastraba poco a poco, hasta que no sentí nada.Me despierto sobresaltado. Cada puta noche tengo el mismo sueño. Es un castigo por sobrevivir, no tengo dudas, debí morir en ese accidente junto con Eleanor.No hab&ia
MadelaineLa alarma suena a las seis de la mañana como cada día. Me cuesta levantarme de la cama, solo deseo, por una vez, quedarme acostada toda la mañana. Pedir pizza y beber soda hasta reventar, llamar a Giselle y ver juntas alguna serie. Quiero, desesperadamente, volver a ser una chica normal. Sin embargo eso no se puede ahora, así que me levanto a empezar un nuevo y largo día. Me cuesta despertar a Noah como siempre, y llevarlo a duchar, pero cuando lo tengo listo le doy un desayuno rápido y un rato más tarde estamos saliendo de la casa.Hoy a diferencia de los demás días, tengo que ir al restaurante antes que al hospital, pues toca hacer inventario y aunque el padre de mi amiga, el señor Coleman, es el encargado, debo estar presente en representación de mi madre.
MadelaineSalgo del restaurante con dolor de cabeza. Tengo una carga insoportable sobre los hombros que necesito delegar, lamentablemente no tengo a nadie más para hacerlo. Estoy sola y son demasiadas cosas que arreglar y pensar. Durante los últimos años he tenido que ajustarme a un ritmo de vida demasiado cambiante, con cada año de Noah he tenido que moldearme a sus necesidades sin descuidar a mamá. En resultado, me he olvidado de mí misma. Fiestas, universidad, parejas, amigos. Todo. No me arrepiento, pero a veces lo añoro.Ahora un problema más se suma a los que ya están presentes. El lugar que ha estado sosteniéndonos, se está derrumbando y debo hacer algo al respecto. Fue una larga mañana, con cuentas y números, para sólo llegar a fin de mes apenas. Ante todo esto he
MadelaineSin dejar de observarme, Gisselle busca la página web en mi computador. Teclea y clickea con tanta seguridad que aterra. ¿Cuántas veces ha hecho esto? Porque sabe por dónde ir y qué hacer exactamente.Me tenso cuando el inicio del sitio aparece en mi pantalla. No puedo procesar el hecho de que voy a vender mi cuerpo. ¿Y si el hombre que me toca es un maníaco? O peor, un asesino o secuestrador. ¡Si tiene una enfermedad venérea!—Gisse —me quejo abrazándome a mí misma, si tarda más me voy a arrepentir. O tal vez ya lo hice. —No qu