Me matan los pies cuando subimos al ático de Nathan, o bueno, ahora nuestro. La he pasado muy bien en la pequeña fiesta y el dolor en mis tobillos es la fiel prueba de ello. Mi esposo me observa trastabillar con el ceño fruncido y me rio, aún sigue siendo un ogro enojón.
—Estás lastimada —gruñe y ruedo los ojos.
—Solo estoy cansada, a toda mujer le pasa luego de bailar varias horas con tacones
Regreso Del PasadoAdoro observarla, es lo mejor de despertar cada mañana junto a ella. Aún no creo que esté aquí, que sea mi esposa y que esté esperando a nuestro hijo. Sigo pensando que todavía no la merezco, que no debe cargar con mi peso, no es justo, pero odio la idea de tenerla lejos.Y solo por ella, para que no se vaya de mi lado es que me estoy esforzando en las terapias, aún cuando odie a cada fisioterapeuta que trabaja conmigo. Toda mi razón de vivir es Madelaine y aunque su amor es sincero, no quiero que se vaya porque continúo siendo un idiota. Me asusta la dependencia que he desarrollado hacia ella, pero fue quien me rescató de lo más profundo de mí mismo, debo devolverle el favor de alguna forma, aunque me duela como la mierda ponerme de pie en cada sesión. Bienvenido BebéSiento como si mi cuerpo se desgarrara en cientos de pedazos cada diez minutos. Aprieto los dientes aguantando el dolor que amenaza con hacerme desfallecer. No sabía que tener un bebé sería una experiencia horrible.—Ya no lo soporto, Nathan —lloro, apretando la mano de mi esposo, quien me observa turbado, tan asustado como yo.—Tranquila, ángel —susurra pero esa palabra justo ahora no la reconozco.Me pongo de pie porque recostada es Extra 3
Nathan Da Un Gran Paso— ¿Sientes eso, Nathan? —Pregunta la doctora mientras me punza las piernas con una aguja, niego con la cabeza y ella sonríe—. Esperemos que eso pronto cambie. Has dado el primer y más importante paso: aceptar ayuda.Ruedo los ojos y miro a mi Madelaine, ella es la más feliz de los dos. Tiene muchas expectativas con la operación y aunque no quiera destruir sus esperanzas, las posibilidades de que recu
Señor Y Señora Pierce, Luna De MielNathanSiete meses más tarde...Le pido a Monty que suba las valijas al portaequipajes del auto y también que revise que todo esté bien. Quiero que todo salga perfecto y no puedo permitirme ningún error. Me acerco a mi madre quien tiene a Massie en brazos y me observa con una sonrisa.— ¿Qué te hace tan feliz? —Inquiero.—Tú, cariño. Estás tan vital, lleno de vida. Es maravilloso verte así. Madelaine te ha hecho muy bien y soy muy feliz por
Era una noche de sábado. Una pareja iba en su auto de regreso a casa. Ella lo molestaba porque estaba muy serio tras una pelea con sus hermanos. Le picaba las mejillas y se burlaba de su ceño fruncido.El hombre iba concentrado en el camino a pesar de que su novia lo distraía, la escuchaba jactarse de su buen humor mientras que él andaba todo enfurruñado. Aún así la amaba y se preocupaba por su bienestar, cosa que significaba que él continuara pendiente a la carretera. Así que tomó su mano para detenerla, por un segundo la miró y ese segundo resultó bastante costoso.Un camión se apareció de la nada, por el lado izquierdo del vehículo y los embistió, haciendo que el auto rodara por toda la intersección y se estrellara contra
MadelaineObservo a mi madre en su cama. Descansa luego de una agotadora sesión de quimioterapia. Su piel está demacrada, pálida, tan transparente que casi puedo ver sus venas. Siento que la estoy perdiendo, que cada día que pasa está más cerca de la muerte. El cáncer la está consumiendo poco a poco, absorbe cada resquicio de su vida, destruye su belleza.Ya no recuerdo por cuenta propia como era su rostro antes de esto. Tengo que recurrir a fotografías para revivir la imagen en mi memoria. Cómo justo ahora, veo en mi teléfono su piel ligeramente bronceada, sus ojos color avellana vivaces y su pelo marrón brillante, ese que hoy en día ya no existe.Un nudo se forma en mi garganta y una lágrima escapa de mi ojo derecho. M
NathanEra de noche, estaba oscuro y el olor a gasolina y sangre era nauseabundo. No sentía el cuerpo, era como si flotara. Estaba de cabeza y no podía abrir bien los ojos, los sentía pesados y el mareo era incesante. Miré a mi alrededor, había humo, luces, sombras de personas. Las voces amortiguadas, trataba de aferrarme a ese sonido, pero entonces la vi. Mi querida Eleanor, golpeada, inconsciente, llena de sangre. Muerta.Intenté llorarla, pero solo sentía como la oscuridad me arrastraba poco a poco, hasta que no sentí nada.Me despierto sobresaltado. Cada puta noche tengo el mismo sueño. Es un castigo por sobrevivir, no tengo dudas, debí morir en ese accidente junto con Eleanor.No hab&ia
MadelaineLa alarma suena a las seis de la mañana como cada día. Me cuesta levantarme de la cama, solo deseo, por una vez, quedarme acostada toda la mañana. Pedir pizza y beber soda hasta reventar, llamar a Giselle y ver juntas alguna serie. Quiero, desesperadamente, volver a ser una chica normal. Sin embargo eso no se puede ahora, así que me levanto a empezar un nuevo y largo día. Me cuesta despertar a Noah como siempre, y llevarlo a duchar, pero cuando lo tengo listo le doy un desayuno rápido y un rato más tarde estamos saliendo de la casa.Hoy a diferencia de los demás días, tengo que ir al restaurante antes que al hospital, pues toca hacer inventario y aunque el padre de mi amiga, el señor Coleman, es el encargado, debo estar presente en representación de mi madre.