Era un día como cualquier otro en el canal de Emily. La super gamer saludaba a sus seguidores mientras alineaba píxeles en forma de frutas y pasteles en la pantalla, haciéndolos desaparecer en rápidas sucesiones de explosiones multicolores. Quienes la veían quedaban impresionados en los primeros segundos, emocionados al ver que una chica tan joven, y en extremo guapa, consiguiera elevar su score más rápido de lo que la máquina podía calcularlo. —Gracias, chicos y chicas, los amo —decía Emily, conocida en el mundo del stream gamer como EmiCrusher—. Me encantan sus likes, son como estos dulces que se ven tan monos, ¿a que no provoca comérselos? Díganme, ¿cuál es su dulce favorito? Déjenlo en sus comentarios. ¡Les prometo un cosplay con el dulce ganador!No siendo suficiente con los estallidos de píxeles multicolores, la pantalla de EmiCrusher se llenó de corazones flotantes, manos con el pulgar levantado, emoticones enamorados y sonrientes, hasta billetes y signos de dinero empezaron a
Cinco minutos después de haber enviado la respuesta aceptando el reto de ShadowMask, sonó la notificación de nuevo correo electrónico en la bandeja de entrada de la cuenta de EmiCrusher. Al mismo tiempo, entró un mensaje al Instagram de la gamer.“Ya he enviado los detalles y garantías de la apuesta, a tu correo electrónico”.Emily y Marge se sentaron frente a la pantalla de la computadora. Marge manipulaba el mouse. Abrió el mensaje. ShadowMask reveló no solo su nombre, sino todos sus datos de contacto, profesión, cargo en la compañía y otros detalles relevantes para lo que estaban por concertar.—Javier Cifuentes, CEO de la multinacional Viperom. —Leyó, en voz alta, Marge que, hasta ese momento, destapó su soda de naranja—. ¿Será en serio? Es el joven multimillonario de las criptomonedas. —No creo que un estafador se haga pasar por alguien tan famoso —dijo Emily—. Baja, ¿qué más dice?—A ver. Están sus teléfonos de contacto, dice que son privados y directos, confía en que no vas a
Emily no pudo dormir, pese a que sabía que necesitaba estar descansada. Cuando se levantó, tenía unas ojeras más grandes que sus ya de por sí enormes ojos. Se aterró al mirarse al espejo. Marge llegó dos segundos después, con cara de tampoco haber descansado muy bien. —¡Estoy terrible! —dijo cuando Marge entró al baño—. No puedo presentarme así hoy.Marge casi se fue para atrás cuando la vio. Le fue imposible simular que su amiga no se veía tan mal como creía. —La verdad, es que sí te ves fatal. Pareces del casting de Walking Dead.Aunque era cierto que estaba mal, Marge se pasó con su comparación y por poco recibe la pantufla que Emily le lanzó a la cabeza. —¡Lo siento, amiga, perdóname! —gritó, a cubierto tras la cama de Emily, que amenazaba con lanzar un frasco de crema humectante— Ya mismo te consigo una cita con Raquel. La promesa de Marge convenció a Emily de regresar el frasco de crema a su lugar. Raquel era la estilista encargada de arreglar a Emily cuando hacía Cosplay pa
Al conectarse y ver la cantidad de personas que estaban en la sala, Emily casi se desmaya. De no haber sido porque estaba en vivo, se habría ido a refugiar al baño para no salir nunca más. La voz le chilló cuando saludó a su audiencia.—¡Hola, candycrushers! Esto es… apabullante, no lo puedo creer, en serio, que estoy súper nerviosa de solo ver el número de personas que están conectadas. ¿Esto es en serio? ¿Estoy leyendo bien o se me olvidó leer los números por encima de cientos de miles? —Hizo una pausa para comprobar que no se equivocaba— Son, corríjanme si me equivoco… veinticuatro millones, ¿en serio? ¡Veinticuatro millones ochocientos noventa y cuatro mil setecientas quince personas! Se llevó las manos a la boca cuando comenzó a leer los mensajes de los fans que lo confirmaban. —No tenía ni idea de que una sala de stream aceptara a tantos participantes, en serio, lo más que había visto fue en el especial de los cinco años, cuando se conectaron veintitrés mil. Ahora son… ¡Mil ve
Comenzó la partida, a las 20,35 horas UTC.La pantalla que, en ese momento, observaban más de veintiséis millones de personas, mostró un arranque muy fuerte en favor de EmiCrusher, que, con un solo dulce bien posicionado, rompió más de quince cadenas consecutivas, consiguiendo una bonificación temprana que le permitió mantener la delantera durante los siguientes quince minutos, con una ventaja de más de cincuenta mil puntos sobre ShadowMask, que no lograba posicionar una buena racha y siempre se quedaba a una o dos líneas de conseguir una racha. —¡Te estás quedando por fuera, Shadow! —gritó, emocionada, Emily, que paseaba los ojos entre el marcador, los dulces que estaban por caer en los cuadros y el tiempo que le quedaba a la partida: poco menos de diez minutos. —No te corones, EmiMisty, que todavía no saco mis mejores jugadas —contestó Javier aunque, al revisar las estadísticas que tenía instaladas como un accesorio del juego, vio que, si no conseguía acercarse más a su rival en l
Cuando quedaba un segundo de la partida, cayó un dulce color violeta en la barra central del juego de ShadowMask que propició el estallido de varias líneas de manera simultánea. Varios cientos de explosiones sacudieron la pantalla, que se llenó de polvos de colores que emergían entre los gritos de sorpresa de los más de veintisiete millones de televidentes que veían cómo el puntaje final del retador ascendía hasta al canzar el de EmiCrusher y, aunque el tiempo de juego ya había concluído, los efectos del último dulce seguían restallando en los monitores.—¡No, no, no, no, no, no! —decía Emily mientras veía la variopinta de gamas cromáticas que sacudían la pantalla de su ordenador, aunque sus ojos estaban clavados en el puntaje y el maquillaje que la había transformado en Misty se desvanecía ante la palidez de su rostro. La sucesión de explosiones cesó y, todavía paralizada, EmiCrusher vio, junto con ShadowMask y los varios millones de televidentes que los observaban, cómo resplandecí
Esa noche solo Raquel pudo dormir. Marge y Emily se quedaron despiertas, revisando primero el contrato y cada uno de los parágrafos de letra pequeña, luego las modificaciones de la actualización y, hacia la madrugada, Javier Cifuentes se comunicó con ellas, primero a través de un mensaje privado por Instagram, luego con una videollamada. —Chicas, de verdad lo siento, si les soy honesto, yo no quería ganar —dijo Javier luego de saludarlas, de manera más bien formal.—¿Cómo? ¿Y me lo dices ahora? —replicó Emily, que ya se había desecho del cosplay de Misty, aunque no se había desmaquillado. Parecía una muñeca en pijama— Porque hiciste todo lo posible por ganar.Javier levantó los hombros.—No estarías esperando que solo me quedara de brazos cruzados, ¿o si? Tenía que ser un reto y, la verdad, no me puedes negar que fue muy divertido.—¡¿Te parece divertido estar comprometida en matrimonio con alguien que no conoces?!Marge intervino y tranquilizó a Emily, que estaba echando chispas por
El día siguiente no fue mejor que el anterior. Las redes sociales de EmiCrusher estaban colapsadas con mensajes en los que sus seguidores la felicitaban por la boda, alababan la manera en que había planeado anunciar su compromiso y le preguntaban cómo había hecho para que el sistema dejara ganar a ShadowMask en el último segundo, después de una partida de infarto.—¿Pero es que están locos? —preguntaba Emily luego de leer cada tanda de mensajes— ¿Por qué siguen creyendo que me quiero casar con Shadow? No me vieron llorar, no te vieron también llorar a tí. —Miró a Marge, que parecía igual de preocupada que ella— ¿Qué ocurre con esta gente?—Yo tampoco lo entiendo —dijo Marge—, pero recuerda que hast