Era una noche más en la ciudad de Las Vegas, la ciudad donde todo puede ocurrir, y muchas cosas son legales. Por algo le llaman la ciudad del pecado, ¿no? En la ciudad del pecado muchas veces ocurren grandes expresiones de amor como lo es casarse con esa persona que tanto se ama, pero hay veces que esos casamientos tan solo son producto de una borrachera, o de un simple impulso.
Eso es lo que presencie aquella noche de finales de Enero... Estaba como todas las noches trabajando en el bar más exclusivo de todo Las Vegas Boulevard, cuando dos grupos de amigos entraron y pidieron una mesa cada uno. El primer grupo estaba conformado por un grupo de hombres que según escuche, venían a celebrar una despedida de soltero. El otro grupo, casualmente venia a lo mismo con la única diferencia que eran todas chicas.
La mujer que se casaba era preciosa, era rubia, de ojos grises, una estatura normal, y cuerpo de infarto. Ella celebraba junto
Me pesan demasiado los ojos como para abrirlos de una sola vez, y por eso lo hago lentamente. Cuando finalmente consigo hacerlo y me voy adaptando a la luz, lo primero que veo es el reloj que está en la mesita de noche del cuarto donde estoy.《Si, cierto, estoy en Las Vegas》Pienso. Me pesa la cabeza, sin mencionar que se me parte en mil pedazos. Me giro con la intensión de acomodarme un poco mejor en la cama y me encuentro con una mujer que no reconozco, —¿Qué haces? — pregunto al ver que toma el folder en sus manos, saca el certificado de matrimonio de allí dentro, y lo está leyendo con demasiado detenimiento.—Estoy buscando la dirección de la capilla donde hemos cometido esta locura. — sentencia sin mirarme. —¡Aquí esta! ¡Ven vamos! Necesitamos solucionar este desastre. — Explica sin pausa y creo que le dará un ataque o algo así.—Esta bien, te en2. Regresar el Tiempo
La intento seguir mientras camina por las calles de Las Vegas strip con un humor de los mil demonios y va insultando a todo el mundo comenzando por el gobierno del Estado de Nevada. Camino más rápido intentando alcanzarla, pero la única manera de hacerlo es corriendo —¡¿Puedes detenerte?!—Le pido al llegar a su lado. —¿Que te sucede? Me pregunta al ver mi cara mientras tomo asiento nuevamente en frente de ella.—Tenemos que hablar, pero no se si deba primero ir a un abogado y escribir mi testamento. — Comento intentando distenderme un poco. — ¿Dónde vas? — Le pregunto ya cansado de caminar detrás de ella.—A mi hotel a cambiarme, ¿O pretendes que este todo el día así vestida? — Me dice dándose media vuelta para mirarme y señala ese infernal vestido color negro que lleva puesto.—Bueno, sería un hipócrita si dijese que te queda mal, pero esta bien... te acompaño. — Digo y ahora caminamos a la par. — ¿Cuál es tu hotel? &m4. Tratos
5. Tres Meses
— ¿Dónde están tus amigas? — Le pregunto mientras tomamos el mismo elevador que nos trajo hasta el piso 47. He intentado recordarlas, pero la verdad es que es imposible. Los recuerdos de anoche son tan borrosos que ya empiezo a sospechar que alguien ha puesto algo en mi bebida.—Samantha me ha enviado un mensaje que están en el hotel Bellagio, el restaurante al que iremos está allí. ¿Por qué no le dices a tus amigos que nos encuentren allá? — Me propone y es la primera vez que no me da una orden... bien, vamos avanzando.
Vamos siguiendo a Arya y sus amigas hasta el restaurante y durante el camino les cuento a mis supuestos amigos, esos que deberían no dejarte hacer estas estupideces, todo lo que sucedió con un poco más de detalles. Supongo que ella hace lo mismo con sus amigas porque conversan muy entretenidamente, y me llama mucho la atención que las amigas de ellas no parecen ser igual de insoportables, pero bueno supongo que no todas son como Arya《¿o sí?》 No pude dejar de mirarla durante todo el almuerzo, he estado intentado encontrar a esa mujer de la cual sus amigas me han hablado, pero la verdad es que no la he encontrado por ninguna parte; yo sigo viendo a esa mujer que me ha vuelto loco todo el día. Dejo a Javier, José y Facundo hablando con Danielle, Samantha, y Carolina mientras caminamos por Las Vegas boulevard y me adelanto a su lado, ya que está caminando sola y está demasiado pensativa.—Hola. — Le digo al llegar a su lado.8. El Pasado de Arya