Vamos siguiendo a Arya y sus amigas hasta el restaurante y durante el camino les cuento a mis supuestos amigos, esos que deberían no dejarte hacer estas estupideces, todo lo que sucedió con un poco más de detalles. Supongo que ella hace lo mismo con sus amigas porque conversan muy entretenidamente, y me llama mucho la atención que las amigas de ellas no parecen ser igual de insoportables, pero bueno supongo que no todas son como Arya 《¿o sí?》
Finalmente entramos al restaurante y al hacerlo ella se hecha a correr hacia uno de los hombres que trabaja allí. — ¡Pierre! — Le grita mientras lo abraza muy emocionada.
《¿Y este quién es?》
Me pregunto por dentro, y solo miro la escena que parece sacada de una película.— ¿Qué te pasa amigo? — Me pregunta Javier haciendo que lo mire.
— ¿De qué hablas? — Cuestiono confundido.
— ¿Celos? — Dice y definitivamente empiezo a creer que todos aquí deberíamos dejar de tomar alcohol... podría llegar a tener un efecto retrasado.
—Cállate, no dejes que el matrimonio te afecte antes de dar el sí. — Expreso con seriedad.
—Claro, porque después perderé el humor como tú, ¿no? — Remede.
—Te quisiera ver en mis zapatos... — Comento, y es lo único que logro decirle.
—Bueno, nuestra mesa ya está lista. — Nos informa ella muy feliz mientras camina tomada del brazo de ese hombre.
— ¿Quién eres? — Me atrevo a cuestionar finalmente.
— ¡Él es Pierre! El chef principal de este restaurante y un muy buen amigo mío. — Explica sin dejar que él hable.
—Ah ya... — Murmuro y luego de que él se marcha, todos tomamos asiento en la mesa que nos han dado.
Miramos el menú y de verdad debo decir que se ve muy interesante; quizás en lo gastronómico podamos compartir algún gusto en común. —Ya regreso. — Explica tomando su bolso y la veo irse rumbo al toilette.
Aprovecho — ¿Cómo es tu nombre? — Le pregunto a una de las amigas de ella, ya que mi queridísima esposa es tan antipática, que no me ha presentado a sus amigas por su nombre.
—Yo soy Samanta. — Responde la pelirroja. —Ella es Danielle. — Continúa señalando a la chica morena de su lado. —Y ella es Carolina. — Finaliza señalando a la rubia.
—Bueno, me presento... soy Gianluca. — Intento decir.
—No es necesario que lo hagas sabemos quién eres. — Intercede Danielle.
— ¿Ustedes si saben? — Pregunto confundido.
— ¡Claro! El verano pasado estuvimos en Italia y te vimos en las portadas de las revistas. — Dice Samantha.
—Eso me sorprende. —
— ¿Por qué? — Interrumpe José.
—Es que la ahora esposa mía ni sabía quién era yo, o al menos no me reconoció — Explica.
—No lee revistas de chismes ni nada parecido, solo libros, es por eso Gianluca. — Expone Samantha.
—Vaya... Debe de ser por eso que es tan insoportable, arrogante, egocéntrica... en fin el combo completo de todas las malas cualidades de la personalidad de una persona y los motivos por los cuales debe aparecer en las portadas. — Digo después de resoplar.
— ¡¿Hablas de Arya?! — Exclama Carolina.
— ¡Sí! Al menos que tenga un clon que sea más amable, o que ustedes no la conozcan... esa es ella. — Respondo muy seguro.
—Gianluca, yo no sé qué ha sucedido entre ustedes... me refiero a como se llevan, pero ella no es así. — La defiende Danielle.
《¿Qué no es así? Creo que estas chicas están hipnotizadas o algo...》
—Conmigo es insoportable. — Les explico sin rodeos.
—Gianluca... Arya es la persona más humilde, caritativa, divertida, y honesta que jamás hemos conocido. — Añade Samantha.
—Chicas, no se enfaden conmigo, pero creo que deben de estar hablando de su hermana gemela o de otra Arya. — Comento serio.
—Espera Sam... — Le dice Danielle.
— ¿Qué?v
—Gianluca, no es fácil para ella, se iba a casar… además, no le gusta la gente que se la pasa de escandalo en escandalo… y tu…— Intenta decir un velo de misterio que no comprendo.
—Lo sé, pero esto no fue planeado, además, a mi tampoco me gusta vivir con escándalos— Me defiendo.
—¿Tú le contaste algo de las veces que apareces en las revistas y eso? — Cuestiona Carolina.
—En medio de una de nuestras peleas de las muchas que hemos tenido en este corto, pero muy largo medio día que pasamos juntos, ella me googleo y obviamente vio todo lo que se dice de mi. —Les explico.
— ¡Ese es el problema! — Exclama Samantha.
— ¿Cual? — Pregunto sin entender nada.
— ¡No! No soporta a las figuras publicas, o a aquellos que pueden llegar a hacer que ella termine involucrada en algo así. — Me aclara Carolina.
—Pero ¿Por qué? Ella también es famosa de alguna manera— Comento.
—Lo sé, pero después de que su primer amor, quien era un hombre de la elite de California le hiciera lo peor que le pueden hacer a una mujer y gran parte de la sociedad se enterara, ella se dedico a los negocios y a mantener un perfil bajo para que nadie hablará de ella... — Dice Danielle.
《Ahora sí que tengo curiosidad.》
— ¿Qué le hizo? — Intento averiguar.
—No te daremos detalles, pero créeme esa mujer que tú dices que es insoportable, es precursora de muchísimas fundaciones, los empleados la adoran porque siempre piensa en ellos, y si ha aceptado permanecer casada contigo a pesar de que sabe quien eres es porque realmente a su familia, a Damián, y a sus fundaciones, le afectarían mucho el escándalo de un matrimonio de esa manera... — Explica y este es un detalle que no me había dicho.
Me cuesta mucho creer lo que me dicen de ella y tengo mil preguntas más que hacerles, pero la veo venir hacia aquí y sé que no puedo continuar con mi interrogatorio —Antes que llegue... entérate que es un escudo contra ti. — Me comenta Carolina.
《Bien, perfecto... ahora resulta que por culpa de no sé quién debo soportar a una mujer que está casada conmigo y odia a las personas con un perfil social “famoso” por llamarlo de alguna manera.》
— ¿Todo bien? — Pregunta mientras toma asiento.
—Perfecto. — Respone Danielle. — ¿Ordenamos champagne? — Propone y Arya y yo nos miramos, entendiendo perfectamente lo que estamos pensando.
— ¡Yo no tomare! — Decimos a la vez haciendo que todos en la mesa se rían.
¿Cómo pueden si quiera hablar de alcohol después de lo de anoche? ¿Acaso están locos?
No pude dejar de mirarla durante todo el almuerzo, he estado intentado encontrar a esa mujer de la cual sus amigas me han hablado, pero la verdad es que no la he encontrado por ninguna parte; yo sigo viendo a esa mujer que me ha vuelto loco todo el día. Dejo a Javier, José y Facundo hablando con Danielle, Samantha, y Carolina mientras caminamos por Las Vegas boulevard y me adelanto a su lado, ya que está caminando sola y está demasiado pensativa.—Hola. — Le digo al llegar a su lado.
Miro a la mujer que está sentada a mi lado con sus ojos cerrados descansando después de haber llorado al confesarme el infierno por el cual ha pasado, y si bien sigo creyendo que es insoportable y muy arrogante; ahora la comprendo un poco más. Lo que sí es innegable es que su rostro parece el de un ángel, aunque de eso no tiene absolutamente nada《¿o quizás sí?》Sus ojos se abren sorprendiéndome infraganti y por un
Llego la hora, este es el momento donde todo empieza, donde nuestro teatro abre el telón para comenzar esta función llamada "matrimonio". Bajamos del avión y caminamos a través del aeropuerto intentando pasar de ser percibidos, pero no lo conseguimos y es que hay un pequeño detalle que ella no sabe, en Italia soy el soltero más codiciado y por eso tengo hasta “fans.”— ¡Gianluca! — Gritan un grupo de chicas y se acercan a mí.&mda
Al parecer a mi familia le ha caído de maravilla mi falsa esposa, y esos fantasmas que los rondaban por ser la hija de Ankor. A Danna, Paola, mi padre, el esposo de Danna, e incluso a mis sobrinos los ha tratado bien y no sé si es una fachada o realmente puede llegar a ser así de amable. Al que aún no ha conocido es a Kino y no sé si le gusten los perros o no, pero tendrá que aceptarlo. La ayudo a subir sus maletas hasta el cuarto de visitas y al abrir la puerta, ella entra y se queda mirando a su alrededor con dudas.—¿Muy pequeño comparado con tu castillo? — Le pregunto casi desde la entrada de la habitaci
—¿Y tu esposa? — Me pregunta Danna al entrar a mi cuarto ya que la puerta estaba abierta.—En su torre. — Le explico sin ganas de nada.—¿Su torre? — Cuestiona confundida.—Ah, es que tu no sabes... es una princesa. — Le digo de manera sarcástica.
(Horas después)Golpeo a su puerta para que nos vayamos a cenar y la espero con la mayor paciencia posible, recordando los consejos de mi hermana. —¡Ya voy! — Me grita del otro lado de la puerta.—De acuerdo— Murmuro y me pregunto si las mujeres normales demoran en arreglarse, ¿las mujeres como ellas cuanto tardaran? Coloco mi espalda sobre la pared del pasillo y sigo esperándola...
Aparto su silla de la mesa que está ubicada en un rincón de esta terraza que tiene una vista espectacular a la ciudad, y ella se sienta cuidadosamente para que su vestido no se suba más de la cuenta. La verdad debo agradecérselo, al fin y al cabo, no soy de piedra.—Gracias. — Me dice con una media sonrisa.—Un gusto rubia, ya sabes debo ser amable con mi angelical esposa. — Respondo con una sonrisa.—Tu angelical esposa puede convertirse en una fiera si sigues con ese sarcasmo. — Me advierte haciendo que me ría.—Va bene... sabes, creo que tú y yo deberíamos tener una regla cada vez que salgamos juntos. — Comento.—¿Y esa regla seria? &mdash
《¿Quién diría que esta mujer y yo estaríamos entrando a una discoteca juntos?》 Realmente no creía que esto fuera posible después de nuestra guerra de poderes; esa que hemos estado combatiendo desde el momento en que amanecimos juntos en aquella cama. Observo a mí alrededor y puedo notar como muchas personas nos quedan viendo. Seguramente me han reconocido, aunque creo que los hombres que tienen su mirada fija en nosotros lo hacen por ella.—Si yo no estuviera contigo, seguramente ya se te hubieran acercado a hablarte. — Le comento al oído.Su mirada se clava en la mía y luego una media sonrisa se dibuja en su rostro. —Creo que, si yo no estuviera contigo, no dormirías solo esta noche. — Rebate y no sé si es br