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3. Tendrán Que Esperar

La intento seguir mientras camina por las calles de Las Vegas strip con un humor de los mil demonios y va insultando a todo el mundo comenzando por el gobierno del Estado de Nevada. Camino más rápido intentando alcanzarla, pero la única manera de hacerlo es corriendo —¡¿Puedes detenerte?! Le pido al llegar a su lado.

—¡No, no puedo! ¡Necesito encontrar un abogado! — Exclama sin mirarme.

—¡Claro, y lo vamos a encontrar aquí! Por si no te das cuenta lo único que hay son capillas, la casa de empeño del programa de televisión, casinos, hoteles, bares, en fin, de todo menos abogados... — Digo en un intento porque entre en razón y señalo nuestro alrededor.

—¡Si, me doy cuenta! ¡Y también me doy cuenta de que me he casado con un idiota! Al parecer esto a ti ni te afecta, pero a mi sí. No tienes ni idea de quién soy yo.  Comenta de manera arrogante y está vez sí se detiene en medio de la acera.

Bien, por lo menos se ha detenido; para gritarme e insultarme, pero lo ha hecho.

—Mira, no sé quién eres, pero me doy cuenta de que eres una engreída. Tú tampoco sabes quién soy yo y créeme que esto me afecta más de lo que tú crees. — Le aclaro. 

—A mí no me hablas a si... — Me advierte. Te comento que soy hija de una de las familias más influyentes de California, me estoy por casar con un empresario muy importante, pero ni vayas a creer que vas a poder sacarme un dólar con todo esto ¿Entiendes? — Me dice amenazante.

Una niña de papi, genial... de los miles de mujeres que hay aquí en Las Vegas y con las cuales podría haberme emborrachado hasta la medula, lo hice con ella... Perfecto...》 Pienso sarcásticamente

—Mira niñita, yo no necesito tu dinero ni el de tu familia, ni el de tu prometido, ¿de acuerdo? Si quieres saber quién soy búscame en Google... no vendré de una de las familias más influyentes de California, pero créeme que en Italia soy igual o más importante que tú, y también te aclaro, no obtendrás nada de mí. Informo enfurecido.

—¡Claro señor Marín! Lo buscare en Google, seguro tiene un artículo en algún blog importante... Grita de manera arrogante.

—Vayamos a desayunar antes que nos matemos en plena calle y busquemos una solución a esto, porque de verdad creo que antes que el divorcio terminaremos viudos y no sé si seas tú o yo. —Sentencio y camino en busca de un lugar decente donde poder desayunar mientras que ella me sigue sin prestar atención, ya que está muy entretenida mirando su móvil.

—¿¡Eres el hijo de Alonzo Marín!? — Me grita mientras sigue caminando detrás de mí.

—Sí, supongo que eso es lo que dice Google. Le respondo sin darme la vuelta.

—¡Conozco a tu padre!— Grita y esta vez me detengo. 

—¿Qué? ¿Cómo que lo conoces? —  Le pregunto un tanto confundido.

—Mi padre y tu padre son rivales en el mercado de Grecia— Dice dejándome sin palabras. 

—Espera… ¿tu eres la hija de Anker Christou? ¿Eres de esos Christou? — Cuestiono en un susurro.

Ella asiente —¡¿Por qué rayos no me lo dijiste esta mañana cuando te presentaste?! Me reclama.

—¿Cómo querías que me presentara? Hola, soy Gianluca Marín hijo de uno de los empresarios hoteleros más importante de Europa, viaje por todo el mundo, y por cierto somos la competencia de la familia Christou en Grecia ¿y tú quién eres? — Respondo.

—No lo sé, pero esto es un problema, ¿lo entiendes? —

—Claro que lo sé, lo único que falta es que tu padre crea que todo esto es una trampa. Sentencio.

—De seguro es tu familia quien pensara eso. — Rebate molesta.

—¿Por qué? ¿Acaso crees que somos así? —

—Tú eres quien lo has dicho primero — Refuta —No puedo creer que de tantos hombre que posiblemente había en ese bar, justo me casara contigo— 

—Lo mismo pienso— Respondo molesto a miro a nuestro alrededor —Entremos aquí. Sugiero señalando un Starbucks que hay en la avenida.

—Bien, al menos comenzamos bien con lo que es desayuno. —

—Eso no es difícil... El café es universal. Digo sarcásticamente. —¿Qué tomas? —

—Cappuccino y un Marble Pound Cake. Contesta con su acento americano.

Es realmente insoportable...

—Va Bene. — Respondo dejando que mi italiano gane. 

Ordeno lo que ella quiere, y pido un café y un muffin de chocolate para mí y luego de que me entregan la orden tomo asiento enfrente de ella.  —¿Qué haces? — Le pregunto al ver que abre el sobre de las fotos que me entregaron en la capilla.

—Quiero ver el desastre de anoche. — Comenta.

—Eres valiente, yo no me atrevo.  Explico y tomo un sorbo del café.

—¡Dios! ¡Que desastre! Dice asustada al ver la foto.

—A ver... Ya me gano la curiosidad. — Ella me pasa la foto y creo que escupiré el café que acabo de tomar. Somos ella y yo besándonos de una manera que parece difícil de creer... —Vaya... ya entiendo cómo es que terminamos casándonos... Estábamos un poco más que eh, como lo digo ¿excitados? — Expreso entre risas.

—¡No es gracioso! — Me grita.

—Perdón... Es que no sé ni cómo tomarme todo esto... — Le confieso.

—Se adulto y ayúdame a solucionar esto por favor— Me pide.

—Tu vives en este país... busca un abogado.  Exijo.

—Claro, porque el italianito hijo de papá no puede buscarlo... — Remede.

—No soy el único hijo de un empresario aquí eh Le advierto.

—O.K., lo siento... estoy nerviosa. — Se defiende.

—Yo también debería estarlo… — Estoy a punto de decirle el porqué, cuando mi móvil comienza a timbrar y al ver quien es me sorprendo.

—¿Qué sucede? me pregunta al ver mi cara.

—Mi madre... Le aclaro y luego respondo la llamada.

—¡Gianluca Marín! — Me grita al otro lado de la línea y se que estoy en problemas.

—Madre... Es lo único que le puedo responder.

—¡¿Se puede saber cómo rayos has terminado casándote en Las Vegas?! Me grita. Se supone que ibas a la despedida de soltero de Javier. — 

Genial... ya no solo me grita mi "esposa" si no también mi madre... vamos bien...

—¡Ha sido un accidente! no sabía ni quien era ella hasta hace un instante, pero estamos buscando como divorciarnos. La pregunta aquí es como lo sabes — Le cuestiono.

—¡Ni se te ocurra hacer eso! En cuanto a como me entere, hubo un paparazzi que se dio el trabajo de seguirte hasta Las Vegas y la noticia está en todos lados. No puedes salir ahora y decir que es consecuencia de una noche de copas; eso te arruinaría nuestra reputación. — Me advierte y creo que la que ha tomado alcohol ahora es ella.

Me pongo de pie y me alejo un poco de Arya. —Madre, ¿Qué me estás diciendo? Esta mujer es... ella está comprometida con otro... esto ha sido un error... además no la soporto. Intento explicar.

—Arya Christou, la reconocí de inmediato, te aseguro que su padre tampoco le conviene un escandalo. El divorcio ahora no es una opción. Recuerda que nuestras familias son rivales en los negocios, si sale a la luz la manera que ustedes dos se han casado, todos nos veremos perjudicados ¿Me entendiste? —Advierte.

—Veré que hago. — Le respondo y termino la llamada.

No tengo ni idea de que debo hacer, esta mujer me matara apenas pronuncie la frase "No nos podemos divorciar" Estoy en problemas muy serios... o muero a manos de ella o de mi madre, o simplemente me volveré loco soportándolas a las dos...

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