Ivar
Al despertarme espero algunos minutos para ponerme de pie y luego ducharme, de inmediato tomo mi celular y ver la hora. Apenas son las 7:30 Am, pensé que era más tarde.
Al entrar al w******p veo unos mensajes de un número no registrado que dicen: 1) Hola Ivar soy Mariela espero y que estés bien, vi que tomaste mucho alcohol. 2) No me preguntes cómo conseguí tu número, solo mantente en comunicación conmigo por aquí. 3) Buenas noches y duerme bien.
Esos fueron los tres mensajes que me dejó la maestra Mariela, no tengo dudas de que fue Víctor quien le dio mi número, porque él fue el único que habló con ella personalmente. No me voy a enojar por eso, Víctor cuando toma se pone muy hiperactivo.
No sé que ellos hablaron, pero se nota la insistencia de la maestra Mariela en tener comunicación conmigo. Decidí actuar como un hombre, ya lo de adolescente quedó atrás y se irá junto con la timidez.
Le escribiré y trataré de no mostrar ningún temor, más sin embargo, estaré firme en no tener nada con ella. Le escribo: Hola maestra Mariela, estoy bien y gracias por preocuparse. Podemos comunicarnos por aquí no importa cómo consiguió mi número.
Me quito un gran peso de encima al escribirle, anteriormente no le había escrito, pero ya está hecho.
Salgo de mi habitación directamente para la cocina, necesito beber agua y un poco de leche para subir mi glucosa.
María: acaba de despertar el borracho de la casa ¿Cómo te sientes?
— Mamá no exageres, y estoy bien. Buenos días.
María: buenos días.
Carmen: mamá se me hace tarde, Llévame a la escuela.
— Vayan bien y que tengan un excelente día.
María: la casa queda bajo tu responsabilidad.
— No se preocupe, no haré nada malo.
Me preparo un sándwich y tomo un poco de leche. Después de algunos minutos me siento mucho mejor, no tengo resaca y eso es bueno para mí.
Sentado en el sofá decido escribirle a los chicos por el grupo de w******p para saber de ellos.
— Buenos días ¿Qué tal están?
Pasan algunos minutos hasta que empiezan a responder.
Frederick: buenos días yo estoy muy bien.
Francisco: por aquí todo bien.
— Eso es muy importante.
Víctor: también estoy bien, aunque tengo un poco de resaca.
Frederick: era de esperarse anoche usted bebía como loco.
— También bebí mucho, pero me duché y desayuné, todo se puso más ligero.
Francisco: Víctor sigue ese ejemplo de Ivar.
Víctor: lo intentaré.
— Chicos creo que tienen razón, la maestra Mariela anoche me escribió, no fue nada especial. Sé que fue Víctor quien le dio mi número.
Víctor: ella prácticamente me suplicó por ese número, no pude resistirme.
Francisco: eso es un punto a tu favor, si quieres estar con ella solo hazlo.
Frederick: sigo neutro en ese caso.
— No tengo intenciones de hacer más nada que no sea platicar con ella, si sus intenciones son otras lamento que no sean correspondidas.
Víctor: deja de actuar así, por más respeto que le tengas. Si ella quiere tener relaciones sexuales contigo, solo hazlo.
Francisco: esto sucede pocas veces, pero esta vez corroboro con Víctor.
— Bueno, le escribí para saber de ustedes y decirles que ella me escribió.
Frederick: queden bien, tengo tareas que hacer.
Víctor: y yo una resaca que quitar.
La conversación con los chicos me dejó pensativo, aunque ya tomé una decisión y me mantendré firme.
Mariela
El día en la secundaria se tornó muy largo, ya tenía ganas de salir e irme para la casa.
Al revisar mi celular veo que Ivar me escribió, sentí una satisfacción por eso al ver que no se enojó.
Llego a casa y dejo mi maletín en el sofá, de inmediato le escribo.
— Buenas tardes, Ivar.
Ivar: buenas tardes, maestra Mariela.
— Deja la formalidad y dime Mariela.
Ivar: entendido, como usted desee.
— Tampoco me diga usted, como si te llevara veinte años.
Ivar: lo que me dice es que deje el respeto y la admiración por usted hacia un lado.
— Eres muy inteligente, eso es justamente lo que quiero.
Ivar: ¿Cómo estás?
— Todo bien, acabo de llegar de la secundaria.
Ivar: me alegro.
— Espero y que estés bien.
Ivar: lo estoy gracias a Dios. Ahora quiero que me diga porqué le pidió mi número a Víctor.
— Solo quería estar con contacto contigo ¿Hay algo de malo en eso?
Ivar: no hay nada de malo, siempre y cuando todo fluya normal.
— ¿Qué quieres decir con eso?
Ivar: que podemos tener una conversación normal, que sea sana y respetuosa.
— No te preocupes, no te daré preocupaciones.
Ivar: ¿Qué espera lograr de esto?
— ¿Quieres saber la verdad?
Ivar: es lo que quiero desde el inicio de esta conversación.
— No sé cómo lo vayas a tomar, pero tengo que decírtelo. Ivar me siento atraída por ti, me gustas mucho. No te puedo decir cómo sucedió o en qué momento; sin embargo, está sucediendo y no lo puedo evitar.
Ivar: gracias por ser tan directa, porque yo también lo seré contigo. Eres una mujer casada, eras mi maestra de secundaria, no creo que sea justo que te guste.
— Ivar no le veo nada de malo en que me gustes, soy humana y tengo sentimientos.
Ivar: tal vez no tenga nada de malo, pero no puedo hacer nada por ti.
— Querías saber la verdad y te la dije, no me siento mal por eso.
Ivar: digamos que te gusto ¿Qué pasará si tú no me gustas ó no podemos estar juntos porque ya estás casada?
— Quizás pueda no gustarte, pero no te preocupes porque esté casada, últimamente mi esposo está muy distante de mí y ya no siento esa química que antes teníamos.
Ivar: estoy muy confundido y no sé qué decirte exactamente, sin embargo, en estos momentos mi decisión es que no podré complacerte.
— Solo te dije que me gustas, lo que pueda querer de aquí en adelante te lo diré otro día.
Ivar: tengo que pensar muchas cosas, no me digas más por ahora. Cuídate y hablamos después.
— Igualmente.
LLEGÓ ESE MOMENTO, MARIELA LE DIJO A IVAR LO QUE SIENTE POR ÉL. IVAR ESTÁ CONFUNDIDO ES MUCHA INFORMACIÓN PARA UN SOLO DÍA.
¿ACEPTARÁ IVAR ESTAR CON SU MAESTRA MARIELA?
CONTINÚA LEYENDO LA HISTORIA, GRACIAS A TODOS LOS LECTORES..☆
IvarSigo pensando en todo lo que me escribió Mariela, eso de que le gusto me dejó aún más confundido, pero tendré sus aceptarlo.Nadie tiene la culpa de sentirse atraído por otra persona. Por otro lado, trataré de conversar lo menos posible con ella para no alimentar sus deseos.Mantengo mi rutina de ejercicios, organizo mis cuadernos, mi habitación, lavo mi ropa y así por el estilo.Durante toda una semana la comunicación con Mariela, fue de buenos días, tardes y noches, también para saber uno del otro. Nada fuera de lugar y menos hablar de sus sentimientos hacia mí.En algunas ocasiones me reuní con los chicos, fuimos a jugar baloncesto, le expliqué lo sucedido con Mariela y todos de rieron, es como si era lo que estaban esperando desde el principio.En realidad ya sabía que Víctor y Francisco querían eso, pero hasta Frederick participó en esa risa. Decidí contarles porque no me gusta ocultar nada con ellos. Me hicieron m
IvarEl día en la universidad se puso un poco intenso, luego de que Manuel tuviera una discusión con el maestro. Resulta que él consideraba que la tarea no tenía tanto valor para el maestro, pero era lo contrario. Se dijeron algunas cositas y antes de que saliera de control Diego intervino.Salimos de la clase y nos sentamos en el parque de la universidad.Manuel: bueno cambien esas caras, parece que alguien se llevó su regalo de navidad.Diego: solo estoy asimilando las cosas, tal vez el maestro se enfade con todos nosotros.— No creo que eso pase, no tuvimos la culpa.Natalia: Ivar tiene razón.Diego: de ser así estaré más calmado.Manuel: sí, por favor.— Sería bueno que vayamos a comprar algo de comer.Natalia: ya escucharon, y me parece buena idea.Vamos a la cafetería compramos sándwiches, los comemos allá y nos quedamos conversando un largo rato.Tratamos de organizarnos para la próxima c
MarielaNo caben dudas de que Alberto quiere algo más. La forma de besarme es mucho más apasionada que antes, se siente como si fuera algo nuevo para ambos.Charlamos un rato y cuando decido irme a dormir él me deja ir sin decir ni una sola palabra. Situación que me parece rara porque él siempre ha sido muy insistente.Cuando entro a mi habitación y luego me quito la ropa para irme a duchar, noto el silencio que hay en la casa. Resulta que luego de entrar al baño Alberto decide venir en busca de mí.Alberto: Mariela tal vez no desees lo mismo que yo, pero lo haremos aquí y justamente ahora.— Te haz vuelto posesivo.Alberto: y no solo eso.Se apodera de mis labios con unos besos tan apasionados que me hacen dudar si se trata de él, parece una persona diferente. De todos modos, me dejo llevar por las ganas y tirar la toalla al piso.Alberto me sujeta con mucha fuerza por la cintura, besa mis senos, cuello, ombligo y prá
IvarPara comenzar tengo que decir que han pasado dos semanas luego de mi conversación con Víctor. Tengo que agradecerle mucho porque abrió mis ojos y me hizo actuar como un verdadero hombre.Durante dos semanas he tenido una vida sexual activa, digo esto porque son tres las chicas con las que tuve sexo en eso lapso de tiempo. Es la primera vez que hago algo similar.Con la primera que tuve sexo durante estas dos semanas fue con Luna, tuvimos buena conexión. Tanto que ella me pidió que la llamara cuando quiera y que no me olvide de ella. La segunda fue Grace, a ella la había conocido hace tiempo, pero nunca tuvimos sexo. Ahora sucedió y tengo el permiso de volver a estar con ella cuando desee. Finalmente con la tercera que estuve fue con Alina, la chica con la que tuve mi primera vez y a la que no pienso olvidar nunca.Con todas me comporte como todo un caballero haciendo el amor de una manera decente, no me gusta ser tan brusco en ese casa;
MarielaTengo el presentimiento de que hoy será un gran día. Últimamente me siento mucho mejor, sin olvidar mis objetivos.Salí varias veces con Paola, compartimos largos y buenos momentos. Es como si fueran noches de chicas, pero en un restaurante.Le conté lo que me dijo el detective cuando hablamos hace un tiempo. Ella sigue insistiendo en que nada malo debe estar haciendo Alberto y le dije que eso esta por verse. Y que espero que en realidad no esté haciendo nada malo, porque de no ser así, las cosas se pondrán intensas entre nosotros.Eso y muchas otras cosas fueron las que compartimos.Decido escribirle a Ivar para saber de él.— Hola.Pasan algunos minutos y luego responde.Ivar: hola ¿Qué tal?— Estoy bien ¿Y tú?Ivar: me alegro, estoy bien.— Todo es recíproco. — Mucho tiempo sin platicar.Ivar: así es, no sé si haya de qué platicar.— En eso te equivocas, tenemos mucho de q
MarielaMe quedo recordando el día que Alberto y yo nos casamos, porque quiero tener algo positivo de nosotros antes de irme a hablar con Luis.Sí, quedamos en que hoy nos reuniremos en el lugar de siempre, mis pulsaciones se aceleran con solo pensarlo. Por que en realidad no quiero que Alberto me haya sido infiel, sé que lo amo demasiado y no quiero tener que odiarlo con la misma intensidad.En la vida hay muchas cosas las cuales no queremos que nos pasen nunca, pero por más que deseemos que eso no nos suceda. Algunas veces la vida nos golpea precisamente con ello.Siempre tuve miedo de que mi esposo me sea infiel y no quiero que eso cambie.Me marcho para el restaurante en el que Luis me espera.Al llegar lo veo sentado y muy tranquilo con su smoking negro.— Hola buenas tardes.Luis: buenas tardes ¿Qué tal?— Estoy un poco preocupada, pero se me pasará.Luis: eso espero, porque no le tengo buenas noticia
MarielaEstoy más tranquila, aunque solo han pasado unos días desde que el detective me dijo lo que Alberto y Paola hacían. Sin embargo, hablaré con Ivar para organizar nuestro encuentro. Por esa razón decido llamarlo de inmediato, no hay porqué perder el tiempo.— Hola ¿Qué tal?Ivar: todo bien ¿Y tú?— Me alegro, estoy bien, pero necesito hablar contigo.Ivar: justamente eso haces.— No, quiero que sea en persona. Tenemos que organizar todo sobre nuestro encuentro.Ivar: ah bueno, pues como desees. Solo dime dónde nos veremos y allá estaré.— Hoy estás muy distinto. El punto es que quiero invitarte a cenar, pero no sé si quieras hacerlo.Ivar: no hay problema. No obstante ¿Qué pasará si tu esposo nos encuentra?— No te preocupes por él, no se va a enterar de nada y si nos encuentra tampoco pasará nada. Te lo aseguro.Ivar: de ser así, pues te falta decirme la hora y el lugar.— Nos vemos en el
IvarYa casi son las ocho de la noche, pero justamente acabo de vestirme. No sé si me vestí muy formal para la ocasión.Al marcharme de casa me despido de mi hermana y le digo que le avise a mamá, ella salió en la tarde y aún no regresa.Llegó al hotel y Mariela me esperaba en la entrada, dice que tiene las llaves de la habitación 212. Seguimos caminando hasta que llegamos a ella.Me siento un poco nervioso, me ha pasado varias veces, creí que esta sería la excepción y no lo fue. De todos modos, ya sé a lo que hemos venido.Al verla tan decidida a estar conmigo me siento mucho más seguro de hacerlo. Me sujeta por el brazo izquierdo y me besa, una y otra vez.No sé si sea por las ganas, sin embargo, no recuerdo la última vez que recibí un beso que me provocara tanto. Me excita mucho un beso en el cuello, pero que use su lengua ya es otro nivel.Continuamos besándonos como si fuera la última vez, aunque es la primera vez que n