Mariela
Me quedo recordando el día que Alberto y yo nos casamos, porque quiero tener algo positivo de nosotros antes de irme a hablar con Luis.
Sí, quedamos en que hoy nos reuniremos en el lugar de siempre, mis pulsaciones se aceleran con solo pensarlo. Por que en realidad no quiero que Alberto me haya sido infiel, sé que lo amo demasiado y no quiero tener que odiarlo con la misma intensidad.
En la vida hay muchas cosas las cuales no queremos que nos pasen nunca, pero por más que deseemos que eso no nos suceda. Algunas veces la vida nos golpea precisamente con ello.
Siempre tuve miedo de que mi esposo me sea infiel y no quiero que eso cambie.
Me marcho para el restaurante en el que Luis me espera.
Al llegar lo veo sentado y muy tranquilo con su smoking negro.
— Hola buenas tardes.
Luis: buenas tardes ¿Qué tal?
— Estoy un poco preocupada, pero se me pasará.
Luis: eso espero, porque no le tengo buenas noticia
MarielaEstoy más tranquila, aunque solo han pasado unos días desde que el detective me dijo lo que Alberto y Paola hacían. Sin embargo, hablaré con Ivar para organizar nuestro encuentro. Por esa razón decido llamarlo de inmediato, no hay porqué perder el tiempo.— Hola ¿Qué tal?Ivar: todo bien ¿Y tú?— Me alegro, estoy bien, pero necesito hablar contigo.Ivar: justamente eso haces.— No, quiero que sea en persona. Tenemos que organizar todo sobre nuestro encuentro.Ivar: ah bueno, pues como desees. Solo dime dónde nos veremos y allá estaré.— Hoy estás muy distinto. El punto es que quiero invitarte a cenar, pero no sé si quieras hacerlo.Ivar: no hay problema. No obstante ¿Qué pasará si tu esposo nos encuentra?— No te preocupes por él, no se va a enterar de nada y si nos encuentra tampoco pasará nada. Te lo aseguro.Ivar: de ser así, pues te falta decirme la hora y el lugar.— Nos vemos en el
IvarYa casi son las ocho de la noche, pero justamente acabo de vestirme. No sé si me vestí muy formal para la ocasión.Al marcharme de casa me despido de mi hermana y le digo que le avise a mamá, ella salió en la tarde y aún no regresa.Llegó al hotel y Mariela me esperaba en la entrada, dice que tiene las llaves de la habitación 212. Seguimos caminando hasta que llegamos a ella.Me siento un poco nervioso, me ha pasado varias veces, creí que esta sería la excepción y no lo fue. De todos modos, ya sé a lo que hemos venido.Al verla tan decidida a estar conmigo me siento mucho más seguro de hacerlo. Me sujeta por el brazo izquierdo y me besa, una y otra vez.No sé si sea por las ganas, sin embargo, no recuerdo la última vez que recibí un beso que me provocara tanto. Me excita mucho un beso en el cuello, pero que use su lengua ya es otro nivel.Continuamos besándonos como si fuera la última vez, aunque es la primera vez que n
MarielaAl despertar noto que Alberto está parado al lado de la cama con una bolsa de regalo, me la entrega y luego me da un beso.— Gracias mi amor.Alberto: estoy a tus órdenes.— FelÍz aniversario.Lo que él no espera es lo que tengo planeado para esta noche, este será el último aniversario de boda que pasamos juntos.Abro la bolsa y dentro de una caja hay una cadena, es muy hermosa. Lástima que ya no me interesa nada de lo que él me regale. Porque así él decidió que con sus acciones.Alberto: ¿Qué planes tienes para hoy?— Ir a la secundaria y en la noche tendremos una cena de pareja.Alberto: eso suena muy bien.— Lo mismo digo.Alberto: me iré a trabajar y nos vemos después de las seis.— Esta bien.Se marcha de la casa y yo me ducho para luego ir a la cocina en busca de algo para comer.IvarSiento como que mi cuerpo tiene más energía, más gan
MarielaLuego del silencio creado en la mesa, decido que ya es momento de que hablen.— Moisés te hice una pregunta.Moisés: no creo que Alberto haya sido capaz de algo como eso. Llevamos muchos años de amistad y él está casado contigo, sin olvidar que Paola es tu mejor amiga.Paola: ¿Cómo te atreves a decir lado así de mí?— Ah, no están creyendo lo que le dije. Pues tendré que mostrar pruebas concretas.Alberto: no sigas con esa estupidez.— Tú cállate idiota.Moisés: Paola, si lo que Mariela acaba de decir es verdad. Lo nuestro se acaba aquí y ahora.Paola: ella no halla qué decir, déjala que muestre sus famosas pruebas.— Moisés ven para acá y te muestro. Porque contraté un detective privado para que siguiera a Alberto y dio resultados.Paola: me dijiste que no.— Pues te mentí, no soy idiota para contarte algo como eso.Tomo el bolso y saco el sobre con las fotos que Luis me entregó.
MarielaLlegar a la secundaria con todo lo que pasó anoche en la cabeza, no sé si me pueda concentrar. No obstante, tengo que cumplir con mi deber como maestra y dejar los problemas personales atrás.Me siento al lado de algunas compañeras para luego firmar el libro. Cuando Paola pasa y me saluda, la ignoro por completo y todos se quedan mirándome.Sé que para muchos es algo muy raro que ignore a Paola porque hemos sido amigas bastantes años.Celia: ¿Sucede algo entre ustedes?— Pregúntale a ella, seguro que te puede aclarar las cosas más que yo. Ahora tengo que irme, es hora de cumplir con mi labor.Le hablo en un tono que de seguro ella notará que me incomodó la pregunta. Porque quieren saber todo y no ayudan a resolver nada, solo son un grupo de chismosas.Entro al salón de clases saludo a los chicos y estoy tan desorientada que en vez de biología le escribí un tema de física.El día de clases pasa rápido y cuando v
MarielaNo sé si fue buena idea venir a esta fiesta en compañía de Ivar, apenas han pasado unos días de mi rompimiento con Alberto. De todas formas ya estoy aquí y tengo que compartir con él.Es muy difícil para mí estar cerca de él, porque todo lo que hace me atrae y me tiene desconcertada.Ivar: ¿Qué tanto piensas?— Ah, nada, no te preocupes. Vayamos a charlar con tus amigos.Ivar: ¿Crees que sea buena idea?— Hagámoslo y después sabremos lo que fue.Él asiente y me lleva donde los demás.— Hola chicos, buenas noches. Felicitaciones al cumpleañero.Francisco: buenas noches y gracias.Víctor y Frederick: buenas noches.Ivar: no se sientan presionados por la presencia de Mariela, esta noche no es su profesora.Francisco: no olvides que fue idea de nosotros que la invites a la fiesta.— Soy una persona común y corriente, no hay necesidad de actuar diferente conmigo.Víctor: dicho est
MarielaCuando Ivar se marcha de la casa me quedo pensando en lo juntos que hemos estado en los últimos días. No sé cuál sea la razón, pero creo que vamos de menos a más.Alberto se va a cansar de insistir para que regrese con él, y no sucederá. No soy ninguna idiota para regresar con alguien que no pensó en las consecuencias de acostarse con mi mejor amiga. Por otro lado, Paola para mí ya no vale nada.Al terminar de ducharme, organizo todo y luego me acuesto.Cuando estoy preparando el desayuno suena el timbre de la puerta, me demoro un poco porque tengo que lavarme las manos. Al abrir la puerta veo al estúpido de Alberto con cara de arrepentimiento y por un momento pensé en cerrarle la puerta en la cara.Alberto: buenos días, solo quiero que hablemos un rato. Ya que no has cogido ninguna de mis llamadas tuve que venir hasta tu casa, porque debemos aclarar las cosas.— No creo que tengamos nada que aclarar, pero para que m
MarielaEl día en la secundaria fue de lo más normal. Hoy trabajamos con el tema de la respiración y sus tipos (aeróbica y anaeróbica). Los estudiantes debatieron muy bien acerca del tema y me sentí muy cómoda con ellos, no pensé en nada que me preocupe o distraiga.Lo único que ya se ha vuelto normal, es que ignore la comunicación y la cercanía con Paola. Ella es muy persistente porque la llevo ignorando muchos días y sigue insistiendo en hablar conmigo. No sé porqué tiene tanta prisa de que hablemos.Si también no se hubiera portado como una idiota, las consecuencias de sus actos serían diferente. Por esa razón no creo que la pueda perdonar, me hizo muy mal que me haya fallado de esa manera.Decido irme de la secundaria porque ya cumplí con el horario establecido para hoy y no seguiré encerrada.Antes de ir a casa paso por el supermercado y compro algunos detergentes que me hacen falta, no quise llegar a casa para luego regresar.