Espero que entiendan que este cap tenía que ser largo, jajajaja, hoy conocí la cochina envidia, que hombres son ese par. Esto no para, mañana seguimos actualizando amigas, tal vez otros 3, o tal vez solo uno, todo depende de Sebastián y Dan, jajajaja.
POV. SEBASTIÁN.— ¿Estás seguro?— ¡Claro que sí! — Sonreí como si fuera un niño pequeño.— De acuerdo, vamos — Lucía tomó mi mano y yo sonreí porque aún seguía sintiendo las cosquillas en mi piel.Era como si nunca nada malo hubiese pasado entre nosotros, como si toda la vida hubiésemos estado juntos y ese amargo pasado que nos separó durante tanto tiempo no hubiese existido.Pero si existió y era tan real que dolía. — Uno, dos — su risa me hizo apretar con fuerza su manos y no la deje llegar a tres.Tire con fuerza y saltamos por el risco de casi 10 metros sobre el mar, no la solté y ella no me soltó tampoco, éramos los dos cayendo al mar, el profundo e inmenso mar.Como el amor que siento por ella, un amor infinito e inexplorado en su totalidad, con una profundidad tan misteriosa como misteriosa, no era de un solo color, algunas partes claras y otras un tanto oscuras, como mi alma, como mi vida, no sabía si yo era bueno del todo, pero sabía que no era malo todo el tiempo, simplemen
POV. SAMANTHA. — ¿Puedo seguir? — Memita, la mujer que me ayudaba con mi pequeña y con los quehaceres de la casa me había anunciado su llegada. — Sí, pasa por favor — le sonrío a Bryan y el abre sus enormes brazos para mí.— Vine tan pronto como llegó la carta.— No te preocupes, sabía que tardaría en llegar hasta ti. — ¿Y dónde está? — Durmiendo.— ¿Tus heridas? — Ya han sanado bastante bien, al menos mi mano ya funciona.— Después de un año, creo que es lo justo.Ambos reímos y tomé su pequeña y vieja maleta para ponerla en el cuarto de huéspedes, caminamos y lo dejé allí en esa habitación para que tomará una ducha y luego bajará a cenar, preparé su comida favorita y espere a que bajará.Bañado, afeitado, con ropa nueva y limpia, sí, definitivamente este si era Bryan.— ¿Qué vamos a pedir? — Ya preparé Fetuccini — dije pasándole el plato lleno de salsa boloñesa y mucho queso parmesano.— No lo olvidas.— ¿Cómo olvidar que una persona come queso con pasta? Reímos y nos sentamos
POV. SAMANTHA. — Al fin estamos juntos — la voz de Bryan sonó demasiado alta, demasiado segura, demasiado confiada.Mi boca se volvió una “O”, no dije absolutamente nada y respondí cuando me tomo la mano, simplemente enrede mis dedos entre los suyos y sonreí.De verdad algo dentro de mi se calentó, algo se avivó y no sabía si era bueno o malo.En el pasado había sido realmente malo y Dan fue como ese bálsamos un dolor que parecía apagarme la vida en ese entonces.Lo extraño de la situación es que ahora era Dan el que me había causado un daño irreparable y Bryan el que me estaba salvado.— Es mi hija — dijo Dan con sus dientes muy apretados y dando pasos lentamente hacía mí —. No me la vas a quitar, primero tendrás que matarme — Eso no es difícil para mí — Bryan dio el primer paso y Dan el segundo, estaban uno frente al otro demasiado cerca.— No te tengo miedo.— Deberías, Doc — dijo Bryan con una sonrisa que no supe interpretar.— Tu no eres más que el perro de tu padre, no tienes
POV. NARRADOR.— ¿Dónde estás? — No te pienso decir.— Sabes que puedo encontrarte con solo chasquear mis dedos.— Quiero ver que intentes eso.— No necesito intentarlo, solo necesito ordenarlo.— Padre — dijo la hermosa y exótica mujer de labios gruesos, ojos verdes como el jade, piel tersa y llena de pecas —, ya no soy una niña, no me puedes mantener encerrada en ese castillo que construiste para mí.— No construí ese castillo para tí, lo construí para mantenerte alejada de las personas a las que puedes hacer daño.— ¿Tan mala crees que soy? — la mujer río.— Estás enferma, tu mente está enferma.La chica llevaba un gran vaso de papel lleno de café caliente, las palabras de su padre la alteraron al punto de apretar con fuerza y que el contenido se derramará sobre su mano.Pero ella estaba inmobil, parecía que no hubiese caído nada sobre su mano.— Ya no me puedes atrapar, vine por lo que es mío.— Él no es tuyo.— ¡POR QUÉ ESA ZORRA ME LO QUITO! — Varias personas voltearon a mirarla
POV. LUCÍA.Bajé del auto, empujando suavemente la carriola en la que descansaba mi pequeño hijo Theo, apenas deunos cuantos meses. El sol matutino brillaba sobre los jardines del orfanato de SummerHill, un lugar conocido por su compromiso con los niños menos favorecidos. Estaba demasiado emocionada por continuar el trabajo filantrópico de Sebastián, un proyecto personal que había comenzado justo cuando descubrí la verdadera persona que mi esposa es. Mientras caminaba hacia la entrada del edificio, me encontré con Carmen, quién traía en otra carrilla a su pequeña hija, que tenía tal vez unos meses menos que Theo. —¡Lucía! Me alegra tanto que hayas venido —dijo Carmen con una sonrisa, mientras saludaba al pequeño Theo con ternura.—No podía faltar. Estos proyectos son muy importantes para mí —respondí inclinándome para besar a su pequeña en la frente antes de girarme de nuevo hacia Carmen—. Estoy tan contenta de que podamos hacer una diferencia aquí.Mientras entraban en el edificio, u
POV. SEBASTIÁN.— ¿Ya se durmió? — Loren traía entre las manos una taza de té y apenas si me sonrío.— No está bien, esto… La desestabilizó.— Gracias por quedarte.— Siempre Seb. Lucía es como mi hermana y es lo minimo que puedo hacer por ella. — Gracias.— ¿Hablaste con Oli y Elijah?— Sí, acabo de colgar, están abajo esperando por ti.— De acuerdo, entonces me voy.Loren me dio la espalda y la vi marcharse, suspire y respire pesadamente.Estaba cansado, creí que los problemas que seguirián en mi vida serían caídas de los niños, sus berrinches, rebeldía en la adolescencia, tal vez alguna que otra pelea.Pero las fotos que Bryan me enseñó, y que esa m*****a loca llegará a mi familia, eran un golpe que no esperaba.Cuidadosa, meticulosa, perfeccionista, estricta, no dejaba nada al azar, cada cosa que hacía era perfecta o no se hacía. Y como lo fue en el trabajo supongo que será en esta pelea.Me acerqué a la cama y me desnude sin dejar de mirar a Lucía, la angustia en sus ojos, sus lá
POV. SAMANTHA. — Tengo que ir a trabajar. — Eres mi mujer, no necesitas trabajar — las palabras de Bryan eran tentadoras, muy tentadoras, pero por más de que mi cuerpo pedía a gritos otro orgasmo, decidí levantar mi trasero de la cama.Amaba profundamente a Bryan y aunque habían pasado meses desde su llegada y uno exactamente desde que esa misteriosa mujer había secuestrado al pequeño Theo, la verdad es que no podía dormirme sobre la vida de ensueño que estaba viviendo, porque me había jurado a mí misma no volver a confiar tan ciegamente. Dos hombres habían llegado a mi vida a pintarla de colores, a llenarla de flores, a rodearme con atenciones y a hacerle creer que yo era el centro de la vida de ellos, para que luego al final simplemente decidieran irse por qué habían otras prioridades. Tal vez eso era lo más doloroso para mí, que ellos siempre fueron mi prioridad y yo nunca fui la suya. Así que por esa razón simplemente yo no podía soltarme y confiar del todo en la presencia de
POV. LUCÍA. Estaba en problemas, lo supe desde el momento en que Dan llegó a nuestra mesa.Pero nunca imaginé que los problemas fueran de tremendo calibre, mucho menos que sería Dan el mayor afectado. Estaba por hacerle un huevo al piso, caminaba como posesa de un lado a otro dentro de la habitación, mis manos todavía tenían sangre y mi respiración aún no se regulaba. Sebastián se había desaparecido por completo, no daba señales de vida y en realidad parecía que yo era la mala encerrada y aislada de mis hijos, de mi familia, de mis amigos, de todo. Grité, golpee la puerta, patalee, pero no había respuesta de nadie. La última imagen que tenía en mi cabeza era la de Sam sobre el cuerpo casi inerte de Dan, mientras apretaba la herida con fuerza. Después de eso fui tomada con fuerza y arrastrada por los brazos de Sebastián a una de las habitaciones de un hotel cercano y nada más. Me dejó aquí tirada como si fuera un paquete. Decidí tomar una ducha, limpiarme la sangre y sentarme e