HOLA, CHAO JAJAJAJAJA
POV. SEBASTIÁN.— ¿Ya se durmió? — Loren traía entre las manos una taza de té y apenas si me sonrío.— No está bien, esto… La desestabilizó.— Gracias por quedarte.— Siempre Seb. Lucía es como mi hermana y es lo minimo que puedo hacer por ella. — Gracias.— ¿Hablaste con Oli y Elijah?— Sí, acabo de colgar, están abajo esperando por ti.— De acuerdo, entonces me voy.Loren me dio la espalda y la vi marcharse, suspire y respire pesadamente.Estaba cansado, creí que los problemas que seguirián en mi vida serían caídas de los niños, sus berrinches, rebeldía en la adolescencia, tal vez alguna que otra pelea.Pero las fotos que Bryan me enseñó, y que esa m*****a loca llegará a mi familia, eran un golpe que no esperaba.Cuidadosa, meticulosa, perfeccionista, estricta, no dejaba nada al azar, cada cosa que hacía era perfecta o no se hacía. Y como lo fue en el trabajo supongo que será en esta pelea.Me acerqué a la cama y me desnude sin dejar de mirar a Lucía, la angustia en sus ojos, sus lá
POV. SAMANTHA. — Tengo que ir a trabajar. — Eres mi mujer, no necesitas trabajar — las palabras de Bryan eran tentadoras, muy tentadoras, pero por más de que mi cuerpo pedía a gritos otro orgasmo, decidí levantar mi trasero de la cama.Amaba profundamente a Bryan y aunque habían pasado meses desde su llegada y uno exactamente desde que esa misteriosa mujer había secuestrado al pequeño Theo, la verdad es que no podía dormirme sobre la vida de ensueño que estaba viviendo, porque me había jurado a mí misma no volver a confiar tan ciegamente. Dos hombres habían llegado a mi vida a pintarla de colores, a llenarla de flores, a rodearme con atenciones y a hacerle creer que yo era el centro de la vida de ellos, para que luego al final simplemente decidieran irse por qué habían otras prioridades. Tal vez eso era lo más doloroso para mí, que ellos siempre fueron mi prioridad y yo nunca fui la suya. Así que por esa razón simplemente yo no podía soltarme y confiar del todo en la presencia de
POV. LUCÍA. Estaba en problemas, lo supe desde el momento en que Dan llegó a nuestra mesa.Pero nunca imaginé que los problemas fueran de tremendo calibre, mucho menos que sería Dan el mayor afectado. Estaba por hacerle un huevo al piso, caminaba como posesa de un lado a otro dentro de la habitación, mis manos todavía tenían sangre y mi respiración aún no se regulaba. Sebastián se había desaparecido por completo, no daba señales de vida y en realidad parecía que yo era la mala encerrada y aislada de mis hijos, de mi familia, de mis amigos, de todo. Grité, golpee la puerta, patalee, pero no había respuesta de nadie. La última imagen que tenía en mi cabeza era la de Sam sobre el cuerpo casi inerte de Dan, mientras apretaba la herida con fuerza. Después de eso fui tomada con fuerza y arrastrada por los brazos de Sebastián a una de las habitaciones de un hotel cercano y nada más. Me dejó aquí tirada como si fuera un paquete. Decidí tomar una ducha, limpiarme la sangre y sentarme e
POV. KALILA.— Hija, regresa.— No quiero, ya casi lo consigo.— Es un hombre casado, hace mucho te lo dejo claro. Casi quebramos por tu imprudencia.— Es mío — dije y sonreí.Estaba viendo a Lucía en el supermercado, desde la distancia, como siempre me gustaba observar, casi parecía un fantasma y eso era bueno.Colgué la llamada y lancé el teléfono a una caneca de basura que estaba cerca de mí, de alguna manera para mi padre era fácil rastrearme aún cuando yo no dejaba rastros, pero también para Bryan el amigo de Sebastián y para sus hombres, aunque desafortunadamente para ellos, yo estaba siempre dos pasos por delante.Y lo estaba porque simplemente durante mi tiempo junto a Sebastián me había dedicado por completo a estudiar y analizar sus rutinas, sus movimientos, su personal, sabía de memoria sus códigos de seguridad, todo lo que tenía que ver y si eso no era amor, entonces definitivamente no sabía lo que era. — Hola — salude a Lucía, sin la presión de tener a esos horribles gori
POV. LUCÍA.— ¡NO! — Técnicamente eso no fue un grito, fue más bien un rugido.Sí, definitivamente Sebastián estaba molesto, estaba en desacuerdo y definitivamente si algo salía mal, nunca me lo iba a perdonar. — Sebastián, la idea es buena — Bryan dijo con la voz muy baja mientras Sam estaba sobre sus piernas. — Ni de coña voy a aceptar semejante estupidez.— ¿La quieres atrapar o no? —Le pregunté claramente molesta y algo frustrada también.— Pero no te voy a exponer de esa manera.— Ella te quiere a ti y me quiere sacar del camino, sabe que tu no vas a ir a ella por mera voluntad, así que lo mejor es hacerle creer que me…— ¡NO! — Es riesgoso — la voz de Sam al fin se escuchó.La mire como si quisiera arrancarle la cabeza, pero podía entenderla perfectamente, después de todo ella vio a Dan ser atacado por esa loca desquiciada y el hombre aún no despertaba.— No tengo miedo de hacerlo y Seb — mire a mi esposo y tomé su mano —, no me interesa si estás de acuerdo o no, simplemente l
“Si se ha de herir a un hombre, se debe ser tan severo que no se pueda temer su venganza”Nicolás Maquiavelo.POV. BRYAN.— ¡SAM! —Grité con todas mis fuerzas.Pero ya se había ido, ya no estaba, se me escapó de entre las manos como agua y yo estaba entre histérico y enloquecido.¿Cómo había pasado todo aquello? Sobre todo en nuestras narices.Ni idea, pero sabía que Kalila no estaba sola, el asunto ahora era saber quién la estaba ayudando.— ¡QUIERO A MI MUJER, AHORA! No me importaba si tenía que mover cielo y tierra o quemar los mares enteros, pero de que conseguía a Sam, la conseguía de nuevo, además de que Sebastián estaba en manos de Kalila y Lucía también.Mientras fumaba un cigarrillo y miraba por la ventana de mi auto, reía por lo irónico de la situación, había dejado la mala vida que me había enseñado mi padre para poder ser feliz y ahora esa m*****a vida parecía no querer dejarme ir. — Señor — me llamó mi conducto, sacándome de mis tribulaciones.— ¿Qué sucede?— La señora
POV. LUCÍA.— Hola, querida Sam — escuche la voz de un hombre y me asuste —. ¿Lista para el show?Sí, tenía miedo, mucho. Pero no por mí, tenía miedo porque mi plan había sido un desastre y Sam que nada tenía que ver en todo esto estaba siendo afectada, además de Sebastián del que no sabía nada, excepto que estaba inconsciente hasta antes de que me arrastraran a este espacio que parecía una caja de fósforos y donde solo podía estar de pie.El hombre que me arrastro hasta aquí, era alto, de pelo negro, una cicatriz enorme en su rostro y unos dientes asquerosos. Se acercó demasiado a mí e intentó pasar sus manos por lugares que no debía, así que le arañe el rostro y tiré de su pelo con todas mis fuerzas, hasta que levantó su mano y golpeó mi rostro dejándome casi inconsciente. Cuando me recupere del todo, escuche la voz de ese hombre que amenazaba a Sam.— ¿Sam? — La llamé y esperé pacientemente a que respondiera.— Acá estoy — dijo suavemente.— ¿Te hicieron algo? — Aún no — respondió
POV. SEBASTIÁN.— ¡VAMOS, TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ! — El grito de Kalila fue lo único que me llegó y yo estaba gritando para ese momento.Más bien eran aullidos cargados de dolor, las lágrimas parecían limpiaban la sangre de mi rostro, mis manos que estaban atadas temblaban, mi cuerpo se estaba sacudiendo por el llanto.El lugar de repente quedó en silencio, afuera ya no se escuchaba nada y yo me sentí perdido.Mi Lucía no estaba, el amor de mi vida, la mujer por la que lo di todo, la mujer por la que decidí mantenerme vivo y enfrentar al monstruo de mi padre, la madre de mis hijos y yo…— ¡PUDRETE! — Le grité a Kalila cuando me desato y la empuja con violencia lejos de mí.Estaba por abalanzarme sobre esa mujer cuando vi que el cuerpo del guardia que traía a Lucía se removía y me volví loco, la ira y el dolor terminaron de enceguecer, ya no sentía dolor, ya no sentía nada. Simplemente quería matarlo.Corrí como pude hacía el hombre que se le dificultaba ponerse de pie y lo empuje le