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capitulo 2: Hermosa mujer ❤️

—Señor, usted está cometiendo un grave error—digo tratando de hacerlo caer en razón.

—No, en realidad mi objetivo eres tú, Celine de Macalister..

Mis vellos se erizaron de punta a punta.

—Estás mal de la cabeza, no me llamo Celine, me llamo Jimena—trato de mentir. Pero eso hizo que el hombre de ojos verdes soltara una risita.

—No eres tan lista como aparentas—se acercó a mí, y me tomó de la cintura—Vamos.

Me niego a caminar, y él me hace caminar de un suave empujón.

—¡Ah duele!-me quejé, en realidad mis rodillas están lastimadas.

—¿Qué pasa?—Me pregunta el hombre de ojos verdes con voz preocupante.

Mis rodillas temblaban incapaces de moverse. Solo sentí un líquido recorrer por mis pantorrillas.

El hombre me soltó, y llevó su mirada hasta mis piernas, alzó mi falda lentamente. En cuanto vio mis heridas, su rostro se enfureció como el mismo Tasmania.

—¡¿Cómo dejaron que se lastimara!?—gritó enfurecido buscando una buena explicación.

—Señor, ella se cayó—dijo la chica en voz alta.

Pero Lebron no le creyó, por esa razón me cuestiono a mi.

—Dime, ¿Quién te hizo esto?—preguntó en un susurró.

No fui capaz de hablar, solo guarde silencio—No temas, solo dime quien fue—cuestiono encima de mi oído está vez, su olfato situado en mi cuello me hizo temblar de pavor, estaba muy cerca de mi. Pero su perfume huele bien. Por lo menos, no como la capucha maloliente que me pusieron al principio.

Sintiéndome confiada decidí señalar a Patrik; quien acababa de llegar con el agua.

—Señor el agua de la joven—avisó con una sonrisa en sus labios, sonrisa que se borró al instante. Luego de sentir las manos de Lebron encima de su cuello—¿¡Señor que hace?!—preguntó con incredulidad.

—Te dije que si ella venía con tan solo un rasguño me las iban a pagar.

—Se equivoca, ella cayó al suelo, mientras trataba de escapar—dijo Patrik en su defensa. Pero Lebron no le creyó. Por ello sacó un arma y le apuntó en la frente.

—No me interesan tus razones, solo les pedí que la trajeran a salvo.

—Jefe no lo haga por favor—dijo la chica postrándose en la mitad. Pero Lebron estaba decidido.

—Si no te apartas en este preciso momento, ambos morirán.

La chica asintió con valentía y respondió.

—Cuando nos asesiné, le avisa a nuestros padres que nos fuimos del país para siempre.

Me sentí mal, por mi culpa ahora dos personas iban a morir.

Lebron hizo disparar su arma, de inmediato cerré mis ojos, me sentí despavorida.

—¡Largo!—ordenó Lebron con voz demandante. Por fortuna, el disparo lo hizo hacia otra direccion. Sentí un fresquito en mi pecho al saber que nadie murió—Todos son unos malditos incompetentes. Lebron volvió su mirada hacia mí, y me sonrió con ternura.

—¿Qué estás tramando?—le pregunté.

Él no dijo nada, solo guardó silencio y se acerco a mi y me sostuvo de la cintura nuevamente.

—Te llevaré al lugar a dónde perteneces-dijo con voz suave.

—¡Déjame, no me toques!—le gritó tan fuerte que él sacude una de sus orejas.

—Vamos pequeña, no seas tímida—Me mira como si yo fuera una carne exquisita.

—¡Mi novio vendrá por mi y lo vas a lamentar!—Exclame con los nervios de punta, lo que hizo que Lebron se enojara, y de inmediato ordeno a sus hombres.

—Lleven a la chica a la habitación—De inmediato todos me sujetaron y me llevaron de arrastres.

Soy llevada a una habitación pequeña. Lebron venia justo detras de nosotros.

—¿Por qué me tienes aquí dime?—le abro los ojos.

—Chicos largo, déjenme a solas con ella.

Todos se fueron rápidamente, dejando la habitación silenciosa. Salvó por el sonido de las manecillas del reloj que está dentro de la habitación.

Lebron se sentó sobre la cama y me invitó a sentarme a su lado. Dándole una palmadita a la cama.

—No, no me sentaré a tu lado, ¿Dime porque me tienes aquí?—le exijo.

Él soltó un suspiro y pasó su mano por encima de su cabeza. Su cabello es largo, le llega justo por encima de sus hombros, y a los lados está motilado. En realidad su cabello es hermoso, y de color negro.

—Celine, trato de ser lo más amable posible, pero tú solo sabes ser grosera—alza una de sus cejas y me mira con picardía.

—¿Qué quieres de mi, dime?—Pregunte.

—Te voy a explicar el porqué te tengo cautiva. La razón es simple, tu novio ha secuestrado a mi amada—Abrí mi boca para hablar, pero él me hizo callar, ya que alzó uno de sus dedos—Déjame hablar por favor—Su mirada desafiante me intimido— Prosigo, tu novio Alex Macalister—Lo interrumpo de golpe.

—Eso es imposible, él jamás sería capaz de hacer algo como eso.

—¿Podrías hacer silencio?—me pide. De inmediato hago silencio y él continúa—Te lo agradezco. En fin, tu novio o marido, como sea, secuestró a mi mujer, y hasta que él no me entregue a Isabell. Pues yo tampoco te entrego a ti.

Lebron se levanta de la cama y se acerca a mí con pasos seguros.

—Aléjate—le ordenó, pero él sigue acercándose hasta el punto de apretar mi cintura con una de sus manos.

—No entiendo porque Alex, olvidó custodiar a esta hermosa mujer—Su voz ronca hace que mis vellos se pongan de punta.

—Por favor, no me hagas daño—le suplicó casi al borde de llorar.

Lebron pasó sus manos por mis nalgas, dándoles una breve manoseada.

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