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capitulo 5: Intensa curiosidad ❤️

—¿Asesino a tu padre?—mi voz tembló al decir esto.

—Si, él lo asesinó, y todo por la m*****a ambición. En realidad tú novio era quien nos transportaba la droga, el sabía todo de papá. Pero una tarde cuando apenas el sol se escondía, tu novio lo silencio, cuando encontramos a papá, estaba descamisado, y golpeado y sin sus tarjetas de crédito. Lo peor de todo, fue que Alex me llamo, diciéndo que tenía a Isabella cautiva.

No sabía de qué hablaba, tampoco quería escucharlo, se que son mentiras, me está engañando, mi novio jamás sería capaz de eso. Pero tenía que meterme en el papel.

—No tienes que hacer esto. Podemos resolverlo de otra manera.

—No hay otra manera —dijo apretando la mandíbula.

Desesperada, pensé en cualquier cosa que pudiera decir para detenerlo, aunque solo fuera por un momento.

—Si… si la hay, te ayudaré a encontrar a tu novia—tartamudeo aún sin creer en la estupidez que acabo de decir.

Su rostro se endureció aún más, y su mano se apretó en mi garganta, robándome el aliento.

—No harás nada —dijo con una certeza aterradora.

—Por favor, detente —dije, una última súplica—. Piensa en lo que haces. Aún puedes elegir.

—Ya he elegido.

En ese momento, supe que no habría más palabras que lo detuvieran. Era el momento de actuar, de luchar con todo lo que tenía. Porque, aunque el miedo me consumía, la voluntad de vivir era aún más fuerte.

Ligeramente lleve mis manos hasta su largo cabello y lo jale hacia atrás con fuerzas, él pegó un rugido de dolor y de inmediato llevó sus manos hasta las mías haciendo un tipo de esposas.

—Por un momento confíe en ti—Masculló cerca de mi boca. Estamos a unos centímetros de rozar nuestros labios.

—¡Lo siento!—dije sin mirarlo al rostro sabía exactamente que estaba demasiado enojado. Su respiración estaba demasiado agitada y podía ver como las venas se salían de su rostro.

—En realidad no te iba a viol@r, solo quería confirmar si aún eras virgen.

Quedé completamente paralizada cuando escuché esas palabras. ¿Me tiene aquí por mi virginid@d o por venganza?

—Solo suéltame, te lo suplico...—dije con una voz tan suave y temblorosa que sonó casi sensual.

Lebron soltó mis manos lentamente, y coloco las suyas sobre mis senos. Mis pezones se endurecieron de inmediato por el frío que reinaba en la habitación.

Sentí mi piel erizarse mientras él frotaba mis pezones con sus pulgares, como si jugara con ellos. Era una sensación extraña, pero una corriente de electricidad recorrió mi cuerpo. Nunca antes había experimentado algo así; ni siquiera mi novio Alex me había tocado de esa manera. Alex, siempre tan caballeroso...

—¿Cómo supiste que era virgen?—le pregunté, mirándolo fijamente. Sus pupilas se dilataron, estaba ensimismado con mis senos, por ello, le fue incapaz de responder. 

-Ya es suficiente-dijo, se apartó de mi y se sentó a un lado de la cama, llevándose las manos al cabello y tirando de él bruscamente. Susurraba palabras en otro idioma que no lograba comprender. Observé su espalda, y tenia un tatuaje que decía "sin piedad".

No sé por qué, pero su imagen me hizo pensar que había sufrido mucho. Su cuerpo estaba cubierto de cicatrices pequeñas que me conmovieron. No entendía el verdadero motivo por el que me tenía aqui, pero una parte de mí comenzó a creer en él. Lentamente, extendí una mano hasta su espalda y la acaricié desde el cuello hasta el último hueso de su columna.

Al sentir mi toque, Lebron arqueó la espalda y me lanzó una mirada penetrante, potente como la de un león. Sus labios, rojos como fresas, estaban húmedos.

Tomó mi mano suavemente y la acarició, sin apartar sus penetrantes ojos de los míos. Con la otra mano libre, levantó mi mentón y lo acarició. Mi corazón latió frenéticamente; quizás porque nunca alguien me había tocado así.

—Eres tan hermosa—me dijo, con una voz ronca y sexy.

Lentamente se acercó a mí. No hice el más mínimo esfuerzo en apartarlo; solo lo dejé. Lebron llevó sus labios hasta los míos y me besó con una delicadeza que me desarmó. No era muy experta besando, ya que apenas lograba besar a mi novio cuando regresaba de un partido, y esos eran besos ligeros. Pero Lebron, él era un experto. Sabía cómo llevar el ritmo de mis labios. Sentí una ola de calor cuando su lengua se deslizó dentro de mi boca; era fascinante. Sus labios, medio gruesos y jugosos, eran el toque perfecto para mí. Mi cuerpo empezó a calentarse y me sentí como una loca besándolo con tanta pasión. Tal vez lo hacía porque pensaba que me dejaría ir.

El sonido fuerte de nuestros labios resonaba en la habitación, creando un eco que parecía amplificar cada sensación.

El beso se intensificaba, cada movimiento de sus labios y su lengua enviaba chispas de electricidad por todo mi cuerpo. Sus manos, firmes pero suaves, recorrieron mi espalda, dejando un rastro de calor en su camino. Sentí que me derretía bajo su toque.

—Lebron, ¿hay algo más aparte de un simple secuestro?—susurré, apenas separando mis labios de los suyos.

Por un momento, pareció vacilar, como si estuviera debatiéndose entre decirme.

—No, no hay nada más que un secuestro—respondió finalmente—Pero… hay algo en ti que me atrae de una manera que no puedo explicar.

Se inclinó sobre mí, su cuerpo irradiando una calidez que contrastaba con el frío de la habitación. Sus labios volvieron a encontrarse con los míos. Mis manos recorrieron su espalda, sintiendo cada cicatriz, cada marca que contaba una historia que aún no conocía. Cada toque parecía acercarme más a él.

—Déjame mostrarte lo que es sentir—murmuró contra mi piel, como si supiera todo de mi.

Y en ese momento, comprendí que estaba en el precipicio de algo más grande que yo, algo que podría cambiarme para siempre. Pero, extrañamente, no sentí miedo. Solo una intensa curiosidad.

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