El ambiente era tenso, quería salir corriendo y no estar más a su lado, sin embargo me sentía atada a estar con él, pero acaso debe permitir que me lastime las veces que desee que abuse de mi siendo su esposa. No, esto debería parar de una vez.
Mi labio aun dolía por el golpe que me dio la noche de ayer, me daba vergüenza ir de esta manera a trabajar, ya tenia el mes y hoy seria mi según pago de la quincena, estaba alegre y a la vez triste por la m*****a vida que llevo.
—Deberías echarte un poco de maquijalle, estas terrible Cariño—comentó Duncan con burla. Lo mire mal por un segundo luego baje la cabeza, termine de tomar mi café y luego lave los trastos. —Me voy, y ya sabes quiero mi cena preparada cuando regrese del trabajo, odio venir a buscar que hacer- dicho eso palmea mi trasero y se va.
Cierro mis puños y trato de no llorar como una estúpida, ultimadamente tengo más ojeras, luzco demacrada, hasta parezco la llorona.
Cuando termino de limpiar la cocina entro a mi habitación y cepillo mis dientes para luego peinarme el cabello, maquillarme un poco para que no se vea el golpe. Ya lista me veo en el espejo y sonrió como si no hubiera pasado absolutamente nada.Subo a la Ruta 117 que me lleva a la subasta luego debo subir otra ruta para llegar a multícentro, mientras tanto me coloco el audífono y escucho una música cristiana de Damaris Guerra. Al cabo de 15 minutos estoy subiendo a la otra ruta. Por suerte no esta lleno como de costumbre por lo tanto me senté y nuevamente reproduci la música para así olvidarme un poco de todo mi mal rato.
El día fue lento pero distraído, por suerte logré conseguir más de 100 clientes en todo el día, el cual será una bonificación extra, al parecer algunas clientas le han gustado mi forma de atenderlas y eso me hace sentir orgullosa ya que mi madre me ha enseñado a sonreír educadamente a pesar de los problemas. Es decir que los problemas de la casa se queda en la casa bajo llave y en el trabajo se debe ser otra persona, es como las presentadoras de la Televisión, siempre muestran su sonrisa colgate.
Terminando mi turno entro a la oficina de la contabilidad a esperar que me paguen, mientras espero veo venir a mi amiga Martha ella luce radiante como siempre, la envidio, pero una envidia del bueno.—¿Amiga como te esta llendo?-Quiso saber estrechándome en sus brazos, realmente lo necesitaba.
—Muy bien—Mentí mordiendo mi labio inferior, Martha me observo y negó sin comentar nada, se que ella no es estúpida, sabe lo que me sucede.
—Bien, pero cuenta lograste conseguir clientes exclusivos.— Sonreí asintiendo levemente.
—Si, fue bastante, creo que este día me daré una escapada aquí mismo en el bar de abajo.
—Okey entonces solo recogeré mis cosas y te veo abajo.
—Perfecto, cuando llegue mi turno bajo y te busco—Mi amiga beso mi mejilla antes de irse sonriendo.
Cuando Martha desapareció por elevador, suspire sacando el aire que estaba estancado en mi pecho. Baje la cabeza, quise llorar pero trague todo esa desesperación y me auto recrimine, diciendo que no dejare que los malos tratos de Duncan me hagan derramar más lagrimas.
Estaba contenta porque había recibido mi segundo pago junto a mi primer anticipo por conseguir 100 clientes. Cuando firme baje a buscar a Martha al bar, pero antes me quede viendo unas bellas sandalias al estilo de mi madre, me acerco y veo el precio. Sonriendo entro y saludo a la chica que esta atendiendo y ella me sonreí.
—Hola, bienvenida.
—Gracias—agradezco y camino dentro de la tienda que todo esta en rebaja de un 50 porciento.
Compre dos vestidos para mi madre, dos pares de sandalias junto a un tenis al estilo de ella, pago mi cuenta, para luego dirigirme en busca de mi amiga. Cuando la veo está plácidamente platicando con un chico muy guapo. Le mando un mensaje y le digo que me iré a casa primero, no me gustaría interrumpir. Además quisiera quedarme pero ahora recuerdo que el idiota de Duncan me exigió que tuviera la cena lista. ¡Mierda! —Amiga estas acompañada de un guapo chico, me iré y más noche te marco.—Ni se te ocurra nena, ven que lo que quiero es deshacerme de él. —Niego rodando los ojos, pensé que estaba ligando con el tipo.
Llego hasta donde esta ella y cuando me ve, se levanta de la silla como resorte.
—Bueno Pao te dejo necesito ponerme al corriente con mi amiga—el chico quiso decir algo pero seguramente se le estanco la palabra en la boca. Rodé los ojos cuando ella le sonrió falsamente. El rio por lo bajo y sin más que decir nos fuimos de su presencia, pensé que nos quedaríamos en el bar pero no fue así, mi amiga prefiero que nos quedáramos a tomar una bebida dulce. Seguramente quiere subirse la azúcar que se le acaba de bajar, se nota pálida.« vaya, yo y mis locuras»—Tan guapo y tu corriéndote de él.— Comento cuando ya estamos instaladas. Martha se mordió el labio y suspirando hablo.
—Estoy con otra persona y no quiero defraudarlo.—Abrí los ojos junto a mi boca por la sorpresa.
—Estas diciendo que tienes novio —ella asintió elevando las manos como si lo que acaba de decir fuera un chiste.
—Te soy sincera por primera vez tengo a una persona con seriedad, capaz de rebasar con mi limite de integridad.—Wau ya era hora que te domaran un poco, no lo crees.— Ella disintió horrorizada como si fuera tan mal tener un novio controlador, bueno creo que lo correcto sería no ser intimidada por tu marido o novio, se debe respetarse mutuamente sin ocupar la violencia y tener más confianza, estoy mal cuando digo controlar, Martha no debería estar como lo estoy yo.
—¡Oye! Melanie estas aquí—Vocifero Martha al ver que me perdí en mi mente.
—¿Bueno cuéntame quien es el afortunado?—quise saber curiosa, mi amiga me dijo que primero tomaríamos una malteada y unos ricos panecillos para luego contarme de quien se trata.
—Bueno Mel te cuento que ese novio es el mismísimo Gerente de la tienda Belles, él señor Hamilton.—Mis ojos se abrieron de par en par, estaba sorprendida.
Martha me narro como llegaron a ese nivel donde se enamoraron, por esa razón rechazo al otro chico, al parecer ella lucia confundida.Era increíble que Martha empiece a ser su vida, ojalá sea seriamente con el señor porque hasta donde lo he conocido se ve muy serio y estricto, mi amiga es de aquellas que no le gusta las relaciones serias, ella me lo a dicho, quizás ya sea hora que senté cabeza.
Cuando finalizo nuestra platica, compre una michelada, luego me despido de Martha ya que ella se iria con su novio, sonriéndole me encamine al elevador coloque el número, a los 10 minutos salí afuera, camino despacio y pienso en que a esta hora el trafico esta feo, las rutas ya no hacen recorrido, pero ni modo de igual forman debo ir a casa.
Mi celular vibra indicando una llamada perdida, camino más rápido para ir a casa, pero antes marco el número de Duncan inmediatamente responde y lo primero que escucho decir es un.—Te las veras conmigo, a esta hora no has llegado a casa, crees que eres soltera para andar en la calle seguro ya te han pagado temprano y no piensas en venir ya, mejor reza para que no te deje otro moretón.
—Ya pronto llegare, deja de amenazarme. —Solté molesta, cuelgo la llamada, me apresuró en caminar hasta la calle, observo la hora y son apenas las 8 de la noche. Sin ver lo que hay enfrente de mi, tropiezo y me detengo en seco al tropezar con una espalda ancha, asustada casi caigo cuando el desconocido me sujeta por la cintura.
Quiero tratarlo pero quedo más que sorprendida al ver de quien se trata, él me miro con sus profundos ojos grises que nunca puede olvidar.DylanEl día fue fatídico, quería terminar de una vez con tantos compromisos, tomarme unas deliciosa vacaciones hasta Montelimar o bien ir de paseo en laguna de apoyo. Encima mi esposa estaba de fastidiosa en querer irse del país, cosa que esta difícil de hacer por el momento. Observo varios documentos del hotel y firmo los correspondientes, la puerta de mi oficina se abre con brusquedad y negando le hago señas a mi secretaria Natalia para que cierre la puerta y se retire.—Ya ves porque estoy molesta contigo, siempre es lo mismo, anoche no llegaste a dormir a la casa, no me digas que te quedaste aquí con tu amante.- Bufando me levanto de la silla de mi escritorio, estoy apunto de gritarle sus verdades a esta mujer que escogí como esposa.—Si estudiaste en una universidad lo mejor es que te calmes. ¿Puedes Por lo menos comportarte como un señora? Estas actuando con ignorancia Katrina.—Ahora me estas llamando ignorante, seguramente te quedaste aquí y con esa tu secretaria, me imagino
Melanie Estaba sorprendida y conmocionada al encontrarme con mi ex novio, mi primer amor, ni siquiera me lo imaginaria, sus ojos no dejaban de verme con una evidente sopresa.Dylan Castillo, su aspecto cambió bastante, se ve más maduro, más guapo con un cuerpo de infarto, sus ojos grises más luminoso y brilloso. En cuanto susurro mi nombre sentí un ráfaga de emociones cruzar mi espina dorsal, era algo increíbles, porqué siento estas cosas. La última ves que supe de él fue cuando su padre me comentó que se había ido a estudiar a los Estados Unidos, para ser un gram empresario, también me habia dicho que Dylan estaba comprometido y que se casaria al finalizar su carrera, desde ese momento decidí olvidarme de él, y aceptara mi realidad, sin embargo no lo pude lograr, a pesar de haberme casado con Duncan él siempre estuvo en mi corazón, como un hermoso recuerdo que jamás logre sacar de mi mente, ese amor juvenil que florecio sin espinas.Dejo mis vagos pensamientos para concentrarme en m
Me encontraba distraída, observando el mensaje que mando Dylan. Era en serio lo de escribirme, espero no tener ningún tipo de problemas con Duncan de echo a este hombre le importa poco todo lo que yo haga, sin embargo, eso no quiere decir que voy a ser algo indebido. Suspirando borro el mensaje y entro a tomar una ducha, anoche cuando vine del trabajo pensé que saldría peleando con mi esposo, pero no sucedió gracias al cielo, él estaba más que distraído en la televisión viendo los NBA, ni caso me hizo, lo salude, el solo se limitó a negar. Esta mañana está mirándome con seriedad, espero que no salga gritando porque esta ves saldré defendiéndome como sea.-¿Cómo te está yendo en tu trabajo?-Pregunta sorprendiéndome. -Ah, bueno muy bien, complete el mes el día de ayer-Respondí, Duncan solo me sonrió-Porque estas preguntando, puedo saber.-No te da gusto, que este tranquilo contigo.-Si lo estoy, es solo que me sorprendes. -Duncan me
Dylan La semana ya había pasado y no volví a ver a Melanie, nos texteamos varias veces pero realmente tenía unas inmensas ganas de verla, todo este tiempo la pasé pensando en ella, en sus suaves y hermosos labios, quizás debería ir a Multícentro y como escusa poder verla, sentirme mejor. Suelto un bufido aburrido, ultimadamente mi matrimonio ya no funciona del todo, de echo nunca funciona sin amor, Katrina me la pasa reclamando todo el tiempo, estoy harto y aun no puedo borrar el show que monto en el hotel y el de hace días en la que fui al almorzar con la dueña del hotel Luna ubicado en 7 sur, no pensé que Katrina me seguiría, fue un horrible espectáculo el que monto en ese restaurante donde sólo llegan las personas adineradas. Que dirán de mi, los que me conocen. Soy el tipo de hombre que le importa un bledo la opinión de los demás, sin embargo el acontecimiento de ese día fue un espectáculo total. Espero no salir en la prensa, recordar es querer estrangularla por la mierda y la ri
Melanie.Realmente no sabía que pensar en cuanto Dylan me beso, lo acepte con deseos de sentirlo. Nuestras lenguas empezaron a bailar de una manera excitante, una de mis manos bajo hasta su trasero apretando con fuerzas e inconsciente mente gemí sobre su boca. El se separa sonríe de lado.—Lo siento, me da vergüenza esto, pensaras que soy una fácil.—Mel, no te sientas así, realmente me siento de la misma manera que tu, fuiste mi primer amor y siempre lo serás, recuerdas que yo me llevé tu virginidad y tu igual fuiste la primera, como olvidar aquellos días en la que nos entregamos en cuerpo y alma, no solo fue ese momento fueron varios, conozco tu cuerpo a la perfección y se como eres, espero que esto no te incomode pero te deseo como un loco desde que te volví a ver, muero por hacerte el amor.Si supieras que yo también, estoy apunto de cometer una locura, tenerlo cerca me esta volviendo loca, mi intimidad palpita ansiosa por sentirlo. —Te seré sincera Dylan, estoy de la misma maner
Dylan.Cómo era posible que Melanie haya estado aguantando estos tipos de maltrato por parte de ese bastardo. Espero poder verlo algún día y meterle un golpe hasta dejarlo sin aire, para que de esa manera aprenda que a una mujer se le respetar y se le ama, no entiendo porque algunos hombres no valoran a un ser tan único y especial el cual son las Mujeres, sin ellas no existiéramos, nacemos de sus extrañas, nos cuida desde el vientre y sin embargo la mayoría sufre maltrato, violencia intrafamiliar hasta el grado de degrinarla y matarlas, en fin pocos hombres entenderán estos tipos de mensajes, la parte negativa son pares de ignorantes y no aceptan que la mujer es una perla especial en nuestra humanidad. Aparte de todo esto, sé que ella me oculta muchas cosas, haré lo posible por descubrir todo este secreto que guarda en su interior quemándola por dentro.Beso sus mejillas sonrojadas, alegremente ella me sonríe coqueta y tímida, es el jodido paraíso tenerla desnuda ante mi, admirar su b
MelanieComo podría llamarle a esto. Ver una mesa decorada con dos copas junto a un vino tinto, dos platos y una rosa decorando la mesa y un poco de música de fondo.—Te gusta lo que prepare esta noche—Asentí falsamente ya que no entiendo con qué propósito lo ha hecho.—Esta hermoso, gracias.—Agradeci nerviosa. Duncan se acerca dejando un beso en mis labios, quiero alejarlo pero no puedo.—Esta noche quiero celebrar mi triunfo contigo y que sepas que todo cambiará de ahora en adelante en nuestras vidas.Lo observe y lo que veo es sinceridad, quizas el quiere ser diferente conmigo, más atento, sus ojos me inspeccionan a cada rato, de seguro desea ver mi reacción. Aclaro la garganta y me acomodo en la silla.—Me da gusto ver que deseas que haya un cambio, por otro lado que triunfo lograste.—Quise saber a lo que el me vio detalladamente.—Mi triunfo es que ahora tengo una nueva posición en la empresa Agrí corp, tendré que vivir en Rivas y deseo que ambos nos vayamos a vivir para allá, p
—Dylan Qué haces aquí Pensé que estabas en el hotel hijo.—Madre, que casualidad. Estoy en una reunión, podrías por favor llamarme O esperarme.—Hijo pero qué es esa falta de respeto. Preséntame a tu invitada —Claro que si madre, ella es.—Espera, ella es Melanie, la chica de la costa atlántica... Vaya eres una preciosidad cuánto tiempo sin verte.—Hola señora, ha sido mucho tiempo.—Vaya has crecido mucho, estas más bonita.—Sonreí nerviosa—¿Desde cuando se han estado frecuentando, por que amigos no parecen eh— quiso saber curiosa, mi rostro se calentó del nervios, realmente no tenia idea que responder de tal manera que Dylan se adelanto.—Madre estas incomodando a Melanie. Dios que vergüenza, seguramente vio cuando su hijo tomo mi mano, espero que ella no piense que soy una cualquiera.—Bueno no importa, me alegro volver a verte, quizás mi Dylan por fin pueda ser muy feliz a tu lado, porque sabes que esta casado sin amor.— Asiento mordiendo mi labio.—Madre es suficiente, Mel podrí