Desahogarme.

Melanie.

Realmente no sabía que pensar en cuanto Dylan me beso, lo acepte con deseos de sentirlo. Nuestras lenguas empezaron a bailar de una manera excitante, una de mis manos bajo hasta su trasero apretando con fuerzas e inconsciente mente gemí sobre su boca. El se separa sonríe de lado.

—Lo siento, me da vergüenza esto, pensaras que soy una fácil.

—Mel, no te sientas así, realmente me siento de la misma manera que tu, fuiste mi primer amor y siempre lo serás, recuerdas que yo me llevé tu virginidad y tu igual fuiste la primera, como olvidar aquellos días en la que nos entregamos en cuerpo y alma, no solo fue ese momento fueron varios, conozco tu cuerpo a la perfección y se como eres, espero que esto no te incomode pero te deseo como un loco desde que te volví a ver, muero por hacerte el amor.

Si supieras que yo también, estoy apunto de cometer una locura, tenerlo cerca me esta volviendo loca, mi intimidad palpita ansiosa por sentirlo. 

—Te seré sincera Dylan, estoy de la misma manera. —cierro los ojos bajando la cabeza.

—Melanie se que esto sonará feo porque ambos estamos casados, pero quiero estar contigo deseo que estés conmigo, en otras palabras quiero que tengamos una relación en secreto si tu quieres.

—¿Quieres que sea tu amante?— Lo mire esperando una respuesta.

—En otras palabras quiero que seas mi mujer sin importar que estés casada.

Cuando iba decir algo el mesero entra junto con un carrito en la que trae nuestra cena. Las deja sobre la mesa y sonriente se retira. Observo la deliciosa cena sin saber si comer o no, de echo debo hacerlo porque cuestan más de 20 dólares.

—Mel, lamento asustarte, entenderé si no aceptas.—Niego levantando la mirada hacia él, se que esto es pecado y no deseo arden en el infierno por infiel pero si deseo quemarme junto a él, sentirlo dentro de mi y sentirme amada. Con Duncan no he podido sentir un orgasmo como lo he sentido cuando era novia de Dylan hace más de 7 años atrás. Pensar en eso hace que desee pecar de una m*****a vez.

—Aceptó—digo riendo, el se levanta de la silla y me besa delicadamente.

—Gracias mi conejita, dejemos que esto fluya hasta esperar ver lo que nos trae el futuro.— Asentí abrazándolo. Quizás no está bien lo que seremos, sin embargo necesito amar y que me amen, quizás así con el tiempo me aleje de Duncan y le pida el divorcio.

La cena concluyó entre risas, charlas y una que otras miradas tentativas. Dylan pago la cuenta y le dejo una gran cantidad de propina al chico por atendernos con paciencia y muy amablemente. Antes que el chico se fuera me atreví a preguntar por la otra puerta dónde decía habitación privada.

—¿Esa habitación es para pasar la noche?—Quise saber curiosa a lo que Dylan me miro sonriente y a la vez sorprendido.

—Si señorita, es muy cómoda y acondicionado.

—Gracias, bueno yo.

—Nos quedaremos a descansar, mi novia esta cansada y ya es tarde para manejar, nos iremos por la mañana. 

Wau...Dylan no espero a que yo dijera algo, de echo quería escuchar eso de su boca.

—Perfecto, traeré la tarjeta de entrada— dicho eso él chico se retira, mire a Dylan y el me guiño el ojo derecho.

—Gracias por aceptar mi insinuación.

—Soy yo el que esta agradecido—Expreso elevando una de sus cejas.

El mesero llega con la tarjeta y nos la entrega. Sin más que decir, nos levantamos de las silla, caminamos hasta la habitación y entramos cerrando la puerta, el lugar es hermoso y cómoda, la cama gigantesca y la luz es de color blanco luminoso, hay aire acondicionado y un enorme espejo donde se puede ver la gran cama, a un extremo se encuentra la ducha. Me sorprendo cuando los brazos de Dylan me rodean. Me relaja su cercanía y deseo estar con él.

—Estas bien.—Asiento girándome hacia el, lo beso ansiosa invitándolo, el no espera tanto ya que me levanta en sus brazos y me lleva a la ducha.— Melanie permite desnudarte y hacerte Mia.

—Dylan has conmigo todo lo que hiciste la primera vez.

Y fue suficiente para sentir como sus manos me quitaban la ropa para dejarme completamente desnuda ante él, Dylan me observa detallamente, puedo notar como arruga su frente pero luego bajo la cabeza, y veo como tiene apretado sus nudillos.

—¿Pasa algo?—Niega y luego me sonríe, prende la regadera, el agua es cálida, el me mira, su mirada es de tristeza, frota mi piel con delicadeza.

—Melanie te deseo como un loco, pero quiero saber porque tienes tantos moretones en tu pechos y en tu vientre —Abro los ojos sorprendida y asustada. Bajo la cabeza a lo que Dylan me toma del mentón y me mira con seriedad.—Melanie por favor responderme.—Me quedo callada sin saber que decir—El te lastima, dímelo por favor. —Niego aterrorizada, quiero alejarme pero el me detiene, me abraza fuerte, besa mis labios ansiosos, me acaricia suavemente, estoy excitada como no pensé volver a sentir este fuego en mi interior, el pene de Dylan esta rígido y apunto de penetrante, pero el juega con mi entrada, mientras no deja mis labios, sus manos acarician mi clítoris, gimo despacio, el deja mi boca para bajar hasta mis pechos y succionar, Dios mío estoy apunto de sentir mi orgasmo, esto es mágico y placentero, me remuevo para que me penetre pero el niega dejando mi pecho para luego bajar hasta mi muslo y devorar mi sexo. 

—Dylan— Susurre al borde del colapsó 

—Eres exquisita, perfecta y maravillosa—Expresa Dylan y eso me hace sentir miles de mariposa jugando en mi interior— Mi conejita, tu sabor me esta enloqueciendo.

—Dylan te necesito dentro de mi— Dylan se pone de pies y levanta mi cadera para penetrarme con delicadeza y pasión, sus fuertes brazos me sostiene, enredo mis piernas en su cintura al sentir el placer brotar de mis porros.

—Eres deliciosa, me encantas.— Lo miro mordiendo mi labio, lo beso y luego voy a su cuello besándolo, el me saca de la ducha para depositarme en la cama, se sale de mi y protesto a lo que el se pone de rodillas para colocarme encima de él, me penetra y me muevo al sentir su dureza, aprieto los dientes para no gritar de placer. Ambos gemimos al sentir el orgasmo llegar, Dylan me besa ansioso nuestro sudor se mezcla, mis pechos están pegada a su pecho y aun el no se sale de mi interior, nuestras almas están conectado, esto que estoy sintiendo es único y se que él esta igual, caemos laxos en la cama, Dylan se sale de mi interior y luego me abraza a su pecho, puedo oír su respiración cansada.

—Eres Maravillosa, me encantas Melanie.

—Gracias Dylan, para mi fue lo más delicioso y magnífico—Exprese sincera. Dylan levanta mi rostro besa mi mejilla y luego mis labios, al separarse me mira con tristeza.

—Dime la verdad Melanie.—No de nuevo, no quiero que sepa mi realidad—Duncan te da maltrato.

No se que decirle, tengo miedo que lo enfrente. Niego abrazándolo y se que eso no hará que el deje de preguntar.

—Mel, confía en mi por favor.

—Te lo diré pero júrame que no harás nada y que lo dejaras hasta aquí.

—No puedo jurarte algo el cual no me agrada y es mejor que me lo digas o prefieres que se lo pregunte. — Niego asustada.

—No te atrevas.

—Es una broma, sin embargo necesito que hablemos, no me gusta ver tu cuerpo marcado en purpura.  Melanie no permitiré que ese bastardo te esté lastimando, es mejor que me lo cuentes, no haré nada de lo que te pueda perjudicar, sin embargo no puedes seguir con un hombre el cual te maltrata. Entiendes— Asiento respirando y sacando todo el aire que se estaba acumulando en mi interior.

—El me golpea cada vez que no quiero tener relaciones con él.

Dylan aprieta sus nudillos, me abraza con fuerzas y solo suelta unas cuantas malas palabras. 

Espero que no cometa una locura que también lo pueda perjudicar.

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