Dylan
La semana ya había pasado y no volví a ver a Melanie, nos texteamos varias veces pero realmente tenía unas inmensas ganas de verla, todo este tiempo la pasé pensando en ella, en sus suaves y hermosos labios, quizás debería ir a Multícentro y como escusa poder verla, sentirme mejor. Suelto un bufido aburrido, ultimadamente mi matrimonio ya no funciona del todo, de echo nunca funciona sin amor, Katrina me la pasa reclamando todo el tiempo, estoy harto y aun no puedo borrar el show que monto en el hotel y el de hace días en la que fui al almorzar con la dueña del hotel Luna ubicado en 7 sur, no pensé que Katrina me seguiría, fue un horrible espectáculo el que monto en ese restaurante donde sólo llegan las personas adineradas. Que dirán de mi, los que me conocen. Soy el tipo de hombre que le importa un bledo la opinión de los demás, sin embargo el acontecimiento de ese día fue un espectáculo total. Espero no salir en la prensa, recordar es querer estrangularla por la m****a y la ridiculez que hizo.
Después de ese día, pensé que la dueña del hotel nunca más me llamaría, pero gracias al cielo el día de hoy recibí una llamada por lo tanto estoy dirigiéndome a reunirme con ella en su oficina el cual esta ubicado en el famoso hotel Luna.
Al llegar estacione mi coche en el parking del hotel, coloco el seguro y salgo en dirección a la recepción, una muy bella morena me saluda.—Muy buenos días señor, sea usted bienvenido al hotel Luna, en que le puedo servir— Le sonrió elevando mis cejas a lo que ella se sonroja.
—Muy buenos días bella Dama, estoy aquí por una cita con la señora Luna, mi nombre es Dylan Castillo.
—Oh, si esta bien. Puede pasar a la oficina de la señora.—respondio la concerge toda coqueta. Le guiño el ojo y asiento agradecido, la chica me sonríe nerviosa.
Vaya es muy hermosa, seguramente es de los lados del sur, su asentó es blufilenio.
Al llegar a la oficina de la dueña de este inmenso hotel, toco la puerta y la señora me recibe con una sonrisa que a pesar de su edad la hace ver radiante y muy carismática.—Señor Dylan, tome asiento, quiere tomar un té.—Niego rechazando su oferta
—Espero me disculpe soy poco para los te y muchas gracias.
—Tranquilo, ha estado bien con lo de aquella vez.
—Digamos que he tratado de sobre llevarlo. ¿ Usted como a estado?
—Muy bien gracias, bueno lo he citado en mi hotel para que no suceda lo mismo de aquella vez.—rio por lo bajo.
—Esta bien, fue muy buena idea.
—Bueno para no atrasarlo más, quiero informarle que acepto su oferta de ser tu socia. Dime cuando debemos firmar contrato.
Increíble, pensé que ella no aceptaría por el show que monto Katrina. Me levanto de la silla y tomo su mano para dejar un beso en el dorso.
—Gracias por aceptar, no se arrepentirá por invertir en este proyecto, en cuanto este listo la beneficencia le avisare para que firmemos.
—Excelente y espero consigamos más socios.
—De eso no hay duda.
El día acabó entre mucho trabajo ya eran más de las 5 de la tarde, me despido de mi secretaria y le informo que mañana sábado no me presentare. Ella escribió en su agenda para luego asentir.
—Esta bien señor, espero tenga un magnífico fin de semana.
—Muchas gracias Natalia. Cualquier cosa llamas a Maite para hacer el turno.
—Si señor.
Salgo del hotel a toda prisa para llegar a multícentro, ansioso marco el número de Melanie pero ella no responde. Joder muero por verla, no se que demonios me pasa pero si no la veo me volveré loco y no podre estar tranquilo. Nuevamente le marco y me manda al buzón.
Golpeo el volante y vocifero unas cuantas malas palabras. Niego sonriendo por mis locuras, esta mujer no la volveré a perder, sinceramente creo que entraré en territorio ajeno y prohibido, sin embargo no me importa arriesgarme con tal de hablar con ella, probar sus labios como la bese aquel día, se que a ella le gustó y joder a mi me encantó, fue como recordar los viejos tiempos.
Dejo de cavilar cuando mi móvil suena, veo el nombre de Katrina y bufando irritado respondo.
—A que horas vendrás a casa—Ruedo los ojos fastidiado.
—Después de tus estúpidos show, necesito arreglar unos asuntos, así que no me llames y tampoco me esperes—Cuelgo sin esperar una respuesta de ella, nuevamente vuelve a llamar y está vez apago mi móvil.
M****a estoy hastiado de ella.
Me estacionó enfrente de Multícentro, mire la hora y ya eran más de las 6 de la noche, suspirando recuesto mi cabeza en el respaldar de la silla de mi coche. Enciendo mi móvil y bloqueo rápidamente el número de Katrina, le marco a Melanie y esta ves si contesta.
—Hola, Di—Sonrió como un bobo, aun recuerdo la última vez que me llamo de esa manera.
—Melanie como has estado-se escucha un suspiro cansado.
—Estoy bien gracias, estaba ocupada en el trabajo cuando me llamaste.
—Me disculpo.
—Esta bien. Pero cual era la razón de tu llamada.
Vaya que inocente mi conejita.
—Quería verte Melanie, conversar, quizás salir a cenar o bailar.
—Dylan, no se que decirte.
—Sigues en tu trabajo.
—No, ya estoy afuera, estoy esperando la Ruta.— Rápidamente la busco con la mirada y esta de pies en la parada.
—Melanie cruza la calle estoy enfrente, puedes verme.— ella me busco, al verme me saluda con la mano y mi corazón late ansioso por tenerla cerca.
—Dylan no se si esta bien esto, pero.
—Melanie, no pasara nada de lo que tu no quieras, por lo menos permíteme esta noche. Salgamos un rato a divertirnos sanamente, bueno si se puede claro y aprovechando que no esta tu marido ya que en tus mensajes me comentaste que esta en Rivas - Ojalá que no haya venido todavía.
—Bueno, espera cruzaré la calle.
—Con cuidado.—le pido y cuando la veo asiente colgando la llamada. Me bajo de mi coche, la espero a que cruce la calle. Cuando lo hace, la abrazo fuertemente a lo que ella se sorprende pero luego lo recibe.
—Dylan nos pueden ver.
Me separó de ella y le sonrió.
—Melanie no te preocupes, somos amigos no tiene nada de malo- Melanie elevó las cejas negando.
—No me quiero imaginar si esto llega a oídos de mi esposo o de tu esposa.
—Es mejor no hablar de ellos— sostengo su mano y la guio al coche—Anda, sube así aprovechamos el tiempo.
Cuando ella sube, rodeo el coche, al entrar me pongo el cinturón y hago lo mismo con ella. Arranco a una velocidad moderada y sin saber que rumbo tomar entro a la autopista dirigiéndonos a carretera norte, quizás llevarla al paraíso sería magnífico
—¿Donde iremos?—Pregunta inquieta. Sostengo su mano y ella trata de alejarlo sin embargo no se lo permito.
—Iremos al paraíso-Respondo coqueto, su ojos se agrandan sorpresiva.—Melanie no tengas miedo, no te haría nada, al parecer desconfías de mi.
—No es eso Di, lo que pasa es que es la primera vez que salgo de noche y con un hombre.
—No cualquier hombre, si no tu primer amor, y tranquila si.
—Esta biem—Acepta apartando un mechón de su cabello, suelta un suspiro cansado.
Después de una hora llegamos al paraíso el cual esta ubicado en carretera nueva león, es un restaurante privado y con las mejores condiciones, muy costosa por cierto.
—Este lugar es muy bello por fuera, me imagino que por dentro igual, tu crees que habrá muchas personas, me da miedo que alguien nos pueda ver.
—No lo creo, tranquila ya verás que nadie nos vera—mueve la cabeza en asentimiento, luego mira curiosa el lugar, las puertas se abren, entramos directo a la caseta, varios coches están estacionados en su respectiva entrada de la caseta, bajamos del coche. Melanie queda sorprendida al ver el pequeño cuarto. Se aprecia una mesa muy elegante con dos sillas y dos parlantes pequeño a cada lado en la que una música suave suena, todo es oscuro en este lugar, el chico que nos recibe, prende las luces, con bombio de color, luego preden varios candelabros, al finalizar sale cerrando la puerta.
—Wau, jamás había visto un restaurante privado Y elegante. Debe valer mucho.
—No importa eso, ahora comprendes porque te dije que nadie nos verá.
—Disculpe señor, aquí esta el menú. ¿Desea pedir alguna bebida antes de la cena?—Asiento observando el menú.
—Melanie pide lo que quieras.
—Dylan todo es costoso aquí.
—Tranquila pide sin miedo .
—Bueno una Carne en salsa gourmet sin arroz blanco y un bless por favor.
—Bien, ya le traeré su bebida, señor usted que cervicio pedira.
—Bueno tráeme un vino tinto y para cenar un confit de pato con salsa de higos con mucho pimientos—Melanie se sorprende pero no dice nada me encanta lo picante.
—Perfecto, pronto les traeré sus encargos.—El chico se retira por una elegante puerta que lleva a la cocina, observo por un instante el lugar, es la segunda vez que vengo, la primera fue con un amigo y esta es la segunda con Melanie, no me había percatado pero incluso este lugar tiene habitaciones.
—Dylan, estas muy distraído pasa algo.—Niego sosteniendo su mano, realmente ella sigue siendo la misma solo que más mujer, con fracciones diferentes incluso más delgada cuando la conocí su cuerpo era diferente al de ahora. Me pregunto si ese hombre le da buena vida o si la ama.
—Melanie estoy bien, y tu.
—Nerviosa pero bien.
El chico entra con nuestras bebidas, agradezco y luego se retira, le sirvo a Melanie el bless en una copa con cubitos de hielo, ella sonríe y toma despacio, me sirvo el vino y tomo un sorbo.
—¿Porque estás nerviosa?—Quise saber mirándola directamente a los ojos.
—Estamos solos y no se si podre aguantar besarte.
No se imagina que estoy igual, me levanto de la silla al acercarme a ella, acaricio su mejilla, Melanie cierra los ojos a lo que aprovecho a besarla ansioso.
Definitivamente esta noche será inolvidable.
Melanie.Realmente no sabía que pensar en cuanto Dylan me beso, lo acepte con deseos de sentirlo. Nuestras lenguas empezaron a bailar de una manera excitante, una de mis manos bajo hasta su trasero apretando con fuerzas e inconsciente mente gemí sobre su boca. El se separa sonríe de lado.—Lo siento, me da vergüenza esto, pensaras que soy una fácil.—Mel, no te sientas así, realmente me siento de la misma manera que tu, fuiste mi primer amor y siempre lo serás, recuerdas que yo me llevé tu virginidad y tu igual fuiste la primera, como olvidar aquellos días en la que nos entregamos en cuerpo y alma, no solo fue ese momento fueron varios, conozco tu cuerpo a la perfección y se como eres, espero que esto no te incomode pero te deseo como un loco desde que te volví a ver, muero por hacerte el amor.Si supieras que yo también, estoy apunto de cometer una locura, tenerlo cerca me esta volviendo loca, mi intimidad palpita ansiosa por sentirlo. —Te seré sincera Dylan, estoy de la misma maner
Dylan.Cómo era posible que Melanie haya estado aguantando estos tipos de maltrato por parte de ese bastardo. Espero poder verlo algún día y meterle un golpe hasta dejarlo sin aire, para que de esa manera aprenda que a una mujer se le respetar y se le ama, no entiendo porque algunos hombres no valoran a un ser tan único y especial el cual son las Mujeres, sin ellas no existiéramos, nacemos de sus extrañas, nos cuida desde el vientre y sin embargo la mayoría sufre maltrato, violencia intrafamiliar hasta el grado de degrinarla y matarlas, en fin pocos hombres entenderán estos tipos de mensajes, la parte negativa son pares de ignorantes y no aceptan que la mujer es una perla especial en nuestra humanidad. Aparte de todo esto, sé que ella me oculta muchas cosas, haré lo posible por descubrir todo este secreto que guarda en su interior quemándola por dentro.Beso sus mejillas sonrojadas, alegremente ella me sonríe coqueta y tímida, es el jodido paraíso tenerla desnuda ante mi, admirar su b
MelanieComo podría llamarle a esto. Ver una mesa decorada con dos copas junto a un vino tinto, dos platos y una rosa decorando la mesa y un poco de música de fondo.—Te gusta lo que prepare esta noche—Asentí falsamente ya que no entiendo con qué propósito lo ha hecho.—Esta hermoso, gracias.—Agradeci nerviosa. Duncan se acerca dejando un beso en mis labios, quiero alejarlo pero no puedo.—Esta noche quiero celebrar mi triunfo contigo y que sepas que todo cambiará de ahora en adelante en nuestras vidas.Lo observe y lo que veo es sinceridad, quizas el quiere ser diferente conmigo, más atento, sus ojos me inspeccionan a cada rato, de seguro desea ver mi reacción. Aclaro la garganta y me acomodo en la silla.—Me da gusto ver que deseas que haya un cambio, por otro lado que triunfo lograste.—Quise saber a lo que el me vio detalladamente.—Mi triunfo es que ahora tengo una nueva posición en la empresa Agrí corp, tendré que vivir en Rivas y deseo que ambos nos vayamos a vivir para allá, p
—Dylan Qué haces aquí Pensé que estabas en el hotel hijo.—Madre, que casualidad. Estoy en una reunión, podrías por favor llamarme O esperarme.—Hijo pero qué es esa falta de respeto. Preséntame a tu invitada —Claro que si madre, ella es.—Espera, ella es Melanie, la chica de la costa atlántica... Vaya eres una preciosidad cuánto tiempo sin verte.—Hola señora, ha sido mucho tiempo.—Vaya has crecido mucho, estas más bonita.—Sonreí nerviosa—¿Desde cuando se han estado frecuentando, por que amigos no parecen eh— quiso saber curiosa, mi rostro se calentó del nervios, realmente no tenia idea que responder de tal manera que Dylan se adelanto.—Madre estas incomodando a Melanie. Dios que vergüenza, seguramente vio cuando su hijo tomo mi mano, espero que ella no piense que soy una cualquiera.—Bueno no importa, me alegro volver a verte, quizás mi Dylan por fin pueda ser muy feliz a tu lado, porque sabes que esta casado sin amor.— Asiento mordiendo mi labio.—Madre es suficiente, Mel podrí
Dylan Trataba de no perder los estribos con en ese mal nacido, observo a mi conejita quedar rendida despues de nuestro encuentro. Al ver su cuerpo lastimado con esas marcar de mordidas, quise ir a buscar a ese maldito y matarlo a golpes. Melanie no se merece una vida dificil, debo hacer algo al respecto, ella debe dejar a ese hombre y quedarse conmigo, no le faltara nada a mi lado, tendra mi amor, mi cariño y todo lo demas.Busco entre mis contactos a un buen abogado, debo buscar la manera de protegerla, por cualquier cosa, pero antes de hacerlo recibo una llamada de mi madre.—Buenos días madre.—Hijo, debes venir a casa, a ocurrido una desgracia.Sorprendido le pregunto a mamá de que desgracia, a lo que ella me pide que por llamada no se puede. Entonces suspirando cuelgo. Me acerco a Melanie, dejo un suavo beso en sus labios luego entro a tomar una ducha, rápidamente salgo en bata.—¿Sucede algo?— Inquiere somnolienta.—Si cariño, mi madre me ha llamado, ocurrió una desgracia, de
Melanie.Al parecer es algo común en los hombres mentir para querer llevarse a una mujer a la cama. He pasado días esperando la llamada de Dylan y ni sus luces, he caído en su trampa. Cuando lo llame su número estába en buzón de voz, intente varias ocasiones y así fue, lamentablemente caí en su juego.Cierro los ojos y trago el nudo que se me ha formado en la garganta, pienso en todo lo que pase junto a Dylan, que hice mal para que haya jugado de esa forma conmigo, por lo menos me hubiera dicho que sólo quiso pasar el rato, sin embargo me dio esperanzas falsas.¡Maldición!Me limpio las lágrimas que salen sin avisarme, entro a tomar una ducha larga mientras lloro amargamente por la estúpida que fui al creer en Dylan. Al terminar la ducha salgo del baño observando mi rostro en el espejo, luzco terrible, llevo días así, mis pómulos lucen inflamados de tanto llorar, la cabeza esta por explotarme, últimamente estoy mal emocionalmente. Duncan cada rato me llama para tratarme, mama se ha se
Melanie.Si suicidarse no fuera pecado, en estos instantes mi madre estuviera llorando encima de mi cuerpo inerte, lastimosamente es un pecado morir quitándonos la vida.Cuando era pequeña mama me enseñó muchas cosas de la biblia incluyendo amar al projimo, ahora que lo pienso realmente no amo a Duncan, estoy con él por pura costumbre o mejor dicho necesidad de no estar sola. No obstante es hora de alejarme de él, antes que sus propias manos acaben conmigo. El agua recorriendo mi cuerpo maltratado, hace que sienta frío, aún no tengo ganas de levantarme de aquí, los ojos me arden de tanto llorar, creo que llevo más de 3 horas sin moverme, hasta los pies los tengo entumecido por la mala posición en la que estoy, ahora que me doy cuenta mi cuerpo tiembla del frío por estar en el suelo.—Ya son más de las seis de la mañana, piensas estar en la regadera todo el día.— Replico Duncan. Ignore lo que me decia por ser una maldita escoria—Bien has lo que quieras, muere de frio si así lo deseas
Dylan.Llevaba días desesperado con ganas de dejar a Katrina tirada con su dolor por la muerte de su padre, ya no aguantaba más, quería buscar cualquier excusa, sin embargo no puede, me aguante estas dos semanas. He estado como un loco necesitado de ver a Melanie, seguramente ella piensa lo peor de mi y no cabe duda que por estúpido, nisiquiera pude comunicarme con mi amigo, de echo lo hice por Email, pero a Jaime no se le ocurrio revisar, quería saber de ella o quizas conseguir el numero de su movil y nada, todo esto me pasa por pendejo, ya que no me se ningun número de memoria, creo que ni el de mi madre.>Gracias al cielo ya he llegado a Nicaragua, lo primero que hago es ir a buscar a Melanie a su trabajo, no me importa que piense la gente de mi. Pregunto por ella en la tienda en la que la habian asignado, pero no quisieron darme información, pido ver al Gerente osea a mi amigo, inmediatamente él acepta recibirme.—Dylan, vaya hasta ahora te a