31

"Aún no sé qué nombre darle a lo que siento, pero sé que mi corazón reacciona cada vez que me miras."

El sonido de la puerta cerrándose con fuerza retumba en mis oídos. Unos matones nos rodean, sus sombras proyectándose sobre nosotros bajo la tenue luz del almacén abandonado. El aire huele a óxido, a sudor y peligro.

El hombre que nos atrajo aquí —el dueño del camión— se agacha frente a nosotros con una sonrisa burlona mientras uno de sus secuaces termina de atarnos las manos con gruesas cuerdas.

—No es su noche de suerte, chicos —murmura con una voz grave y rasposa, sus ojos oscuros recorriéndonos como si ya nos viera muertos.

Mis muñecas arden con la presión de las ataduras. Kaiden está junto a mí, su rostro tenso, su mandíbula trabada, pero es Connor el que más me sorprende.

Está en el suelo, atado igual que nosotros, con la cabeza baja y el labio partido. Un hilo de sangre gotea desde su ceja hasta su camiseta arrugada, pero no hace ningún intento por limpiársela.

El dueño del cam
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP