Al día siguiente su madre tenía trabajo extra por haber tomado un día libre antes, así que Lutxi se ofreció a cuidar de Zoe, preparándole el desayuno y llevándola al jardín de niños, intentando por una vez el tratar de ser una buena hermana mayor. Bueno, en realidad el desayuno lo prepararon Chary y Ray, pero porque ella se los pidió… y también hubiera ayudado de no ser porque ellos prefirieron hacerlo solos, ¡pero igual fue su idea! Al llevarla al jardín la acompañaron Henry y Chary, ya que su majestad Ray tenía de sirvientes al resto limpiando la casa como el mandón que era. Al llegar al jardín, rápidamente se encontraron con los hermanos Castiel y Samuel.—¡Cham! —Zoe corrió alegremente hacia su amiguito.—¡Zoey! —Él le tomó la mano y juntos entraron al jardín con su maestra.Lutxi agitó la mano hacia su hermanita a modo de despedida antes de voltearse para irse, pero entonces sintió una mano en su hombro.—Qué bueno verte aquí de nuevo, preciosa. —Era Castiel, sonriendo como un
Zack y Moira siguieron mirándose fijamente, hasta que él por fin volvió a hablar: —No me esperabas, ¿o sí, Moira? ¿No habré arruinado tus planes? —Sonrió secamente.—Sí, de hecho. —Moira finalmente recobró su voz y arrojó la carpeta a la mesilla frente al sofá y lo miró con los brazos cruzados bajo su pecho—. Necesitamos hablar ahora, Zack. A solas. —Por supuesto que hablaremos, claro que sí, luego de que firmes los papeles. —Se acercó a la mesilla, abrió la carpeta y sacó el bolígrafo que había allí, tendiéndoselo.Moira miró de reojo a Lutxi, que se había quedado sin palabras, sin saber qué hacer.—Primero quiero hablar, Zack. —Moira suspiró profundamente, juntando las manos para calmar sus nervios—. Te debo una disculpa…—Me debes veinte años de mi vida —gruñó, irritado—. Firma el maldito divorcio, Moira. Tú y yo ya no tenemos nada de que hablar, y te aseguró que este será el último día en el que me veas a la cara a mí o a mi hija. Ahora firma. —¡No! —Lo miró molesta—. Escúchame
Zack no podía creer lo que sus ojos veían.Era una niñita idéntica a Moira, pero también muy parecida a él. Innegablemente parecida a ambos. Innegablemente su hija.Y era una bebé. Debía tener unos tres años. Su edad cuadraba, por si le quedaba alguna duda, aunque claro que no era tan idiota como para no ver lo obvio.Era su bebé. Tenía otra hija…Zoe. Su pequeña Zoe…Estaba arrodillado abrazándola, porque su bebé sabía que él era su padre y parecía contenta con la idea, así que aprovechó y se puso en pie cargándola en sus brazos, con más esfuerzo del que le gustaría admitir, ya que el cansancio de casi no haber dormido los últimos días lo tenía hecho polvo.Aparte de la cuestión del cansancio por no dormir, había pasado tiempo desde que su Lutxi había crecido, así que estaba completamente desacostumbrado a cargar niños, aunque Lutxi nunca le dio demasiada libertad de cargarla ya que la encontró a la edad en la que los niños empezaban a creerse muy grandecitos para eso. Tomó aire y
Después de que Zack y Zoe se fueran, un tenso e incómodo silencio invadió toda la sala, solo roto cuando Lutxi bufó y miró con molestia a la pared de atrás después de escuchar un par de susurros que intentaban ser discretos pero fallaban a lo grande.—¿Cuánto tiempo van a quedarse ahí atrás? Salgan de una vez —mandó, a lo que sus amigos entraron nerviosamente a la sala después de haber escuchado todo detrás de la pared.Henry y Chary eran los más nerviosos, viendo la mirada reprobatoria de sus padres allí.Chary, incapaz de mantenerle la mirada a su padre, volteó a otro lado, fijando entonces su mirada en los abogados.—Hola, tía Ariadna —saludó a la abogada, que era una de las mejores amigas de su difunta madre y había ayudado mucho a su padre a la hora de criarla.—Chary, querida. —Ella dejó su porte profesional para darle un abrazo—. Me sorprende que estés aquí… Con ella. —Miró mal a Moira, que tomó aire y se puso de pie de repente, obviamente sintiéndose muy incómoda por la forma
Moira entró a la habitación de Zoe con temor, aunque este pronto se desvaneció al ver a su pequeña dormida en el regazo de su padre, que acariciaba su cabello distraídamente, mirando hacia la ventana con una expresión indescifrable.Cuando volteó hacia ella, ya no parecía tan molesto como antes, y eso de alguna forma por fin hizo que Moira soltará todo el aire que había estado conteniendo.Moira sonrió suavemente y se acercó a tomar en brazos a su pequeña, llevándola a su cama y arropándola con todo el cariño del mundo. —Moira… —Luego de que cubriera con las mantas a su niña, Zack la llamó, haciéndola voltearse hacia él—. Hablemos.Ella sonrió secamente.—Ja… Ahora si quieres hablar, ¿eh? —Cruzó los brazos bajo su pecho, saliendo de la habitación a paso rápido pero silenciosamente, sin querer perturbar el sueño de su hija más pequeña.Él la siguió luego de suspirar, frotando sus sienes con cansancio.Lutxi los esperaba en el pasillo, y era obvio que seguía molesta por todo lo que hab
Después de dejar a Moira durmiendo, Zack bajó, encontrando a Lutxi interrogando a la pobre Hillary, que estaba negando desesperadamente con la cabeza y las manos, luciendo muy, muy nerviosa.—¡Padre! —Al verlo, su hija mayor se acercó a él con los puños apretados—. ¡Eres un… agh! —Se calló y volvió a hablar luego de tomar un gran respiro—. ¡No puedo creer que inventaras algo así con Hillary ! ¡Te acabas de meter en un grandísimo problema por una tontería! ¡Será mejor que ahora no me salgas con que no le crees a mamá lo de su amnesia!—Hablemos en privado. —Le hizo una seña para que lo siguiera.Pudo ver a sus abogados en frente del segundo coche que rentaron para conducir a la casa de Moira (que encontraron por el rastreador de Lutxi), así que se subió al primero después de abrirle la puerta a su hija.—¿Y bien? ¿Si le creíste a mamá, no?Zack tomo una gran bocanada de aire antes de decidirse a responder esa pregunta.—Simplemente escuchándolo parece muy conveniente, pero tu madre nun
Lutxi entró a casa de su madre otra vez, encontrando a todos muy tensos en la sala, conversando a susurros.Todos voltearon a verla, y pudo notar en mis ojos de muchos de ellos las ganas de interrogarla, lo cual la hizo sentir muy, muy incómoda. Agh, no tenía tiempo para lidiar con todos estos entrometidos, ¡tenía una familia que reparar!—¿Siguen aquí? —Miró mal a varios de los recién llegados.—Tan cruel como siempre con tus adorados tíos, mi linda sobrinita —canturreó su tío Gael, tan dramático como siempre—. ¿Acaso no nos extrañaste?~—No.—¡Qué cruel!~—Lutxi, quiero hablar contigo. —El gesto indiferente de Lutxi cambió al ver a su tío Sirius. De inmediato se puso nerviosa al ver su gesto severo—. Sé que tus padres tienden a no castigarte incluso aunque rebases por mucho los límites que te han impuesto, y yo no suelo entrometerme, pero hiciste que mi hijo me mintiera a mí y a su madre, aparte de que faltara por más de una semana a la escuela. —Lutxi empezó a sudar frío.—A parti
Decir que estaba molesta era decir poco.Para empezar, Lutxi nunca fue conocida por ser dulce y tranquila. Terminar de crecer sin su madre la hizo aún más temperamental, más enfrentando la desaparición de su mamá al entrar en la adolescencia, y ahora que se sentía en medio de sus dos padres sentía que quería arrancarse los cabellos y patear algo hasta el cansancio.Así que, cuando tres tipos empezaron a acercarse haciendo comentarios lascivos, Lutxi sonrió de forma complacida.Al fin una excusa para patear a alguien. Les demostraría a estos tres idiotas el fruto de todas las clases de defensa personal a las que la había inscrito su padre paranoico de su seguridad.—Parece que la muñeca está un poco loca, pero aún así te… ¡AGH! —Lutxi interrumpió al delincuente estrellando una patada directo en su estómago y mandándolo al suelo.Además de los ojos azules, Lutxi había heredado de su mamá su gran capacidad para patear a los idiotas.De inmediato los otros dos se pusieron alerta y corrier