Zack no podía creer lo que sus ojos veían.Era una niñita idéntica a Moira, pero también muy parecida a él. Innegablemente parecida a ambos. Innegablemente su hija.Y era una bebé. Debía tener unos tres años. Su edad cuadraba, por si le quedaba alguna duda, aunque claro que no era tan idiota como para no ver lo obvio.Era su bebé. Tenía otra hija…Zoe. Su pequeña Zoe…Estaba arrodillado abrazándola, porque su bebé sabía que él era su padre y parecía contenta con la idea, así que aprovechó y se puso en pie cargándola en sus brazos, con más esfuerzo del que le gustaría admitir, ya que el cansancio de casi no haber dormido los últimos días lo tenía hecho polvo.Aparte de la cuestión del cansancio por no dormir, había pasado tiempo desde que su Lutxi había crecido, así que estaba completamente desacostumbrado a cargar niños, aunque Lutxi nunca le dio demasiada libertad de cargarla ya que la encontró a la edad en la que los niños empezaban a creerse muy grandecitos para eso. Tomó aire y
Después de que Zack y Zoe se fueran, un tenso e incómodo silencio invadió toda la sala, solo roto cuando Lutxi bufó y miró con molestia a la pared de atrás después de escuchar un par de susurros que intentaban ser discretos pero fallaban a lo grande.—¿Cuánto tiempo van a quedarse ahí atrás? Salgan de una vez —mandó, a lo que sus amigos entraron nerviosamente a la sala después de haber escuchado todo detrás de la pared.Henry y Chary eran los más nerviosos, viendo la mirada reprobatoria de sus padres allí.Chary, incapaz de mantenerle la mirada a su padre, volteó a otro lado, fijando entonces su mirada en los abogados.—Hola, tía Ariadna —saludó a la abogada, que era una de las mejores amigas de su difunta madre y había ayudado mucho a su padre a la hora de criarla.—Chary, querida. —Ella dejó su porte profesional para darle un abrazo—. Me sorprende que estés aquí… Con ella. —Miró mal a Moira, que tomó aire y se puso de pie de repente, obviamente sintiéndose muy incómoda por la forma
Moira entró a la habitación de Zoe con temor, aunque este pronto se desvaneció al ver a su pequeña dormida en el regazo de su padre, que acariciaba su cabello distraídamente, mirando hacia la ventana con una expresión indescifrable.Cuando volteó hacia ella, ya no parecía tan molesto como antes, y eso de alguna forma por fin hizo que Moira soltará todo el aire que había estado conteniendo.Moira sonrió suavemente y se acercó a tomar en brazos a su pequeña, llevándola a su cama y arropándola con todo el cariño del mundo. —Moira… —Luego de que cubriera con las mantas a su niña, Zack la llamó, haciéndola voltearse hacia él—. Hablemos.Ella sonrió secamente.—Ja… Ahora si quieres hablar, ¿eh? —Cruzó los brazos bajo su pecho, saliendo de la habitación a paso rápido pero silenciosamente, sin querer perturbar el sueño de su hija más pequeña.Él la siguió luego de suspirar, frotando sus sienes con cansancio.Lutxi los esperaba en el pasillo, y era obvio que seguía molesta por todo lo que hab
Después de dejar a Moira durmiendo, Zack bajó, encontrando a Lutxi interrogando a la pobre Hillary, que estaba negando desesperadamente con la cabeza y las manos, luciendo muy, muy nerviosa.—¡Padre! —Al verlo, su hija mayor se acercó a él con los puños apretados—. ¡Eres un… agh! —Se calló y volvió a hablar luego de tomar un gran respiro—. ¡No puedo creer que inventaras algo así con Hillary ! ¡Te acabas de meter en un grandísimo problema por una tontería! ¡Será mejor que ahora no me salgas con que no le crees a mamá lo de su amnesia!—Hablemos en privado. —Le hizo una seña para que lo siguiera.Pudo ver a sus abogados en frente del segundo coche que rentaron para conducir a la casa de Moira (que encontraron por el rastreador de Lutxi), así que se subió al primero después de abrirle la puerta a su hija.—¿Y bien? ¿Si le creíste a mamá, no?Zack tomo una gran bocanada de aire antes de decidirse a responder esa pregunta.—Simplemente escuchándolo parece muy conveniente, pero tu madre nun
Lutxi entró a casa de su madre otra vez, encontrando a todos muy tensos en la sala, conversando a susurros.Todos voltearon a verla, y pudo notar en mis ojos de muchos de ellos las ganas de interrogarla, lo cual la hizo sentir muy, muy incómoda. Agh, no tenía tiempo para lidiar con todos estos entrometidos, ¡tenía una familia que reparar!—¿Siguen aquí? —Miró mal a varios de los recién llegados.—Tan cruel como siempre con tus adorados tíos, mi linda sobrinita —canturreó su tío Gael, tan dramático como siempre—. ¿Acaso no nos extrañaste?~—No.—¡Qué cruel!~—Lutxi, quiero hablar contigo. —El gesto indiferente de Lutxi cambió al ver a su tío Sirius. De inmediato se puso nerviosa al ver su gesto severo—. Sé que tus padres tienden a no castigarte incluso aunque rebases por mucho los límites que te han impuesto, y yo no suelo entrometerme, pero hiciste que mi hijo me mintiera a mí y a su madre, aparte de que faltara por más de una semana a la escuela. —Lutxi empezó a sudar frío.—A parti
Decir que estaba molesta era decir poco.Para empezar, Lutxi nunca fue conocida por ser dulce y tranquila. Terminar de crecer sin su madre la hizo aún más temperamental, más enfrentando la desaparición de su mamá al entrar en la adolescencia, y ahora que se sentía en medio de sus dos padres sentía que quería arrancarse los cabellos y patear algo hasta el cansancio.Así que, cuando tres tipos empezaron a acercarse haciendo comentarios lascivos, Lutxi sonrió de forma complacida.Al fin una excusa para patear a alguien. Les demostraría a estos tres idiotas el fruto de todas las clases de defensa personal a las que la había inscrito su padre paranoico de su seguridad.—Parece que la muñeca está un poco loca, pero aún así te… ¡AGH! —Lutxi interrumpió al delincuente estrellando una patada directo en su estómago y mandándolo al suelo.Además de los ojos azules, Lutxi había heredado de su mamá su gran capacidad para patear a los idiotas.De inmediato los otros dos se pusieron alerta y corrier
Después de que su padre se fuera, Lutxi decidió dejar de lado el mal sabor de boca que le dejó su conversación y siguió buscando en los registros de los hospitales de la isla Lakuna, sin encontrar nada hasta que se dio cuenta de un importante detalle y se sintió una completa idiota.Duh, había estado buscando a su madre con su nombre y apellido, Moira Jineo, pero en sus primeros meses en aquella isla ella no recordaba su apellido, lo recordó hasta meses después. Buscó solo por el nombre "Moira", sin apellido, y de inmediato se topó con sus registros.Todo estaba oficialmente confirmado por documentos médicos.¡Ja, su padre no tendría más opción que creer en esto! ¡Ya no podría dudar de las palabras de su madre!Cuando su padre regresó, Lutxi estrelló la laptop en su cara.—Ahí lo tienes. —Sonrió con suficiencia—. Pruebas. Mamá dice la verdad. ¡Y no me salgas con que esto puede ser falso o iré yo misma a esa isla así sea escapándome en la madrugada en bote de remos a buscar los docume
Esa misma tarde, después de dejar a Zoe durmiendo su siesta y de que Amanda se marchara con su novio, Zack y Moira se sentaron frente a frente en la sala, con el nuevo contrato de divorcio en la mesilla en medio de ambos.Los dos tenían expresiones miserables en sus rostros, pero ambos tenían un bolígrafo en sus manos, ansiosos por firmar el contrato que sellaría oficialmente su separación. —Hemos acordado que ambos queremos el divorcio —murmuró Zack con voz desanimada, a lo que Moira asintió sin ganas—. Acordamos que solo aceptaras un cuarto de la manutención de diez millones de dólares que te ofrecí. —Moira asintió mientras rodaba los ojos, todavía sin poder creer que le propusiera tanto dinero—. Solo falta discutir cómo dividiremos nuestro tiempo con las niñas. Esa cuestión era la más difícil de todas, por eso la dejaron al final, y la verdad que todavía ninguno de los dos sabía qué harían respecto a eso. Después de un par de largos e incomodos minutos, finalmente Moira tomó ai