Entraron a la casa y él empezó a cocinar algo rápido mientras ella ponía la mesa.Para cuando tuvieron todo listo y se sentaron a comer, ninguno sabía bien qué decir.Finalmente, Zack decidió que todo este silencio y tensión eran absurdos y decidió ir al grano, directo y sincero:—Moira… quiero volver a intentarlo —le dijo decidido, aunque no por eso menos temeroso. Ella abrió mucho los ojos y se quedó en silencio. —Lo estuve pensando mucho… y creo que finalmente entiendo todo. O la mayoría, al menos. —Rio sin ganas—. Definitivamente esto es lo más absurdo e inconveniente que nos ha pasado, pero estás aquí… estás viva, y sigues siendo la misma mujer con la que me casé, la misma a la que siempre amé. —Tomó aire. —Después de pensar que estabas muerta o que eras alguien horrible, en vez de enfadarme por toda la situación debería estar agradecido, y lo estoy, de poder estar aquí contigo… y estaría mucho más agradecido si me das la oportunidad de recuperar todo el tiempo que perdimos. —
Brandon no se sorprendió ni en lo más mínimo de que la llamada de Zack para llevar a sus hijas a su casa nunca le llegará.Y por la mueca de asco y resignación de Lutxi mientras Lilliana le explicaba a Zoe que podrían ir con sus padres mañana, sabía que ella tampoco estaba sorprendida. Ya imaginaban perfectamente porque Zack no los había llamado. Y, la verdad, en el fondo los alegraba muchísimo.¡Esperaban que esta noche fuera suficiente para que esos dos finalmente se reconciliaran y retomaran su amor!Zoe nunca había pasado una noche lejos de su madre, pero estaba contenta de recibir toda la atención de sus abuelos y tíos, y hasta su hermana mayor quería jugar con ella, cosa que la ponía muy feliz.No hubo lágrimas por no poder ir con su madre, solo se puso un poquito triste cuando Ray tuvo que irse.—Lo siento, pero yo vivo en otro lugar. —El adolescente se inclinó para revolverle el cabello—. Te veré luego, me alegra que te haya gustado mi comida.—Fue delichocha. —Siguió haciendo
Moira estaba indecisa respecto a qué hacer. Recordaba todas las cosas que la separaron de Zack y todas las cosas que la unieron a él, pero apenas y sí recordaba poco más que eso. A comparación de todos los años que pasaron juntos, unos pocos momentos clave parecían insuficientes para hacerla sentir que lo conocía del todo, a pesar de que sí sentía amor y confianza hacia él, no podía ignorar el hecho de que apenas recordaba pocos eventos a lo largo de unos cuantos años en los que estuvieron juntos, cuando llevaban mucho más tiempo conociéndose.Así que, como era tan poco su conocimiento sobre su esposo, Moira no estaba segura de sí era su amor lo que la quería hacer creer en él, o si de verdad era sensato creer en él.Los recuerdos de antes del accidente eran borrosos y difusos, pero los recuerdos de hace solo pocas semanas atrás eran muy claros y aún muy dolorosos. Recuerdos de todos los gritos, insultos y lágrimas eran mucho más vividos que los recuerdos de él pidiéndole perdón, pi
Después de presenciar el cursi espectáculo de sus padres abrazándose y besuqueándose en el pasillo como si ellos fueran los adolescentes en la casa, Lutxi decidió dejar su manía de espiar y se escabulló silenciosamente lejos de ellos, subiéndose al techo y mirando la noche estrellada.Esa escena le había confirmado lo que ya sabía: que era una locura que esos dos se divorciaran o estuvieran separados. No sabía ni lo primero ni lo último respecto a cuestiones amorosas, pero había cosas obvias en el universo, como que si mezclas azul y rojo obtienes morado, y que mezclando ácido fluorosulfónico y pentafluoruro de antimonio de la forma correcta podías obtener el llamado "ácido mágico", y que Zack y Moira debían quedarse juntos. Eran cosas obvias para cualquiera… menos lo de los ácidos, quizás.No quería presionar a su madre de ningún modo… ¡pero iba a caer!Rio maliciosamente, pensando en todos los trucos que podría usar para lograr lo que quería. Aunque no le gustaba ser considerada un
Los teleféricos se elevaron en el aire, llevándolos al otro lado del parque, y Zack decidió hacer un movimiento, confiando en la noche maravillosa que pasaron ayer y las sonrisas de complicidad que compartieron en la mañana.—¿Recuerdas la primera vez que estuvimos juntos en este parque de atracciones? —le preguntó sin mirarla, ambos mirando el paisaje a través de la ventanilla, pero ella volteó a verlo de inmediato ante esa pregunta, confundida.—No…—La primera vez que me besaste, fue en una de estas cosas. —Sonrió divertido ante el recuerdo, dejándola con la mandíbula desencajada.—¡¿De verdad?! —Él asintió—. Vaya… no puedo recordarlo… —Su gesto entristeció.—Quizás esto te ayude a recordar. —Se acercó a ella.—¿A qué te refie…? —Calló cuando él la besó de pronto, haciéndola abrir muchísimo sus ojos azules.Pareció a punto de apartarlo, pero él acarició su cuello, frotando su pulgar en esa zona sensible bajo su oído, que hizo a sus piernas debilitarse y casi caer encima de él, rind
Zack, Robert y Sirius entraron a una celda donde dentro esperaba Mandy McNeal, sentada con los brazos cruzados y una expresión fría y calculadora que se desvaneció al ver a Zack, entonces sonrió de una forma que solo podría describirse como desquiciada. —Zack… sabía que vendrías por mí… Intentó levantarse para abrazarlo, pero Sirius se adelantó y la empujó lejos de él, haciéndola chocarse contra la pared. —Te subestime demasiado, Mandy… debí haberme encargado de ti desde mi primera sospecha. —Zack sacó un guante y se lo enfundó en la mano lentamente—. Tú arrojaste a Moira por las escaleras hace siete años, ¿no es cierto? —Ella se quedó en silencio un momento. —No, se cayó sola, yo no… —Calló cuando Zack de pronto le asestó una fuerte bofetada en el rostro. —Mi padre me enseño a no golpear mujeres, y yo nunca fui una persona violenta, pero tú… —Se quitó el guante y lo metió en su bolsillo— tú no eres una mujer. Ni siquiera eres un ser humano… y yo me asegurare de que te trat
Moira se acercó lentamente al enorme edifico corporativo donde su novio Zack, el CEO e inventor reconocido como el más joven y el más famoso del país, seguía trabajando a pesar de que todos sus empleados hace tiempo que se habían marchado ya. El corazón le latía fuertemente en el pecho mientras avanzaba hacia las blanquecinas puertas dobles, y hasta sintió que se saltó un latido cuando finalmente entró a la oficina y vio a Zack trabajando en el proyecto de desarrollo de esa nanotecnología capaz de curar casi cualquier tipo de enfermedad o heridas que lo hizo tan famoso alrededor de todo el mundo. Zack Irissa era prácticamente el hombre más famoso del mundo.Y ella era solo Moira Jineo , una amiga de la secundaria por muchos años, y su novia desde la universidad.Aunque obviamente la notó entrar, Zack no levantó la cabeza de lo que sea que estaba escribiendo en sus papeles importantes, papeles que seguro para él ahora mismo eran más importantes que ella, su novia de cuatro años. —Hol
Después de hablar con Zack, Moira regresó a la casa que había compartido con él por dos años y tomó sus maletas ya hechas con todo lo que se llevaría. Dejaba algunas cosas atrás, pero nada demasiado importante, seguramente él se desharía con gusto de todo. Metió las maletas al asiento trasero de su auto y empezó a conducir directo al aeropuerto. Sin embargo, las lágrimas rápidamente nublaron su vista. La bocina de un auto la hizo doblar justo a tiempo para no provocar un accidente de tránsito, un accidente que tal vez la dejaría mal herida y le quitaría la única razón por la cual no deseaba morirse ahora. Estacionó el auto a un costado de la carretera y apoyó los codos en el volante mientras enterraba el rostro entre sus manos. Intentó contener las lágrimas, intentó ser fuerte, pero no pudo, todo lo contrario, cada vez se sentía peor y peor, cada vez lloraba más y más, con sollozos que hacían temblar su cuerpo. No podía, no podía pretender que nada le hacía daño, ella no era como