Moira se acercó lentamente al enorme edifico corporativo donde su novio Zack, el CEO e inventor reconocido como el más joven y el más famoso del país, seguía trabajando a pesar de que todos sus empleados hace tiempo que se habían marchado ya.
El corazón le latía fuertemente en el pecho mientras avanzaba hacia las blanquecinas puertas dobles, y hasta sintió que se saltó un latido cuando finalmente entró a la oficina y vio a Zack trabajando en el proyecto de desarrollo de esa nanotecnología capaz de curar casi cualquier tipo de enfermedad o heridas que lo hizo tan famoso alrededor de todo el mundo. Zack Irissa era prácticamente el hombre más famoso del mundo.Y ella era solo Moira Jineo , una amiga de la secundaria por muchos años, y su novia desde la universidad.
Aunque obviamente la notó entrar, Zack no levantó la cabeza de lo que sea que estaba escribiendo en sus papeles importantes, papeles que seguro para él ahora mismo eran más importantes que ella, su novia de cuatro años.
—Hola, Zack —dijo en voz baja, apretando la correa de su bolso.—Hola, colibrí. ¿Viniste a quejarte de nuevo de que no pude ir a dormir a casa ayer? —masculló con sequedad, escribiendo quién sabe qué en uno de sus papeles.—No… eso ya no me importa. —Se abrazó a sí misma—. Zack, quiero hablar seriamente contigo, así que apreciaría que me prestes atención por una vez —dijo solemnemente después de tomar una gran bocanada de aire y prepararse mentalmente para su respuesta.Él no pareció ni escucharla por unos minutos, mientras seguía firmando minuciosamente lo que sea que tuviera en sus papeles. Finamente, sin embargo, se alejó de sus papeles y bostezó, estirando los brazos por encima de su cabeza. Rascando su oreja con el dedo meñique, por fin se dignó a mirarla.—¿Qué? ¿Vas a terminar conmigo o algo así? —Sonrió burlonamente.—De hecho, me preguntaba si no crees que ya es hora. —Él alzó una ceja—. Hora de… de casarnos.Apenas dijo eso, observó atentamente su rostro para estudiar su reacción. Él se quedó inmóvil y su sonrisa se esfumó, pero no pareció ni feliz ni disgustado, era una completa hoja en blanco. Un poco nerviosa, siguió hablando:—Llevamos cuatro años juntos como pareja y dos años viviendo juntos, así que ¿no crees que ya es hora? Tenemos veintisiete años y una buena relación. —Carraspeó un poco al decir eso, ya que no era del todo cierto. La verdad es que últimamente tenían problemas—. Y creo que este podría ser un momento tan bueno como cualquier otro. Sé que estás ocupado con tu proyecto de masificar tu nanotecnología, pero… el invento ya está creado y aceptado ¿no es cierto? Así que bien podrías, sí bien no parar, ralentizar un poco el ritmo y dedicarte a… a otras cosas.—Por otras cosas quieres decir que me dedique a ti ¿no es cierto? —preguntó con el rostro todavía sin expresión.Ella suspiró.—Más o menos. —Apartó la mirada.—Solo di sí. No hay nada de malo en que quieras mi atención para ti. —Finalmente se relajó, inclinándose hacia adelante, apoyando los codos en el escritorio delante de él—. Nada de malo excepto por el hecho de que no puedo y no lo haré.—¿Qué? —Lo miró boquiabierta ante esa respuesta.Ya estaba esperando sus típicas contestaciones crueles, pero eso fue demasiado despiadado hasta para él.—La verdad es que últimamente también estuve pensando en nuestra relación. —Cerró los ojos, aparentemente relajado por completo—. Han sido cuatro años de buen sexo y todo, pero últimamente las cosas han cambiado. —Llevó una mano a su nuca, masajeándola con cansancio—. Era bueno tener a alguien esperándome con la cena ya lista y siempre dispuesta a pasar una buena noche cuando quisiera, pero creo que a este punto las cosas no van a funcionar mucho más. —La miró seriamente—. Estás más controladora que nunca cuando estoy más ocupado que nunca. Estoy en un proyecto que podría salvar millones de vidas y no voy a detenerme por ti. —Cruzó los brazos, enderezándose y acercándose un par de pasos a ella, pero aun manteniendo una buena distancia—. Toda esta m****a es por la boda de Robert y Franny ¿no es cierto?Ella lo miró sorprendida. Todo este tiempo estuvo escuchando sus palabras crueles sin quejarse ni una vez ¿y de repente decía eso?—¿Qué demonios tienen que ver ellos con esto? —Sacudió la cabeza, confundida.—No creas que me engañas. Estás molesta porque todos nuestros amigos ya se han casado, incluso ese mujeriego y la que solía ser su fiel sirvienta. Vi tu mirada cuando estábamos en la boda, sabía que querías casarte también, solo que no pensé que querrías fastidiarme con eso tan pronto. —Rio entre dientes, apartando la mirada—. Ni hablar, Moira. No quiero casarme todavía, ni nunca, la verdad. Sí no puedes soportar una vida siendo la solterona del grupo entonces deja de perder el tiempo conmigo y búscate otro que pueda darte lo que quieras, porque yo no lo haré. —Ella lo miró con los ojos muy abiertos mientras él seguía con la mirada fija en una pared—. No soy ese tipo de hombre. No puedo darte la vida que quieres —masculló en voz baja, todavía evitando mirarla.Moira apretó la mandíbula, luchando por no derramar las lágrimas que estaban acumulándose en las esquinas de sus ojos. La verdad, había estado esperando que las cosas fueran por este rumbo, solo que no creyó que dolería tanto.—Me ofrecieron un puesto de trabajo en Londres —susurró en voz baja. Lo notó abrir mucho los ojos y mirarla incrédulo, pero rápidamente volvió a su expresión seria.—¿Y cuándo tenías pensado decírmelo? —gruñó entre dientes.—Cuando me rechazaras como el bastardo que eres. —Sonrió amargamente, diciéndole con eso que ya esperaba por completo esta situación y disfrutando un poco ver su sorpresa—. Ya tengo mis maletas hechas, aprovechando que no fuiste a dormir a casa anoche. —Él le frunció el ceño profundamente.—¿Y para qué demonios fue este circo sí te irás de todos modos? —inquirió con irritación palpable en su tono.—Quería darte una última oportunidad, tal vez demostrar que estaba equivocada respecto a ti. —Encogió los hombros, intentando fingir que no era obvio el hecho de que estaba al borde del llanto—. Supongo que debería agradecerte por hacer más fácil mi decisión.Zack la miró en silencio por un momento, antes de soltar una baja y seca risa.—Como sea… fue bueno mientras duró, supongo. —Encogió los hombres—.Supongo que te veré de nuevo en la fiesta de cumpleaños de alguno de tus sobrinos. —Luego de decir eso, volvió tranquilamente a sus papeles y volvió a trabajar como sí nada.Moira apretó los puños, sintiendo una gran punzada de dolor en el pecho, casi asfixiándola ante su fría indiferencia.—Te prometo, Zack, que nunca volverás a verme. —Sonrió amargamente y él se congeló en su lugar, pero no levantó la mirada—. Nunca volveré a molestarte. Puedes estar tranquilo. —Cuando él no dijo nada, cuando ni siquiera se molestó en mirarla, Moira simplemente se dio la vuelta y salió de la oficina a paso firme.Una vez estuvo afuera, las lágrimas finalmente se deslizaron por sus mejillas mientras sacaba un sobre de su bolso y lo abría para observar su contenido con temor una vez más.Positivo a gonadotropina coriónica humana.Cuando ella no entendió ni una letra de eso, su doctora le sonrió antes de traducirle amablemente que estaba embarazada y felicitarla alegremente, ignorante al rostro lleno de horror que puso apenas entendió el resultado del análisis que mandó a hacerse.Sabía que era un mal momento, sabía que Zack no querría esto.Él ni siquiera le dijo que la amaba o confirmó que lo suyo fuera algo más que puro sexo en cuatro años de estar juntos, de hecho, hasta las cosas habían estado tensas entre ellos últimamente, ya que ella por alguna razón estaba más malhumorada y eso… y eso probablemente fuera por el embarazo o algo así. Debieron ser las hormonas, pero el daño a su relación ya estaba hecho.No creía que Zack quisiera esto, tal vez hasta se atreviera a pedirle que no lo tuviera, y no pudo evitar recordar la propuesta de trabajo que le ofrecieron en Londres hace unas semanas, para que colaborara con otros grandes detectives londinenses, ya que ella se ganó fama de la detective joven más talentosa. Aun así, la verdad era que ella amaba muchísimo a Zack, y al menos quería darle la oportunidad de demostrarle que estaba equivocada antes de tomar una decisión drástica.Pero, tal como sospechó, ella conocía demasiado a Zack.Siempre lo conoció demasiado bien.Él no estaba listo para ser padre y tal vez nunca lo estaría, él no estaba listo para quedarse atrapado con ella para siempre. Lo conocía a la perfección, y sabía eso muy bien.Sonriendo para alejar las lágrimas, arrugó el papel y lo arrojó a un basurero cercano, antes de seguir su camino a una nueva vida.Después de hablar con Zack, Moira regresó a la casa que había compartido con él por dos años y tomó sus maletas ya hechas con todo lo que se llevaría. Dejaba algunas cosas atrás, pero nada demasiado importante, seguramente él se desharía con gusto de todo. Metió las maletas al asiento trasero de su auto y empezó a conducir directo al aeropuerto. Sin embargo, las lágrimas rápidamente nublaron su vista. La bocina de un auto la hizo doblar justo a tiempo para no provocar un accidente de tránsito, un accidente que tal vez la dejaría mal herida y le quitaría la única razón por la cual no deseaba morirse ahora. Estacionó el auto a un costado de la carretera y apoyó los codos en el volante mientras enterraba el rostro entre sus manos. Intentó contener las lágrimas, intentó ser fuerte, pero no pudo, todo lo contrario, cada vez se sentía peor y peor, cada vez lloraba más y más, con sollozos que hacían temblar su cuerpo. No podía, no podía pretender que nada le hacía daño, ella no era como
Moira no se permitió deprimirse, muy a pesar de que parecía que la vida le daba una patada tras otra. —Lo siento mucho, señorita Jineo, como no llegó el día acordado y no llamó para notificarnos el cambio de planes, decidimos contratar a otra persona que también estaba interesada en el puesto. —E-está bien, entiendo. —No le quedó de otra más que resignarse, esto se ganaba por irresponsable—. Gracias de todos modos. —Entonces ¿perdiste el empleo en Londres? —le preguntó Lilly con pesar en otra de sus visitas. —Lo olvidé completamente, fui muy estúpida. —Suspiró—. La verdad es que no quiero irme del todo… —Llevó sus manos a su vientre—. Quisiera que nazca aquí en California, que es donde nosotras nacimos, pero… necesito irme de aquí. No quiero volver a cruzarme con Zack nunca. —Se cruzó de brazos. —Bueno, eso se puede arreglar. —Robert sonrió, chasqueando los dedos—. Te quedas con nosotros hasta que el bebé nazca y por mientras te conseguiré un empleo en Londres. Y nos aseguraremos
Cuando pasaron seis meses desde el rompimiento de Zack y Moira, él no sintió que hubiera muchos cambios en su vida. Siguió ocupado con sus proyectos e inventos que significarían la salvación de millones de vidas alrededor de todo el mundo. Necesitaba masificar su nanotecnología para ponerla al alcance de las personas con bajos recursos, que eran las poblaciones más vulnerables. Esto claramente no le fue fácil, había intereses políticos y económicos tratando de frenarlo, empresas que se caerían por completo sí llegaba a implementar su tecnología, pero le importaba muy poco ese tipo de cosas. Él quería lograr el avance científico de la humanidad y nada lo iba a detener. Se ganó muchos enemigos con su tecnología, pero también muchos amigos, tenía sus conexiones y solo le faltaba encontrar el modo de hacer la más importante de las piezas con un material barato para que la masificación a nivel mundial fuera posible. Era el hombre más famoso del mundo, uno de los más poderosos, y nada
—Muy bien, niños. ¿Alguien puede decirme en qué país y en qué ciudad se creó el llamado "WIX", la nanotecnología que puede curar casi cualquier enfermedad? Cuando nadie contestó a esa pregunta, la maestra decidió escoger a uno de sus alumnos de seis años al azar.—Mmm… ¿Tú lo sabes, Lutxi? —Le dio la oportunidad a una de sus alumnas favoritas para responder. La pequeña lindura de coletas y hermosos ojos claros rápidamente sonrió con nerviosismo. —¿M-Madrid, España? —Obviamente no sabía la respuesta. La maestra suspiró mientras negaba con la cabeza. —No, dulzura. El WIX se inventó en California, Estados Unidos. —¿Cómo puedes no saberlo si tú naciste ahí mismo? —Uno de los niños problemáticos sonrió cruelmente—. ¡JAJA, Lutxi es una tonta! —La señaló groseramente. Toda la clase empezó a reírse y la pequeña Lutxi rápidamente se paró de su asiento con toda la intención de golpear al que empezó la broma, pero la maestra rápidamente intervino. —Niños, suficiente o habrá examen sorpres
Al ver a su hijita perder la sonrisa y sobresaltarse por el ruido, Moira de inmediato tomó aire y se obligó a dejar sus sentimientos de lado y sonreír como si nada pasara. —Pero que desastre. Mamá es tan torpe. —Rio nerviosamente—. Por suerte quedaron más galletas en la cocina, puedes comerte las mías si quieres, de todos modos, no me gustan tanto. —Se arrodilló en el piso para comenzar a juntar la comida arruinada.—¿Y… por qué dices eso de ser como ese inventor famoso? ¿No que lo único que te gustaba de la escuela era educación física? —preguntó disimuladamente. —Bueno, sí pero… —Volvió a sonreír—. Mi maestra me habló de ese científico que vive en la ciudad en la que nací, ¡y él es genial! ¡Irissa Zack es la persona más genial de todas! ¡Quiero ser como él! —¡Auch! —Moira se distrajo al escuchar eso y acabó cortándose con los fragmentos del plato. —¡Mamá! —Los ojitos claros de su niña se llenaron de preocupación y de inmediato se quitó los auriculares y corrió hasta ella. —¡No t
A pesar de que su madre no parecía muy aficionada a Irissa Zack, Lutxi no pudo evitar seguir buscando más entrevistas suyas en internet cada que su madre le prestaba su computadora portátil.Y la verdad era que cada vez que lo escuchaba hablar solo se interesaba más y más en la ciencia. Y solo admiraba más y más al Dr. Zack. ¡Él era la persona más increíble de todo el mundo!Buscar el significado de las palabras que no entendía de lo que el científico decía en cada video nuevo que veía la hacía toparse con otras palabras que no entendía, cosa que despertaba su curiosidad y la derivaba a buscar más y más conocimientos. Zack era muy activo en redes sociales, pero no para presumir su fama, más bien para enseñar, y se tomaba muy en serio la educación de los niños. Lutxi lo consideraba su nuevo maestro favorito, empatado con la maestra que se lo recomendó. Pronto sintió que el internet no era suficiente y comenzó a pedirle a su madre que le comprara libros, sobre todo los libros que
—Irissa Zack, reconocido como el CEO, inventor y científico joven más importante del siglo XXI, ha pasado las últimas semanas encerrado en su mansión. —Lo extraño de esto es que no ha dado ningún comunicado de estar trabajando en un nuevo proyecto, no se ha presentado en su empresa y ha dejado todo en manos de los socios de la misma. Como consecuencia, eso solo ha alimentado los rumores de que su adicción al alcohol está perjudicando su salud. ¿Serán ciertos también los rumores de que consume drogas? Según los expertos en… Fastidiado, Zack apagó el televisor para luego arrojar lejos el control remoto. Bien, lo admitía, tal vez se estaba pasando un poco con el alcohol, pero ¿drogas? No tenía idea de dónde habían sacado eso, bien que el alcohol también era considerado una droga en cierto sentido, pero sabía que no estaban hablando de alcohol. ¡Por Dios, él ni siquiera fumaba! Estuvo tentado a empezar a fumar en su adolescencia, pero Moira se lo había impedido. De hecho, Moira tampoco
—¡California, California! —Moira sonrió divertida mientras su hijita corría en círculos a su alrededor de tan emocionada que estaba por finalmente haber bajado del avión que las trajo a su ciudad natal en California, la ciudad Lion—. ¡California, California, California!—Vamos, hija, tenemos que subir al auto del tío Robert. —La tomó de la mano luego de que el chófer que Robert les había enviado terminara de guardar sus maletas.—¿Vamos a su casa? —preguntó emocionada mientras el auto arrancaba.—Sí.—¿Y cuándo podré ver a mi tía Lilly? ¡¿Y mi tío Clark?! —Sus ojos brillaron al recordar a su tío científico.Moira sonrió nerviosamente.—Por hoy nos quedaremos con tu tío Robert y tía Franny y mañana iremos a verlos a ellos. —Tragó saliva ante ese pensamiento.Mañana sería el día… mañana Clark descubriría la verdad sobre Lutxi, y Moira tendría que hablar muy seriamente con él para asegurarse de que Zack nunca escuche una sola palabra sobre su hija de la gran bocota que tenía su cu