Después de llorar un buen rato, Lutxi tomó una profunda bocanada de aire y volvió a colgarse su mochila al hombro.No quería que la vieran así, por lo que rodeó la casa hasta treparse a un árbol que tenía una rama gruesa que estaba a dos metros del balcón de una habitación de invitados. La usaba todo el tiempo para escaparse o bien escabullirse a escondidas sin que sus padres se dieran cuenta incluso desde pequeña.Entró a escondidas a su casa, lo más silenciosamente posible, y fue al baño de la habitación para lavarse la cara.Desató sus dos coletas y las volvió a atar y, luego de media hora, se vio más normal y fue hasta el árbol otra vez, saltando desde el balcón hasta la rama y bajando para ir hasta la puerta principal.Abrió, sin decir nada, encontrando a su padre dormido en el sofá.Se acercó a él con una mirada triste. Quería abrazarlo y decirle muchas cosas, pero eso iría en contra del plan que estaba comenzando a armar, así que solo le dio un beso en la mejilla y se marchó su
Había pasado una semana desde su encuentro con Zack y Moira aún sentía que su mundo se había desestabilizado por completo.No podía dejar de pensar en él y en todo lo que le dijo.Una vez pasada la bruma de su ira, se dio cuenta de que Zack estaba actuando como si…—¡MAMI! —Salió de sus pensamientos cuando Zoe se le lanzó encima, llamando la atención de sus compañeras de trabajo en su hora de descanso—. ¿Podemod jugar afuera? Por favor. —La miró con sus grandes ojos color índigo llenos de súplicas, sumando un puchero.—¡Aw, dile que sí! —Sus compañeras se derritieron de inmediato.—Pero tengo otro grupo de turistas ahora…—Puedo cubrirte —dijo Giselle, una de sus compañeras—. A cambio tú harás mi grupo mañana. ¿Hecho?Viendo la carita anhelante de su hija, Moira accedió al trato y llevó a su pequeña a jugar en el inmenso jardín del castillo.Desde que empezó el jardín de niños e hizo amigos ya no quería venir tan seguido, puesto que le gustaba ir a jugar a las casas de sus amigos o al
Si había algo que Lutxi detestaba muchísimo, eso era que la vieran llorar. Odiaba desde el fondo de su corazón mostrar tanta debilidad, así que solo luego de unos minutos se apartó de su primo, tomó aire y se secó las lágrimas, calmando poco a poco su respiración.—Vamos al hotel. —Se volteó hacia sus amigos con su antebrazo cubriendo sus ojos—. Necesito algo de tiempo para planear una mejor estrategia.Nadie la cuestionó y rápidamente salieron de los terrenos del castillo y regresaron al hotel.Habían arrojado sus maletas, mochilas y pertenencias personales en una sola habitación, pero en realidad rentaron cuatro habitaciones para dos personas cada una.Lutxi eligió habitación sin decir nada, encerrándose allí.—Bueno… —Chary tosió incómodamente—. Creo que debemos darle espacio por un tiempo…—No es la única que lo necesita. —Ricky tenía una mano en su frente, luciendo muy angustiado—. No puedo creer que mi tía ya tenga otra familia…—N-no deberíamos hablar sin saber lo que realmente
Después de un desayuno muy tenso, volvieron a dirigirse al castillo medieval.—¿Cuál es el plan? —preguntó Chary nerviosamente.—Ir. Espiar. Recolectar datos. Memorizar los turnos de mi madre. Si es posible seguirla luego a su casa. Quiero averiguar tanto como pueda.—¿Mucho de eso no es ilegal? —Teddy se estremeció, temeroso.—No sin policías cerca. —Lutxi sonrió traviesamente.Chary se llevó una mano a la frente mientras los demás solo pudieron suspirar resignados.Lutxi había acabado pareciéndose mucho a Zack, dispuesta a todo por lograr sus objetivos. A veces podía ser bueno, y esperaban que eso no la hiciera meterse en problemas a futuro. Llegaron muy temprano y, como era fin de semana, se encontraron con una gran fila en el palacio.Lutxi estaba molesta por la espera, pero entonces vio a su madre llegar desde la dirección contraria y rápidamente se escondió detrás de Henry, aunque de todos modos había mucha gente alrededor.—¿Tu mamá? —preguntó Miranda con nerviosismo.—Sí… Y e
Moira era una persona que normalmente escuchaba a sus instintos. Confiaba muchísimo en su intuición, pero esta vez, incluso aunque sentía que estaba siendo observada y hasta perseguida, no sentía ninguna sensación de peligro real y nunca podía ver nada por más que mirara a todas direcciones.Además… era extraño. Aparte de sentir esa sensación de ser observada desde la mañana, también sentía algo… extraño. Alguna clase de sentimiento expectante, anhelante. Y no era nada malo, más bien confuso.—Mami. —Cuando llegaron a casa y Amanda empezó a hacer la cena, Zoe se subió a su regazo y posó sus manitos en sus mejillas—. ¿Trite?Ella rio tiernamente, alejándola con cariño y haciendo que se sentara en su regazo.—No estoy triste, amor. Solo… pensativa.—¿Penchativa?—Sí. Tengo muchas cosas en mi mente.—¿Cómo qué?—Es complicado… —Para empezar, ni siquiera había podido sacarse de la cabeza a Zack y ahora tenía que lidiar con esa extraña sensación—. Pero no estoy triste. No te preocupes. —Be
Ya llevaban cuatro días en Florida y Lutxi y sus amigos habían podido trazar los turnos y patrones de Moira y su hija menor, pero aun así Lutxi seguía indecisa respecto a cuándo enfrentar a su madre.Sin embargo, de alguna forma, se había encontrado con Zoe una vez más en su tercer día en Florida…Dejó a Henry y Chary vigilando a su madre y fue a dar un paseo para tal vez juntar valor para enfrentarla o tal vez dejar de sentir una opresión en el pecho con solo verla. Y entonces vio a su hermana a lo lejos, y ella la vio también.Pudo haber huido, pero su enorme sonrisa radiante se lo impidió y en su lugar esperó mientras ella corría (bastante rápido para su edad) hasta alcanzarla.—¡Cheñorita! —la saludó alegremente—. ¡Hola!—Hola, pulga. —Miró nerviosamente al chico que cuidaba de ella acercándose—. Deberías dejar de huir de tu niñero, ya sabes. Creerá que soy una secuestradora. —Rio. —¡Pero no ered! —Rio de forma adorable—. ¡¿No quiered jugar, cheñorita?!—No —contestó tajantemente
Moira no entendía muy bien qué era lo que estaba pasando.Había visto a la amiga de la que su hija tanto le habló y… sintió algo inexplicable, como si… como si conociera a la chica…Ella parecía conocerla, y cuando Moira dijo no conocerla estalló en llanto, por lo que ahora estaba abrazándola, sin entender qué era lo que estaba pasando allí.Pero era tan solo una niña, en realidad, así que la consoló amorosamente. —Tranquila… No llores, pequeña. Por favor, tranquila. —Le dolía mucho escucharla llorar de ese modo.Zoe se acercó a ellas a paso lento, con rostro sumamente preocupado, pero viéndose como si no quisiera interrumpir, aunque con claras ganas de preguntar como toda niña curiosa.Se sentó en la banca junto a ellas y se quedó en silencio hasta que la chica finalmente se apartó y les dio la espalda de inmediato, secando sus lágrimas con las manos.Moira sacó un pañuelo y se lo dio, sin decir nada.—Gracias… —Se secó el rostro aun dándoles la espalda—. Y… lamento eso. Sé que debe
Después de seguir hablando por un momento, Zoe bajó del segundo piso, gritando que estaba aburrida.—¡Tía Amanda! —Al ver a la otra mujer adulta, corrió a darle un abrazo.—¿Le han dicho la verdad? —preguntó Amanda con nerviosismo mientras abrazaba a la pequeña.—¿La verdad de qué? —La niñita miró alegremente a su mamá.Moira miró a Lutxi, que tragó saliva.—Dile… Si quieres. —Cruzó los brazos y les dio la espalda.Moira sonrió suavemente, tomando en brazos a su hijita menor y sentándola en su regazo.—Zoe, mami tiene una gran noticia para ti. —Acarició su rostro tiernamente—. Tu amiga Lutxi… Realmente es tu hermana. —Zoe ladeó la cabeza, sin entender—. Es mi hija también, igual que tú, es tu hermana mayor. —Sonrió de forma radiante.—¿Ed tu hija también? —Se quedó con la boca abierta—. ¡¿Ed mi hermana mayor?! —Miró a Lutxi, que tomó aire y se giró para sonreírle un tanto incómoda—. Wow… ¡Genial! —Sonrió emocionada—. ¡¿Y dónde etaba anted, hermana?!Lutxi pestañeó, sorprendida porque