Horas después, Anna participaba con resignación en los entrenamientos dirigidos por Drake. Luego de conversar con Amon, aceptó las prácticas para que no sospecharan de ella, aunque sus ganas por trabajar eran casi nulas.Yelena la reprendía para que tomara las clases con disciplina, ya que sus vidas podían depender de eso, pero la cabeza de la chica estaba tan llena de preocupaciones por Borya que le resultaba imposible llevar a cabo una tarea.Además, no sabía si había cometido un error al confiarle a Amon sus inquietudes, pero ya no podía dar marcha atrás, aquel demonio se marchó prometiéndole ayuda.Esperaba no equivocarse, pues, no tenía como reparar esa falta. Si Borya confiaba en ese sujeto, aunque fuese un demonio antiguo y tan ligado a Lucifer, debía ser de fiar.No estaba dispuesta a perder a Borya sin antes dar batalla, así que ya no era momento para arrepentimientos.Continuó lo mejor que pudo con los entrenamientos tratando de liberar a su mente de preocupaciones, pero est
Anna bajaba con pasos largos y apresurados la oscura colina rocosa. Se mordía los labios para sosegar el dolor que sentía y dejar de llorar, pero la rabia no le era suficiente.De nuevo tuvo que detenerse de forma imprevista al ver a Borya materializarse frente a ella.—¡Déjame en paz! —le gritó empujándolo, pero él enseguida superó la distancia que los separaba y encerró el rostro de ella entre sus manos.—Te dije que ya es demasiado tarde para eso —alegó con furia, con sus ojos demoniacos oscurecido por la pena y el deseo.Ella miró su boca y, a pesar de la oscuridad, pudo notar que sus colmillos sobresalían. Eso le produjo un oleaje de excitación en el cuerpo. Su sangre angelical estaba reaccionando a la imagen diabólica que Borya asumía por la ira que lo embargaba.—Si solo quieres esperar, no lo harás con…La respuesta amarga e hiriente de la joven murió cuando la boca del demonio se apoderó de la de ella, con un beso fiero y arrebatado, uno que reclamaba con su lengua hambrienta
Horas después, estaban de vuelta en Francia. Luego de cenar, el grupo se congregó en la oficina de Drake para conversar sobre lo ocurrido esos días, tanto en la reunión de Borya con Ezael, como lo sucedido en los viñedos durante los entrenamientos.—¿Estás seguro de este plan? —consultó Drake, inquieto.La idea que Borya le había comentado era tan riesgosa que no estaba seguro de seguirla o no.Nunca dudó de las capacidades estratégicas del demonio, pero en ese momento habían muchos intereses en juego, entre ellos, el más importante para él: la vida de Yelena.—No hay otra manera de acabar con Ezael sin utilizar mi poder satánico.—Pero, atraer a los superiores para que acaben con el ángel… Después ellos dirigirán sus esfuerzos hacia nosotros.—Por eso necesitamos también a los impuros, a los cazadores/brujos y a los ejércitos humanos. —Drake se pasó una mano por los cabellos y respiró hondo intentando sopesar la posibilidad de escapar en medio del caos—. Lo hemos hecho otras veces, D
Entraron en una terraza privada ubicada en un lateral de la casa. El cielo que podía divisarse a través del cristal del techo estaba por completo tintado de añil, sin nubes ni nada que manchara su imagen perfecta.Borya se llegó hasta la puerta acristalada y repasó un instante las viñas con atención, como si buscara algún intruso escondido entre ellas.Aunque sabía que la seguridad de aquel lugar era máxima, no dejaba de sentir inquietud.Él sabía que los demonios superiores podían encontrar métodos para burlar cualquier sistema, ya fuera hecho por humanos o por magia negra. No debía descuidarse.Al sentir que Anna se había detenido detrás de él, se giró para encararla sacando un objeto del bolsillo de su abrigo.—Quiero que lleves esto siempre —dijo y estiró ante ella una pulsera de cuero trenzado con una piedra de topacio azul fijada en su centro.Tomó su brazo derecho y lo alzó apartando la manga de su abrigo para colocarle la pulsera en la muñeca.—¿Qué es?—Un medio de comunicaci
Borya y Drake lograron contactar a Iván y a su grupo para una reunión, aunque organizarla les costó días y mucho esfuerzo.Los impuros se habían dispersado por culpa de la furia desatada por Belfergor y por Belial en toda Rusia, no solo por el robo y el ataque que sufrieron en su base en Urales, sino por la búsqueda incansable y secreta que hacían del impuro hijo de Lilith.Para Belfergor, llegar hasta su «medio hermano» significaba la posibilidad de recuperar a su hija y su sangre angelical y a las tres piedras del destino que había perdido, pero también, era la posibilidad de recuperar su exclusividad en la línea sucesoral al trono infernal, liderazgo que se había jurado a sí mismo mantener por encima de lo que fuera, incluso, del bienestar de su propia raza.La desesperación y rabia que le produjo perder los soportes que le garantizaban el éxito, lo llevó a cometer serios errores, siendo perseguido, además, por la amenaza de guerra humana, restándole aliados.Por su culpa, el gobie
—¿Qué sabes? —quiso saber Borya.—Sé del arsenal humano que ellos manejan en ese lugar y de la fabricación de las ojivas nucleares que piensan utilizar para provocar una guerra mundial. —El demonio se aproximó un paso más, acentuando su desafío—. Yo me enteré de eso hace un par de días, pero tú lo sabías desde hace semanas y no dijiste nada. Si se da esa guerra, los ángeles bajaran y con eso los superiores tendrán la sangre que necesitan para liberar a Lucifer. —Una exclamación conjunta se dio entre los impuros, demostrando lo asombrado que habían quedado por esa noticia—. Creo que es tarde para avisarnos de ese asunto, ya la guerra se está gestando entre las naciones. Hay mucha tensión entre los países por los ataques de los demonios superiores. Se señalan entre ellos buscando al culpable de lo sucedido en el Atlántico sur.—Los ángeles no bajan del cielo por guerras humanas, lo sabes muy bien —aclaró Borya con enfado, encarándolo, y calmando un poco la inquietud colectiva—. Se neces
Aunque contaban con el apoyo de los impuros, para Borya era imperativo que Natasha y su grupo aceptaran su oferta.Necesitaba restarle soportes a Ezael y aumentar aún más su fuerza. No podía permitir que el ángel tuviera los medios para manejarlos a todos a su antojo. Demasiadas vidas y sueños estaban en juego.Por siempre había sido terco y perseverante con sus aspiraciones, pero ahora lo era más que nunca por tener al corazón involucrado.No se rendiría ni ante las exigencias o los peligros. De alguna manera esquivarías sus condenas, como lo venía haciendo desde hacía décadas.—¿Cómo va el centro de información de los impuros? —preguntó Drake entrando a la oficina donde el demonio se encontraba evaluando los datos que le habían enviado por correo electrónico, en la planta superior de su mansión en Blaye, Francia.—Increíble. Es sorprendente lo que puede lograrse cuando unes varias fuentes. Belfergor está fuera de Rusia, dicen que busca reunirse con la facción demoniaca que está aisl
Horas después, Anna estaba lista para partir. Borya la esperaba en la habitación que le habían asignado, viéndola salir del baño con el abrigo puesto.—¿Ya nos vamos? —preguntó la chica ansiosa. Estaba muy emocionada por la misión que le habían asignado, quería poner su grano de arena en esa batalla.—Drake te espera en el salón principal.Borya se acercó a ella y observó su cara con atención, como si buscara memorizar cada uno de sus rasgos.Adoraba desde las curvas de sus cejas hasta los límites de su mandíbula, sobre todo, las prominencias húmedas y sonrosadas de sus labios y el brillo incandescente de sus ojos verdes grisáceos.Llevó una de sus manos hasta su rostro y acarició su mejilla hasta hundir los dedos en sus cabellos y llegar a la nuca.—Hubiese querido viajar contigo —exclamó ella con los ojos saturados de deseo—. Sentir tu contacto en todo momento y el calor de tu proximidad me tranquiliza.Borya apoyó la frente en la de ella, cerró los ojos y aspiró el aroma del alient