Horas después, Anna estaba lista para partir. Borya la esperaba en la habitación que le habían asignado, viéndola salir del baño con el abrigo puesto.—¿Ya nos vamos? —preguntó la chica ansiosa. Estaba muy emocionada por la misión que le habían asignado, quería poner su grano de arena en esa batalla.—Drake te espera en el salón principal.Borya se acercó a ella y observó su cara con atención, como si buscara memorizar cada uno de sus rasgos.Adoraba desde las curvas de sus cejas hasta los límites de su mandíbula, sobre todo, las prominencias húmedas y sonrosadas de sus labios y el brillo incandescente de sus ojos verdes grisáceos.Llevó una de sus manos hasta su rostro y acarició su mejilla hasta hundir los dedos en sus cabellos y llegar a la nuca.—Hubiese querido viajar contigo —exclamó ella con los ojos saturados de deseo—. Sentir tu contacto en todo momento y el calor de tu proximidad me tranquiliza.Borya apoyó la frente en la de ella, cerró los ojos y aspiró el aroma del alient
Fuera del hangar había un viejo helicóptero esperándolos.—¿Nos llevará con vida? —quiso saber Drake, angustiado por el estado del vehículo.—No tenemos tantos recursos como tú, mitad bestia, pero contamos con gente experta que no nos dejará morir —respondió Alexey con diversión y caminó hacia la nave que ya estaba preparada para partir—. Además, si caemos, tú sobrevivirás, ¿cierto? Espero no abandones nuestros cuerpos en la montaña y pagues los gastos de los funerales.La chanza no le gustó a Drake, quien miró al rubio con irritación.—Si caemos, me salvarás. ¿No es así? —le preguntó Anna de forma confidencial.—Me sorprendería si esta cosa levanta vuelo —respondió él evaluando el vehículo con mayor atención.Sin embargo, para asombro de Drake y tranquilidad del resto de los pasajeros, el helicóptero no falló durante el viaje, logrando sobrevolar sin inconvenientes hacia el norte de la península de Kamchatka, donde se hallaba la cordillera de volcanes.Anna miró maravillada el hermos
Minutos después, subían la pedregosa cuesta de la montaña en un vehículo militar grande y viejo, pero ideal para superar terrenos de suelo helado y resbaladizo.En realidad, no se trataba de una montaña cualquiera, sino de un volcán activo, aunque llevaba décadas con su interior sereno.Atravesaron una vía congelada de lava y cenizas bordeada por bloques de hielo y con enormes piedras volcánicas que parecían estatuas humanas.Se detuvieron cuando faltaba poco para alcanzar la cima.—Ahora tenemos que ir a pie —anunció Alexey, animándolos a bajar del auto y colocarse el equipo de escalada.Aferrada con fuerza a los bastones de trekking, Anna subió los empinados caminos molesta porque las cenizas húmedas se pegaban a sus botas, volviéndolas resbaladizas y soportando las bajas temperaturas de aquella zona nublada por la neblina y por las columnas de gases que salían del interior del cráter.Gracias al ejercicio que había tenido esos días con los entrenamientos en Francia, se encontraba e
Mientras Anna conversaba con Natasha, contándole todo lo averiguado por Borya y sus planes para eliminar a los demonios superiores y la amenaza de Ezael, Alexey y Drake se habían apartado del grupo para hablar también de la situación que los agobiaba.—Yuvan es un sujeto dominado por su sed de venganza —confesó Alexey—, sabe y comprende las intenciones de Ezael, pero igual lo sigue porque él lo llevará a vengarse de los demonios acabándolos hasta extinguirlos de la faz de la tierra. Aunque nos ayudó a alejarnos de él, decidió quedarse. No le importa morir mientras termine con la mayor cantidad de demonios posible.—Nunca le tuve mucha confianza.—Nooo, es un tipo muy confiable, pondría mi vida en sus manos. Solo está demasiado lleno de odio y amargura, eso lo ha vuelto una persona agria.—Esa ha sido una de mis luchas durante mis siglos de vida: no dejarme dominar por mis rabias y rencores. Eso nos lleva a hacer las cosas mal y a sufrir el doble.—Sí, pero ya no podemos hacer nada por
Viajaron en helicóptero varios kilómetros hasta llegar a un valle recortado por un río profundo.En varios puntos la tierra humeaba y lanzaba al cielo columnas de vapores y chorros de agua hirviente.Pequeños manantiales se formaban en casi todo el lugar, incluso lagos enormes, con una coloración azul tan clara como el cielo que se erguía sobre sus cabezas.—¡Esta es la cuenca de géiseres! —explicó Alexey, haciéndose escuchar por encima del ruido de las hélices—. ¡Es aquí donde entrenamos!Anna se asomó para ver. Cerca de la ribera del río y junto a los mayores géiseres de la zona, se encontraba un grupo de hombres luchando con espadas ninjas entre ellos. Pero cuando el helicóptero estaba cerca se detuvieron para mirar con curiosidad la nave.Al bajar, la joven repasó el prado florecido viendo en la distancia un trío de osos pardos que corrían hacia las montañas, alejándose del barullo. Era una madre y sus dos oseznos, quienes quizás, presintieron el peligro y se marcharon rápido.Ale
—Maldita sea —se quejó Drake e intentó usar su fuerza telequinética de empuje para derribar a las bestias que corrieron hacia ellos, solo logró apartar un par, mientras otras tres se abalanzaban sobre el grupo de humanos que no se había preparado para detenerlas.—¡Anna, llámalo! —pidió el mitad bestia corriendo con Alexey para enfrentar a las fieras y evitar que masacraran a todos los cazadores/brujos, pero los mestizos se interpusieron para luchar contra ellos.Ella miró como uno de los superiores se apresuraba por llegar hasta Drake para enfrentarlo, derribando incluso, a sus propios mestizos.Era un sujeto bajo, posiblemente, de su tamaño, regordete y muy peludo, pero con un rostro tan diabólico y con unos cuernos largos y retorcidos que daban miedo.El otro, alto y delgado, pero de apariencia fuerte, se enfocó en ella. Sus pómulos sobresalían de su cara huesuda y chupada, con sus ojos demoniacos hundidos en unas cuencas profundas y desgastadas.Sus cuernos estaban pegados al crán
Con rapidez metió la mano en el bolsillo de su abrigo y frotó la enorme piedra de topacio azul que había hurtado de la maleta de Borya.Mientras el superior seguía dando puñetazos con ferocidad a su demonio, dejando su rostro irreconocible por la sangre y los golpes, una súbita oscuridad comenzó a poblar el valle.La sensación de peligro que esto generó alertó, incluso, a los mestizos y a las bestias, perturbándolas hasta tal punto que los cazadores/brujos fueron capaces de acabarlas con facilidad, aunque luego se dedicaron a observar con miedo el diabólico fenómeno.Anna desvió un segundo su mirada hacia la oscuridad, viendo una figura delgada y gigante flotando entre las sombras, de larguísimos cuernos y garras tan extensas que casi llegaban a sus pies.No pudo evitar sentir temor también.—¿Amon? —susurró preocupada, sin saber lo que había hecho.¿A quién había llamado al frotar esa piedra?A pesar de sus angustias se centró de nuevo en Borya. Una lágrima corrió por su mejilla al n
Antes de retirarse del campo de géiseres en Kamchatka, Drake y Alexey acordaron mantenerse en comunicación para establecer próximas líneas de acción en conjunto.El rubio entendió con aquel ataque que era imperioso contar con apoyo especializado, no podía proteger solo a Natasha, además, la forma en que Anna había tratado al demonio de estatus real los llenaba de esperanzas.Los cazadores/brujos sabían que esa joven era como Natasha, descendientes de ángeles, y del bando bueno. Si ellas eran capaces de dominar a feroces demonios en favor de sus vidas, estaban dispuestos a apoyarlas hasta donde fuera necesario.Drake se mantuvo con ellos en Sviyazhsk hasta que Borya estuvo fuera de peligro. Ayudó en lo que pudo, pero era poco lo que podía hacer con Anna al mando y con un demonio real que obedecía cada cosa que ella exigía, aunque dando cierta batalla. Ya parecía la reina infernal dictando instrucciones a su corte rebelde.No supo qué pensar sobre ese asunto, pero una vez que todo estuv