Horas después, estaban de vuelta en Francia. Luego de cenar, el grupo se congregó en la oficina de Drake para conversar sobre lo ocurrido esos días, tanto en la reunión de Borya con Ezael, como lo sucedido en los viñedos durante los entrenamientos.—¿Estás seguro de este plan? —consultó Drake, inquieto.La idea que Borya le había comentado era tan riesgosa que no estaba seguro de seguirla o no.Nunca dudó de las capacidades estratégicas del demonio, pero en ese momento habían muchos intereses en juego, entre ellos, el más importante para él: la vida de Yelena.—No hay otra manera de acabar con Ezael sin utilizar mi poder satánico.—Pero, atraer a los superiores para que acaben con el ángel… Después ellos dirigirán sus esfuerzos hacia nosotros.—Por eso necesitamos también a los impuros, a los cazadores/brujos y a los ejércitos humanos. —Drake se pasó una mano por los cabellos y respiró hondo intentando sopesar la posibilidad de escapar en medio del caos—. Lo hemos hecho otras veces, D
Entraron en una terraza privada ubicada en un lateral de la casa. El cielo que podía divisarse a través del cristal del techo estaba por completo tintado de añil, sin nubes ni nada que manchara su imagen perfecta.Borya se llegó hasta la puerta acristalada y repasó un instante las viñas con atención, como si buscara algún intruso escondido entre ellas.Aunque sabía que la seguridad de aquel lugar era máxima, no dejaba de sentir inquietud.Él sabía que los demonios superiores podían encontrar métodos para burlar cualquier sistema, ya fuera hecho por humanos o por magia negra. No debía descuidarse.Al sentir que Anna se había detenido detrás de él, se giró para encararla sacando un objeto del bolsillo de su abrigo.—Quiero que lleves esto siempre —dijo y estiró ante ella una pulsera de cuero trenzado con una piedra de topacio azul fijada en su centro.Tomó su brazo derecho y lo alzó apartando la manga de su abrigo para colocarle la pulsera en la muñeca.—¿Qué es?—Un medio de comunicaci
Borya y Drake lograron contactar a Iván y a su grupo para una reunión, aunque organizarla les costó días y mucho esfuerzo.Los impuros se habían dispersado por culpa de la furia desatada por Belfergor y por Belial en toda Rusia, no solo por el robo y el ataque que sufrieron en su base en Urales, sino por la búsqueda incansable y secreta que hacían del impuro hijo de Lilith.Para Belfergor, llegar hasta su «medio hermano» significaba la posibilidad de recuperar a su hija y su sangre angelical y a las tres piedras del destino que había perdido, pero también, era la posibilidad de recuperar su exclusividad en la línea sucesoral al trono infernal, liderazgo que se había jurado a sí mismo mantener por encima de lo que fuera, incluso, del bienestar de su propia raza.La desesperación y rabia que le produjo perder los soportes que le garantizaban el éxito, lo llevó a cometer serios errores, siendo perseguido, además, por la amenaza de guerra humana, restándole aliados.Por su culpa, el gobie
—¿Qué sabes? —quiso saber Borya.—Sé del arsenal humano que ellos manejan en ese lugar y de la fabricación de las ojivas nucleares que piensan utilizar para provocar una guerra mundial. —El demonio se aproximó un paso más, acentuando su desafío—. Yo me enteré de eso hace un par de días, pero tú lo sabías desde hace semanas y no dijiste nada. Si se da esa guerra, los ángeles bajaran y con eso los superiores tendrán la sangre que necesitan para liberar a Lucifer. —Una exclamación conjunta se dio entre los impuros, demostrando lo asombrado que habían quedado por esa noticia—. Creo que es tarde para avisarnos de ese asunto, ya la guerra se está gestando entre las naciones. Hay mucha tensión entre los países por los ataques de los demonios superiores. Se señalan entre ellos buscando al culpable de lo sucedido en el Atlántico sur.—Los ángeles no bajan del cielo por guerras humanas, lo sabes muy bien —aclaró Borya con enfado, encarándolo, y calmando un poco la inquietud colectiva—. Se neces
Aunque contaban con el apoyo de los impuros, para Borya era imperativo que Natasha y su grupo aceptaran su oferta.Necesitaba restarle soportes a Ezael y aumentar aún más su fuerza. No podía permitir que el ángel tuviera los medios para manejarlos a todos a su antojo. Demasiadas vidas y sueños estaban en juego.Por siempre había sido terco y perseverante con sus aspiraciones, pero ahora lo era más que nunca por tener al corazón involucrado.No se rendiría ni ante las exigencias o los peligros. De alguna manera esquivarías sus condenas, como lo venía haciendo desde hacía décadas.—¿Cómo va el centro de información de los impuros? —preguntó Drake entrando a la oficina donde el demonio se encontraba evaluando los datos que le habían enviado por correo electrónico, en la planta superior de su mansión en Blaye, Francia.—Increíble. Es sorprendente lo que puede lograrse cuando unes varias fuentes. Belfergor está fuera de Rusia, dicen que busca reunirse con la facción demoniaca que está aisl
Horas después, Anna estaba lista para partir. Borya la esperaba en la habitación que le habían asignado, viéndola salir del baño con el abrigo puesto.—¿Ya nos vamos? —preguntó la chica ansiosa. Estaba muy emocionada por la misión que le habían asignado, quería poner su grano de arena en esa batalla.—Drake te espera en el salón principal.Borya se acercó a ella y observó su cara con atención, como si buscara memorizar cada uno de sus rasgos.Adoraba desde las curvas de sus cejas hasta los límites de su mandíbula, sobre todo, las prominencias húmedas y sonrosadas de sus labios y el brillo incandescente de sus ojos verdes grisáceos.Llevó una de sus manos hasta su rostro y acarició su mejilla hasta hundir los dedos en sus cabellos y llegar a la nuca.—Hubiese querido viajar contigo —exclamó ella con los ojos saturados de deseo—. Sentir tu contacto en todo momento y el calor de tu proximidad me tranquiliza.Borya apoyó la frente en la de ella, cerró los ojos y aspiró el aroma del alient
Fuera del hangar había un viejo helicóptero esperándolos.—¿Nos llevará con vida? —quiso saber Drake, angustiado por el estado del vehículo.—No tenemos tantos recursos como tú, mitad bestia, pero contamos con gente experta que no nos dejará morir —respondió Alexey con diversión y caminó hacia la nave que ya estaba preparada para partir—. Además, si caemos, tú sobrevivirás, ¿cierto? Espero no abandones nuestros cuerpos en la montaña y pagues los gastos de los funerales.La chanza no le gustó a Drake, quien miró al rubio con irritación.—Si caemos, me salvarás. ¿No es así? —le preguntó Anna de forma confidencial.—Me sorprendería si esta cosa levanta vuelo —respondió él evaluando el vehículo con mayor atención.Sin embargo, para asombro de Drake y tranquilidad del resto de los pasajeros, el helicóptero no falló durante el viaje, logrando sobrevolar sin inconvenientes hacia el norte de la península de Kamchatka, donde se hallaba la cordillera de volcanes.Anna miró maravillada el hermos
Minutos después, subían la pedregosa cuesta de la montaña en un vehículo militar grande y viejo, pero ideal para superar terrenos de suelo helado y resbaladizo.En realidad, no se trataba de una montaña cualquiera, sino de un volcán activo, aunque llevaba décadas con su interior sereno.Atravesaron una vía congelada de lava y cenizas bordeada por bloques de hielo y con enormes piedras volcánicas que parecían estatuas humanas.Se detuvieron cuando faltaba poco para alcanzar la cima.—Ahora tenemos que ir a pie —anunció Alexey, animándolos a bajar del auto y colocarse el equipo de escalada.Aferrada con fuerza a los bastones de trekking, Anna subió los empinados caminos molesta porque las cenizas húmedas se pegaban a sus botas, volviéndolas resbaladizas y soportando las bajas temperaturas de aquella zona nublada por la neblina y por las columnas de gases que salían del interior del cráter.Gracias al ejercicio que había tenido esos días con los entrenamientos en Francia, se encontraba e