La mañana siguiente Vivian entró a la empresa sintiendo que había renovado un poco de fuerzas, aunque si era sincera después de haber compartido con Andrew una tarde de sexo increíble, se había marchado a casa cuando comenzaba a caer la noche, pero eso no era grave. Lo grave era que sus sueños fueron perturbados por unos profundos ojos ámbar sé que clavaban en ella, y ojala sólo fueran los ojos, el maldito de Tyler Donovan la había impresionado tanto que se despertó en varias ocasiones durante la noche, solo para encontrarse con que su pulso estaba acelerado y el cuerpo enfebrecido perlado en sudor. ¡no podía ser!, aquello comenzaba a disgustarle, ese hombre generaba en ella una tensión sexual casi imposible de soportar.
-Buenos días señorita Way.
-Buen día Bárbara. ¿Qué tengo para hoy?
-A las ocho treinta la reunión con su equipo de trabajo, ya tengo lista la minuta desde ayer, pensé que usted volvería pero. . .
-No te preocupes, házmela llegar- la interrumpió.
-Bien. A las once tiene reunión con el señor Adgénore, dice que necesita conversar sobre algunos detalles de la perfumería en Francia.
-Bien. ¿Hay más?
-El señor Donovan insistió en conversar con usted. Le di cita para las doce quince, le advertí que usted suele almorzar a la una, lo que le dará solo quince minutos para reunirse con usted.
¡Donovan, Donovan!
-Es perfecto Bárbara.
-El señor Smith pidió conversar con usted. Al parecer su secretaria ha renunciado y quiere contar con su consentimiento para contratar otra. Le di cita para las dos y cincuenta.
-Perfecto. ¿Algo más?
-No señorita. Es todo por hoy.
-Gracias Bárbara- y sin más entró a su oficina.
La reunión se llevó a cabo, aunque para ser sincera no había sido tan fructuosa como hubiese querido, el equipo estaba en discrepancia, no habían llegado a una opinión unánime, y aunque algunos pensaban que sería buena idea contar con un aliado en Canadá, otros preferían no incluir a otra empresa, ya que según ellos podrían ocasionar algunos inconvenientes. TRASNACIONALES WAY estaba acostumbrada a trabajar sola. Vivian sabía que aquello era cierto, sin embargo quizás fuese hora de agregar un socio.
La reunión con André Adgénore, se llevó a cabo con plena excelencia, acordaron que pronto ella viajaría a Francia, con la intensión de supervisar la producción, y quizás promocionar un nuevo perfume dónde ella fuese la imagen y lo que es mejor, le llamarían "VIVIAN" seducción con aroma de mujer, aquello le causó mucha felicidad, aunque pensó que André solo buscaba adularla. No comprendió con qué fin, pero le agradaba la idea para perfume Vivian.
Así que para la hora en la que llegó Donovan, ella estaba más relajada pensando en todo lo que podrían hacer para el nuevo proyecto en Francia.
Dos tímidos golpes interrumpieron sus pensamientos.
-Siga.
-Señorita, llegó su cita de las doce quince.
-¿Donovan?- empequeñeció los ojos.
-Si señorita- le respondió Bárbara un poco incomoda.
-Muy bien. Hazle pasar- se removió incomoda en su asiento, y busco la mejor postura para recibirle.
-Buenas tardes, señorita Way- su boca tenía una mueca extraña. ¡Allí estaba de nuevo esa maldita sonrisa contenida! Sabía que se burlaba de ella, y eso la llenaba de una profunda frustración.-Buenas tardes señor Donovan. Tome asiento- él mantuvo su sonrisa y luego hizo lo que ella le indicaba.
-Bien, mi secretaria le habrá informado que dispongo sólo de cuarenta y cinco minutos para dedicarle.
-Efectivamente, me informó también que luego usted almorzará.
-Así es- evidentemente Bárbara había hablado de más, nunca le había gustado compartir su agenda con nadie.
-En ese caso, podríamos almorzar juntos.
-No será posible. Además considero que en cuarenta y cinco minutos podrá decirme todo lo que tenga que decir.
-La reunión es una simple excusa para conversar con usted- una cínica sonrisa curvaron los labios femeninos.
-Eso no suena nada profesional.
-Se equivoca, soy profesional en muchas cosas- su sonrisa amenazó.
-Eso salta a la vista- alejó la silla del escritorio y cruzó las piernas dándole una buena vista de sus muslos.
-Salgamos, almorcemos y conversemos.
-No será posible señor Donovan- irguió su pecho, y sus senos se apretaron contra la suave tela del vestido, Donovan se percató y sonrió mirándola a los profundos ojos grises- quedé de almorzar con una amiga- y no era falso, era jueves y todos los jueves se reunía para almorzar con Johanna.
-¿Es esa una excusa improvisada?
-Míreme bien Tyler Donovan, ¿parezco el tipo de mujer que inventa excusas?
-No- él pareció pensarlo- me parece una mujer decidida, que sabe perfectamente lo que quiere.
-Así es. ¿ debo entonces suponer que no desea hablar de negocios?
-Por supuesto que sí. Considero que esta en una gran oportunidad para ambas empresas, sobre todo para nosotros contar con el respaldo de TRASNACIONALES WAY, además ustedes obtendrán muchos beneficios.
-Así parece, sin embargo mis asesores no terminan de ponerse de acuerdo, sobre si es o no conveniente asociarme con usted.
-¿Y usted qué piensa?
-Que puede ser una idea interesante que puede que nos genere beneficios a ambos.
-Así es señorita Way.
-Sin embargo usted debe esperar hasta mañana por la tarde, a que le tenga una respuesta.
-Bien- dijo tranquilo- puedo esperar.
-¿Algo más?
-Por supuesto que sí- sonrió- deseo mucho, mucho más.
-¿Y qué es lo que quiere el Señor Fuego?- la fuerte carcajada llenó a plenitud la oficina.
-Veo que ha hecho la tarea señorita Way. Se ha paseado por las revistas de corazón.
-Se sorprendería de todo lo que puedo encontrar en Internet- él volvió a reír.
-Mucha información de Internet puede ser falsa.
-¿Lo es?
-No. Todo lo que dice es cierto- mantuvo la vista fija en él.
-Eso supuse- empequeñeció los ojos.
-¿Y es cierto lo que se dice de usted Señorita Hielo? – ella se tensó un poco. Sabía que muchos le llamaban así, pero nadie se había atrevido a decírselo directamente a la cara. Ella lo observó muy seguro de sí mismo y quiso desquitarse, pero aquel hombre no era como los que había tenido con anterioridad. Tyler Donovan era diferente, tenía la certeza de que con él no podría jugar, él no podría ser manipulado, y aventurarse con el Señor Fuego, solo le traería problemas.
-Casi todo suele ser cierto Donovan, pero dependerá de lo que te hayan dicho, sólo puedo decir que es incuestionable y que no.
-Quiero averiguarlo por mí mismo. Sin necesidad de preguntarte, sino conociéndote- ella ni se inmutó.
-Esto no tiene sentido. Hablamos sin rodeos Tyler Donovan. ¿Qué es lo que quiere?
-Es muy simple, te quiero a ti. . . en mi cama- su sonrisa era seductoramente ardiente. Sus palabras produjeron en ella una sensación de calor que se alojó en su piel. Por supuesto que era tentador, nada más de imaginarlo la excitación recorría sus venas.
-¿Qué le hace pensar que puede obtener lo que desea?- una de sus perfectas cejas se elevó.
-No te preocupes en negarlo, aunque no muestras ni una gota de sentimiento en tus ojos y rostro, sabes que lo disfrutaríamos, nada más de imaginarte sobre mí. . .
-Muy seguro de usted mismo Donovan- aunque exteriormente no mostrara nada, por dentro sentía como si un volcán acabara de hacer erupción y la lava recorriera cada partícula de su ser- pero creo que no sería una idea muy inteligente.
-¿Por qué?- quiso saber.
-Porque nos parecemos mucho, porque al igual que usted no pido permiso para obtener lo que deseo, porque no reparo en las consecuencias al marcharme, porque no me importan los sentimentalismos, porque solo busco placer. Soy estratega, quiero algo, voy por ello, lo tomo, lo disfruto y me marcho sin mirar atrás.
-Esa actitud me encanta- sonrió.
-No debería, ¿ha escuchado que los polos opuestos se atraen? Pues no es nuestro caso, en esta ocasión somos dos polos exactamente iguales. Y quiero que comprenda algo y que lo comprenda bien; El señor Fuego y La Señorita Hielo, no caben en la misma cama.
-Cariño, perdóname por llegar tarde- se disculpaba Vivian, mientras llegaba apresuradamente a la mesa del pequeño restaurante.-Tú nunca llegas tarde- se quejó Johanna sonriendo.-Pues, esta vez se escapó de mis manos- frunció el ceño un minuto, tomó asiento y sonrió cómo sólo lo hacía con su amiga.-Me tomé el atrevimiento de ordenar por las dos, debe estar por llegar nuestro almuerzo.-Me parece bien cariño- le sonrió de nuevo, un mesonero se acercó a ella- dos copas de vino tinto por favor.-En un minuto señoritas- dicho aquello se marchó.-¿Es perturbación lo que veo en tus ojos?-No sé por qué diablos me conoces tan bien- suspiró cansada. Johanna, era la única persona en el mundo que disfrutaba de una Vivian dulce, cariñosa, amigable, relajada y sonriente. Su amiga era quien mejor le conocía.-¡Creo que tendré que teñirme el cabello!- gimió c
Tyler despertó decidido a hacerle entender a aquella fría mujer, que la deseaba como había deseado a pocas. Quizás a ninguna. Nunca antes una mujer le había despreciado, ellas solían estar siempre disponibles para cuando él las llamaba. Pero ella era diferente, se mostraba dura y fría, casi indoblegable. Ella despertaba una extraña curiosidad en él, era casi un anhelo de verla someterse ante él, era la necesidad de demostrarse que seguía teniendo el control.Un recuerdo atravesó su mente, haciendo que la ira se agitara en sus venas. Había sido un tonto que en algún momento de su juventud había creído ciegamente en el amor, pero que descubrió que los sentimientos solo sirven para que te lastimes, que cuando amas le das demasiado poder al otro sobre ti, que nadie puede convertirse en tu mundo, porque lo más probable es que tu mundo se vaya y quedes sobre la nada.No. Nunca más daría ese poder sobre él a nadie. Nunca más saldría lastimado. Desd
El día había pasado realmente lento, después de llevar a cabo la reunión con Tyler Donovan y todo su equipo de trabajo, en dónde habían aceptado la propuesta de él, de consumar una asociación, Tyler al despedirse le había dicho.-Recuerda nuestra cita de esta noche, pasaré por ti para cenar- Vivian, casi había reído a carcajadas, ella solo quería tenerlo en la cama de inmediato, y él la llevaría primero a cenar. Bien, suponía que la cama podría esperar un poco más.Vivian, se había negado incansablemente a ceder al impulso de mezclarse sexualmente con EL SEÑOR FUEGO. Pero no, no podía seguirse negando, cada fibra de su piel lo anhelaba, cada centímetro de su cuerpo temblaba de solo tenerlo cerca, aquel beso había hecho vibrar las cuerdas de su cuerpo, la había tocado como un violinista lo haría con su preciado instrumento, haciendo que se estremeciera hasta las profundidades de su ser. La tensión sexual est
Eran las seis y dos minutos cuando un llamado a la puerta la saca de sus reflexiones.-Adelante- levantó la cabeza para ver entrar a Tyler.-Quise anunciarme pero no está tu secretaria- le dedicó una sonrisa.-Es tarde para que Bárbara esté trabajando. Debe ir temprano a casa.-Bien. . . ¿Lista?-Si- dijo serenamente, pero sintiendo que su corazón latía desbocado.Apago la computadora, tomó su bolso y se puso en pie. Caminó directamente hacia él, con la mirada fría y el rostro sin ninguna expresión. Tyler le sonrió y se acercó a ella, dejando un beso en la comisura de su boca. Aquel pudo haber pasado por un beso inocente si tan solo no hubiese estremecido los cimientos de su ser.Luego de aquello se encaminaron juntos a la salida.El restaurante que Tyler había elegido, era uno de los más exclusivos de la ciudad. Con su elegante decoración y su se
Permanecía junto a él en la cama, mientras recobraba el ritmo normal de su respiración.-Woooww- dijo Tyler- podría amanecer haciendo esto Way.-Lamento decepcionarte SEÑOR FUEGO, pero tengo mis propias reglas y jamás amanezco en una cama que no sea la mía.-Interesante- respondió él sonriendo- ¿qué otras reglas tienes Vivian?-Las irás conociendo. Pero fuera de la cama, para ti y para todos los demás soy la señorita Way.-Lo recordaré- una sonrisa iluminaba su cara.-Ahora me ducharé, debo marcharme.-Te llevaré.-Guarda la caballerosidad para las damiselas en apuros, yo soy una mujer Donovan, y una que sabe cuidarse, no necesito que me lleves a ningún lado.-¿Hace frío de nuevo SEÑORITA HIELO?, me agradas más cuándo te retuerces de placer- ella sonrió de medio lado.
Vivian. . . Hoy es sábado, decidí levantarme muy temprano, anoche el mensaje de Andrew increíblemente logró hacerme sentir muy mal. De mis amantes Andrew ha sido el que mejor me ha hecho sentir. . . hasta ahora que conocí a Tyler.Aunque debo admitir que lo de Tyler, es solo a nivel sexual. Andrew, en cambio me ha hecho sentir segura, aunque no me lo ha dicho, sé que tiene sentimientos por mí. Fue lo primero que le advertí, nada de enamoramientos pero, evidentemente se ha dejado arrastrar por los sentimientos. No quisiera lastimarlo, quizás lo mejor sea cortar por lo sano, no quiero verme envuelta en suplicas, amor y drama.No estoy para eso.Estiro una mano hasta mi mesa de noche, abro el cajón rebuscando entre las cosas que allí tenía. Extraigo algunas fotos sueltas. No sé qué me quedo contemplado las imágenes en silencio. No sé qué me sucede, pero hoy he amanecido nostálgica.<
Vivian, se apresuró a su cita con Andrew, no quería llegar tarde, aún no había encontrado las palabras para darle fin a sus encuentros, no quería ser cruel, por primera vez no quería herir a uno de sus amantes.Cuándo llegó Andrew, ya la esperaba. Se puso en pie para recibirla y le dedicó una amplia sonrisa. Vivian se sintió terriblemente culpable.Andrew, le corrió la silla y le hizo señas para que se sentara, luego tomó asiento frente a ella.-Y bien Way, ¿qué deseas comer?-No tengo hambre Andrew, si a ti te apetece comer por mi está bien, pero yo solo tomaré un café.-En ese caso, yo también tomaré solo un café- el mesero se acercó y Andrew, hizo su pedido. Vivian, lo miraba sin saber cómo comenzar- ¿ qué tal tu mañana Way?-Tranquila. . . bastante tranquila.-Eso es bueno, siempre he pensado que te agitas demasiado.-Solo trabajo Andrew, como
ANDREW. . .Llego a mi apartamento y entró dando un portazo, la presión en mi pecho no disminuye, quiero negarme a llorar, quiero negarme a sufrir por alguien que claramente no va a amarme jamás. Camino directamente al bar y sin pensarlo dos veces me sirvo un trago de wisky, lo bebo apresuradamente, sirvo otro y otro, el líquido me quema la garganta pero lo ignoro.De pronto siento que no puedo más, es imposible que lo resista un minuto más. Lanzó el vaso contra la pared con todas mis fuerzas, intentando liberarme un poco de la frustración.-¡NOOOOOO!- grito con desesperación y veo el cristal volverse añicos al impactar contra la pared, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y los sollozos sacuden mi cuerpo.No quiero perderla, si hay algo que tengo claro en este momento es que no quiero perderla. Lloro como un imbécil, como un niño pequeño que se ha quedado sin esperanzas, y así me siento, es muy duro que Vivian, me ha