-Cariño, perdóname por llegar tarde- se disculpaba Vivian, mientras llegaba apresuradamente a la mesa del pequeño restaurante.
-Tú nunca llegas tarde- se quejó Johanna sonriendo.
-Pues, esta vez se escapó de mis manos- frunció el ceño un minuto, tomó asiento y sonrió cómo sólo lo hacía con su amiga.
-Me tomé el atrevimiento de ordenar por las dos, debe estar por llegar nuestro almuerzo.
-Me parece bien cariño- le sonrió de nuevo, un mesonero se acercó a ella- dos copas de vino tinto por favor.
-En un minuto señoritas- dicho aquello se marchó.
-¿Es perturbación lo que veo en tus ojos?
-No sé por qué diablos me conoces tan bien- suspiró cansada. Johanna, era la única persona en el mundo que disfrutaba de una Vivian dulce, cariñosa, amigable, relajada y sonriente. Su amiga era quien mejor le conocía.
-¡Creo que tendré que teñirme el cabello!- gimió c
Tyler despertó decidido a hacerle entender a aquella fría mujer, que la deseaba como había deseado a pocas. Quizás a ninguna. Nunca antes una mujer le había despreciado, ellas solían estar siempre disponibles para cuando él las llamaba. Pero ella era diferente, se mostraba dura y fría, casi indoblegable. Ella despertaba una extraña curiosidad en él, era casi un anhelo de verla someterse ante él, era la necesidad de demostrarse que seguía teniendo el control.Un recuerdo atravesó su mente, haciendo que la ira se agitara en sus venas. Había sido un tonto que en algún momento de su juventud había creído ciegamente en el amor, pero que descubrió que los sentimientos solo sirven para que te lastimes, que cuando amas le das demasiado poder al otro sobre ti, que nadie puede convertirse en tu mundo, porque lo más probable es que tu mundo se vaya y quedes sobre la nada.No. Nunca más daría ese poder sobre él a nadie. Nunca más saldría lastimado. Desd
El día había pasado realmente lento, después de llevar a cabo la reunión con Tyler Donovan y todo su equipo de trabajo, en dónde habían aceptado la propuesta de él, de consumar una asociación, Tyler al despedirse le había dicho.-Recuerda nuestra cita de esta noche, pasaré por ti para cenar- Vivian, casi había reído a carcajadas, ella solo quería tenerlo en la cama de inmediato, y él la llevaría primero a cenar. Bien, suponía que la cama podría esperar un poco más.Vivian, se había negado incansablemente a ceder al impulso de mezclarse sexualmente con EL SEÑOR FUEGO. Pero no, no podía seguirse negando, cada fibra de su piel lo anhelaba, cada centímetro de su cuerpo temblaba de solo tenerlo cerca, aquel beso había hecho vibrar las cuerdas de su cuerpo, la había tocado como un violinista lo haría con su preciado instrumento, haciendo que se estremeciera hasta las profundidades de su ser. La tensión sexual est
Eran las seis y dos minutos cuando un llamado a la puerta la saca de sus reflexiones.-Adelante- levantó la cabeza para ver entrar a Tyler.-Quise anunciarme pero no está tu secretaria- le dedicó una sonrisa.-Es tarde para que Bárbara esté trabajando. Debe ir temprano a casa.-Bien. . . ¿Lista?-Si- dijo serenamente, pero sintiendo que su corazón latía desbocado.Apago la computadora, tomó su bolso y se puso en pie. Caminó directamente hacia él, con la mirada fría y el rostro sin ninguna expresión. Tyler le sonrió y se acercó a ella, dejando un beso en la comisura de su boca. Aquel pudo haber pasado por un beso inocente si tan solo no hubiese estremecido los cimientos de su ser.Luego de aquello se encaminaron juntos a la salida.El restaurante que Tyler había elegido, era uno de los más exclusivos de la ciudad. Con su elegante decoración y su se
Permanecía junto a él en la cama, mientras recobraba el ritmo normal de su respiración.-Woooww- dijo Tyler- podría amanecer haciendo esto Way.-Lamento decepcionarte SEÑOR FUEGO, pero tengo mis propias reglas y jamás amanezco en una cama que no sea la mía.-Interesante- respondió él sonriendo- ¿qué otras reglas tienes Vivian?-Las irás conociendo. Pero fuera de la cama, para ti y para todos los demás soy la señorita Way.-Lo recordaré- una sonrisa iluminaba su cara.-Ahora me ducharé, debo marcharme.-Te llevaré.-Guarda la caballerosidad para las damiselas en apuros, yo soy una mujer Donovan, y una que sabe cuidarse, no necesito que me lleves a ningún lado.-¿Hace frío de nuevo SEÑORITA HIELO?, me agradas más cuándo te retuerces de placer- ella sonrió de medio lado.
Vivian. . . Hoy es sábado, decidí levantarme muy temprano, anoche el mensaje de Andrew increíblemente logró hacerme sentir muy mal. De mis amantes Andrew ha sido el que mejor me ha hecho sentir. . . hasta ahora que conocí a Tyler.Aunque debo admitir que lo de Tyler, es solo a nivel sexual. Andrew, en cambio me ha hecho sentir segura, aunque no me lo ha dicho, sé que tiene sentimientos por mí. Fue lo primero que le advertí, nada de enamoramientos pero, evidentemente se ha dejado arrastrar por los sentimientos. No quisiera lastimarlo, quizás lo mejor sea cortar por lo sano, no quiero verme envuelta en suplicas, amor y drama.No estoy para eso.Estiro una mano hasta mi mesa de noche, abro el cajón rebuscando entre las cosas que allí tenía. Extraigo algunas fotos sueltas. No sé qué me quedo contemplado las imágenes en silencio. No sé qué me sucede, pero hoy he amanecido nostálgica.<
Vivian, se apresuró a su cita con Andrew, no quería llegar tarde, aún no había encontrado las palabras para darle fin a sus encuentros, no quería ser cruel, por primera vez no quería herir a uno de sus amantes.Cuándo llegó Andrew, ya la esperaba. Se puso en pie para recibirla y le dedicó una amplia sonrisa. Vivian se sintió terriblemente culpable.Andrew, le corrió la silla y le hizo señas para que se sentara, luego tomó asiento frente a ella.-Y bien Way, ¿qué deseas comer?-No tengo hambre Andrew, si a ti te apetece comer por mi está bien, pero yo solo tomaré un café.-En ese caso, yo también tomaré solo un café- el mesero se acercó y Andrew, hizo su pedido. Vivian, lo miraba sin saber cómo comenzar- ¿ qué tal tu mañana Way?-Tranquila. . . bastante tranquila.-Eso es bueno, siempre he pensado que te agitas demasiado.-Solo trabajo Andrew, como
ANDREW. . .Llego a mi apartamento y entró dando un portazo, la presión en mi pecho no disminuye, quiero negarme a llorar, quiero negarme a sufrir por alguien que claramente no va a amarme jamás. Camino directamente al bar y sin pensarlo dos veces me sirvo un trago de wisky, lo bebo apresuradamente, sirvo otro y otro, el líquido me quema la garganta pero lo ignoro.De pronto siento que no puedo más, es imposible que lo resista un minuto más. Lanzó el vaso contra la pared con todas mis fuerzas, intentando liberarme un poco de la frustración.-¡NOOOOOO!- grito con desesperación y veo el cristal volverse añicos al impactar contra la pared, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y los sollozos sacuden mi cuerpo.No quiero perderla, si hay algo que tengo claro en este momento es que no quiero perderla. Lloro como un imbécil, como un niño pequeño que se ha quedado sin esperanzas, y así me siento, es muy duro que Vivian, me ha
Las palabras de Andrew, llegaron hasta sus oídos y realmente la sorprendieron. ¿Dos amantes, decía él?, ¿qué absurda propuesta era aquella?Frunce el ceño y lo mira fijamente, ¿Acaso se ha vuelto loco?-Me podrías explicar, ¿qué diablos dices?-Que te propongo que tengas dos. . .-He escuchado perfectamente Smith, lo que no comprendo es. . . ¿has perdido el juicio?-Estoy a punto de perderlo todo- se acercó a ella con mirada cargada de angustia- te lo dije Vivian. . . no quiero perderte.-No puedes perderme Andrew- dijo con desesperación, poniéndose en pie- es absurdo lo que propones- lo mira fijamente.-No. No lo es Vivian. . . debo reconocer que es humillante para mí, el hecho de tener que aceptar que duermas con otro hombre, mientras compartes la cama conmigo, pero, disfruto estando a tu lado, al menos dame la oportunidad de luchar estando en igualdad de condi