Vivian, se apresuró a su cita con Andrew, no quería llegar tarde, aún no había encontrado las palabras para darle fin a sus encuentros, no quería ser cruel, por primera vez no quería herir a uno de sus amantes.
Cuándo llegó Andrew, ya la esperaba. Se puso en pie para recibirla y le dedicó una amplia sonrisa. Vivian se sintió terriblemente culpable.
Andrew, le corrió la silla y le hizo señas para que se sentara, luego tomó asiento frente a ella.
-Y bien Way, ¿qué deseas comer?
-No tengo hambre Andrew, si a ti te apetece comer por mi está bien, pero yo solo tomaré un café.
-En ese caso, yo también tomaré solo un café- el mesero se acercó y Andrew, hizo su pedido. Vivian, lo miraba sin saber cómo comenzar- ¿ qué tal tu mañana Way?
-Tranquila. . . bastante tranquila.
-Eso es bueno, siempre he pensado que te agitas demasiado.
-Solo trabajo Andrew, como
ANDREW. . .Llego a mi apartamento y entró dando un portazo, la presión en mi pecho no disminuye, quiero negarme a llorar, quiero negarme a sufrir por alguien que claramente no va a amarme jamás. Camino directamente al bar y sin pensarlo dos veces me sirvo un trago de wisky, lo bebo apresuradamente, sirvo otro y otro, el líquido me quema la garganta pero lo ignoro.De pronto siento que no puedo más, es imposible que lo resista un minuto más. Lanzó el vaso contra la pared con todas mis fuerzas, intentando liberarme un poco de la frustración.-¡NOOOOOO!- grito con desesperación y veo el cristal volverse añicos al impactar contra la pared, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y los sollozos sacuden mi cuerpo.No quiero perderla, si hay algo que tengo claro en este momento es que no quiero perderla. Lloro como un imbécil, como un niño pequeño que se ha quedado sin esperanzas, y así me siento, es muy duro que Vivian, me ha
Las palabras de Andrew, llegaron hasta sus oídos y realmente la sorprendieron. ¿Dos amantes, decía él?, ¿qué absurda propuesta era aquella?Frunce el ceño y lo mira fijamente, ¿Acaso se ha vuelto loco?-Me podrías explicar, ¿qué diablos dices?-Que te propongo que tengas dos. . .-He escuchado perfectamente Smith, lo que no comprendo es. . . ¿has perdido el juicio?-Estoy a punto de perderlo todo- se acercó a ella con mirada cargada de angustia- te lo dije Vivian. . . no quiero perderte.-No puedes perderme Andrew- dijo con desesperación, poniéndose en pie- es absurdo lo que propones- lo mira fijamente.-No. No lo es Vivian. . . debo reconocer que es humillante para mí, el hecho de tener que aceptar que duermas con otro hombre, mientras compartes la cama conmigo, pero, disfruto estando a tu lado, al menos dame la oportunidad de luchar estando en igualdad de condi
Vivian, llegó muy puntual a su encuentro con Tyler en el hotel, él la recibió con una amplia sonrisa y una copa de champagne, los primeros minutos fueron invertidos en conversar sobre negocios. Al parecer pronto debía viajar nuevamente a Canadá.-Mañana por la tarde viajaré a Francia. Necesito ir a supervisar el lanzamiento del perfume.-Entonces mañana por la tarde viajaremos. No tengo ningún inconveniente.-Es perfecto- le aseguró Vivian. Caminó hasta el amplio ventanal que dejaba una espléndida vista de la ciudad, las luces brillaban como estrellas en el cielo, e increíblemente y sin saber por qué, aquello le relajaba, le producía una paz interna que extrañaba desde hacía ya mucho.-Te encanta el ventanal- escuchó la voz de Tyler, muy cerca de ella.-No- le respondió sincera- me encanta la vista que da. Es como si miraras el cielo.-Esta noche te daré la mejor vista de
Vivian llegó muy temprano a la empresa, si deseaba salir de allí al medio día, debía ocuparse temprano. Solo el personal de seguridad se encontraba, así que se encerró en su oficina y se dedicó arduamente y sin descanso al trabajo. Los documentos parecían no tener fin, el reflejo de la luz de la computadora comenzaba a molestarle en los ojos, se detuvo un minuto, cerró los ojos y se recostó en el respaldo de su silla. Por algunos minutos su mente parecía estar en reposo, los recuerdos de la noche con Tyler le asaltaron, mezclándose a la vez con los recuerdos de tantas noches con Andrew. Abrió los ojos de golpe y frunció el ceño.No debía ponerse a pensar en tonterías. Debía terminar el trabajo y así poder viajar a Francia, afinaría detalles con André Adgénore, sobre la campaña del nuevo perfume y cuándo todo estuviese en orden regresaría, llevar a Tyler con ella era una excusa maravillosa. Se encargó de las reservaciones personalmente. Un hermoso h
Vivian. . .Después de dar vueltas como una fiera enjaulada, decido que lo mejor es ir a dormir, nada ganaría por estar rabiando por el idiota de Andrew, que se aproveche a la secretarucha esa, que si tanto me tienta la pongo de patitas en la calle, y si le disgusta a Andrew entonces que se vaya con ella. La verdad es que no comprendo porque estoy tan enojada. Lo que es peor, tengo a Tyler en la habitación de al lado y lo cierto es que no tengo el más mínimo deseo de ir por él. Saber que estoy enfadada a causa de Andrew, sólo hace que me enoje más.La verdad es que si lo reconozco por un instante, aunque sea sólo para mí, la verdad es que Andrew significa mucho, sus ojos me miran con tanto amor que creo que es capaz de derretir las barreras de hielo que he forjado alrededor de mi corazón, la forma en la que me hace el amor me hace sentir completa, porque aunque he tenido muchos amantes con los cuales he tenido encuentros sexuales, he de reconocer que con
La mañana llegó y Vivian no había logrado descansar a gusto, los recuerdos convertidos en pesadilla habían logrado perturbarla, saltó fuera de la cama y se dispuso a tomar una ducha. Mientras el agua fría corría por su cuerpo, se obligaba a despejar sus pensamientos y emociones, eso había ocurrido en el pasado, ya no era aquella chiquilla asustada y temerosa de la que se habían aprovechado y le habían arrancado todo, ahora era una mujer decidida, segura de sí misma y de lo que quiere, que s e había jurado alejar toda clase de buenos sentimientos y amor por los hombres. Nada cambiaría eso, ya Damian no estaba y no había poder en el mundo que pudiese devolvérselo, entonces eso la llevaba a seguir siendo lo que era; la mujer dura, la mujer sin sentimientos, la mujer fría; LA SEÑORITA HIELO, como solían llamarla.Debía mejorar las cosas con Tyler, la noche anterior no le había tratado nada bien, la verdad es que no le importaba mucho lo que pensara y no se disculparía por su compo
Después de un largo y agotador viaje con dos escalas, desembarcaron en el aeropuerto Ezeiza, era el aeropuerto más importante de toda Argentina, era enorme y muy bonito, su estructura imponente con enormes pantallas anunciando los siguientes vuelos, según le había dicho Tyler estaba destinado solo a vuelos internacionales, ella hubiese querido disfrutar más de la infraestructura del lugar, pero la verdad es que se sentían en extremo agotados y el agotamiento comenzaba a pasarle factura a Vivian, no sabía cuáles eran los planes que él tenía en Argentina, solo creyó que sería buena idea acompañarle y pasar unos días más con él. Disfrutaba de su compañía, y durante su estancia en Francia descubrió que tenía sentido del humor, que era un experto de la música clásica, que era una especie en extinción pues adoraba el chocolate, algo raro en un hombre, esos gustos por lo general eran atribuidos a las chicas, también descubrió que disfrutaba de la lectura, aunque odiaba las revist
Vivian durmió un profundo sueño, pero al levantarse lo hizo con un pequeño, pero incesante dolor de cabeza que se concentraba en sus sienes. Se dio un relajante baño, mientras rogaba porque el agua se llevara su dolor, hubiese querido despertar renovada y aprovechar su primera noche en Argentina. De pronto el compromiso de la cena volvió a sus cabeza, ¡Oh rayos!. . . la cena. Aquello no hacía más que generarle mal humor, no sabía cómo acabaría aquello, una cena con esa mujer no parecía nada agradable. De hecho, no se le antojaba en lo más mínimo.Se enfundó en su hermoso vestido Azul eléctrico, y se atavió con algunas joyas, bufaba mientras se veía al espejo, no quería cenar con esa chica de ojos alegres y chispeantes. ¿ es que nunca en su vida había sufrido?, ¿ no había nada que apagara esa ridícula felicidad en sus ojos?Sin siquiera imaginarlo se encontró sintiendo un poco de celos, y se odió por eso.¿Celos?, ¿En