Vivian llegó muy temprano a la empresa, si deseaba salir de allí al medio día, debía ocuparse temprano. Solo el personal de seguridad se encontraba, así que se encerró en su oficina y se dedicó arduamente y sin descanso al trabajo. Los documentos parecían no tener fin, el reflejo de la luz de la computadora comenzaba a molestarle en los ojos, se detuvo un minuto, cerró los ojos y se recostó en el respaldo de su silla. Por algunos minutos su mente parecía estar en reposo, los recuerdos de la noche con Tyler le asaltaron, mezclándose a la vez con los recuerdos de tantas noches con Andrew. Abrió los ojos de golpe y frunció el ceño.
No debía ponerse a pensar en tonterías. Debía terminar el trabajo y así poder viajar a Francia, afinaría detalles con André Adgénore, sobre la campaña del nuevo perfume y cuándo todo estuviese en orden regresaría, llevar a Tyler con ella era una excusa maravillosa. Se encargó de las reservaciones personalmente. Un hermoso h
Vivian. . .Después de dar vueltas como una fiera enjaulada, decido que lo mejor es ir a dormir, nada ganaría por estar rabiando por el idiota de Andrew, que se aproveche a la secretarucha esa, que si tanto me tienta la pongo de patitas en la calle, y si le disgusta a Andrew entonces que se vaya con ella. La verdad es que no comprendo porque estoy tan enojada. Lo que es peor, tengo a Tyler en la habitación de al lado y lo cierto es que no tengo el más mínimo deseo de ir por él. Saber que estoy enfadada a causa de Andrew, sólo hace que me enoje más.La verdad es que si lo reconozco por un instante, aunque sea sólo para mí, la verdad es que Andrew significa mucho, sus ojos me miran con tanto amor que creo que es capaz de derretir las barreras de hielo que he forjado alrededor de mi corazón, la forma en la que me hace el amor me hace sentir completa, porque aunque he tenido muchos amantes con los cuales he tenido encuentros sexuales, he de reconocer que con
La mañana llegó y Vivian no había logrado descansar a gusto, los recuerdos convertidos en pesadilla habían logrado perturbarla, saltó fuera de la cama y se dispuso a tomar una ducha. Mientras el agua fría corría por su cuerpo, se obligaba a despejar sus pensamientos y emociones, eso había ocurrido en el pasado, ya no era aquella chiquilla asustada y temerosa de la que se habían aprovechado y le habían arrancado todo, ahora era una mujer decidida, segura de sí misma y de lo que quiere, que s e había jurado alejar toda clase de buenos sentimientos y amor por los hombres. Nada cambiaría eso, ya Damian no estaba y no había poder en el mundo que pudiese devolvérselo, entonces eso la llevaba a seguir siendo lo que era; la mujer dura, la mujer sin sentimientos, la mujer fría; LA SEÑORITA HIELO, como solían llamarla.Debía mejorar las cosas con Tyler, la noche anterior no le había tratado nada bien, la verdad es que no le importaba mucho lo que pensara y no se disculparía por su compo
Después de un largo y agotador viaje con dos escalas, desembarcaron en el aeropuerto Ezeiza, era el aeropuerto más importante de toda Argentina, era enorme y muy bonito, su estructura imponente con enormes pantallas anunciando los siguientes vuelos, según le había dicho Tyler estaba destinado solo a vuelos internacionales, ella hubiese querido disfrutar más de la infraestructura del lugar, pero la verdad es que se sentían en extremo agotados y el agotamiento comenzaba a pasarle factura a Vivian, no sabía cuáles eran los planes que él tenía en Argentina, solo creyó que sería buena idea acompañarle y pasar unos días más con él. Disfrutaba de su compañía, y durante su estancia en Francia descubrió que tenía sentido del humor, que era un experto de la música clásica, que era una especie en extinción pues adoraba el chocolate, algo raro en un hombre, esos gustos por lo general eran atribuidos a las chicas, también descubrió que disfrutaba de la lectura, aunque odiaba las revist
Vivian durmió un profundo sueño, pero al levantarse lo hizo con un pequeño, pero incesante dolor de cabeza que se concentraba en sus sienes. Se dio un relajante baño, mientras rogaba porque el agua se llevara su dolor, hubiese querido despertar renovada y aprovechar su primera noche en Argentina. De pronto el compromiso de la cena volvió a sus cabeza, ¡Oh rayos!. . . la cena. Aquello no hacía más que generarle mal humor, no sabía cómo acabaría aquello, una cena con esa mujer no parecía nada agradable. De hecho, no se le antojaba en lo más mínimo.Se enfundó en su hermoso vestido Azul eléctrico, y se atavió con algunas joyas, bufaba mientras se veía al espejo, no quería cenar con esa chica de ojos alegres y chispeantes. ¿ es que nunca en su vida había sufrido?, ¿ no había nada que apagara esa ridícula felicidad en sus ojos?Sin siquiera imaginarlo se encontró sintiendo un poco de celos, y se odió por eso.¿Celos?, ¿En
Vivian, estaba junto al cuerpo de Tyler, observando el techo. Por primera vez desde que perdiera a Damian, no sentía la necesidad de salir huyendo, quería quedarse allí, justo donde estaba en ese preciso momento, en aquella amplia cama de hotel, junto al hombre de cabello y ojos ambarinos.-¿Cuánto tiempo tenías sin venir a Argentina?- se aventura a preguntar.-Un par de años- respondió mientras se llevaba una mano hasta la parte posterior de la cabeza- me siento bien entre mis amigos, pero la verdad me autoinflinjo el dolor de estar lejos de ellos- Vivian, se sorprendió de tanta sinceridad, él solía responder con evasivas.-¿Por qué?, no lo entiendo, si te sientes bien a su lado, porque alejarte, no suena racional.-No siempre lo bueno es racional, me mantengo lejos porque no soy bueno para ellos, aunque me quieren sinceramente, no soy buena influencia para nadie Vivian Way, menos para tanta gente buena, llen
-¿Crees que me veo bien para ir a la fiesta?- le preguntó frente al espejo- Si no, puedo volver a cambiarme.-Vivian, te has cambiado ya tres veces. ¡Llegaremos tarde!- le dijo con una gran sonrisa.-No lo sé. . . no estoy muy convencida- le dijo mirándose al espejo- ¿ y si estoy muy formal?-¡No hay problema, es una pequeña fiesta entre amigos, no tienes que preocuparte de tu apariencia!-Siempre me preocupo y ocupo en mi apariencia Tyler Donovan, no quiero que tus amigos se lleven una mala impresión.Unos veinte minutos después salían de THE PALACE, en dirección a la casa de Emma y Kevin, decidieron llegar junto a Gerard y Milena, aunque cada uno iba en un auto, Tyler dijo que sería una mera precaución, por si alguno quería volver antes. 🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥Al llegar al lugar fue una chica hermosa, de largo cabello cast
Los días siguientes fueron de tensión absoluta. Las cosas con Tyler, estaban bien, al menos hasta donde se podía, cenaban todas las noches con Milena y Gerard, en algunas ocasiones Alex y Priss, les acompañaban, Emma volvía cada día a excusarse en nombre de Samy, pero Vivian dejaba muy claro que la disculpa debería venir de Samantha, no de su amiga.Kevin, estaba furioso porque Samantha había dado el primer paso para arruinar la fiesta, y Hunter parecía más bien decepcionado, le había dejado claro a Samy que su humor no cambiaría hasta que hiciera lo correcto, pero obviamente ella se negaba.Todos salían muy seguido, todos eran; Vivian, Tyler, Alex, Priss, Emma, Kevin, Gerard, Milena y Hunter. Evidentemente Samy por orgullo no había aceptado unirse al grupo, y aunque sabía que había actuado muy mal, no sabía cómo disculparse sin parecer una tonta. Hunter, le había contado lo que había conversado con Vivian y ella se había sentido muy mal, lo
-Todo estará bien hermosa- Priss, la rodeaba por los hombros. Sentía su corazón estrujado de una extraña pena. Pero no se permitiría llorar.Todos volvieron a THE PALACE, para cenar, no querían dejar a Vivian sola, que aunque aparentaba ser la misma de siempre en sus ojos había rastros de tristeza.-Mañana volveré a mi país- anunció durante la cena.-No tienes por qué irte- dijo Gerard de inmediato.-Quédate unos días más- le pidió la dulce Emma.-Seguramente Tyler, hubiese querido que disfrutaras más de Argentina- argumentó Kevin.-Si- admitió- pero ya llevo casi tres semanas fuera de mi país, tengo negocios que atender, no puedo quedarme.-Cariño-Priscila, le tomó una de las delicadas manos- lo que decidas está bien, y lo respetaremos.-Gracias- dijo sincera- han sido tan buenos conmigo.-Yo no tanto, debo admiti