Una ligera música se escucha proveniente del vestíbulo, cuando bajo las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible, me dirijo hacia la oficina de Alarik, en donde la voz de Kronos retumba en mi pecho. La puerta se encuentra entreabierta y tragando duro me asomo. La oficina esta bajo la influencia de una luz tenue que solo se acentúa con la luz que emana de la chimenea y el calor.
Alarik está sentado frente a su escritorio, Kronos a un lado de él y frente a ellos cinco personas con capas rojas que les cubren el rostro. El ambiente es hostil y abrumador.
—Entiendo —dice Alarik—. Pero Via es la Unifir de Kronos.
—¡Por qué él la eligió! —brama uno de los tipos dando un fuerte golpe con la ma
El gélido aire golpea mi rostro y se clava en mi piel como diminutas dagas filosas que buscan llegar hasta mis huesos. Estamos en medio de un bosque que ahora me parece enorme, el viento sopla con fuerza anunciando la llegada de algo.—Tranquila —me dice Kronos sin soltar mi mano.Volteo a verlo y frunzo el ceño.—Aún pienso que eres mi estúpido vecino —farfullo.—Me conformo con eso ahora —encoje sus hombros—. Pero ¿cómo era eso de…?—Olvídalo.Le doy un codazo en las costillas.
KRONOSHay veces en las que se gana y se pierde, yo siempre gano, hasta ahora, luego de que Via quedara inconsciente en mis brazos, y de que Alarik dejara en claro que la única manera de mantenerla con vida es logrando que vuelva a ser una humana común y corriente, pero con el efecto secundario que su mente sería borrada, la dejé en casa con Mirna, quien se encargaría de ella.Ya que en la nueva realidad que hemos creado, y que hicimos que los demás lo hicieran de igual forma, ella vive con Mirna, su hermana, ambas perdieron a sus padres en un accidente aéreo hace años, y viven solas en la mansión. Somos vecinos, pero no nos hablamos y no nos soportan.El aire se me comprime en los pulmones y vuelvo a ser u
Cierro el ziper de la maleta, hace una semana que me he mudado con mi nueva familia, los Woodhall, eso solo fue idea de Kronos porque se niega a separarse de mí, todo lo hacemos juntos, no se separa ni un solo momento de mi. Cédric dice que parecemos recién casados y puede que tenga solo un poco de razón. Termino de hacer mi maleta y bajo.—No tiene nada de malo el bosque.—Puede ser peligroso, no seas idiota —espeta Kronos con firmeza.—Pero es que es más rural —insiste Cédric, quien me mira y me guiña un ojo—. ¿Tú que prefieres, Via?—El bosque —respondo sin titubear llamando su atención.
VIA—Ya no más… —gimo.Pero Kronos no me escucha, simplemente no quiere hacerlo, lleva dos horas follándome y el cuerpo ya no me da para más.—Calla, pringada —Se agita.Me gira y me posiciona en cuatro.—Eres hermosa, Via —gruñe.—Kronos…—Eres mía, ambos lo son.Dirige la cabeza de su verga hacia mi culo y me tenso.—No, por ahí no… —intento ponerme de pie pero me es imposible, ya que coloca su mano a modo que empuja mi espalda.—Shhhhh.—Kronos…—Esto te dolerá una mierda, voy a pelo.Tenso el cuerpo y la simple cabeza ya me hace chillar, cierro las manos formando perfectos puños, sintiendo como poco a poco me parte en
Siento mi cuerpo debilitado, todo a mí alrededor parece poco visible, como si estuviera cubierto por una fina cortina de humo, mi cabeza no deja de dar vueltas y un cosquilleo recorre cada espacio de mi piel, desde la cabeza a la punta de los pies. El aire se comprime en mis pulmones y cuando el cuerpo masculino y desnudo toca mi piel al descubierto, varias fibras explotan en una mezcla de amor y lujuria.No logro entender nada, pero el chico (que no sé quién es) porque su rostro permanece borroso, deja escapar un gemido ahogado y prolongado. Se mueve obedeciendo solo a su instinto masculino, se siente abrumado por la pasión, los sentimientos y pensamientos que se precipitan en un furioso torbellino.«Esto es de locos»
Me pongo de pie, siento ardor en mi parte y tengo un fuerte dolor en mi puerta trasera como si de verdad el chico de mis sueños me hubiera partido en dos como tanto sentenciaba. Entro y me doy una ducha de agua fría, tratando de borrar el extraño olor que impregna mi piel, la cual pese a las cremas aromáticas que le unto, no deja de sobresalir el olor mentolado sobre el suave olor a lavanda de mi loción de cuerpo favorita. Me coloco unos jeans oscuros ajustados y me detengo al instante, recordando la voz amenazante que me hace palpitar la cabeza.“No vuelvas a usar esos jodidos jeans tan ajustados”Quiero ponerme los jeans, nadie me dice qué hacer y qué no, pero al intentar abotonar y subir el cierre, me siento observada e incluso temerosa, por lo que de último mo
El parloteo de los tipos que arreglan lo del seguro y los resultados del daño, hacen que comience a darme dolor de jaqueca, Kronos; un tipo más alto que yo, delgado, pero con cuerpo atlético, cabello oscuro que contrasta con el azul intenso de sus ojos y su piel clara, no me ha quitado la mirada de encima desde que Cédric, su primo y quien fue el que ocasionó inocentemente mi futuro castigo, baja la mirada y se pasa una mano por su alborotado cabello, se parecía tanto al primer capullo, solo que este tenía los ojos verdes y dos hoyuelos, él parece estresado con el costo, su primo y mi peor pesadilla no deja de asesinarme con ojos inquisidores, y yo con los brazos en jarras y moviendo mi pie derecho con premura, frunzo el ceño.Ambos siempre han sido mis vecinos, su padre y profesor de literatura era muy amigo del m&iacu
—No fuiste a las duchas como te pedí —Owen ronronea a mi oído—. Muero por metértela.Sus palabras me acaloran, mi corazón galopa frenético y suelto una risita tonta que oculta la debilidad de mis piernas.—Ese es tu castigo, por tu culpa chocaron mi carro y llegué tarde —le explico mientras toma mi mano con posesiva actitud.—¿Quién mierda se atrevió a meterse con mi princesa? —inquiere sacándome una sonrisa.Cuando salimos a lo lejos, el motor de una moto llama nuestra atención, en especial porque casi nos atropellan.—¡Cuidado, putos r