Justina Dracul era una mujer sumamente sensible, quizás otras parejas de vampiros fuesen fuertes, pero ella era una criatura delicada. Y Vlad, siempre procuraba que las emociones de su mujer fuesen estables. Sí, si debían ir a una guerra ella lucharía con fiereza, pero en casa, era distinta. El mundo la abrumaba. —Mamá, por favor no llores, que ya sabes cómo se pone papá. Vlad Dracul, el vampiro que amaba a su familia y se mantenía aparte, ese que evitaba tomar acciones en general porque su parte sangrienta estaba muy sobre la superficie, se acercó a su mujer, porque detestaba verla así. Justina al verlo se refugió en sus brazos, la fuerza de su esposo era su ancla emocional. —¿Cuál es la postura de tu hermano? ¿Sabe cuan feliz se siente tu mamá, con esto de tener una hija? ¿Tiene alguna idea de lo que esta cena significa para ella? —No lo sé, papá. Debemos investigar lo que está pasando.—Vas a ir por Emily, va a venir a cenar y de tú hermano me encargo yo. —Papá, primero va
Una vez que su amigo abandonó la sala, se volvió hacia su hermano, dejándole sentir cuan molesto estaba por sus malas decisiones. —¿Separaste a estos lobos de sus compañeras en vísperas de Navidad, sabiendo qué tan importante es este día para un lupino? Esta noche, las nuevas parejas se acoplan y es cuando los lobos se aparean buscando tener cachorros. Tiene razón papá, estás haciendo todo mal. —Era urgente reunirnos. —La has cagado, papá y el tío Radu te esperan. —¿Eso de la compañera de Korvoz es cierto?—Si, va a unirse a ella y ya cuenta con la bendición de papá.No ir era imposible, porque si su padre lo convocaba usando la línea de sangre, iría sí o sí. Sabía que el tiempo de enfrentar sus actos estaba cerca y solo un milagro lo salvaría. Al llegar se dio cuenta de que iban a golpearlo y el ejecutor de aquella reprimenda sería Radu. Y tenía un gancho impresionante, no es que lo golpeasen mucho cuando era un niño, pero en un par de ocasiones probó la fuerza de su tío.Ni
En casa de los Gold, las cosas se caldeaban más y más. Su madre, aparentemente borracha, seguía actuando como loca. Pero al menos estaba ya dentro de la biblioteca, solo esperaba que don Christopher pudiese calmarla. Se conocían de muchos años atrás, desde el día en que sus papás se casaron así que, si había alguien capaz de ayudar, ese era él. Tras acompañar a su abuelo al auto que lo llevaría a su casa, pasó por la biblioteca, vio la puerta entreabierta y a los dos ocupantes hablando, tomados de la mano. —La odio, no entiendo cómo pudo avergonzarme así y nadie intervino, nadie me defendió ni siquiera tú que me amas y, además, sé que ella es la responsable de que cayera en la mesa. —No digas cosas sin sentido. Mira Sofía mi amor, he vuelto para que retomemos lo nuestro y lo sabes. Sobre Emily, bueno, nunca has sido una buena madre y lo sabes, nunca te mentiré y considero que has sido cruel. Era cuestión de tiempo para que ella reventara y dejara salir lo que siente. —Apoyas lo
Justina fue con su hijo a la habitación y para entonces, Emi estaba recuperando la consciencia.—¿Cómo llegamos aquí?—Estás muy fría, mamá va a acompañarte mientras te metes a la tina, ¿de acuerdo? Y yo iré por la cena, la cual estará muy buena a pesar de las barbaridades que tenga para decir mi madre.—La comeré con gusto.Justina miraba a ambos y entendía a su hijo Korvoz, este no mentía, entre ambos había una conexión existente solo entre compañeros.Una vez en el baño, Emi entró al agua, la espuma la cubría por completo y se sentía asombroso. Justina, la primera mujer vampiro, la esposa del primer vampiro, esa mujer regia y elegante, se sentó en el suelo junto a ella, dándole la espalda para que tuviese privacidad.—Las historias de amor, no empiezan siempre con el pie derecho, mi pequeña. Sabemos del amor tuyo y de Korvoz, por eso, damos nuestra bendición. —Pero Alec…—No pienses en ello y escucha mi historia. Mi primo Matthias Corvinus, quien fue rey de Hungría, supo que Vlad
Korvoz apareció y tras abrazarlos a ambos, decidieron trasladarse a la sala del trono. Ambos hermanos observaron como el monarca, se veía mal. No es que se estuviese deteriorando su salud, sino que la tensión por lo de Alec, lo tenía mal, demacrado.—Les responderé a sus dudas. Ella es mía, mi compañera.—¿Lo confirmaste?—Lo hice, sí. Vengo de reunirme con Kellen, porque tanto él como Morgana lo sabían, pero no podían intervenir. Cuando Alec fue en representación mía a Boston, lo llamó la energía de una niña, aún no saben lo que pasó ahí, pero Morgana piensa que hay una hechicera involucrada en todo eso. Mi vampiro sintió a su compañero a través de Alec, pero este me dijo que era suya, que mis emociones no eran más que un reflejo de las suyas.Desde que estoy con Emi, me siento mejor, mis habilidades han mejorado, llegué a España en menos de medio segundo y ni siquiera debí pensarlo mucho. No podemos enfrentar a Alec, debemos seguir actuando como si no supiéramos ya que la bruja que
Pocas veces en su vida, si no es que nunca, Radu se había enfrentado a algo que lo dejase mudo de la impresión. —¿Cómo lo sabes? —Porque soy como tú, solo que a mí me llaman incompleta, pero vampiro, al fin y al cabo. —He escuchado de los incompletos, son vampiros nacidos de progenitores que a su vez son híbridos. —Mamá era hija de un humano y un vampiro, papá de padres inmortales. Así que el resultado fui yo. —Una criatura extraordinaria. —Por lo poco común, tal vez. —¿No te gusta la inmortalidad? —Asumo que debe ser increíble ser como tú. En mi caso soy algo mal hecho, una aberración. —¿Por qué dirías eso? —Soy una inmortal con un cuerpo humano, es decir, que enfermo igual, me alimento igual que un humano y no necesito sangre, puedo embarazarme con más facilidad y me late el corazón. Una rareza entre los nuestros, lo que me hace una paria. —Tu condición es algo especial, Ileana. Porque al parecer humana no eres un blanco fácil, yo mismo no he detectado el vampiro en
Alexander, Korvoz y Gabe estaban muy serios y comprendieron no solo que la barbacoa se suspendía, sino que debían comenzar a investigar, así que abandonaron el castillo. Vlad que se había mantenido silencioso se acercó a su hermano viéndose furioso. —¿Tú compañera nos teme? —No lo hace, no. Porque son recuerdos almacenados en partes remotas de sus memorias. —Maldición. —Pero lo hablaré con ella antes de que alguna situación traiga a flote las memorias de Ileana y eso incluye el conocerte, hermano. —Pobrecilla —se lamentaba Justina —pero se sentirá amada. Es la criatura que ha venido a darte paz en el corazón. Iba a continuar cuando Dmitri le pidió que regresara aprisa. Ella está llorando, parece tener dolor.Sin explicar nada, abandonó la casa de su hermano, ya habría tiempo para organizar la búsqueda de los responsables. Llegó en segundos, su compañera estaba atrapada en alguna especie de pesadilla y aunque trataba de que despertara, no lograba que reaccionara. Llamó a
Emi llevaba un par de días en su casa, ver las fotos de Michael ya no le generaba dolor, puesto que Kor, había ayudado con eso, trasformando su pena en calma. Ahora podía recordarlo sin que le doliera el corazón. Korvoz era un ser muy especial, este, había llegado a verla llevando una pequeña caja con una flor muy rara adentro, llamada Silene Tormentosa, que crecía solamente en el peñón de Gibraltar. Se había maravillado al ver la caja de cristal y la pequeña flor casi intacta. Korvoz había sonreído diciéndole que su magia era tan fuerte como para preservar la flor para la eternidad. Y lloró conmovida porque solo él había recordado su cumpleaños. Sí, sus padres habían puesto un pastel, pero su fecha de cumpleaños había sido esa mañana en que él llegó con el regalo. Por eso estaba decidida a enderezar su vida humana, y a enfocarse en su padre y en lo que iba a suceder en la familia. Porque una vez que abrazara la vida con Korvoz se iría sin mirar atrás.Salvo por supuesto, a su abu