Alexander, Korvoz y Gabe estaban muy serios y comprendieron no solo que la barbacoa se suspendía, sino que debían comenzar a investigar, así que abandonaron el castillo. Vlad que se había mantenido silencioso se acercó a su hermano viéndose furioso. —¿Tú compañera nos teme? —No lo hace, no. Porque son recuerdos almacenados en partes remotas de sus memorias. —Maldición. —Pero lo hablaré con ella antes de que alguna situación traiga a flote las memorias de Ileana y eso incluye el conocerte, hermano. —Pobrecilla —se lamentaba Justina —pero se sentirá amada. Es la criatura que ha venido a darte paz en el corazón. Iba a continuar cuando Dmitri le pidió que regresara aprisa. Ella está llorando, parece tener dolor.Sin explicar nada, abandonó la casa de su hermano, ya habría tiempo para organizar la búsqueda de los responsables. Llegó en segundos, su compañera estaba atrapada en alguna especie de pesadilla y aunque trataba de que despertara, no lograba que reaccionara. Llamó a
Emi llevaba un par de días en su casa, ver las fotos de Michael ya no le generaba dolor, puesto que Kor, había ayudado con eso, trasformando su pena en calma. Ahora podía recordarlo sin que le doliera el corazón. Korvoz era un ser muy especial, este, había llegado a verla llevando una pequeña caja con una flor muy rara adentro, llamada Silene Tormentosa, que crecía solamente en el peñón de Gibraltar. Se había maravillado al ver la caja de cristal y la pequeña flor casi intacta. Korvoz había sonreído diciéndole que su magia era tan fuerte como para preservar la flor para la eternidad. Y lloró conmovida porque solo él había recordado su cumpleaños. Sí, sus padres habían puesto un pastel, pero su fecha de cumpleaños había sido esa mañana en que él llegó con el regalo. Por eso estaba decidida a enderezar su vida humana, y a enfocarse en su padre y en lo que iba a suceder en la familia. Porque una vez que abrazara la vida con Korvoz se iría sin mirar atrás.Salvo por supuesto, a su abu
Emi pensó que los demás miembros de la familia le verían de forma rara, pero solo encontró miradas de afecto verdadero.—Nos gusta tenerte en la familia, Emi.—Gracias Justina.Una vez en la casa avanzó al escritorio de su padre, la Emi de antes, hubiese corrido a su lado para recibir un beso y un abrazo, ahora, que había visto lo que el amor paterno significaba, observando a Vlad y a sus hijos, comprendía que, a Jack Gold, la camisa le había quedado grande.—Hola, papá, ¿Sofía está en casa? —¿Sofía?—No pretenderás que después de todo lo que me ha hecho le diga mamá, para mi madre es la de Alec y sus hermanos.—Tienes razón, Sofía salió hace rato, ha de llegar en algún momento. —Pensé mucho sobre si venir o no a verte pues debo decirte algo sobre ella. —Dime cariño. —No sé cómo decirte esto, espero me creas porque jamás inventaría algo así. —Hija, ¿por qué das por hecho que no voy a creerte? —Bueno, creo tener razones de sobra para sentir eso.—Lo sé y lo lamento. Lo que t
Dentro de todo, por lo menos nunca sufrió daño físico, pero lo que había hecho su esposa, era cruel. Y ella pagaría.Mientras pensaba en todo, Sofia entró en la biblioteca. El autocontrol al que se sometió Jack era mucho, si ella sospechaba su plan se iría al carajo. Verla caminar hacia él luciendo tan arreglada le provocaba asco. Necesitaba acabar con todo aquello. Ella traía en sus manos un sobre, primera parte de su plan. —Cariño, me sorprendes con este regalo, ¡Un tratamiento en un spa! Pero eres el que cumple años, además no entiendo por qué a esta hora una visita a ese sitio. —Es una terapia a la luz de la luna o qué sé yo, lo que sé es que sale muy caro, así que debe ser bueno o eso es lo que dices siempre. —Hay que pagar por tener cosas buenas. —¿No lo sabré yo? —Si insinúas que solo estoy contigo por dinero te equivocas. Te amo con todo mi ser. —Me alegra mucho escucharte, no sabía cómo ibas a reaccionar con lo de la quiebra a la que me enfrento. —¿La quiebra? Te
Emily llegó al restaurante, sintiéndose bastante nerviosa y preguntándose si había sido la mejor decisión. En reiteradas ocasiones Alec había hecho cosas para herirla y ella, atada a sus emociones del pasado había tratado de pensar que entre ambos existía alguna posibilidad. Ahora que quería poner paz entre ellos, lo volvía hacer. Alec no estaba por ningún sitio, así que decidió escoger una buena mesa y beberse algo. Y el reloj avanzaba, pasaron una, dos tres horas.No tenía ganas de ir a casa así que se fue a caminar por la ciudad. Llegó a una zona antigua en la que había un puente por el que pasaba el tren, la luna, llena en su totalidad, le brindaba un hermoso paisaje pintando sobre el agua, un cuadro espectacular.Hola, Kor.Emi, ¿cómo te está yendo con mi hermano?Nunca llegó. Lo esperé más de tres horas y ahora, me he ido a caminar por la ciudad.Es peligroso, son casi las dos de la mañana. La vista desde el puente es impresionante.La voz de Emi sonaba distinta, meditaba Kor
Mientras Emi se preparaba para volver a casa, para Alec las cosas no iban bien. ¿Una persona que engaña, podía enojarse al ser engañada?Y no podía escaparse de cumplirle lo que quisiera, no con la marca de Leviatán en su mano, y en medio de aquellos momentos en los que estaba tan agitado, llegó ella. —Mi amado, te ves terrible. —Así que me quieres para engendrar a tú hijo. —Dragos ha sido un vampiro malo. —Tu forma de actuar no es noble, me cuesta creer que tu interés es ver a mi hermano en el trono junto con su compañera. —No deberías tirarme piedras cuando tu techo es de cristal. De todas formas, si ellos suben juntos al trono, mi bebé y el de todas las brujas del aquelarre Lunae nacerán, seremos madres tras cientos de años de castigo. —No entiendo. —Nuestra profecía, dice que cuando de la tercera generación, el mayor de los Dracul suba al trono con su compañera, y la sangre del último de los Dracul se mezcle con el aquelarre Lunae, niños vendrán y habrá paz, así siend
Al entrar a la casa vio a Emi muy bien, así que inclinó la cabeza ante Xander con agradecimiento.—Si señorita —decía la angustiada mujer —iban a irse en dos días, pero dijo que tuvo que adelantar sus planes porque su amigo dejaba el país. No parecía el mismo de siempre. —Conchita, ¿sabes a dónde iban a ir? —Al restaurante del mirador. Jack y su esposa llegaron al hermoso restaurante, el lugar era precioso y Sofia se sentía como una reina. Su esposo siempre sabía cómo tratarla. —Buenas noches, señor Gold, bienvenido. Un elegante salonero, los acompañó a la mesa exterior. El sitio estaba bastante oscuro lo que le gustaba a Jack para lo que tenía pensado hacer. —¿Podría, por favor, traerme una botella del mejor vino que tengan? —De acuerdo señor, enseguida. Poco después de marcharse el mesero, Sofia dejó salir sus inquietudes. Conocía a su esposo y este no actuaba de forma normal. —¿Cuál era la prisa? Se suponía que saldríamos pasado mañana. —Se me antojó salir hoy, m
Emi abrazó a Alexander y lo tomó por el brazo que le ofrecía de forma tan galante.—Si no supiera que amas a Emi como a una hermana—dijo Kor —perderías ese brazo.—Si compitiéramos, quizás ella me escogería.—De verdad eres hermoso, Alexander, evidentemente, tienes éxito con las mujeres.—Tengo mi popularidad, sí.—Pero mi corazón es de tu hermano, así que, si te pones muy coqueto, seré yo quien te corte el brazo.Alexander se separó de ella y sonrió como niño en la mañana de Navidad.—Una mujer hermosa y sanguinaria, cásate conmigo.Emi rio mientras continuó avanzando sin soltarse de su brazo. Korvoz tenía tiempo de no reír tanto, evidentemente, ella y Alexander, serían compañeros de aventuras.Su madre iba a sufrir, porque Emi parecía un clon de Alexander.Mamá…Lo he sentido, Alexander está feliz.Encontró en Emi una compañera de aventuras.¡Que el cielo nos proteja!¿Le pegarás con la cuchara? —le preguntó risueño.¿A mí hija? ¡Jamás, Alexander tomará los golpes por ella!Emi de r