A pesar de que Michael había muerto, no fue capaz de abandonar la casa en la que vivieron juntos. Tenía a mano varias posibles opciones, pero ninguna de ellas era lo suficientemente buena.Y era triste, habían decorado cada rincón de aquella casa, tenían fotos en paseos que hicieron juntos y le dolía, porque no era justo que muriera, no cuando sus intenciones fueron las de ayudar a Joseph.¿Qué haría? Definitivamente no volvería con sus padres y no estaba lista para visitar agencias de bienes raíces. El estómago le dolía, pero no tenía energías para salir de la casa y aunque habían pasado dos días desde que comió algo más que unas galletas de avena, ir de compras era la última de sus prioridades.Y entonces recibió la visita de Korvoz, su corazón se desbordaba al verlo y cualquiera podía decir que aquello era incorrecto, pero no se sentía de esa forma. Además, su supuesto compañero no la había llamado siquiera para saber cómo se sentía.Y vaya sorpresa se llevó al ver llegar a Korvoz,
Al mismo tiempo, en casa de los padres de Emily las cosas no iban bien. Ellos discutían, cosa común después de la “boda” pues Jack, disfrutaba de recibir a Emi cuando lo visitaba pues la relación entre ambos no era del todo buena y trataba de arreglarla, pero Sofia no la quería cerca. Y Jack no entendía cómo era posible que, en el pasado, no solo pasara la mayoría de los desprecios por alto, sino que aquellos de los que era consciente, los permitió sin indagar realmente lo que sucedía. Había hecho mal tantas cosas con su hija que esperaba que la vida le permitiera vivir lo suficiente como para compensarla. —Nosotros vivimos de arrimados en la casa de nuestra hija. —Escúchame bien Jack, de mi casa no me saca nadie. —Es de Emily, los documentos legales así lo estipulan. —Entonces podemos comprar otra casa como esta. —No querida, mi fortuna viene de una herencia en vida de mí padre, así que de eso no tienes nada. En cuanto al dinero hecho en mis negocios, no he reportado todas
Korvoz se tambaleó y supo que se había excedido, aunque estaba casi recuperado, sufría de dolores de cabeza muy fuertes si se alteraba.¿Korvoz?¿Emi? ¿Cómo es que estás en mi mente?El tono de Korvoz fue fuerte, pero es que tenía mucho dolor, no era su intención herirla.Lo siento, no quise incomodarte.No es eso, pequeña. Tuve una situación muy dificil y me duele la cabeza. Aún no he acabado de recuperarme.Sentí tu dolor, no entiendo bien esto pero…No te disculpes, charlar contigo me da paz y se lleva el dolor.¿Estás ocupado?No, para nada.Quiero mostrarte un sitio, pero para llegar solo puede ser con ese método de whoosh.¿Whoosh?Korvoz se encontró sonriendo mientras trataba de adivinar a qué se refería. Y el dolor de cabeza—descubrió con sorpresa—ya no estaba.Ya sabes, eso de desaparecer y luego reaparecer.¿Y por qué ese sonido?Me pareció la onomatopeya perfecta para describir el sonido del viento.Pequeña, haces mis días realmente divertidos. Casi estoy en tu casa, ¿debo
Cuando llegó la hora de que Emi partiera el pastel, su madre se preparó para dar un discurso. De alguna forma Sofia, siempre se aseguraba de tener la última palabra. Aunque había un cambio, llevaba varios días sin ser cruel con ella, lo que la sorprendía. Emi no podía siquiera imaginar todo lo relacionado con la marca que le habían dejado Vlad y Radu, misma que había garantizado que los episodios de ataques contra ella se detuviesen. No podía pensar que tenían una relación de madre e hija, pero la convivencia era menos difícil. —Para nadie es un secreto que estas semanas desde la partida de Michael han sido muy duras para mí. —¿Sofia, de que estás hablando? —Intervino Jack avergonzado por las escenas de su esposa. —Claro, me ha tocado lidiar con las habladurías sobre la etiqueta de nuestra hija. —¿Etiqueta? —preguntó furioso August —¿qué etiqueta tiene mi nieta? —Suegro, mi hija es una viuda joven y recuerde que se vive de estatus. Cuanto más pronto empiece a salir mejor.
Justina Dracul era una mujer sumamente sensible, quizás otras parejas de vampiros fuesen fuertes, pero ella era una criatura delicada. Y Vlad, siempre procuraba que las emociones de su mujer fuesen estables. Sí, si debían ir a una guerra ella lucharía con fiereza, pero en casa, era distinta. El mundo la abrumaba. —Mamá, por favor no llores, que ya sabes cómo se pone papá. Vlad Dracul, el vampiro que amaba a su familia y se mantenía aparte, ese que evitaba tomar acciones en general porque su parte sangrienta estaba muy sobre la superficie, se acercó a su mujer, porque detestaba verla así. Justina al verlo se refugió en sus brazos, la fuerza de su esposo era su ancla emocional. —¿Cuál es la postura de tu hermano? ¿Sabe cuan feliz se siente tu mamá, con esto de tener una hija? ¿Tiene alguna idea de lo que esta cena significa para ella? —No lo sé, papá. Debemos investigar lo que está pasando.—Vas a ir por Emily, va a venir a cenar y de tú hermano me encargo yo. —Papá, primero va
Una vez que su amigo abandonó la sala, se volvió hacia su hermano, dejándole sentir cuan molesto estaba por sus malas decisiones. —¿Separaste a estos lobos de sus compañeras en vísperas de Navidad, sabiendo qué tan importante es este día para un lupino? Esta noche, las nuevas parejas se acoplan y es cuando los lobos se aparean buscando tener cachorros. Tiene razón papá, estás haciendo todo mal. —Era urgente reunirnos. —La has cagado, papá y el tío Radu te esperan. —¿Eso de la compañera de Korvoz es cierto?—Si, va a unirse a ella y ya cuenta con la bendición de papá.No ir era imposible, porque si su padre lo convocaba usando la línea de sangre, iría sí o sí. Sabía que el tiempo de enfrentar sus actos estaba cerca y solo un milagro lo salvaría. Al llegar se dio cuenta de que iban a golpearlo y el ejecutor de aquella reprimenda sería Radu. Y tenía un gancho impresionante, no es que lo golpeasen mucho cuando era un niño, pero en un par de ocasiones probó la fuerza de su tío.Ni
En casa de los Gold, las cosas se caldeaban más y más. Su madre, aparentemente borracha, seguía actuando como loca. Pero al menos estaba ya dentro de la biblioteca, solo esperaba que don Christopher pudiese calmarla. Se conocían de muchos años atrás, desde el día en que sus papás se casaron así que, si había alguien capaz de ayudar, ese era él. Tras acompañar a su abuelo al auto que lo llevaría a su casa, pasó por la biblioteca, vio la puerta entreabierta y a los dos ocupantes hablando, tomados de la mano. —La odio, no entiendo cómo pudo avergonzarme así y nadie intervino, nadie me defendió ni siquiera tú que me amas y, además, sé que ella es la responsable de que cayera en la mesa. —No digas cosas sin sentido. Mira Sofía mi amor, he vuelto para que retomemos lo nuestro y lo sabes. Sobre Emily, bueno, nunca has sido una buena madre y lo sabes, nunca te mentiré y considero que has sido cruel. Era cuestión de tiempo para que ella reventara y dejara salir lo que siente. —Apoyas lo
Justina fue con su hijo a la habitación y para entonces, Emi estaba recuperando la consciencia.—¿Cómo llegamos aquí?—Estás muy fría, mamá va a acompañarte mientras te metes a la tina, ¿de acuerdo? Y yo iré por la cena, la cual estará muy buena a pesar de las barbaridades que tenga para decir mi madre.—La comeré con gusto.Justina miraba a ambos y entendía a su hijo Korvoz, este no mentía, entre ambos había una conexión existente solo entre compañeros.Una vez en el baño, Emi entró al agua, la espuma la cubría por completo y se sentía asombroso. Justina, la primera mujer vampiro, la esposa del primer vampiro, esa mujer regia y elegante, se sentó en el suelo junto a ella, dándole la espalda para que tuviese privacidad.—Las historias de amor, no empiezan siempre con el pie derecho, mi pequeña. Sabemos del amor tuyo y de Korvoz, por eso, damos nuestra bendición. —Pero Alec…—No pienses en ello y escucha mi historia. Mi primo Matthias Corvinus, quien fue rey de Hungría, supo que Vlad