Miguel desperto, sabia que hoy tendria que enfrentarse a la cruda realidad de lo que habia ocurrido el dia anterior.Esto era una locura. Todo ello nunca imagino verse envuelto en algo asi. El dinero que bien podia heredar no era nada si su vida continuaba en juego. Los intentos de asesinato habia sido demasiados en menos de cuatenta ocho horas. Incluso la innegable atracción que estaba sintiendo hacia Valentino. Todo estaba loco.Se levanto de la cama y se acercó a mirar por la ventana. La lluvia que habia sentido horas antes seguía cayendo, Miguel tenía una loca necesidad de salir a bailar. Lástima que no pensara que eso sería permitido. Oyó que la puerta se abría y se cerraba, pero no se molestó en ver quién era. Él sabía quién era. Valentino —¿Crees que Roman sabía que todo esto pasaría cuando me dejara todo ese dinero?—Creo que Roman sabía muchas cosas, —respondió —. Muy pocas de ellas compartió con alguien más. Solo podemos expecular sobre que queria que hicieramos si estuvi
Cuando el hombre lo ignoró, Valentino se precipitó hacia adelante y agarró sus muñecas. —Necesitas parar.Miguel no tenía ni idea de lo mucho que necesitaba detenerse, entonces llego la lucides. Se sentia ridiculo como podia pensar que algo asipudiera pasar, que un hombre como Valentino pudiera sentir algo mas por el. Ahora le lanzaba esta supuesta verdad, dragones eso no podia existir la logica humana asi lo indicaba pero tambien habian ocurrido varias cosas quele eran imposible de explicar a menos que fueran magia, fantasia ... Sentia que su cabeza iba a explotar como podia pasar de un chico que luchaba por sobrevivir al final del mes a recibir una herencia que segun Vitali era de millones. En ese momento se sentia que estaba en un sueño ahora Valentino le decia que era el heredero de un clan dragon. ¨Dragones¨ algo que siempre habia sido un mito, fantasias plasmadas en un libro. —Deja... Dejame Ir... Necesito salir de aqui—Miguel…—¿Yo soy tu futuro rey?—Tan pronto como se te
— Buenas tardes, ¿Estoy hablando con el señor Torres de Aguila? —Preguntó una voz en el teléfono Miguel parpadeó, hacia solo dos horas que habia llegado de su trabajo nocturno y estaba hecho polvo, habia ido directo a su cama sin cambiarse la ropa, solo queria caer en la superficie plana y dormir doce horas seguidad. Su cerebro aun no estaba del todo despierto cuando volvio a escuchar la voz repitiendo la misma pregunta. ¿Cuándo fue la última vez que lo escuchó de esa manera? Ya ni se acordaba. —¿Sí? —Me llamo Dimitri Vitali y soy el abogado acargo de los asuntos del señor Aguilera, Vitali y Asociados, somos un bufete de abogados en Man... —Ya sé quienes son— dijo. No podía pensar en nadie en la isla de Manhattan que no hubiera oído hablar del prestigioso y misterioso bufete de abogados. Representaban a algunos de los clientes más grandes del país y existen rumores de que tambien tenían clientes muy poderosos y con mala reputación al rededor del mundo. Simplemente no entendía por
Cuando llegó el coche para llevarlo a su reunión, Miguel era un manojo de nervios. Por su vida, no podía entender por qué un bufete de abogados elegante tendría la necesidad de hablar con él, habia analizado cualquier esenario posible elmotivo que podia tener Roman para contratar un abogado pero le era imposible encontar una razon en concreto. No era como si tuviera familiares perdidos que de repente iban a dejarle un montón de dinero, la sola idea era un chiste y una broma de mal gusto. Era hijo único y sus padres habían sido hijos únicos de eso si estaba seguro. Miguel no tenía ni idea del resto de su familia, los pocos recuerdos que conservaba de su Pá el nunca mensiono un pariente y despues de que su padre fallecio y tuvieron que sobrevivir a duras penas durante varios años estaba convencido que solo su madre y el. Bueno hasta que Roman aprecio en su vida ocupando un lugar importante. El conductor estaba esperando a Miguel en el coche cuando salió del apartamento. El hombre de
Miguel frunció el ceño, cada vez más confundido, por lo que el abogado le estab diciendo —Entonces, ¿por qué estoy aquí? —¿Conoce a un señor Aguilera? —¿Roman? — Miguel fruncio el ceño, este hombre estaba loco le habia contactado por que el rpopio Roman se lo habia pedido porque le preguntaba eso, pero aun asi mejor le respondi la pregunta — Sí fue mi vecino y es un gran amigo mio. El señor Vitali juntó las manos y las dejó descansar sobre el escritorio frente a él. —Lamento decir que el señor Aguilera falleció hace dos días, antes de salir fuera de los Estados Unidos, contrato nuestros servicios, en caso de que le ocurriera algo, nosotros seriamos notificados y posteriormente los contactariamos a usted. —¿Roman falleció? —Miguel sintió una punzada en su pecho por el hombre mayor que parecía estar siempre ahí para el. —Comprendo que esta noticia puede ser algo dificil de asimilar para usted. Jugaba al ajedrez con Roman casi todos los dias cuando estaba en el pais era un gr
Miguel aun estaba que no se creia las cosas si una semana antes le hubieran dicho que estaria viajando a Praga en un jet privado, le diria que era un loco y si a eso le añadia que pronto heredaria una fortuna. A cada ratos e pellizcaba el muslo para ver si aun estaba despierto y no en un sueño. Se sentia como Alicia en el pais de las Marvillas cuando callo en a madriguera del conejo, Dios lo que habia vivido esta semana como si fuera una montaña rusa a toda velocidad. Despues de salir del despacho del abogado, habia ido a su trabajo como le habia prometido a su compañero si algo habia aprendido en su vida y de lo que estaba orgulloso era de cumplir su palabra. Terminando su turno, fue a ver a su supervisor para solicitar unas semanas de licencia, algo a lo que tenia derecho ya que desde que habia comenzado a trabajr nunca se habia ausentado ni pediod vacaciones. Y aqui se encontraba, se quedó sin aliento mientras el avión privado en el que viajaba montado, fue rodeando el aeropuerto
Miguel no estaba seguro de que tuviera la fe de Val.—Te mostraré lugares —comentó Val, mientras suspiraba como si recordara algo — lugares que Roman hubiera querido mostrarte, te mostraré. Se que a Roman le hubiera gustado que tomaras un cafe en la plaza del pueblo, sabes tenia un lugar cerca de la fuente que segun me decia era magico. Los pasteles de Sofi eran su debilidad eso es algo que no te puedes perder. Esta tierra tiene mucho para dar y de seguro que te enamora...—No estoy seguro de que esté en Praga lo suficiente para ver todos esos lugares, pero hare lo posible por conocer esos sitios, Roman me conto mucho sobre esa pasteleria una vez me trajo unos bocadillos de alli, decia que — sonrio mientras recordaba la frase, para luego tratar la pose y la voz de Roman —¨Esa chica Sofi me va hechar a perder con sus dulces¨...—Ya veremos.- Valentin sonrio cuando lo vio trtando de imitar al viejo Aguilera, los ojos tomaron un brillo particularmente cautivador — Roman era especial, t
Valentino chasqueó los dedos y los cuatro hombres se acercaron. —Estos hombres forman parte de tu equipo de seguridad. — su rostro estaba serio mientras se ponia frente a frente, sabia que aun no podia decirle toda la verdad pero al menos le haria comprender el peligro al que se estaban enfrentado hasta llegar a la seguridad que el clan representaba. Su territorio era hermético nada se movía sin que el lo supiera, su posición como jefe de la guardia le permitía tener ciertas libertades y tener la última palabra en cuanto a la seguridad y protección de Miguel, poder que había ejercido a pesar de la oposición por parte del consejo. Sabía que ningún plan era infaltables pero en casa tenía la ventaja y aun alli tenian que cuidarse, los viejos líderes del consejo no estaban de acuerdo que Miguel liderara — Miguel no debes ir a ninguna parte sin uno de nosotros a tu lado en todo momento, las cosas se pueden poner peligrosas en cuestion de segundos, hay personas que no escatimaran r