Valentino chasqueó los dedos y los cuatro hombres se acercaron.
—Estos hombres forman parte de tu equipo de seguridad. — su rostro estaba serio mientras se ponia frente a frente, sabia que aun no podia decirle toda la verdad pero al menos le haria comprender el peligro al que se estaban enfrentado hasta llegar a la seguridad que el clan representaba. Su territorio era hermético nada se movía sin que el lo supiera, su posición como jefe de la guardia le permitía tener ciertas libertades y tener la última palabra en cuanto a la seguridad y protección de Miguel, poder que había ejercido a pesar de la oposición por parte del consejo. Sabía que ningún plan era infaltables pero en casa tenía la ventaja y aun alli tenian que cuidarse, los viejos líderes del consejo no estaban de acuerdo que Miguel liderara — Miguel no debes ir a ninguna parte sin uno de nosotros a tu lado en todo momento, las cosas se pueden poner peligrosas en cuestion de segundos, hay personas que no escatimaran recursos para hacerte desaparecer antes de que puedas poner un pie en tu terrirorio. ¿Entendido? Miguel realmente no entendia porque de todo esto pero decidio confiar en la seguridad que le transmitia tener a Valentino a su lado, Y si decia que se podia confiar en esos rudos e inexpresivos hombres que tenia en frente que asi fuera —Hay un total de quince guardias designados, ocho hombres están protegidos tu seguridad en todo momento, cuatro de ellos viajarán contigo todo el tiempo, los otros cuatro estarán atrás, asegurándose que el área está segura. Dos anillos de protección más todos los equipos de vigilancias necesarios, pero esto no es algo que te deba de preocuparte, Te presentare todo tu equipo de seguridad completo cuando lleguemos a la finca, por el momento sera mejor que te familiarices con los cuatro presente. No debes confiar en nadie más. Todo eso era un poco espeluznante. El hombre que se reunió con ellos en la puerta de la sala VIP estaba asustado por una razón completamente diferente. Casi vibró con impaciencia. —Señor, es un honor conocerle, te hemos estado esperando.— su voz sonaba casi solemne Miguel levantó una ceja a Val cuando el hombre gruñó. Su mandíbula casi cayó cuando el hombre se movió entre él y el administrativo. ¿Quién era ese tipo exactamente? — Necesitamos terminar los procedimientos de la aduanas lo más rápido posible, necesitamos llegar a su finca antes del anochecer de mañana, entre mas tiempo estemos al descubierto, exiten mas posibilidades de que se produsca un ataque. Ahora mismo nuestra mayor preocupacion es salir de la ciudad donde ellos tienes su mayor ventaja. Sera mejor que no retraces nbuestra salida. —Sí, sí, por supuesto. —El hombre sudoroso se secó la frente húmeda—. Si usted simplemente viene por aquí, puedo verlo personalmente. —Gracias, eso sería muy útil. Valentino le hizo un gesto a uno de los cuatro hombres, este se acerco a ellos. — Miguel, este es Ivan mi seundo al mando cuando yo no este presente el estara a cargo de protegerte. Entregale tus papeles el ira junto al personal de la aduana y terminara los tramites necesarios. Miguel le dio sus papeles vio como Ivan mientras seguía al empleado. No estaba asustado exactamente, pero definitivamente había algo en el aire que lo desconcertó. Pasar por las aduanas siempre parecía tan desalentador en las películas. Ivan estaba bastante seguro de que la cosa de tratamiento VIP hizo que todo el procedimiento fuera rápido y sin esfuerzo. —Gracias —dijo Valentino mientras sacudía la mano del empleado para inspeccionar que todo el procedimiento estuviera en regla—. Ha sido de mucha ayuda. —Me alegro de poder servirle, señor, si hay algo más, ¿algo? —El hombre alzó una ceja espesa, una sonrisa graciosa apareció en sus delgados labios. Parecía casi como si estuviera intentando sacarlos, pero no tenía labio suficiente para conseguirlo. Frotó el pulgar en la mano de Valentino. Sonrió de manera algo forzada mientras una mirada gelida se instalaba en sus ojos y sacó la mano de la mano del otro. —Gracias, pero tenemos que irnos. No creo que exista la ocacion de volvernos a encontrar Miguel siguio al grupo, se sentiacomo si estuviera rodeado por una murralla, vio como Valentino se limpiaba la mano con una mueca de desprecio en su rostro, se volvio hacia Ivan — No quiero verlo mas por aqui —Ivan asintio, mientras se llevaba una mano a su oido y comenzaba a susurra en un idioma que no podia identificar De repente, el aire se había vuelto espeso y empalagoso. —¿Podemos irnos ahora? —Preguntó Miguel, mirando en la direccion en donde aun estaba el empleado de la aduana —. Es un poco raro aquí. Valentino frunció el ceño mientras seguia la direccion de la mirada de Miguel. —Sí, por supuesto, el aire fresco te hará bien. Un hombre con uniforme de aeropuerto los estaba esperando con sus maletas cuando salían del salón. Miguel se detuvo para agarrarlas sólo para ser cortado cuando Valentino agarró su brazo. —El portero llevará las maletas, Miguel. —Oh. —Miguel tosió para ocultar su vergüenza. Se preguntaba si alguna vez se acostumbraría a todas estas nuevas reglas. —Ya no llevas tus maletas, —explicó Valentino mientras caminaban por el aeropuerto—. Tienes gente para hacer eso por ti. —Sí, pero... — el era perfectamente capaz de llevar sus propias maletas. Había estado cuidándose durante años. —Cuando lleguemos al coche, le daré propina al portero, el dinero que le daré le permitirá alimentar a su familia durante una semana. No querrías quitarle eso, ¿verdad? —No, claro que no. — sabia que la situacion de algunas personas dependia de la generocidad de los clientes, el mismo lo habia experimentado. —No te preocupes, te acostumbrarás. Miguel lo dudaba seriamente. —¿Dónde está Roman, en la morgue? —Toda la razón por la que venía ara para cumplir con el ultimo deseo de su amigo y mentor. Tendría sentido saber realmente dónde estaba el cuerpo del hombre. —Está en una camara diseñada para conservar su cuerpo hasta el momento de la ceremonia, cuando lleguemos a casa e llevare a verlo para que te despidas de el en privado —Bueno. —Miguel tomó aire para tratar de calmarse. Antes de que pudiera surtir efecto, oyó una serie de ruidos fuertes. Miguel gritó cuando fue lanzado al cemento, el cuerpo de Valentino cayendo duro sobre él. El hombre tenía que pesar una tonelada. Cuando se volvió negro, Ivo levantó la vista. Se sorprendió al encontrar a sus cuatro guardaespaldas que lo rodeaban y a Valentino, con sus pistolas sacadas. Los hombres no se agacharon ni nada. Sólo se quedaron allí de guardia. Obviamente necesitaban levantarse. —¿Valentino? —Sabía que había un tono desesperado en su voz cuando el hombre le dio unas palmaditas en la espalda. —Te protegeré, Miguel, estás a salvo. ¿De qué? Miguel nunca habia estdo en una situacion asi, vivia en una ciudad peligrosa pero nunca habia presenciado algo como esto. —¿Qué está pasando? —Sospecho que se ha esparcido la palabra de que has llegado. —¿Y? — no podía entender cómo eso induciría a alguien a dispararle. —Algunos pueden querer evitar que llegues y reclames tu lugar, ya te lo dije antes. Miguel reflexionó sobre eso en su mente y de cualquier manera que lo ponía, no sonaba bien. —¿Por qué alguien tendría un problema conmigo? —Eso se discutirá mejor una vez que lleguemos a casa. Suponiendo que llegaban a la casa de Roman. Miguel no estaba seguro de que lo lograrían, no si alguien les disparaba. El nudo de nervios volvió al estómago, mientras se preguntaba si su vida siempre sería así ahora que era rico. Antes de encontrarse con el abogado, la vida de Miguel no había sido estelar, pero al menos no tenía que preocuparse sobre balas dando en el blanco.Cuando por fin Valentino se levantó de Miguel y lo puso de pie, este no pudo evitar temblar cuando un frío helado se deslizó por su espalda. Podía ver los agujeros de bala en los pilares que estaban detras de ellos, si no hubiera sido por la oportunaintervencion de Val ahora mismo estaria en un charco de sangre. Saber que había llegado tan cerca de morir hizo que se le revolviera el estómago.—Vamos, Miguel. —Valentino se apoyó en su brazo—. Debemos irnos.—¿No tenemos que esperar a la policía? — ¿No iba en contra de la ley abandonar la escena de un crimen? — ¿ Valentino, que es lo que no me estas contando?¿ Val, no me ignores por favor responde mi pregunta?—Eso será manejado.— Val se quedo mirando al chico que estaba delante de el, que estaba ignorando el terror que habia recorrido su cuerpo cuando presintio el peligro en el que se encontraba, dos segundos mas y las consecuenciias hubieran sido catastroficas. Mejor dejaba a un ladoesos pensamientos y se concentraba en tratar de ap
—Entra, Miguel. Con una mueca, Miguel subió y se deslizó por el asiento de cuero negro nuevamente ,contento de haber podido estar al aire libre, por un breves momentos. En el tiempo que estuvo afuera de coche, Val estuvo en el teléfono todo el rato después de colgar le instaló a subir al coche de manera rapida. Una vez abordo Valentino le puso al tanto del incidente de la salida del aeropuerto, había sido una banda local quien ejecuto la acción. Pero durante el interrogatorio no habían obtenido ninguna informacion útil mas allá de que su contratación se habia realizado a traves del mercado negro por un valor de más de cien mil dolares americanos. Cincuenta porciento se habia depositado en las arcas de su organización y el otro cincuenta restante se entregaría cuando el trabajo estuviera hecho. Había dispuesto tres grupo para matarlo y solo uno los habia emboscado, así que todavía estaba en un peligro mortal. No ocurrirían más paradas inprevistas como esta hasta llegar a su desti
Roman tenía que haberlo sabido también. Valentino nunca había visitado el pequeño apartamento donde Roman habia estado viviendo esporádicamente durante casi veinte años, a pesar de que se encargo de su seguridad y sabia toda las cosas necesarias y veía grabaciones con regularidad, nunca se atrevido a poner un pies alli. Todavía recordaba cuando Roman le informo su desicion de quedarse en esa ciudad para vigilar y cuidar de Miguel. Ahora estaba seguro que el astuto viejo habia sabido que Miguel era su compañero por esa razón nunca le presionó para que fuera directamente con el y le facilito las cosas cuando organizaba la seguridad durante el periodo que iba a estar fuera de la tierra del clan, jugo con el a lo largo de los años dejando saber cosas del chico aquí y alla. Y pidiendole que comprara cosas que el le llevaria cuando regresara alli. Todavía recordaba el día que se paso escogiendo un libro para el chico al final no habia podido decidirse y le regalo la saga completa. Gracia
Valentino sentía que lo que iba hacer era malo, era como si fuera un ladrón tomando algo precioso para si mismo por un breve instante miró al frente del vehículo antes de permitirse un pequeño toque, acariciando con el dedo la parte superior de la mano del chico, una descarga le sacudió, su dragón se agito en su interior, miro al frente temiendo de que el guardia que conducía o el copiloto se diera cuenta de la anomalía en su comportamiento. Cuando vio que Miguel se inclinaba hacia el, rápidamente retiró su mano. No se le permitía a si mismo tocar a Miguel mas de lo necesario y solo cuando sitio que estaba en peligro, el no era tan noble quería más y no se podía dejar que su instinto lo dominará. Temia que el chico luego de saber la verdad descubriera el secreto de su corazón, ya sabía que eso iba a volver a Miguel loco, pero las leyes eran leyes y estaban ahí por una razón, incluso las antiguas que no se habían movido al siglo actual. Sin embargo, no pudo evitar devolver la sonri
—Mi nombre nunca a sido Aguilera o Grnezdo, al final es el mismo resultado no soy parte de tu clan. Solo soy alguien a quien Román escogió ...— Valentino deseaba poder tener a Roman ante él, qué rayos pretendía al dejar a oscuras a Miguel. No le había dejado ni siquiera una simple pista, nada estaba en una total oscuridad sobre quién y lo que era. Val sonrió al chico, tenía que contenerse se repetía mentalmente así que solo le espantó sin darle margen a refutar su afirmación.—Ahora lo eres. El ceño de Miguel se profundizó, arrugando su frente aún más. ¿Qué quería decir aquello? —¿Estás seguro de que así es como funciona? — Miguel no quería complicaciones — Heredé el dinero de Román, no su familia. Oh, si solo él lo supiera, Pensó Valentino ... se estaría trepando por las paredes. Llegado el caso no podía descartar que eso ocurriera los dragones les encantaba escalar cuando cambiaban entre más alto mejor, así sus vuelos eran más salvajes y desafiantes con los vientos.— Román te h
El estómago de Valentino se anudó al darse cuenta de que también guardaba cosas al hombre que poseía su corazón, pero no tenía elección. Había jurado guardar el secreto hasta que llegaran a casa. El peligro para Miguel estaba siempre presente y no queria cometer ningun error. Hasta que estuviera detrás de los muros de la finca, Valentino tendría que contenerse la lengua para no revelar nada que pudiera alterar el curso de las acciones trasadas. Un vehículo se estrelló de repente contra el lado del coche. Valentino debería haber estado preparado para eso, debería haber estado preparado para cualquier cosa. Estaba consciente que la vida de Miguel valía una pequeña fortuna y que los asesinos no decidiría en su empeño tan facil. Su mente estaba en lo que Miguel le decía y en como evitar hablar de más, para un dragón negarle a su pareja las cosas era algo imposible y el estaba luchando en todo momento para no hablar y decirle todo. Valentino todavía fue capaz de agarrar a Miguel y en
Valentino no se espero que atacaran de esta manera si bien sabia que los ascesinos contratados no se rendirian, el ataque fue inesperado mas aun por la cercana al primer anillo del portal. Empezó a preguntarle a Miguel otra vez si estaba bien, ya que eljoven habia demorado en responder y la respuesta que le dio aunque indicaba que estaba bien, Val nose la habia creido del todo pues a este le habian intentado quitar la vida dos veces en menos de nada.Se volvió hacia el otro lado de la pequeña zona abierta donde estaban. Y comenzo analizar con presicion sus proximos movimientos. Apreciaba el hecho de que Yuno estuviera interrogando a los que los golpearon en el otro lado del vehículo. Había algunas cosas que Miguel no necesitaba ver hasta que todo le haya sido explicado en un entorno calmado y seguro. Como el hecho de los poderes latentes en cada uno de ellosLas técnicas de interrogación de Yuno era una de ellas era indagar en las mentes haciendo que las personas revivieran sus ma
— Buenas tardes, ¿Estoy hablando con el señor Torres de Aguila? —Preguntó una voz en el teléfono Miguel parpadeó, hacia solo dos horas que habia llegado de su trabajo nocturno y estaba hecho polvo, habia ido directo a su cama sin cambiarse la ropa, solo queria caer en la superficie plana y dormir doce horas seguidad. Su cerebro aun no estaba del todo despierto cuando volvio a escuchar la voz repitiendo la misma pregunta. ¿Cuándo fue la última vez que lo escuchó de esa manera? Ya ni se acordaba. —¿Sí? —Me llamo Dimitri Vitali y soy el abogado acargo de los asuntos del señor Aguilera, Vitali y Asociados, somos un bufete de abogados en Man... —Ya sé quienes son— dijo. No podía pensar en nadie en la isla de Manhattan que no hubiera oído hablar del prestigioso y misterioso bufete de abogados. Representaban a algunos de los clientes más grandes del país y existen rumores de que tambien tenían clientes muy poderosos y con mala reputación al rededor del mundo. Simplemente no entendía por